9 feb 2014

La heroína mexicana satisface el creciente mercado de EU


La heroína mexicana satisface el creciente mercado de EU/Jorge Carrasco Araizaga.
Revista Proceso # 1945, 8 de febrero de 2014
Reportes oficiales de Estados Unidos y de organismos internacionales advierten con preocupación que los principales cárteles mexicanos, sobre todo el que lidera El Chapo Guzmán, están explotando una nueva veta de mercado entre los adictos de aquel país: la introducción de heroína más barata que la asiática y la colombiana, aunque menos pura… pero, eso sí, más potente y destructiva. De hecho, las cifras de Washington y de organismos como la ONU son coincidentes en el sentido de que la heroína mexicana está inundando el territorio estadunidense.
La muerte del actor estadunidense Philip Seymour Hoffman, ocurrida el domingo 2 en Nueva York por una aparente sobredosis de heroína, confirmó el rebrote del consumo de ese opiáceo en Estados Unidos, que es surtido de manera creciente desde México, sobre todo por el Cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán.

 Aun cuando esa droga no alcanza todavía los altos niveles de pureza que la producida por los narcos colombianos o de Asia, los mexicanos han ido ganando espacios en el mercado de la heroína en Estados Unidos, donde compiten con precios más accesibles y un producto más potente, coinciden reportes internacionales y estadunidenses. El gobierno de Barack Obama los identifica como los principales proveedores de los heroinómanos de su país.

 Las cifras oficiales de México demuestran también que más allá de la mariguana y la cocaína, los narcotraficantes de México han sido muy activos en la producción y traslado de heroína a Estados Unidos. No obstante las diversas políticas de combate al narcotráfico, el cultivo de amapola y la producción de heroína han sido más que estables, por lo menos desde hace 20 años. Durante ese periodo, la delincuencia organizada ha sofisticado sus técnicas y elevado la calidad de su adictivo producto.
Las áreas de cultivo de amapola en el país se ubican en los estados del Pacífico, desde Oaxaca hasta Sinaloa y parte de la sierra de Chihuahua, y de acuerdo con los reportes de plantíos erradicados desde el sexenio de Ernesto Zedillo, las organizaciones delictivas tienen en esa droga una de sus importantes fuentes de ingreso.
Según el primer informe de gobierno de Enrique Peña Nieto, en la administración zedillista se destruyeron 96 mil 705.8 hectáreas de amapola; en la de Vicente Fox la erradicación abarcó 112 mil 733.1 hectáreas, y en la de Felipe Calderón la cifra bajó a 87 mil 70.5 hectáreas, pese a su guerra contra el narcotráfico, que dejó oficialmente más de 60 mil muertos.
La constante en las dos décadas pasadas ha sido el incremento en la producción de heroína, un derivado de la amapola. Zedillo aseguró una tonelada 363.3 kilos de la droga; Fox, una tonelada 956.4, y Calderón, dos toneladas 216 kilos.
La misma tendencia de cultivo y producción se mantuvo en el primer año del gobierno de Peña Nieto. El mismo informe dice que tan sólo en los primeros seis meses se erradicaron 3 mil 96 hectáreas y se aseguraron 237.7 kilos de heroína, cifra que supera al promedio anual durante el régimen de Zedillo.
En Estados Unidos, reportes coincidentes
Los números de Estados Unidos confirman el incremento de heroína proveniente de México. El Informe 2013 titulado Estimado sobre la Amenaza Nacional de las Drogas, elaborado anualmente por la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), afirma que los cárteles mexicanos tienen un papel cada vez más relevante en la provisión de heroína a los consumidores estadunidenses.
Directo contra los cárteles de su frontera sur, el reporte indica: “La disponibilidad de heroína continuó incrementándose en 2012, en su mayoría probablemente debido al incremento en la producción de heroína mexicana y a que los traficantes mexicanos se han expandido a los mercados del occidente del medio oeste estadunidense, que tradicionalmente han sido surtidos con heroína blanca”.
Agrega que la cantidad de esa droga asegurada en la frontera suroeste de Estados Unidos aumentó entre 2008 y 2012, lo que, junto con otros indicadores, apunta al incremento del tráfico tanto de heroína mexicana como de la producida en Sudamérica y que pasa por México.
Si bien Calderón abrazó la estrategia antidrogas de Washington, la DEA dice que en cuatro años del sexenio pasado la cantidad de heroína incautada en la frontera con México creció en 232%. De 558.8 kilos confiscados en 2008 se pasó a mil 855 kilos en 2012.
Otro documento, el Informe Mundial sobre las Drogas de 2013, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Delincuencia, concluye que no obstante la falta de datos consistentes, México ha aumentado su potencial de cultivo de amapola, producción de heroína y tráfico de ésta a Estados Unidos, una tendencia opuesta a lo ocurrido en el caso de Colombia, nación que durante años se mantuvo como la principal proveedora del opiáceo al país del norte.
Con base en datos oficiales de Colombia, la ONU señala que ese país experimentó una fuerte declinación en la producción de opio y heroína entre 1998 y 2007, con un posterior descenso en 2011: “En comparación, en México, el potencial de producción de heroína se estima que es 30 veces más alto que en Colombia y los niveles de incautación de heroína mexicana alcanzaron en 2011 los de Colombia”, superiores a la tonelada y media.
Diversas estimaciones coinciden en que los narcotraficantes mexicanos tienen una tercera parte del mercado estadunidense de la heroína. En 2010, la organización no gubernamental Rand Corporation estableció a partir de modelos matemáticos que 30% del opiáceo que entonces consumían los adictos estadunidenses provenía de México, cifra similar a la heroína producida en Colombia y que pasa por México.
Según ese cálculo, incluido en la publicación Reduciendo los ingresos y la violencia del tráfico de drogas en México, los traficantes mexicanos de heroína hacia ese año obtenían ganancias por 400 millones de dólares anuales, contra 700 millones de los colombianos; la diferencia se debe a la pureza de la droga. El precio del kilo al menudeo fue estimado en ese momento en 450 mil dólares, tres veces más que el kilo de cocaína.
La Oficina sobre Política Nacional para el Control de las Drogas, que depende de la Casa Blanca, asegura en cambio que México ya es el principal proveedor de heroína en Estados Unidos. En un documento titulado El mercado internacional de la heroína, indica que en la década pasada bajó el nivel de cultivo y producción de opio en el llamado triángulo dorado del sureste asiático, donde convergen Birmania, Laos y Tailandia; aunque la ONU reportó en diciembre último que la región se recuperó en 2013 y aumentó su producción en 22%.
En su reporte, la Oficina de la Casa Blanca ubicó a Afganistán –bajo control de Estados Unidos durante la década pasada– como el principal proveedor de opio en el mundo, con 80% de la distribución, mientras que América Latina evolucionó como el primer proveedor de heroína a Estados Unidos.
Destacó que la heroína mexicana es “la más prevaleciente al occidente del río Mississippi, y la colombiana dominante en el este”, donde se ubican ciudades como Washington y Nueva York y estados como Pensilvania, en la frontera con Canadá. Apenas en noviembre pasado fueron detenidos traficantes de heroína mexicana en el aeropuerto internacional de Calgary, una zona a la que tradicionalmente ha llegado heroína de Asia.
Pero al igual que lo hace la DEA, la Casa Blanca observa que, en contraste con Colombia, el cultivo de opio en México se mantiene alto, por lo que continúa como el proveedor primario de Estados Unidos. Asegura que los cultivos estimados alcanzaron en 2012 las 10 mil 500 hectáreas, con una producción potencial de 26 toneladas de heroína. El gobierno de Calderón reportó que ese año, el último de su administración, erradicó 15 mil 786 hectáreas e incautó 246.6 kilos de heroína, menos de 1% de la producción estimada por el gobierno de Barack Obama.
La firma privada Stratfor, dedicada a la elaboración de análisis de seguridad e inteligencia, va más allá que la Oficina para el Control de Drogas de la Casa Blanca: afirma que México se está convirtiendo en el segundo proveedor mundial de heroína, pues ya en 2009 la DEA estimó que el crecimiento de los cultivos mexicanos podría abastecer 7% del mercado mundial, aunque muy lejos del 80% de Afganistán.
Explica que la expansión de la heroína mexicana se debe a que es más barata y muy potente: “Mientras que la mayoría de la goma de opio en Afganistán, sureste de Asia y Colombia es sintetizada en heroína blanca, en México los grupos delictivos han desarrollado un camino más corto en el proceso de síntesis química, lo que da como resultado una heroína oscura y viscosa (identificada en inglés como black tar heroin), que es más barata pero muy potente”.
En una serie sobre las mercancías delictivas publicada en marzo de 2012, Stratfor asegura que los productores mexicanos de heroína se saltan el paso intermedio de aislar la morfina y sintetizan aquélla directamente del opio. Además de hacerlo más rápido, reemplazan el anhídrido acético –un reactivo que es caro y está muy regulado– con ácido acético, que diluido se convierte en vinagre.
La diferencia es clara y se refleja en el potencial de lucro. Mientras que para hacer un kilo de heroína se requieren 50 dólares de anhídrido acético, se necesitan sólo 10 de ácido acético. El resultado es que la heroína oscura y viscosa no es tan pura y no se ve tan limpia como la blanca, pero puede ser fumada, aspirada o inyectada.
Según Stratfor, los productores mexicanos también han elevado su producción por hectárea. Si en el 2000 requerían 90 hectáreas para producir una tonelada de heroína, en 2009 ocuparon 46, ubicándose aún por encima de la media mundial de entre 20 y 40 hectáreas.
Apoyada en estimaciones de la DEA, la firma estima que, a pesar de su baja calidad, esa heroína se cotiza hasta en 15 dólares por una décima de gramo cuando es entregada en domicilios particulares, como si fueran pizzas, por las cadenas de distribución, “muchas de las cuales tienen vínculos con México”.
Ubica la producción de amapola en algunos estados de la Sierra Madre Occidental, como Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nayarit y Jalisco, y en otros del Pacífico Sur, como Michoacán, Guerrero y Oaxaca, donde los cultivos crecen a una altura superior a mil metros sobre el nivel del mar y con aire seco.
Por las zonas de producción y las rutas que podrían ser utilizadas para traficar la heroína a Estados Unidos, “parece que la Federación de Sinaloa podría ser la más beneficiada”. Apunta que muchos de los traficantes de la black tar heroin detenidos en Estados Unidos tienen vínculos con esa organización.
Aclara que sus rivales más importantes, Los Zetas, “no están excluidos del todo del mercado de la heroína, sobre todo en el sur de Texas, además de que existe cultivo de opio al suroeste de México bajo el control del Cártel del Pacífico, que está afiliado a Los Zetas”.
Rebrote del consumo
En Estados Unidos se ha puesto de relieve desde la década pasada la incursión de los cárteles mexicanos en estados tradicionalmente controlados por los narcotraficantes colombianos, así como la calidad de la heroína mexicana y el abuso de esta droga.
De acuerdo con la Administración de Servicios para el Abuso de Sustancias y Enfermedades Mentales (SAMHSA, por sus siglas en inglés), el abuso en el consumo de heroína se elevó desde 2007 de 373 mil usuarios a 669 mil en 2012, aunque el número puede ser aún mayor, por los casos no registrados oficialmente. La cifra indica el rebrote del consumo de heroína en Estados Unidos luego de la alta incidencia de finales de los años 70 y de la época posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Los narcotraficantes de heroína mexicanos están tomando control de la zona del medio oeste y occidente de Estados Unidos, a los que no habían podido acceder debido a la impureza de su producto, lo que la hacía menos atractiva, comparada con la heroína blanca de Colombia y Asia.
La prensa de estados como Milwaukee, Michigan, Minneapolis, Illinois, en el medio oeste estadunidense, y del sureste, como la de Carolina del Sur y Georgia, o del suroeste, como la de Nuevo México y Los Ángeles, ha dado cuenta de la expansión de la heroína mexicana en sus ciudades.
El centro de investigación Woodrow Wilson Center, que tiene su sede en Washington, se refirió también a esa expansión en septiembre de 2010, cuando publicó el ensayo Cruzando el Mississippi: Cómo la black tar heroin pasó hacia el este de Estados Unidos.
El trabajo, elaborado por el periodista mexicano asentado en Washington Juan Díaz-Briseño, no sólo reportó la presencia y dominio de los traficantes de heroína mexicana en Columbus, Ohio y Charlotte, Carolina del Norte, sino asimismo el incremento de muertes por sobredosis en esas ciudades localizadas al este del río Mississippi.
El Informe 2013 de la DEA sobre el Estimado de la Amenaza Nacional de las Drogas asocia la expansión de la heroína mexicana al aumento de muertes por sobredosis en dicha región de Estados Unidos. Aunque no lo dice directamente, sugiere que a la presencia de esa droga de México en el centro y occidente de Estados Unidos le ha seguido un aumento de muertes por sobredosis.
Es más: menciona que las sobredosis de heroína y las muertes por este abuso se han incrementado en ciertas áreas, posiblemente debido a factores como una más alta pureza de la droga, incremento de usuarios a más temprana edad y la inexperiencia de los consumidores.
Dice: “Los responsables de la persecución del delito y del tratamiento han reportado en todo el país que muchos usuarios de opiáceos por prescripción han cambiado hacia la heroína como una alternativa más barata y/o más fácil de obtener”. Cita como ejemplos el caso de Minneapolis, en el Mississippi. En el área metropolitana de San Paul esas muertes se triplicaron de 2010 a 2011, al pasar de 16 a 46, mientras que en la ciudad de Filadelfia, en Pensilvania, y en la costa este de Estados Unidos, la heroína o morfina se encontró en una tercera parte de las muertes relacionadas con drogas ilícitas.
La misma tendencia se ha reportado en Albuquerque, Nuevo México, donde se constató una mayor calidad de la droga confiscada a los narcotraficantes mexicanos.
En Chicago, Illinois, la oficina de la DEA expresó a la organización no gubernamental Drugfree que la heroína asegurada a la gente del Chapo Guzmán en esa zona durante 2011 tenía 94% de pureza, según reportó la asociación en noviembre último.
Apenas el pasado lunes 3, la televisora WKYC de Cleveland, Ohio, afiliada a la cadena NBC, difundió una nota en la que el fiscal estadunidense Joe Pinjuh, quien encabeza en Cleveland la Fuerza de Tarea de Delincuencia Organizada y Persecución de las Drogas, de la Procuraduría estadunidense, aseguró que tan sólo en el condado de Cuyahoga se estima que el año pasado murieron 200 personas relacionadas con la heroína. El fiscal dijo que 70% de esta droga llegó desde Chicago y “probablemente del Chapo Guzmán”.
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Y la DEA, congelada/
J. JESÚS ESQUIVEL
Aun cuando la presencia creciente de heroína mexicana en territorio estadunidense es un hecho confirmado, funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos consultados por Proceso se quejan de que la cooperación antinarcóticos por parte de México sigue bloqueada en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Por lo pronto, revelan, la DEA ya solicitó al presidente Barack Obama que hable con éste en el próximo encuentro que tendrá con él para que vuelva a darle acceso a la información sensible recopilada por la PGR, el Cisen y el Ejército.
WASHINGTON.- El aislamiento en que el gobierno de Enrique Peña Nieto mantiene a la DEA en territorio mexicano congeló parcialmente el intercambio de información de inteligencia entre la agencia antinarcóticos y la Procuraduría General de la República (PGR), lo que ha tenido como consecuencia un aumento del tráfico de drogas a Estados Unidos, se quejan funcionarios de la administración Obama.
“Actualmente circula más heroína mexicana en las calles de Nueva York, Chicago, Atlanta, Los Ángeles, Detroit y Miami, lo que significa un fracaso en la cooperación bilateral”, dice a Proceso un funcionario del Departamento de Justicia que exige conservar su anonimato.
Con el fin del sexenio de Felipe Calderón y el arranque del de Peña Nieto el 1 de diciembre de 2012, la DEA enfrentó la determinación del nuevo secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de cambiar la política de cooperación en la lucha contra el narcotráfico y de negarle a la agencia la total libertad que le había otorgado la PGR bajo el mando de Marisela Morales.
Ahora, advierte el entrevistado, “hay muy poca colaboración, todas las oficinas regionales de la DEA en México están desesperadas; sus agentes hacen todo lo que más pueden, pero no es suficiente. Necesitamos mayor cooperación con el gobierno mexicano o de lo contrario habrá más problemas”.
Otro de los funcionarios justifica el anonimato: “No podemos hablar on the record. Este gobierno mexicano es muy sensible y cualquier cosa que digamos en tono de crítica o queja, y hasta reconocimiento, repercute en el trabajo de las agencias de inteligencia que están representadas en México”.
De acuerdo con el más reciente análisis del gobierno de Obama sobre el tráfico de drogas a Estados Unidos que pasa por México, en lo que va de este sexenio se disparó notablemente sobre todo el trasiego de heroína mexicana, metanfetaminas y mariguana. Sólo disminuyó el tráfico de cocaína, y eso porque ya tiene menor demanda.
En la Estrategia Nacional para el Control de las Drogas 2013, que la Casa Blanca presentó el 24 de abril del año pasado, las estadísticas acerca del consumo de heroína entre los estadunidenses tuvieron ligeros incrementos.
El estimado que en ese documento hace la Oficina Nacional de Políticas para el Control de las Drogas (ONDCP, por sus siglas en inglés) es que en 2010 había en Estados Unidos 4 mil 144 consumidores de heroína mayores de 12 años y para 2011 –último que abarca el reporte– se registraban 4 mil 162.
En otro apartado, la estrategia reporta que en 2009 murieron 3 mil 278 personas por consumir heroína, mientras que en 2010 –último año incluido– fueron 3 mil 36.
Asimismo, se destaca que mientras en 2010 el gramo de heroína con pureza de 26% valía aproximadamente 464 dólares, en 2011 el gramo con pureza de 28% se vendió en 408 dólares. Además, se reporta un aumento del movimiento de esta droga en las calles de varias ciudades: en 2010 se confiscaron 3 mil 262 kilos de heroína y en 2011, 3 mil 909 kilos.
La Estrategia Nacional para el Control de las Drogas 2013 resalta que la producción neta de opio en México en 2010 fue de 425 toneladas, el año siguiente bajó a 300 y en 2012, último año reportado, disminuyó a 250 toneladas. Sobre el “potencial de producción de heroína”, el documento de la Casa Blanca calcula que en México se generaron 36 toneladas en 2010 y 30 en 2011.
La ONDCP aclara que todas esas cifras provienen de “cálculos” basados en las confiscaciones de narcóticos en Estados Unidos y en la información que anualmente entregan a la Casa Blanca dependencias involucradas en el combate al narco, tales como la DEA y el Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC).
Consecuencias inmediatas
Un funcionario del Departamento de Justicia sostiene: “Desde que en Estados Unidos se fortaleció el combate a la producción nacional de metanfetaminas”, y con la aplicación de varias leyes estatales y federales para contrarrestar la venta irregular de medicinas controladas, la heroína se transformó en la droga con mayor demanda y en la más disponible para las ventas al mayoreo y al menudeo.
“Para los jóvenes estadunidenses es más fácil conseguir heroína y sus derivados que metanfetaminas o medicinas que se venden únicamente con receta. De eso se dieron cuenta los cárteles mexicanos y se aprovechan de eso y de que el gobierno mexicano ya no tiene la misma cooperación con la DEA”, matiza.
Desde que Jesús Murillo Karam asumió su cargo como procurador general de la República encontró que como presidente Felipe Calderón les abrió a los agentes de la DEA toda la información importante y sensible sobre el narcotráfico y el crimen organizado que recolectaban el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), el Ejército y la Marina, entre otras dependencias.
Como informó Proceso en diversas ediciones a lo largo del sexenio calderonista, cuando estaba al frente de la PGR Marisela Morales, actual cónsul general de México en Milán, Italia, les dio a los agentes de la DEA acceso ilimitado a las averiguaciones previas y a todo tipo de información de inteligencia que solicitaran.
 Pero el gobierno de Peña Nieto, a través de Osorio Chong y Murillo Karam, sacó casi físicamente a la DEA de la PGR y del Cisen, vedándoles el acceso a informes clave.
 En vez de eso, Osorio Chong creó la “ventanilla única” para emitir desde su oficina las nuevas reglas de cooperación con las dependencias estadunidenses, en el marco del trabajo bilateral en materia de seguridad, específicamente en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
 Los funcionarios del Departamento de Justicia atribuyen a esta falta de cooperación con la DEA la escasa eficiencia de la administración de Peña Nieto en este rubro: “No ha eliminado ni capturado a un solo capo importante cuya inhabilitación afecte el modus operandi de cárteles como el de Sinaloa o el de Juárez”, ilustra uno de ellos.
 Los agentes de la DEA en México se sienten frustrados, no sólo por la falta de cooperación de las autoridades del país, sino porque son objeto de espionaje por parte del Cisen y del Ejército, indican las fuentes consultadas por Proceso.
 Y agregan que en el gobierno de Barack Obama se comenta que la Secretaría de Gobernación da un trato preferencial al Buró Federal de Investigaciones (FBI) y a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en detrimento de la DEA.
 “La única avenida que tiene la DEA en México para intercambiar información de inteligencia es la que conserva, de manera muy estrecha, con la Marina, pero ésta es además la dependencia mexicana a la cual no sólo la DEA, sino todas las agencias de inteligencia de Estados Unidos, le tienen mucha confianza”, puntualiza uno de los entrevistados.
 A pregunta expresa, el mismo funcionario dice que entre los niveles de violencia registrados durante el sexenio de Calderón y los del principio del gobierno priista “no hay ningún cambio significativo; lo que ha ocurrido es que la mayoría de la prensa nacional, extrañamente, ha dejado de reportar este tipo de sucesos”.
 –¿Esto quiere decir que los cárteles siguen disputándose las rutas del trasiego de drogas, generando una violencia exagerada?
 –Los reportes de inteligencia recopilados por la DEA sólo han registrado cambios en el comportamiento de los cárteles, en especial del de Sinaloa. Poco a poco esa agrupación criminal se ha ido apoderando de más territorios, de plazas que estaban dominadas por Los Zetas y el Cártel del Golfo.
 –¿El Cártel de Sinaloa está ganando la batalla a sus enemigos, o éstos han dejado de buscar el dominio territorial?
 –Hay varias interpretaciones. Una, que grupos como Los Zetas, el Cártel del Golfo, La Familia Michoacana y últimamente Los Templarios, han sido diezmados por las fuerzas de seguridad del gobierno mexicano y eso lo está aprovechando el Cártel de Sinaloa.
 “La otra es que en México se está llevando a cabo una limpia de criminales que no pertenecían a las verdaderas filas del narcotráfico, pero se hacían pasar como parte de ellas para cometer otros delitos, como secuestro y extorsión. Y en esto comparten objetivos el Cártel del Golfo y las fuerzas del Estado.”
 En un intento desesperado de romper su aislamiento en México, la DEA recomendó por medio del Departamento de Justicia que el presidente de Estados Unidos solicitara a Peña Nieto que acabe con la falta de cooperación. El próximo 19 de febrero Obama arribará a Toluca, Estado de México, para participar en la Cumbre de Líderes de América del Norte, junto al mandatario mexicano y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper. Hasta ahora la respuesta de la Casa Blanca no ha sido favorable.
 La razón: “No quieren provocar más molestias al gobierno mexicano, sobre todo por el escándalo que causó la revelación de que la Agencia Nacional de Seguridad espiaba los mensajes telefónicos del presidente Peña Nieto cuando era candidato”, reconoce el entrevistado.
 A las fuentes del Departamento de Justicia se les pregunta qué indican los reportes de las agencias estadunidenses de inteligencia en torno al fenómeno de las autodefensas en Michoacán, pero en este tema son lacónicas: “Lo que podemos decir es que el caso también podría estar relacionado con un objetivo de control territorial”.
 El acorralamiento de la DEA en México incluso llevó a Paul K. Crane, director regional de la agencia en México, a considerar su traslado a otro país. “Es uno de los hombres de la DEA más preocupados y desesperados por la falta de cooperación con las autoridades mexicanas”, enfatiza uno de los entrevistados.

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