La
heroína mexicana satisface el creciente mercado de EU/Jorge Carrasco Araizaga.
Revista Proceso # 1945, 8 de febrero de 2014
Reportes
oficiales de Estados Unidos y de organismos internacionales advierten con
preocupación que los principales cárteles mexicanos, sobre todo el que lidera
El Chapo Guzmán, están explotando una nueva veta de mercado entre los adictos
de aquel país: la introducción de heroína más barata que la asiática y la
colombiana, aunque menos pura… pero, eso sí, más potente y destructiva. De
hecho, las cifras de Washington y de organismos como la ONU son coincidentes en
el sentido de que la heroína mexicana está inundando el territorio
estadunidense.
La
muerte del actor estadunidense Philip Seymour Hoffman, ocurrida el domingo 2 en
Nueva York por una aparente sobredosis de heroína, confirmó el rebrote del
consumo de ese opiáceo en Estados Unidos, que es surtido de manera creciente
desde México, sobre todo por el Cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín El
Chapo Guzmán.
Aun
cuando esa droga no alcanza todavía los altos niveles de pureza que la
producida por los narcos colombianos o de Asia, los mexicanos han ido ganando
espacios en el mercado de la heroína en Estados Unidos, donde compiten con
precios más accesibles y un producto más potente, coinciden reportes
internacionales y estadunidenses. El gobierno de Barack Obama los identifica
como los principales proveedores de los heroinómanos de su país.
Las
cifras oficiales de México demuestran también que más allá de la mariguana y la
cocaína, los narcotraficantes de México han sido muy activos en la producción y
traslado de heroína a Estados Unidos. No obstante las diversas políticas de
combate al narcotráfico, el cultivo de amapola y la producción de heroína han
sido más que estables, por lo menos desde hace 20 años. Durante ese periodo, la
delincuencia organizada ha sofisticado sus técnicas y elevado la calidad de su
adictivo producto.
Las
áreas de cultivo de amapola en el país se ubican en los estados del Pacífico,
desde Oaxaca hasta Sinaloa y parte de la sierra de Chihuahua, y de acuerdo con
los reportes de plantíos erradicados desde el sexenio de Ernesto Zedillo, las
organizaciones delictivas tienen en esa droga una de sus importantes fuentes de
ingreso.
Según
el primer informe de gobierno de Enrique Peña Nieto, en la administración
zedillista se destruyeron 96 mil 705.8 hectáreas de amapola; en la de Vicente
Fox la erradicación abarcó 112 mil 733.1 hectáreas, y en la de Felipe Calderón
la cifra bajó a 87 mil 70.5 hectáreas, pese a su guerra contra el narcotráfico,
que dejó oficialmente más de 60 mil muertos.
La
constante en las dos décadas pasadas ha sido el incremento en la producción de
heroína, un derivado de la amapola. Zedillo aseguró una tonelada 363.3 kilos de
la droga; Fox, una tonelada 956.4, y Calderón, dos toneladas 216 kilos.
La
misma tendencia de cultivo y producción se mantuvo en el primer año del
gobierno de Peña Nieto. El mismo informe dice que tan sólo en los primeros seis
meses se erradicaron 3 mil 96 hectáreas y se aseguraron 237.7 kilos de heroína,
cifra que supera al promedio anual durante el régimen de Zedillo.
En
Estados Unidos, reportes coincidentes
Los
números de Estados Unidos confirman el incremento de heroína proveniente de
México. El Informe 2013 titulado Estimado sobre la Amenaza Nacional de las
Drogas, elaborado anualmente por la Administración Federal Antidrogas (DEA, por
sus siglas en inglés), afirma que los cárteles mexicanos tienen un papel cada
vez más relevante en la provisión de heroína a los consumidores estadunidenses.
Directo
contra los cárteles de su frontera sur, el reporte indica: “La disponibilidad
de heroína continuó incrementándose en 2012, en su mayoría probablemente debido
al incremento en la producción de heroína mexicana y a que los traficantes
mexicanos se han expandido a los mercados del occidente del medio oeste
estadunidense, que tradicionalmente han sido surtidos con heroína blanca”.
Agrega
que la cantidad de esa droga asegurada en la frontera suroeste de Estados
Unidos aumentó entre 2008 y 2012, lo que, junto con otros indicadores, apunta
al incremento del tráfico tanto de heroína mexicana como de la producida en
Sudamérica y que pasa por México.
Si
bien Calderón abrazó la estrategia antidrogas de Washington, la DEA dice que en
cuatro años del sexenio pasado la cantidad de heroína incautada en la frontera
con México creció en 232%. De 558.8 kilos confiscados en 2008 se pasó a mil 855
kilos en 2012.
Otro
documento, el Informe Mundial sobre las Drogas de 2013, elaborado por la
Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Delincuencia, concluye que no
obstante la falta de datos consistentes, México ha aumentado su potencial de
cultivo de amapola, producción de heroína y tráfico de ésta a Estados Unidos,
una tendencia opuesta a lo ocurrido en el caso de Colombia, nación que durante
años se mantuvo como la principal proveedora del opiáceo al país del norte.
Con
base en datos oficiales de Colombia, la ONU señala que ese país experimentó una
fuerte declinación en la producción de opio y heroína entre 1998 y 2007, con un
posterior descenso en 2011: “En comparación, en México, el potencial de
producción de heroína se estima que es 30 veces más alto que en Colombia y los
niveles de incautación de heroína mexicana alcanzaron en 2011 los de Colombia”,
superiores a la tonelada y media.
Diversas
estimaciones coinciden en que los narcotraficantes mexicanos tienen una tercera
parte del mercado estadunidense de la heroína. En 2010, la organización no
gubernamental Rand Corporation estableció a partir de modelos matemáticos que
30% del opiáceo que entonces consumían los adictos estadunidenses provenía de
México, cifra similar a la heroína producida en Colombia y que pasa por México.
Según
ese cálculo, incluido en la publicación Reduciendo los ingresos y la violencia
del tráfico de drogas en México, los traficantes mexicanos de heroína hacia ese
año obtenían ganancias por 400 millones de dólares anuales, contra 700 millones
de los colombianos; la diferencia se debe a la pureza de la droga. El precio
del kilo al menudeo fue estimado en ese momento en 450 mil dólares, tres veces
más que el kilo de cocaína.
La
Oficina sobre Política Nacional para el Control de las Drogas, que depende de
la Casa Blanca, asegura en cambio que México ya es el principal proveedor de
heroína en Estados Unidos. En un documento titulado El mercado internacional de
la heroína, indica que en la década pasada bajó el nivel de cultivo y
producción de opio en el llamado triángulo dorado del sureste asiático, donde
convergen Birmania, Laos y Tailandia; aunque la ONU reportó en diciembre último
que la región se recuperó en 2013 y aumentó su producción en 22%.
En
su reporte, la Oficina de la Casa Blanca ubicó a Afganistán –bajo control de
Estados Unidos durante la década pasada– como el principal proveedor de opio en
el mundo, con 80% de la distribución, mientras que América Latina evolucionó
como el primer proveedor de heroína a Estados Unidos.
Destacó
que la heroína mexicana es “la más prevaleciente al occidente del río
Mississippi, y la colombiana dominante en el este”, donde se ubican ciudades
como Washington y Nueva York y estados como Pensilvania, en la frontera con
Canadá. Apenas en noviembre pasado fueron detenidos traficantes de heroína mexicana
en el aeropuerto internacional de Calgary, una zona a la que tradicionalmente
ha llegado heroína de Asia.
Pero
al igual que lo hace la DEA, la Casa Blanca observa que, en contraste con
Colombia, el cultivo de opio en México se mantiene alto, por lo que continúa
como el proveedor primario de Estados Unidos. Asegura que los cultivos
estimados alcanzaron en 2012 las 10 mil 500 hectáreas, con una producción
potencial de 26 toneladas de heroína. El gobierno de Calderón reportó que ese
año, el último de su administración, erradicó 15 mil 786 hectáreas e incautó
246.6 kilos de heroína, menos de 1% de la producción estimada por el gobierno
de Barack Obama.
La
firma privada Stratfor, dedicada a la elaboración de análisis de seguridad e
inteligencia, va más allá que la Oficina para el Control de Drogas de la Casa
Blanca: afirma que México se está convirtiendo en el segundo proveedor mundial
de heroína, pues ya en 2009 la DEA estimó que el crecimiento de los cultivos
mexicanos podría abastecer 7% del mercado mundial, aunque muy lejos del 80% de
Afganistán.
Explica
que la expansión de la heroína mexicana se debe a que es más barata y muy
potente: “Mientras que la mayoría de la goma de opio en Afganistán, sureste de
Asia y Colombia es sintetizada en heroína blanca, en México los grupos
delictivos han desarrollado un camino más corto en el proceso de síntesis
química, lo que da como resultado una heroína oscura y viscosa (identificada en
inglés como black tar heroin), que es más barata pero muy potente”.
En
una serie sobre las mercancías delictivas publicada en marzo de 2012, Stratfor
asegura que los productores mexicanos de heroína se saltan el paso intermedio
de aislar la morfina y sintetizan aquélla directamente del opio. Además de
hacerlo más rápido, reemplazan el anhídrido acético –un reactivo que es caro y
está muy regulado– con ácido acético, que diluido se convierte en vinagre.
La
diferencia es clara y se refleja en el potencial de lucro. Mientras que para
hacer un kilo de heroína se requieren 50 dólares de anhídrido acético, se
necesitan sólo 10 de ácido acético. El resultado es que la heroína oscura y
viscosa no es tan pura y no se ve tan limpia como la blanca, pero puede ser
fumada, aspirada o inyectada.
Según
Stratfor, los productores mexicanos también han elevado su producción por
hectárea. Si en el 2000 requerían 90 hectáreas para producir una tonelada de
heroína, en 2009 ocuparon 46, ubicándose aún por encima de la media mundial de
entre 20 y 40 hectáreas.
Apoyada
en estimaciones de la DEA, la firma estima que, a pesar de su baja calidad, esa
heroína se cotiza hasta en 15 dólares por una décima de gramo cuando es
entregada en domicilios particulares, como si fueran pizzas, por las cadenas de
distribución, “muchas de las cuales tienen vínculos con México”.
Ubica
la producción de amapola en algunos estados de la Sierra Madre Occidental, como
Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nayarit y Jalisco, y en otros del Pacífico Sur,
como Michoacán, Guerrero y Oaxaca, donde los cultivos crecen a una altura
superior a mil metros sobre el nivel del mar y con aire seco.
Por
las zonas de producción y las rutas que podrían ser utilizadas para traficar la
heroína a Estados Unidos, “parece que la Federación de Sinaloa podría ser la
más beneficiada”. Apunta que muchos de los traficantes de la black tar heroin
detenidos en Estados Unidos tienen vínculos con esa organización.
Aclara
que sus rivales más importantes, Los Zetas, “no están excluidos del todo del
mercado de la heroína, sobre todo en el sur de Texas, además de que existe
cultivo de opio al suroeste de México bajo el control del Cártel del Pacífico,
que está afiliado a Los Zetas”.
Rebrote
del consumo
En
Estados Unidos se ha puesto de relieve desde la década pasada la incursión de
los cárteles mexicanos en estados tradicionalmente controlados por los
narcotraficantes colombianos, así como la calidad de la heroína mexicana y el
abuso de esta droga.
De
acuerdo con la Administración de Servicios para el Abuso de Sustancias y
Enfermedades Mentales (SAMHSA, por sus siglas en inglés), el abuso en el
consumo de heroína se elevó desde 2007 de 373 mil usuarios a 669 mil en 2012,
aunque el número puede ser aún mayor, por los casos no registrados
oficialmente. La cifra indica el rebrote del consumo de heroína en Estados Unidos
luego de la alta incidencia de finales de los años 70 y de la época posterior a
la Segunda Guerra Mundial.
Los
narcotraficantes de heroína mexicanos están tomando control de la zona del
medio oeste y occidente de Estados Unidos, a los que no habían podido acceder
debido a la impureza de su producto, lo que la hacía menos atractiva, comparada
con la heroína blanca de Colombia y Asia.
La
prensa de estados como Milwaukee, Michigan, Minneapolis, Illinois, en el medio
oeste estadunidense, y del sureste, como la de Carolina del Sur y Georgia, o
del suroeste, como la de Nuevo México y Los Ángeles, ha dado cuenta de la
expansión de la heroína mexicana en sus ciudades.
El
centro de investigación Woodrow Wilson Center, que tiene su sede en Washington,
se refirió también a esa expansión en septiembre de 2010, cuando publicó el
ensayo Cruzando el Mississippi: Cómo la black tar heroin pasó hacia el este de
Estados Unidos.
El
trabajo, elaborado por el periodista mexicano asentado en Washington Juan
Díaz-Briseño, no sólo reportó la presencia y dominio de los traficantes de
heroína mexicana en Columbus, Ohio y Charlotte, Carolina del Norte, sino
asimismo el incremento de muertes por sobredosis en esas ciudades localizadas
al este del río Mississippi.
El
Informe 2013 de la DEA sobre el Estimado de la Amenaza Nacional de las Drogas
asocia la expansión de la heroína mexicana al aumento de muertes por sobredosis
en dicha región de Estados Unidos. Aunque no lo dice directamente, sugiere que
a la presencia de esa droga de México en el centro y occidente de Estados
Unidos le ha seguido un aumento de muertes por sobredosis.
Es
más: menciona que las sobredosis de heroína y las muertes por este abuso se han
incrementado en ciertas áreas, posiblemente debido a factores como una más alta
pureza de la droga, incremento de usuarios a más temprana edad y la
inexperiencia de los consumidores.
Dice:
“Los responsables de la persecución del delito y del tratamiento han reportado
en todo el país que muchos usuarios de opiáceos por prescripción han cambiado
hacia la heroína como una alternativa más barata y/o más fácil de obtener”.
Cita como ejemplos el caso de Minneapolis, en el Mississippi. En el área
metropolitana de San Paul esas muertes se triplicaron de 2010 a 2011, al pasar
de 16 a 46, mientras que en la ciudad de Filadelfia, en Pensilvania, y en la
costa este de Estados Unidos, la heroína o morfina se encontró en una tercera
parte de las muertes relacionadas con drogas ilícitas.
La
misma tendencia se ha reportado en Albuquerque, Nuevo México, donde se constató
una mayor calidad de la droga confiscada a los narcotraficantes mexicanos.
En
Chicago, Illinois, la oficina de la DEA expresó a la organización no
gubernamental Drugfree que la heroína asegurada a la gente del Chapo Guzmán en esa
zona durante 2011 tenía 94% de pureza, según reportó la asociación en noviembre
último.
Apenas
el pasado lunes 3, la televisora WKYC de Cleveland, Ohio, afiliada a la cadena
NBC, difundió una nota en la que el fiscal estadunidense Joe Pinjuh, quien encabeza
en Cleveland la Fuerza de Tarea de Delincuencia Organizada y Persecución de las
Drogas, de la Procuraduría estadunidense, aseguró que tan sólo en el condado de
Cuyahoga se estima que el año pasado murieron 200 personas relacionadas con la
heroína. El fiscal dijo que 70% de esta droga llegó desde Chicago y
“probablemente del Chapo Guzmán”.
**
Y
la DEA, congelada/
J.
JESÚS ESQUIVEL
Aun
cuando la presencia creciente de heroína mexicana en territorio estadunidense
es un hecho confirmado, funcionarios del Departamento de Justicia de Estados
Unidos consultados por Proceso se quejan de que la cooperación antinarcóticos
por parte de México sigue bloqueada en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Por
lo pronto, revelan, la DEA ya solicitó al presidente Barack Obama que hable con
éste en el próximo encuentro que tendrá con él para que vuelva a darle acceso a
la información sensible recopilada por la PGR, el Cisen y el Ejército.
WASHINGTON.-
El aislamiento en que el gobierno de Enrique Peña Nieto mantiene a la DEA en
territorio mexicano congeló parcialmente el intercambio de información de
inteligencia entre la agencia antinarcóticos y la Procuraduría General de la
República (PGR), lo que ha tenido como consecuencia un aumento del tráfico de
drogas a Estados Unidos, se quejan funcionarios de la administración Obama.
“Actualmente
circula más heroína mexicana en las calles de Nueva York, Chicago, Atlanta, Los
Ángeles, Detroit y Miami, lo que significa un fracaso en la cooperación
bilateral”, dice a Proceso un funcionario del Departamento de Justicia que
exige conservar su anonimato.
Con
el fin del sexenio de Felipe Calderón y el arranque del de Peña Nieto el 1 de
diciembre de 2012, la DEA enfrentó la determinación del nuevo secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de cambiar la política de cooperación
en la lucha contra el narcotráfico y de negarle a la agencia la total libertad
que le había otorgado la PGR bajo el mando de Marisela Morales.
Ahora,
advierte el entrevistado, “hay muy poca colaboración, todas las oficinas
regionales de la DEA en México están desesperadas; sus agentes hacen todo lo
que más pueden, pero no es suficiente. Necesitamos mayor cooperación con el
gobierno mexicano o de lo contrario habrá más problemas”.
Otro
de los funcionarios justifica el anonimato: “No podemos hablar on the record.
Este gobierno mexicano es muy sensible y cualquier cosa que digamos en tono de
crítica o queja, y hasta reconocimiento, repercute en el trabajo de las
agencias de inteligencia que están representadas en México”.
De
acuerdo con el más reciente análisis del gobierno de Obama sobre el tráfico de
drogas a Estados Unidos que pasa por México, en lo que va de este sexenio se
disparó notablemente sobre todo el trasiego de heroína mexicana, metanfetaminas
y mariguana. Sólo disminuyó el tráfico de cocaína, y eso porque ya tiene menor
demanda.
En
la Estrategia Nacional para el Control de las Drogas 2013, que la Casa Blanca
presentó el 24 de abril del año pasado, las estadísticas acerca del consumo de
heroína entre los estadunidenses tuvieron ligeros incrementos.
El
estimado que en ese documento hace la Oficina Nacional de Políticas para el
Control de las Drogas (ONDCP, por sus siglas en inglés) es que en 2010 había en
Estados Unidos 4 mil 144 consumidores de heroína mayores de 12 años y para 2011
–último que abarca el reporte– se registraban 4 mil 162.
En
otro apartado, la estrategia reporta que en 2009 murieron 3 mil 278 personas
por consumir heroína, mientras que en 2010 –último año incluido– fueron 3 mil
36.
Asimismo,
se destaca que mientras en 2010 el gramo de heroína con pureza de 26% valía
aproximadamente 464 dólares, en 2011 el gramo con pureza de 28% se vendió en
408 dólares. Además, se reporta un aumento del movimiento de esta droga en las
calles de varias ciudades: en 2010 se confiscaron 3 mil 262 kilos de heroína y
en 2011, 3 mil 909 kilos.
La
Estrategia Nacional para el Control de las Drogas 2013 resalta que la
producción neta de opio en México en 2010 fue de 425 toneladas, el año
siguiente bajó a 300 y en 2012, último año reportado, disminuyó a 250
toneladas. Sobre el “potencial de producción de heroína”, el documento de la
Casa Blanca calcula que en México se generaron 36 toneladas en 2010 y 30 en
2011.
La
ONDCP aclara que todas esas cifras provienen de “cálculos” basados en las
confiscaciones de narcóticos en Estados Unidos y en la información que
anualmente entregan a la Casa Blanca dependencias involucradas en el combate al
narco, tales como la DEA y el Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC).
Consecuencias
inmediatas
Un
funcionario del Departamento de Justicia sostiene: “Desde que en Estados Unidos
se fortaleció el combate a la producción nacional de metanfetaminas”, y con la
aplicación de varias leyes estatales y federales para contrarrestar la venta
irregular de medicinas controladas, la heroína se transformó en la droga con
mayor demanda y en la más disponible para las ventas al mayoreo y al menudeo.
“Para
los jóvenes estadunidenses es más fácil conseguir heroína y sus derivados que
metanfetaminas o medicinas que se venden únicamente con receta. De eso se
dieron cuenta los cárteles mexicanos y se aprovechan de eso y de que el
gobierno mexicano ya no tiene la misma cooperación con la DEA”, matiza.
Desde
que Jesús Murillo Karam asumió su cargo como procurador general de la República
encontró que como presidente Felipe Calderón les abrió a los agentes de la DEA
toda la información importante y sensible sobre el narcotráfico y el crimen
organizado que recolectaban el Centro de Investigación y Seguridad Nacional
(Cisen), el Ejército y la Marina, entre otras dependencias.
Como
informó Proceso en diversas ediciones a lo largo del sexenio calderonista,
cuando estaba al frente de la PGR Marisela Morales, actual cónsul general de
México en Milán, Italia, les dio a los agentes de la DEA acceso ilimitado a las
averiguaciones previas y a todo tipo de información de inteligencia que
solicitaran.
Pero
el gobierno de Peña Nieto, a través de Osorio Chong y Murillo Karam, sacó casi
físicamente a la DEA de la PGR y del Cisen, vedándoles el acceso a informes
clave.
En
vez de eso, Osorio Chong creó la “ventanilla única” para emitir desde su
oficina las nuevas reglas de cooperación con las dependencias estadunidenses,
en el marco del trabajo bilateral en materia de seguridad, específicamente en
la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Los
funcionarios del Departamento de Justicia atribuyen a esta falta de cooperación
con la DEA la escasa eficiencia de la administración de Peña Nieto en este
rubro: “No ha eliminado ni capturado a un solo capo importante cuya
inhabilitación afecte el modus operandi de cárteles como el de Sinaloa o el de
Juárez”, ilustra uno de ellos.
Los
agentes de la DEA en México se sienten frustrados, no sólo por la falta de
cooperación de las autoridades del país, sino porque son objeto de espionaje
por parte del Cisen y del Ejército, indican las fuentes consultadas por
Proceso.
Y
agregan que en el gobierno de Barack Obama se comenta que la Secretaría de
Gobernación da un trato preferencial al Buró Federal de Investigaciones (FBI) y
a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en detrimento de la DEA.
“La
única avenida que tiene la DEA en México para intercambiar información de
inteligencia es la que conserva, de manera muy estrecha, con la Marina, pero
ésta es además la dependencia mexicana a la cual no sólo la DEA, sino todas las
agencias de inteligencia de Estados Unidos, le tienen mucha confianza”,
puntualiza uno de los entrevistados.
A
pregunta expresa, el mismo funcionario dice que entre los niveles de violencia
registrados durante el sexenio de Calderón y los del principio del gobierno
priista “no hay ningún cambio significativo; lo que ha ocurrido es que la
mayoría de la prensa nacional, extrañamente, ha dejado de reportar este tipo de
sucesos”.
–¿Esto
quiere decir que los cárteles siguen disputándose las rutas del trasiego de
drogas, generando una violencia exagerada?
–Los
reportes de inteligencia recopilados por la DEA sólo han registrado cambios en
el comportamiento de los cárteles, en especial del de Sinaloa. Poco a poco esa
agrupación criminal se ha ido apoderando de más territorios, de plazas que
estaban dominadas por Los Zetas y el Cártel del Golfo.
–¿El
Cártel de Sinaloa está ganando la batalla a sus enemigos, o éstos han dejado de
buscar el dominio territorial?
–Hay
varias interpretaciones. Una, que grupos como Los Zetas, el Cártel del Golfo,
La Familia Michoacana y últimamente Los Templarios, han sido diezmados por las
fuerzas de seguridad del gobierno mexicano y eso lo está aprovechando el Cártel
de Sinaloa.
“La
otra es que en México se está llevando a cabo una limpia de criminales que no
pertenecían a las verdaderas filas del narcotráfico, pero se hacían pasar como
parte de ellas para cometer otros delitos, como secuestro y extorsión. Y en
esto comparten objetivos el Cártel del Golfo y las fuerzas del Estado.”
En
un intento desesperado de romper su aislamiento en México, la DEA recomendó por
medio del Departamento de Justicia que el presidente de Estados Unidos
solicitara a Peña Nieto que acabe con la falta de cooperación. El próximo 19 de
febrero Obama arribará a Toluca, Estado de México, para participar en la Cumbre
de Líderes de América del Norte, junto al mandatario mexicano y el primer
ministro de Canadá, Stephen Harper. Hasta ahora la respuesta de la Casa Blanca
no ha sido favorable.
La
razón: “No quieren provocar más molestias al gobierno mexicano, sobre todo por
el escándalo que causó la revelación de que la Agencia Nacional de Seguridad
espiaba los mensajes telefónicos del presidente Peña Nieto cuando era
candidato”, reconoce el entrevistado.
A
las fuentes del Departamento de Justicia se les pregunta qué indican los
reportes de las agencias estadunidenses de inteligencia en torno al fenómeno de
las autodefensas en Michoacán, pero en este tema son lacónicas: “Lo que podemos
decir es que el caso también podría estar relacionado con un objetivo de
control territorial”.
El
acorralamiento de la DEA en México incluso llevó a Paul K. Crane, director
regional de la agencia en México, a considerar su traslado a otro país. “Es uno
de los hombres de la DEA más preocupados y desesperados por la falta de
cooperación con las autoridades mexicanas”, enfatiza uno de los entrevistados.
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