Mensaje del Presidente Enrique Peña Nieto, durante la escala en
Anchorage, Alaska
ANCHORAGE, ALASKA, 9 de noviembre de
2014.
Muy buenos días a todos.
Estamos en el trayecto a nuestro
destino, que es China, unas horas más.
Sin embargo, yo quisiera tener algún
comentario para con ustedes. Particularmente en dos sentidos.
En primer lugar. Con el acto muy
lamentable de consternación, y que nos ha convocado a un duelo nacional ante la
información que fue proporcionada por la Procuraduría General de la República,
el pasado viernes.
Quiero nuevamente, como lo hice
entonces, y lo he venido haciendo a lo largo de todos estos días: Quiero
reiterar mi solidaridad con las familias de los jóvenes estudiantes de
Ayotzinapa.
Como padre, y así se los expresé
personalmente en mi encuentro con ellos, comparto su tristeza y reitero que
tienen, invariablemente, todo el apoyo del Gobierno de la República.
Los mexicanos, hay que decirlo, estamos
dolidos por lo ocurrido en Iguala. Es un acto, a partir de la información que
dio a conocer el Procurador General de la República, abominable y atroz, que
genera, como ha sido, indignación y dolor.
El Gobierno, por igual, acompaña a la
sociedad mexicana en este sentimiento de duelo.
Ayotzinapa, también, y hay que decirlo,
es un llamado a la justicia, es un llamado a la paz y a la unidad. No a la
violencia, ni a la confrontación.
Es inaceptable que alguien pretenda
utilizar esta tragedia para justificar su violencia. No se puede exigir
justicia actuando con violencia.
Yo reitero que Ayotzinapa es un llamado
a la unidad, a la reflexión, a la paz, a la concordia; a definir los mecanismos
que nos permitan superar debilidades de orden institucional, pero, sobre todo,
hacerlo en paz y en armonía social.
Los mexicanos decimos no a la
violencia.
Ésta no es una expresión del Gobierno.
Éste es un sentimiento genuino de la sociedad mexicana, que dice no a la
violencia.
Decimos sí a la justicia, al orden, a
la armonía, a la tranquilidad. Decimos sí a la aplicación de la justicia ante
estos hechos atroces y abominables.
Éste es un hecho tan lamentable, que
debe convocarnos, insisto, a un esfuerzo colectivo y de reflexión para
emprender un camino que permita mejorar aquellas instituciones del Estado
mexicano que enfrentan debilidad, pero hacerlo por la vía del diálogo, del
acuerdo, de la aportación de ideas, de una actitud constructiva y propositiva,
y no a través de la violencia.
Permítanme referirme, en otro orden de
ideas, al propósito de esta gira de trabajo.
Es una gira de trabajo que tiene tres
fines fundamentales, y también quiero decir para aquellas voces que sugerían no
asistir: no hacerlo, señores, sería actuar con irresponsabilidad.
Quizá lo más fácil, lo más cómodo
hubiese sido dejar de atender este compromiso que es de México. No sólo lo es
del Presidente de la República; es de los mexicanos.
Estos eventos tendrán lugar por primera
vez, por cierto, prácticamente unidos en forma cronológica.
Ustedes recordarán que la Reunión APEC
y la Reunión de G-20 en el pasado, prácticamente se han dado en momentos
distintos.
Ahora, por primera vez, prácticamente
coinciden en tiempo.
Pero no atender estos eventos es dejar
atrás la participación de México en foros, yo diría los más importantes que se
dan año con año, y que éstos, particularmente, tienen relevancia y tendrán
impacto en el devenir, en el desarrollo, en el impulso a la economía de nuestro
país y en la generación de empleos.
No atender un evento como éste, sería
actuar con irresponsabilidad, porque a lo que asisto es, precisamente, a llevar
la voz de México, a llevar la representación de los mexicanos para que tomemos
acuerdos y decisiones que nos permitan (inaudible) impulsar el desarrollo de
nuestra economía, revitalizarla, y generar más empleos.
En otro orden. Es claro que desde hace
dos años decidimos relanzar la relación con China. Y en ese marco tuvimos, el
año pasado, la visita del Presidente de China, y eso dio marco para que ahora
México también fuera recibido por China.
Esta relación busca ampliar los canales
de comercio, de inversión y de participación a más emprendedores de México, y
de atraer más inversiones que generen empleo en nuestro país.
La visita que haga a China, y durante
ella, estaré informando a la opinión pública de los varios acuerdos que se
estarán tomando, que estaremos signando y que van a permitir que nuestro país
tenga mayor presencia con sus productos en el mercado de China.
Eso es, precisamente, abrir espacios
para más inversión productiva y para generar empleos.
Para dejar esas zonas, hoy en la
inactividad económica, en el rezago económico, incorporarles (inaudible) de
oportunidad, como lo es, sin duda, el tener una mayor nación y una mayor
participación en los mercados de la región asiática y, especialmente, de China,
en el marco de esta relación que hemos construido.
Y no queremos posponer esto. Por eso,
la decisión responsable que es, precisamente, atender estos espacios, esta gira
de trabajo, de haber acortado para atender lo sustancial de la misma, y llevar
la representación de México.
Y también decir, que esto de ninguna
manera me hace ausente de lo que ocurre en México. Como no lo hace a ninguno de
los Jefes de Estado que asisten.
Todos, inevitablemente enfrentamos, y
me refiero a todos los países, todos los Jefes de Estado tienen
responsabilidades, tienen tareas que cumplir en su propio país.
Pero hoy las tecnologías, los medios de
comunicación, de forma alguna nos permiten estar invariablemente presentes todo
momento en la toma de decisiones, en el diario acontecer de nuestro país, y
esto es justamente lo que estaremos haciendo.
Es importante, yo quiero subrayar, la
trascendencia y el impacto positivo que la relación que estamos construyendo,
especialmente con China, tendrá para el desarrollo económico, presente y futuro
de nuestro país; el incorporar regiones de nuestro país a que tengan ahora
canales de comercialización en sus productos con el mercado más importante del
mundo, que es, justamente, el de China.
Ésta la relevancia de esta gira de
trabajo, la trascendencia que tendrá para todos los mexicanos y, por ello,
agradezco que ustedes, como representantes de los medios de comunicación, me
estén acompañando.
Muchas gracias, y seguimos haciendo
camino.
Buenas tardes.
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