- Cardenales mexicanos.
Ni a candidatos
llegan/RODRIGO VERA
Revista
Proceso
1895, 24 de febrero de 2013
Los
tres cardenales mexicanos que asistirán al cónclave de Roma no reúnen méritos
ni requisitos suficientes para aspirar siquiera a la condición de papables.
Sobre Norberto Rivera, arzobispo primado de México, pesa el desprestigio por
los señalamientos de que encubrió actos de pederastia; a Francisco Robles
Ortega, arzobispo de Guadalajara, se le tiene como un personaje “gris” y de
“perfil burocrático”, en tanto que su predecesor Juan Sandoval Íñiguez, queda
automáticamente descartado por su avanzada edad.
Ninguno
de los tres cardenales mexicanos que participarán en el próximo cónclave tiene
posibilidades de suceder al Papa Benedicto XVI, pues carecen de “la solidez
intelectual y pastoral” que se requiere para asumir las fuertes
responsabilidades del trono pontificio, sobre todo en los actuales momentos de
crisis por los que atraviesa la Iglesia católica.
En
estas condiciones los mexicanos Norberto Rivera Carrera, Francisco Robles
Ortega y Juan Sandoval Íñiguez asistirán a dicha junta sin que gocen de
liderazgo entre los electores del Colegio Cardenalicio, por lo que se verán
orillados a sumarse al grupo de alguno de los cardenales realmente papables que
se estarán disputando la llamada silla de Pedro.
Rivera
Carrera, arzobispo primado de México, llega muy desprestigiado al cónclave
debido a la estrecha relación que mantuvo con el sacerdote pederasta Marcial
Maciel y a que él mismo fue acusado penalmente por encubrir actos de
pederastia. Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, tampoco tiene posibilidad
porque es considerado un personaje “gris”, “sin carisma” y de “perfil
burocrático”, mientras que el casi octogenario Sandoval Íñiguez, arzobispo
emérito de Guadalajara, queda automáticamente descartado por su avanzada edad.
Bernardo
Barranco, especialista en asuntos religiosos, asegura:
“Los
tres cardenales mexicanos tienen una formación académica muy pobre. Carecen de
la solidez intelectual y pastoral que exige el pontificado, sobre todo en estos
momentos de crisis en la Iglesia. En resumen, no tienen el nivel ni la altura
que se requiere.”
El
investigador Elio Masferrer Kan, también especialista en el tema, trata de ser
más benévolo:
“El
único que quizá tenga posibilidades es el cardenal jalisciense Robles Ortega.
Para no quedarnos fuera de la jugada, podríamos decir que el gallo mexicano es
Robles, a quien incluso ya se le menciona en la prensa europea. De esta manera,
se le podría incluir en la lista de los gallos latinoamericanos que pelearán en
el próximo cónclave.”
–¿Y
Rivera Carrera no tiene ninguna posibilidad?
–¡Ninguna!,
porque todo mundo sabe que es el hijo putativo de Marcial Maciel y que además
fue acusado de proteger al cura pederasta Nicolás Aguilar, quien de México se
fue a refugiar a la arquidiócesis de Los Ángeles con el arzobispo Mahony, hoy
repudiado por encubrir a pederastas.
El
“show” en torno a Rivera
Sobre
estas posibilidades del cardenal Rivera Carrera, dice Bernardo Barranco:
“Recuerdo
muy bien que en vísperas del pasado cónclave, que se realizó en 2005, al
cardenal Rivera se le preguntaba sobre la probabilidad que tenía de ser Papa. Y
él contestaba bromeando: ‘Por lo menos tengo más posibilidades que mi hermana’.
Pues bien, ahora está tan devaluada su figura cardenalicia que podría decirse
que hasta su hermana ya tiene más posibilidades que él. Rivera Carrera se vino
a pique. Perdió toda credibilidad y presencia pública.”
–¿A
qué lo atribuye?
–Sobre
todo a que se dedicó a defender a Marcial Maciel. Llegó a tal extremo que
incluso insultó a periodistas y reprimió a sus mismos sacerdotes que pedían
justicia para las víctimas de Maciel, como fue el caso del padre Alberto Athié.
“Por
otra parte, Rivera Carrera fue requerido por la justicia estadunidense por
encubrir supuestamente a su sacerdote Nicolás Aguilar, quien cometió muchos
abusos sexuales en México y Estados Unidos. Por ese hecho, al cardenal se le
sometió a un fuerte interrogatorio de casi 12 horas. La justicia de aquel país
todavía no lo exonera, según me dicen los abogados.
“Y
por si fuera poco, Rivera Carrera ni siquiera puede cumplir con su
responsabilidad pastoral en la arquidiócesis de México. Su incapacidad es
enorme. Un dato es revelador; según el censo de 2010, el número de católicos en
todo el país descendió 4%. Pero en la arquidiócesis de México el descenso fue
del doble, o sea, de 8%. Es el nivel de caída que tienen los estados del
sureste del país o la región de Centroamérica.”
Eso
sí, Rivera Carrera resultó ser un buen empresario, pues ha realizado negocios
multimillonarios con el culto guadalupano. Por ejemplo, creó la Lotería
Guadalupana, un redituable juego de azar que puso en marcha con el apoyo de la
Secretaría de Gobernación. Y en marzo de 2002 vendió, en más de 12 millones de
dólares, el copyright de la imagen guadalupana a la trasnacional estadunidense
Viotran, para que ésta explotara comercialmente esa imagen en exclusiva
(Proceso 1371).
Y
en mancuerna con Carlos Slim, el magnate más rico del mundo, levantó la Plaza
Mariana, el moderno mall religioso-comercial construido en pleno atrio de la
Basílica de Guadalupe, con la finalidad de tener como consumidores cautivos a
los 20 millones de peregrinos y turistas que anualmente visitan el Tepeyac.
Al
arzobispo Rivera le gusta fotografiarse –para las páginas de sociales– con el
jet set del mundo empresarial mexicano. Por cierto, en una de esas fotos
aparece al lado de Juan José Rojas Cardona, el poderoso Zar de los Casinos,
quien tiene denuncias por fraude y narcotráfico. En febrero de 2008 el cardenal
le inauguró a Rojas –con agua bendita de por medio— su lujoso restaurante 40
West, en San Pedro Garza García, Nuevo León (Proceso 1818 y 1820).
Actualmente,
en vísperas del próximo cónclave, el vocero del arzobispado de México, Hugo
Valdemar, ha declarado a los medios que el cardenal Rivera tiene posibilidades
de ser Papa, aunque él no quiere serlo porque prefiere atender a su feligresía
local, como todo buen pastor. “El cardenal más bien nos ha manifestado su
desinterés. Él tiene mucho qué hacer aquí en la Ciudad de México”, dice
Valdemar.
En
la más reciente edición de la revista del espectáculo TV y Novelas, de Televisa
(del 18 de febrero), aparece en portada una foto de Benedicto XVI y otra del
cardenal, con el título: “¡Revelación! Norberto Rivera podría ser Papa”. En
páginas interiores hay una entrevista con Valdemar, quien señala que el nombre
del cardenal aparece en la lista de los “20 candidatos” punteros al papado.
Pese a esto, dice desdeñoso que al cardenal no le da “mucha emoción” ser el
sucesor de Ratzinger.
Bernardo
Barranco indica que estas declaraciones del vocero responden a una bien
calculada maniobra mediática, encaminada a fortalecer la imagen del cardenal
bajo la falsa premisa de su condición de papable. Explica:
“El
arzobispado de México y Televisa están lanzando una campaña para difundir la
idea de que Norberto puede ser Papa. Y, ¡claro!, esto despierta las
expectativas de amplios sectores de la población que, por falta de información,
serán inducidos a pensar que Norberto realmente tiene posibilidades. Así, con
esta falsa papabilidad se intentará fortalecer la alicaída imagen del cardenal.
En el fondo hay una manipulación de la realidad.”
El
otro cardenal mexicano que irá al cónclave es Francisco Robles Ortega, de 64
años de edad y oriundo de Mascota, Jalisco, donde nació en 1949. Fue obispo de
Toluca de 1996 a 2003, y ahí tuvo contacto con el Grupo Atlacomulco, al que
pertenece el presidente Enrique Peña Nieto. Después fue arzobispo de Monterrey
(2003-2011), y a partir de diciembre de 2011 es arzobispo de Guadalajara. En
noviembre del año pasado fue elegido presidente de la Conferencia del
Episcopado Mexicano (CEM).
“Robles
Ortega es muy conservador, gris y opaco, sin carisma. Su perfil es burocrático,
administrativo; siempre está atento a todo lo que signifique robustecimiento de
la institución”, dice Barranco.
–¿Qué
atributos le verían los obispos mexicanos para haberlo nombrado presidente del
episcopado?
–Lo
pusieron en ese cargo porque desde que era obispo de Toluca tejió alianzas con
el Grupo Atlacomulco que hoy detenta la Presidencia de la República. Se piensa
que ese grupo sólo está conformado por políticos y empresarios. Pero no,
también incluye la dimensión religiosa.
“Después,
cuando ya era arzobispo de Monterrey, Robles Ortega tuvo fricciones con el
Secretariado Social Mexicano de la entidad, debido a que empezó a limitar y a
coartar el trabajo de esta organización, que pidió la ayuda del arzobispo
emérito, Adolfo Suárez Rivera, quien también se enfrentó abiertamente con
Robles Ortega. Entre ambos prelados hubo dificultades por su distinta forma de
concebir el trabajo pastoral. A Robles le gusta que lo consientan política y
económicamente. Su estilo es más elitista.
“También
recuerdo que, en un encuentro sobre piedad popular realizado en Roma, Robles
Ortega presentó una ponencia en la que aplaudía eufóricamente la presión que el
episcopado ejerció sobre la Secretaría de Gobernación para que bloqueara a la
Iglesia de la Santa Muerte. El tono de su ponencia era de extrema intolerancia,
con una actitud de usar el poder para golpear a la competencia religiosa. Eso
me dejó muy preocupado.
“Y
me he dado cuenta, al escuchar sus homilías y declaraciones, que su pensamiento
es teológicamente muy vago y ecléctico. No tiene claridad ni solidez. De manera
que Robles no es tampoco un intelectual pulido. Lo que sí ha conseguido son
ascensos eclesiásticos muy rápidamente. Eso demuestra que sabe ganarse la
confianza de la curia romana. Pero de ahí a que pueda ser Papa hay un abismo.”
Sandoval
Íñiguez, descartado
El
tercer cardenal mexicano que participará en la reunión es Sandoval Íñiguez, el
polémico arzobispo emérito de Guadalajara. El próximo 28 de marzo cumplirá 80
años. El cónclave se celebrará días antes de esa fecha, por lo que Sandoval
apenas logró colarse al grupo de los 117 cardenales que, por no rebasar los 80
años, tienen derecho a voto. Sandoval no puede ser Papa por su avanzada edad.
Pero sí podrá sufragar al igual que Rivera Carrera y Robles Ortega, y eso ya
cuenta.
¿Hacia
dónde irá dirigido el voto mexicano? ¿Ya se están negociando esos tres
sufragios? Hace algunos días el exnuncio apostólico Jerónimo Prigione hizo un
discretísimo viaje a México que, sin embargo, fue registrado por la prensa. En
los círculos eclesiásticos se menciona que el experimentado diplomático vino
justamente a tratar el asunto del voto mexicano.
Al
respecto, dice Barranco:
“No
es ninguna casualidad el viaje de Prigione a México, inmediatamente después de
que el Papa anuncia su dimisión al trono pontificio. Prigione fue el
representante diplomático de Juan Pablo II en México, y tuvo mucho poder. Lo
respaldaba su paisano, el también piamontés Angelo Sodano, entonces secretario
de Estado y quien influyó en la designación de varios obispos mexicanos. El
mismo Rivera Carrera le debe a Sodano y Prigione su posición eclesiástica.
Ahora Sodano encabeza a un poderoso grupo que intenta conseguir el papado. A
nombre suyo, Prigione vino a México a conseguir apoyos y cobrar favores. No me
extrañaría, pues, que el voto mexicano sea para el grupo de la llamada ‘vieja
guardia’ que lidera Sodano.”
Otro
operador político de Sodano, el actual arzobispo de Yucatán, Emilio Berlié
Belaunzarán (quien por cierto hace años reunió a Prigione con los hermanos
Arellano Félix), le declaró al diario Milenio –en su edición del 18 de febrero–
que acababa de reunirse con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong,
para hablar de asuntos “estrictamente internos y de carácter confidencial”
sobre “todo lo relativo al cónclave”.
Berlié
agregó que otros obispos también tendrían ese tipo de reuniones con Osorio
Chong para hablar en torno al tema. Al día siguiente, el episcopado mexicano
envió una carta a ese diario, en la que aclaraba que la reunión Berlié-Osorio
Chong no fue para hablar sobre la sucesión papal, sino que el arzobispo sólo
acompañó a un grupo de “empresarios” yucatecos que se reunieron con Osorio. Esta
vaga y extraña aclaración todavía despertó más sospechas.
Pero
el grupo de Sodano –con todo y sus tentáculos en México y en otros países– no
las tiene todas consigo para obtener la mayoría de votos y ganar el papado, ya
que está integrado principalmente por los viejos jerarcas conservadores que
fueron favorecidos por el anterior Papa Juan Pablo II. Tendrá que vérselas con
el grupo más joven de Tarcisio Bertone, el actual secretario de Estado, y con
el grupo de Ángelo Bagnasco, presidente del episcopado italiano.
Elio
Masferrer comenta:
“En
estos momentos todos están cabildeando para conseguir votos de aquí y de allá.
Por ejemplo, los cardenales europeos suman 61 de los 117 votos. El bloque de
los cardenales angloparlantes también está fuerte y llegarán al cónclave a
tambor batiente. Las mismas congregaciones religiosas tienen a sus cardenales
con derecho a voto que son muy codiciados: el Opus Dei tiene su bloque de unos
cinco cardenales electores, los salesianos tienen cuatro, los jesuitas dos… y
así por el estilo.”
–¿El
Papa Benedicto XVI permanecerá al margen de la elección, como él lo promete?
–¡Para
nada! Tengo incluso la impresión de que el Papa fue quien ordenó filtrar esos
documentos secretos, los Vatileaks, para golpear al enemigo político que es el
sector mafioso de la curia compuesto por la gente de Sodano y de Bertone. Son
ellos quienes salen mal parados en esos documentos que filtró el propio
mayordomo del Papa. Por eso al mayordomo, lejos de castigarlo, Benedicto XVI lo
premió; el mayordomo sigue cobrando en el Vaticano, viviendo en una casa del
Vaticano, y sigue siendo ciudadano del Vaticano. ¡Claro!, le hizo el favor al
pontífice de dar la cara en el caso de los VatiLeaks.
“Benedicto
XVI intentará seguir influyendo sobre su sucesor en el trono. Por eso
continuará viviendo en el Vaticano. Si realmente tuviera la intención de
mantenerse al margen, hubiera escogido como retiro algún monasterio de Alemania
o de algún otro país. Pero no, intenta repetir el esquema cubano Fidel
Castro-Raúl Castro, una especie de maximato pontificio muy similar al que
aplicó Calles en México.”
–En
ese contexto, ¿cómo quedan los tres electores mexicanos?
–Atrapados
en ese complicado juego de ajedrez que es la política vaticana. Y tendrán que
definir su voto por alguno de los grupos en pugna… No les queda de otra.
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