“Milicias populares” reivindican explosión en Soriana Valle de Aragón…
El presunto grupo guerrillero que se autodenomina “Milicias Populares ¡Basta Ya!” realizó la primera reivindicación de un ataque perpetrado en respuesta por el caso de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, al tiempo en que justificó el uso de la “violencia organizada” en contra del estado como una respuesta por esos hechos.
En la parte final de un extenso comunicado, el referido grupo que ya había emitido hace unos días otra comunicación por el caso Ayotzinapa, reconoció su responsabilidad en una explosión ocurrida en una tienda comercial en el municipio de Ecatepec la noche del pasado 11 de noviembre.
El hecho dejó como saldo daños materiales sin lesionados.
La explosión en una tienda Soriana de Valle de Aragón ocasionó daños los ventanales de la entrada principal de la tienda, de una tintorería, un local de telefonía móvil así como a las sucursales bancarias HSBC y Banamex se rompiera.
“Por eso, las Milicias Populares ¡Basta Ya! levantamos hoy nuestra voz realizando una acción político militar de carácter material y alcance limitado, con explosivos, contra Soriana en Valle de Aragón, Ecatepec, una empresa que de manera más evidente contribuyó al fraude electoral que impuso a la actual administración mafiosa y por tanto tienen responsabilidad en los crímenes que hoy comete el mal gobierno.“
El comunicado….
MILICIAS POPULARES ¡BASTA YA! (12-11-2014)
La noche no es eterna, hagamos posible el amanecer.
Milicias Populares ¡Basta Ya!
12 de Noviembre 2014
El nuevo Pacto Contra la Impunidad que
anunció el gobierno federal sería para carcajearse si no encubriera el crimen,
la tragedia, la barbarie. El único fin de este reciclado Pacto por México entre
cúpulas es mediatizar el descontento social y neutralizar el repudio
internacional para mantener a salvo el saqueo de nuestros recursos naturales,
la explotación de nuestra mano de obra y el pago de la deuda externa a la banca
internacional. Su única meta es continuar esta guerra sucia cotidiana para
evitar que el descontento popular se transforme en organización.
El esfuerzo oficial para mediatizar a
la naciente insurgencia popular, antes de que se organice y fortalezca, incluye
incrementar la militarización especialmente en estados como Guerrero,
Michoacán, Oaxaca, Chihuahua y otros donde lo que menos les interesa es
restablecer el Estado de Derecho porque si así fuera ya hubieran desmantelado a
los cárteles mafiosos que hoy son los que mandan en todo el país y muy
especialmente en las entidades con mayor presencia del ejército y marina.
¿Les vamos a creer que van a combatir
la corrupción y el crimen organizado? ¡Tendrían que suicidarse desde Peña
Nieto, Osorio Chong, Murillo Karam,Manlio Fabio Beltrones, los altos mandos del
Ejército, Marina, PFP, gobernadores, magistrados de la tremenda corte, jueces,
senadores, diputados y las dirigencias de todos los partidos políticos!
En el aspecto social con programas como
la Cruzada Contra el Hambre, Prospera y otras secuelas del Pronasol salinista
invierten millones de pesos sin atacar las causas de la miseria sino, al
contrario, buscan acostumbrar a las familias que reciben esas limosnas a
sobrevivir en la misma pobreza y a volverse dependientes del subsidio oficial a
cambio de su voto.
La propuesta desde el poder de crear
una comisión de la verdad es otro elemento de la maniobra que pretende desviar
la atención pública sobre la responsabilidad del ejército y policía federal. Quieren
ocultar que fue un crimen de Estado primero porque participaron fuerzas
federales y segundo porque el estado, para sostenerse en el poder formó,
desarrolló y sostiene al actual crimen organizado. La única diferencia es que
antes estaba más concentrado el poder en tres a cuatro cárteles y actualmente
hay muchas subdivisiones porque las ganancias son enormes e imprescindibles
para la economía que se basa en el despojo y la rapiña contra el pueblo. El
esfuerzo gubernamental se enfoca en volver a cohesionar el mando. Es una
delincuencia organizada institucionalizada indispensable para mantener el modo
de vida de una élite económica y política.
Una contrapropuesta podría ser formar
una Comisión Ciudadana de la Verdad, compuesta por representantes de los familiares,
la normal rural, de los pueblos y organizaciones independientes.
Es previsible que el Estado, en su
necesidad de recomponerse para que todo siga igual, intentará centralizar aún
más el poder en el Ejecutivo, sostenido por las fuerzas armadas (por eso es
importante que no trascienda que hacen ejecuciones extrajudiciales, torturan,
secuestran, asesinan y se encubren). Para darle visos de legalidad se apoyarán
en el poder judicial y en los medios de comunicación tan mercenarios como los
Guerreros Unidos, Zetas o cualquier otra banda delincuencial. Buscan acotar al
poder legislativo porque aún el más pequeño soplo democrático les estorba para
la tremenda rapiña que ya hacen pero que piensan incrementar en la búsqueda
irracional que coloca la ganancia por encima de todo. Un indicio es la
propuesta priísta, secundada ampliamente por Televisa y TV Azteca, para limitar
el número de diputados plurinominales, ya que, sin negar que el Congreso es un
nido de ratas, también es cierto que se han levantado voces minoritarias contra
las reformas "estructurales". En los hechos cada día van reduciendo
los ya de por sí escasos espacios para la vida democrática.
Peña Nieto, el represor de Atenco, y
Osorio Chong, quien cerró la Normal Rural de El Mexe, cuando fue gobernador de
Hidalgo son las actuales cabezas visibles del Estado mafioso que requiere el
sistema neoliberal para mantener una economía que, agotados los límites éticos,
se sostiene en el crimen organizado para enriquecer más a una élite y sostener
a las parasitarias fuerzas armadas, paramilitares y burocracia. En este
momento, de control de daños, cierran filas en el esfuerzo para prolongar el
engaño y esconder lo que realmente pasó en Iguala. Hay una maniobra oficial,
que incluye un montaje mediático estilo "Caja China" para ocultar la
participación de las fuerzas federales, ejército y policía en la masacre,
tortura y desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa y en la que
buscan convertir al verdadero autor intelectual en el bueno de la película.
El héroe mediático es el gobierno
federal, justiciero, vengador de agravios, que castigará a los culpables y
restablecerá el "Estado de derecho" y regresará todo a la
"normalidad" como si no existieran además entre 60 y cien mil desaparecidos
en los últimos ocho años, como si no existiera esta guerra secreta, silenciosa
y bárbara del Estado mafioso contra el pueblo.
Utilizaron el terror para desalentar la
inconformidad social ante la embestida privatizadora que viene pero el tiro les
salió por la culata porque en lugar del miedo paralizante que esperaban
encontraron la indignación no sólo del pueblo mexicano sino de hermanos de
varias partes del mundo.
¿Qué seguiría si no reaccionamos cuando
disparan contra jóvenes desarmados, matan ahí mismo a tres y hieren a varios,
uno de ellos con muerte cerebral y otro con el rostro destrozado, a uno más le
quitan la piel de la cara, vacían los ojos y luego asesinan a golpes y
secuestran a 43 para luego decir, tan tranquilos que es imposible identificar
sus restos?
Hay testimonios de los sobrevivientes,
testigos y familiares sobre lo que sucedió entre el 26 y 27 de septiembre en
Iguala: los que dispararon contra los normalistas de Ayotzinapa fueron policías
federales, policías de Iguala, sicarios y militares encubiertos.
El Ejército participó en el cerco y
hostigamiento contra los estudiantes como se muestra en el hecho de que
impidieron que uno de los heridos recibiera atención médica en el hospital e
incluso lo golpearon junto a sus acompañantes.
Las filtraciones informativas sobre la
participación del ejército y la PFP apenas trascendieron ante la avasallante
embestida mediática, principalmente de los noticieros televisivos que
uniformemente nos presentan la versión oficial de que los autores intelectuales
de la masacre y secuestro son "la pareja imperial" y los autores
materiales fueron sicarios de los Guerreros Unidos.
Obviamente callan que los antecedentes
criminales de los Abarca y los Pineda ya eran conocidos por el procurador
Murillo Karam y por el secretario de gobernación Osorio Chong, incluso había un
informe del Cisen que reportaba sus vínculos con la delincuencia organizada. No
dicen que el gobierno federal les dio impunidad mientras le fueran útiles para
el control del movimiento popular y el asesinato de luchadores sociales. El
Estado mafioso mexicano ubica muy bien que su enemigo es el pueblo inconforme
mientras que el crimen organizado es una parte fundamental, junto con otros
poderes fácticos como las televisoras, para mantenerse en el poder.
Las élites económica y política
mantienen un Estado delincuente-organizado que utiliza el terror para
sostenerse en el poder y continuar enriqueciéndose cada vez más a costa de
sacrificar al resto de los mexicanos ya que con los millones de dólares que
ellos tienen en sus cuentas se podría garantizar el derecho a la vivienda,
salud y educación de millones de mexicanos marginados.
Dentro de la criminalización de la
protesta social, el combate al narcotráfico sirve de máscara para el exterminio
de las voces disidentes. Encubre la persecución contra las comunidades que se
organizan para defenderse del saqueo de sus tierras, bosques y aguas, contra
periodistas, líderes agrarios, sindicales y defensores de derechos humanos. Esa
es la normalidad que el mal gobierno insiste en reestablecer.
El Estado delincuencial está en el
poder gracias al financiamiento con dinero de la mafia a cambio de permitir y
facilitar las empresas criminales. Por ejemplo, la obra pública se concesiona a
empresas narco lavadoras, la extracción minera se deja en manos de compañías
mafiosas que se apoyan en los sicarios para despojar a los pueblos, como sucede
en Aquila, Michoacán y en la mina de oro de Carrizalillo, Guerrero donde las
empresas mineras pagan a los matones para impedir que los pueblos reclamen ante
el despojo de sus tierras y destrozo del ecosistema. Son una nueva versión de
las guardias blancas porfiristas o de las que, al servicio de las
trasnacionales, asolaron las regiones petroleras de Veracruz y Tamaulipas antes
de la expropiación cardenista. En Zacatecas y Coahuila la minería es un rubro
más de ingresos para el crimen organizado.
Toda la trama legal, las reformas
energética, de obra pública, de telecomunicaciones y las instituciones creadas
para ejecutar y encubrir los crímenes de lesa humanidad que cometen para
consumar la apropiación de las riquezas nacionales, en fin, todo el Estado está
diseñado para permitir el desarrollo de las empresas privadas nacionales y
trasnacionales que se enriquecen con negocios criminales.
Las prioridades del Estado mexicano se
reflejan en el presupuesto. Para los primeros cuatro meses de 2014 el gasto del
Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (Cisen) fue de 16 mil 532
millones de pesos, 16 veces más de lo invertido durante todo el primer año de
la administración peñanietista. En cambio la UNAM, durante el año 2014 sólo
recibirá ocho mil 352 millones de pesos, a diferencia de los nueve mil 236
millones de pesos que recibió en 2013. Es decir la policía política recibe el
doble de recursos que la máxima casa de estudios del país.
La embestida contra la normal rural de
Ayotzinapa es una acción contrainsurgente de guerra sucia para desalentar a la
oposición combativa, la que no se limita a consultas en el 2015, a la
aplicación a las reformas dizque estructurales, principalmente la energética y
educativa.Fue un crimen anunciado porque las formas represivas encubiertas en
una supuesta guerra contra el narcotráfico hanido escalando en impunidad. Los
crímenes de lesa humanidad, las ejecuciones extrajudiciales, las fosas
clandestinas y la brutalidad asoman dondequiera por más esfuerzos que hagan
para ocultar la verdadera cara y el nivel de descomposición del sistema: el
ejército, convertido en juez y verdugo ejecuta a opositores políticos como medida
preventiva y, con el terror, busca desanimar la ola de protestas y las
diferentes formas de organización popular que ya ven venir cuando arrecien los
desalojos para entregar las tierras a las empresas mineras y petroleras, de
acuerdo a la reforma energética.
El crimen de Iguala es el eco de la
impunidad en Aguas Blancas, Acteal, El Charco. Es el reflejo del encubrimiento
en Pasta de Conchos, la guardería ABC y los feminicidios en todo el país, muy
especialmente en Estado de México, Chihuahua y Morelos donde hay pruebas
contundentes de que los ejecutores son comandos paramilitares, sicópatas
armados y protegidos desde y para el poder.
El crimen contra los normalistas de
Ayotzinapa se previó con los asesinatos y encarcelamientos de quienes se han
atrevido a levantar la voz: periodistas, autodefensas, policías comunitarios,
luchadores contra la contaminación y despojo de las tierras y aguas
pertenecientes a los pueblos y no a las empresas ladronas.
El secretario de la defensa nacional,
el de gobernación, el procurador y Enrique Peña Nieto siempre han sabido qué
pasó con los 43 secuestrados y ocultan la verdad para encubrir las ejecuciones
extrajudiciales y las desapariciones forzadas que comenten el Ejército y la
Marina y así protegerse ellos mismos para ocultar esta guerra silenciosa contra
el pueblo mexicano y muy especialmente contra los jóvenes críticos.
Ya hubo el caso de la indígena
Ernestina Ascencio, en Zongolica, violada y asesinada por militares cuyos
familiares callaron sus reclamos a cambio de una casa nueva. La versión oficial
calderonista fue que murió de gastritis. La reputación del ejército quedó sin
tacha. Por eso ahora ofrecieron cien mil pesos a los familiares de los
normalistas desaparecidos. Los gobernantes corruptos, acostumbrados a comerciar
con todo creen que todos son de su condición. Toparon con la dignidad de los
padres y familiares.
En Guerrero Rogelio Ortega es el
encargado de poner la alfombra roja para que Peña Nieto, Rosario Robles, Osorio
Chong, el Ejército y la Marina pasen a convencer a las empresas trasnacionales
y nacionales de que la patria sigue en venta y sus ganancias a salvo.
El Horror Crece con el Silencio.
Hay cifras inmensas que no alcanzan
para abarcar todo el horror que vivimos los mexicanos: entre 60 y cien mil
desapariciones forzadas en los últimos ocho años. Por lo menos dos terceras
partes fueron detenidos por algún tipo de policía, el ejército o la marina; El
resto, por sicarios ¿Dónde están? ¿En qué lugar los esclavizan? ¿En qué fosa
los aventaron? ¿Podemos creer la excusa oficial de que esas víctimas eran
delincuentes cuando las regiones más militarizadas o tomadas por la policía
federal son precisamente donde los narcos se mueven con mayor impunidad tanto
para el tráfico de drogas como para la venta de protección, cobro de piso y
secuestros? Además de que con la llegada del Ejército, Marina o PFP aumentan
las violaciones, los feminicidios, la explotación sexual y la instalación de
antros con dinero sucio.
Hay también muertes en vida como la de
más de siete millones y medio de jóvenes que hoy no estudian ni trabajan ya que
cada vez es más difícil acceder a la educación pública y encontrar empleo con
salario digno. Algunas cifras: El 90 por ciento de los aspirantes a ingresar a
la UNAM este año fueron rechazados. De 35 normales rurales hoy quedan 16. La
educación pública laica, gratuita y obligatoria está siendo desmantelada para
favorecer la privatización educativa. Las escuelas oficiales se enfocan cada
vez más a formar la mano de obra calificada pero mal pagada que necesitan las
trasnacionales y hasta esa educación técnica y acrítica es inaccesible para
millones de niños y jóvenes que esta sociedad desecha y que sobreviven en la
calle sometidos a explotación sexual y laboral, emigran o se enrolan en la delincuencia.
Este sistema asesina hasta la tierra.
La apertura a las mineras y petroleras trasnacionales; las modificaciones al
artículo 27 que obligan a los campesinos a entregar 'temporalmente'sus tierras
a las compañías que se las devolverán sin capa vegetal, contaminadas con
arsénico, cianuro y otras sustancias venenosas que utiliza la minería a cielo
abierto.
El derecho al agua es el derecho a la
vida. En estos tiempos en que todo tiene precio, los ricos se están apoderando
de los manantiales, mantos freáticos, ríos y arroyos. Ellos contaminan, ellos
desertifican y al escasear el agua potable, sube su precio, por tanto expulsan,
encarcelan y asesinan a los habitantes de las comunidades para apropiarse de
las aguas. La embestida contra el pueblo yaqui para robarle el agua es un
ejemplo de lo que viene a nivel nacional ¿Llegará el día en que vendan el aire
embotellado?
El horror cotidiano ya no está
únicamente en Guerrero con Ayotzinapa; Estado de México con Tlatlaya; Michoacán
con el desmantelamiento de las autodefensas y protección al narco; Morelos con
la represión contra Huexca y Tetlama y la continuidad, en los hechos, del Plan
Puebla-Panamá; Puebla donde también asesinan manifestantes y privatizan las
zonas arqueológicas; Sonora donde se reprime a los yaquis para robarles el
agua; Veracruz que mata o compra periodistas; Tamaulipas, tumba de migrantes y
donde los paramilitares asesinan impunemente; Nuevo León, territorio de
casineros y donde el ejército y la marina asesinan extrajudicialmente casi a diario;
Tlaxcala, donde el secuestro para explotación sexual es parte de la vida
diaria; Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, Durango, estados expulsores de
poblaciones enteras que huyen; Oaxaca, en la miseria.
Es el narco el encargado de aterrorizar
a los pobladores para que abandonen sus terrenos de los que inmediatamente se
apropian las trasnacionales. Se reducen cada vez más los apoyos a los pequeños
agricultores para que emigren. El gobierno prefiere importar hasta maíz y
frijol transgénicos. Se expropian tierras para entregarlas a las empresas
constructoras propiedad de los narcos que financiaron la campaña de Peña Nieto.
Los luchadores sociales se vuelven presos políticos o aumentan las estadísticas
de asesinatos impunes. Los periodistas honestos sufren amenazas, despidos,
persecuciones o de plano son asesinados. Y esto es sólo una parte de la
pesadilla que hoy vivimos.
El Ejército, la Marina, la PFP y
migración torturan, secuestran, asesinan sin juicio previo, cobran rescate,
venden protección y violan en la impunidad. Los sucesivos secretarios de la
Defensa Nacional, incluyendo al actual, son narcos. Uno de los ejemplos más
evidentes han sido el secretario de la Defensa con Ernesto Zedillo, general de
división diplomado de Estado Mayor Enrique Cervantes Aguirre, cuyo hermano el
coronel Pedro Cervantes Aguirre fue investigado, seguido satelitalmente por la
CIA y detenido fugazmente por proteger a los Arellano Félix. Fox lo ascendió
después a general brigadier. Los militares de inteligencia que descubrieron la
información confidencial de los vínculos de la familia de Zedillo y los
Cervantes Aguirre con el narco fueron encarcelados en el Campo Militar Número
Uno, acusados de traición. Todo esto trascendió por las pugnas entre Salinas,
vinculado al cártel del Golfo y al de Juárez mientras Zedillo estaba con los
Amezcua de Colima y los Arellano Félix. Los magistrados de la Suprema Corte se
venden, condenan a inocentes y absuelven criminales y muchos jueces son parte
de la estructura de la delincuencia organizada.
¿Caso Cerrado?
Hoy pretenden cerrar el caso Ayotzinapa
afirmando, sin pruebas, que no es posible identificar los restos porque los
sicarios los convirtieron en cenizas que arrojaron al agua y por tanto no quedó
ADN para verificar las identidades. Esta afirmación busca no solamente el
asesinato físico sino la muerte de la esperanza.
¿Podemos creerles que castigarán a los
verdaderos culpables y que combatirán su propia corrupción?
¿Podemos creerles a los que han
convertido a nuestro país en un infierno?
¿Podemos creerles que ya no seguirán
los asesinatos y desapariciones forzadas?
¿Quién les cree que van a luchar contra
la corrupción a los que pagaron su campaña con dinero triangulado desde el
narco hasta las tarjetas Monex y Soriana?
¿Podrán las campañas propagandísticas a
través de los medios vendidos y la limosna de Oportunidades-Prospera mantener
en el engaño y el conformismo a una parte de nuestro pueblo?
¿Quién le cree al Estado mafioso?
La Noche No Es Eterna
Soñamos con un país que priorice la industria
nacional por encima de las importaciones; que favorezca la agricultura, que
retome la siembra comunal, que financie a los pequeños productores, que
favorezca el cultivo de alimentos básicos para el consumo nacional.
Soñamos con la recuperación de nuestras
tierras, aguas, selvas y bosques para explotarlos de manera sustentable y no
depredadora. No a la instalación de mineras y petroleras trasnacionales. Que
los recursos naturales y energéticos del país sirvan para construir otro
México.
Defendamos nuestras tierras y aguas.
Defendamos nuestras culturas originales. Hagamos valer nuestro derecho a una
educación pública de calidad e integral. Peleemos nuestros derechos laborales.
Exijamos que los presupuestos municipales y estatales se inviertan en escuelas,
hospitales, creación de empleos y servicios. Luchemos por una mayor
participación en las decisiones políticas de nuestro pueblo o municipio.
Cambiemos esta realidad de terror por una donde las mayorías podamos vivir en
base al trabajo digno y honrado, el sueño de José María Morelos por el que
nuestros tatarabuelos pelearon.
Hagamos Posible el Amanecer.
Nos cansamos de la violencia
estructural que en los últimos años ha producido la pobreza de más del 50 % de
la población, 20 mexicanos que están entre los más ricos del mundo y más de 100
mil muertos en una supuesta guerra contra el narcotráfico. Los que se
benefician de esta violencia no nos devolverán la patria ni reconocerán
nuestros derechos voluntariamente, tenemos que arrancárselo.
Ante un Estado que se sostiene en la
represión, el crimen y el terror cotidiano la respuesta con la violencia
organizada de los de abajo no solo es legítima sino necesaria. La violencia de
los de abajo es un medio del cual debemos valernos cuando sea necesario, no caer
en la trampa de censurar por lo que parece y dejar de lado lo que significa.
Hoy, desde los centros del poder
satanizan la movilización y la combatividad de los de abajo. Quieren negarnos
el derecho a defendernos, a responder, condenando nuestras acciones,
justificando y escondiendo la violencia que ejercen desde arriba.
En estos momentos, junto a la intención
de generalizar la represión sigue la represión silenciosa y selectiva y tras el
discurso de respeto al estado de derecho se esconde la amenaza de incrementarla,
es la misma mano abierta que ofreció Díaz Ordaz en el 68.
Además, están los infiltrados, existen
y han existido, algunos son "rojísimos" y otros "nadan de
muertito", buscan anular nuestra efectividad política, tenemos que
desarrollar la capacidad de detectarlos y desecharlos. La lucha también es de
inteligencias. Por eso es válido enmascarar el rostro, usar técnicas
conspirativas. No hay que ser ingenuos, de buenas intenciones se sigue
empedrando el camino hacia el infierno.
Las formas y niveles en que el pueblo
puede ejercer su violencia respuesta, son múltiples y variadas. Retomemos de
nuestra historia y la de otros pueblos, experiencias de cómo se combinan y
complementan las diferentes formas de lucha siempre y cuando sean desde y con
los de abajo. Si algo nos enseñó la revolución de 1910-17 es que únicamente el
pueblo organizado y armado puede evitar que los ricos usurpen el poder.
Necesitamos formar organizaciones
completamente independientes del gobierno, de los partidos y de los organismos
vendidos que todo lo negocian. Construyamos en cada colonia, en cada pueblo, en
cada barrio la organización y la autodefensa popular para, en la lucha por
hacer valer nuestros derechos vayamos levantando, desde abajo, el poder popular
e identificando al enemigo y reconociendo a los amigos.
Que nuestro dolor y rabia nos impulsen
hacia la solidaridad, el colectivismo, la construcción de nosotros mismos como
luchadores honestos. Levantemos nuestras voces y nuestros esfuerzos,
profundicemos esta labor hormiga de formarnos como mujeres y hombres nuevos
mientras vamos construyendo el poder popular desde abajo y donde el mandar
obedeciendo se nos vuelva costumbre.
Este es el momento de enfrentar la
militarización de la vida nacional con la movilización combativa y protesta
popular nacional e internacional. Es el tiempo del trabajo silencioso de
fortalecernos como organizaciones populares pero también es imposible guardar
silencio ante tanto dolor.
Quieren engatusarnos diciéndonos que
los 43 son cenizas que el agua se llevó. Lo que en verdad buscan diluir es
nuestra indignación. Estén donde estén mantengámoslos vivos, sigamos
buscándolos, hagamos que nuestro dolor y coraje se vuelvan lucha organizada, no
abandonemos la movilización combativa de masas. Es el momento de arrancarle al
Estado la liberación de todos los presos políticos del país y el respeto a las
distintas formas de autodefensa con que los pueblos decidan enfrentar a la
delincuencia organizada de Estado.
¡Fuera Peña! Sí, pero más importante
aún es construir las fuerzas populares. Aportemos cada quien nuestro granito de
arena.
Por eso, las Milicias Populares ¡Basta
Ya! levantamos hoy nuestra voz realizando una acción político militar de
carácter material y alcance limitado, con explosivos, contra Soriana en Valle
de Aragón, Ecatepec, una empresa que de manera más evidente contribuyó al
fraude electoral que impuso a la actual administración mafiosa y por tanto
tienen responsabilidad en los crímenes que hoy comete el mal gobierno.
Llamamos a esta acción: ¡26 DE
SEPTIEMBRE, VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS! Es una acción limitada
porque sabemos que es tiempo de construir y construirnos en silencio. Pero
también es momento de que el dolor y la rabia se conviertan en grito de lucha.
Exigimos:
¡La presentación con vida de los 43
normalistas desaparecidos!
¡Deslinde de responsabilidades de los
distintos niveles gubernamentales en los hechos de Iguala!
¡Castigo a los responsables!
¡Libertad a todos los detenidos durante
las movilizaciones!
¡Libertad a todos los presos políticos
del país!
¡Advertimos! De generalizarse la
represión todas las empresas que hicieron posible el fraude electoral de Peña
Nieto, las que saquean los recursos de nuestro pueblo y las que piden
urgentemente la represión, pasarán a ser objetivos militares.
La noche no es eterna, hagamos posible
el amanecer.
Milicias Populares ¡Basta Ya!
12 de Noviembre 2014
Fuente: Cedema
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