5 dic 2012

Agustín Carstens. Peña necesita buenos bateadores

Agustín Carstens. Peña necesita buenos bateadores
Jesús Rángel entrevista a Cartstens
 Milenio, Dominical • 2 Diciembre 2012
J. Jesús Rangel M., reportero

El gobernador del Banco de México, en diálogo beisbolero, dice que los vientos del exterior no serán tan favorables, por lo que el equipo del nuevo presidente tendrá que aumentar el marcador con más crecimiento interno y más empleo.
“El nuevo mánager tiene que acomodar a la gente adecuada en el cuadro”, para evitar la “contaminación del problema económico mundial”, reforzar las fortalezas de país y “depender más de nuestro crecimiento interno”. Esta señal representa un cambio radical frente a la dependencia del mercado externo en las últimas décadas.
Carstens destaca la necesidad de que “haya buen juego de equipo” y de continuar con las reformas estructurales como la energética y la fiscal. “Tenemos que crecer más y más rápido, y crear más empleos”.
La adrenalina del beisbol estimula al gobernador del Banxico desde que tenía cinco años (tiene 54) cuando empezó a jugar en el diamante. “Mi papá me metió el gusanito y desde los cinco años estuve jugando en la Liga Olmeca hasta terminar todo el camino de la liga. Fuimos campeones nacionales varias veces. En la familia siempre hemos sido de los Diablos Rojos del México… Y sigue igual. Extrañamos el estadio del Seguro Social (el último juego fue en junio del 2000). En la universidad ya no pude seguir jugando, pero el beis fue una parte muy importante en mi vida”.
Esa es su primera pasión, y la segunda es la economía que tiene totalmente impregnada en la piel y la mente. Agustín Carstens, gobernador del Banxico del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre del 2015, habla con MILENIO Dominical de economía en lenguaje beisbolero. Se ríe y hasta carcajea como cuando dice que con Andrés Manuel López Obrador “jamás hemos coincidido en el terreno de juego”, o cuando revela que su paliacate rojo, el que le dio suerte durante “el mejor juego que piché, me lo acabé de tanto sudar”.
-¿Y QUÉ PASÓ EN EL PARTIDO DE LEGISLADORES CONTRA HACENDARIOS (LOS PRIMEROS GANARON 20 A 11)? ¿LES FALTÓ PATA DE CONEJO O TOCAR CHAMORROS COMO MALOVA (MARIO LÓPEZ VALDÉS, GOBERNADOR DE SINALOA) QUE HASTA JONRÓN METIÓ?
-La verdad es que estuvo muy interesante el partido. Estuvo muy bueno, y los legisladores fueron más flexibles en su definición de qué era un legislador.
-ESO NO ES MUY BUENO PORQUE VAN A BATEAR TODAS LAS INICIATIVAS…
-No, no, no… Espero que no sea un precedente, no; pero estuvo bien, fue un buen partido… Además fue buena señal que los legisladores aprobaran la reforma laboral. Eso estuvo muy bien.
-¿QUÉ ES LO QUE DA EL BEISBOL?
-Da disciplina, sentimiento de equipo. Uno aprende a ganar y a perder. También es un juego de estrategia, y como que a uno le despierta la parte más analítica del deporte. El beisbol es un juego de muchas estadísticas y mediciones, como el porcentaje de bateo, las veces al bat. El análisis de los números permite hacer estrategias. Desde el mánager que decide a quién coloca primero en el orden al bat, el bateador designado… Por eso cuando uno ve un partido de beisbol lo andan bombardeando con información, más ahora con las computadoras que hay, pues se sabe muy bien cuánto batea una gente contra zurdo contra derecho, cuánto contra ese pitcher…
-¿Y POR ESO LE GUSTÓ LA ECONOMÍA?
-No, no necesariamente. Mi papá era contador y quería que yo fuera contador. Entonces entré al ITAM, ahí tuve que tomar una clase de economía y vi que era más para mí, más que la contabilidad. Ahí hice el viraje.
-¿POR QUÉ?
-Una parte interesante de la Economía es que no es una disciplina independiente y que depende de muchas otras cosas, como la sociología, la historia, entender las culturas, la gente, la política, y también tiene un rigor analítico… La economía es la intersección de muchas disciplinas a la vez, y creo que ese fue el aspecto que a mí más me gustó. También es atractivo el impacto que tiene sobre la población en general y eso a su vez se refleja en dimensiones políticas.
-¿Y QUÉ ES MÁS EMOCIONANTE? ¿ESTAR EN UN CAMPO DE BEIS O EN EL DE BANXICO?
-Las dos son canchas que conozco bien y me siento a gusto en ambas. Realmente el Banco de México ha sido mi alma máter. Si bien mis estudios formales han sido en las universidades, también como economista me formé en el banco. Es un terreno que conozco bien.
-¿Y TAMBIÉN EN EL BEIS HAY POLÍTICA?
-Sí, también hay política.
-¿QUÉ TAL CON LÓPEZ OBRADOR Y SUS JUGADAS?
-Nunca lo he tenido de adversario.
-¿Y DE COMPAÑERO SÍ?
-Tampoco. Jamás hemos coincidido en el terreno de juego.
-YA VIENE UN NUEVO EQUIPO DE MÉXICO. ¿CÓMO VE EL DOGOUT?
-Aquí, en el Banco, nuestro mandato está el ser de alguna manera el guardián de la estabilidad monetaria, la estabilidad de precios. Por eso el mandato del gobernador va de la mitad de un sexenio a la mitad del otro. Esa orden constitucional es más que nada para que los mercados y la sociedad sepan que va a haber una institución dentro del Estado que permanentemente va vigilar el desarrollo de la inflación. Y nuestro mandato no va se va a modificar con el cambio de gobierno. La realidad es que estamos muy contentos porque el presidente Felipe Calderón siempre ha sido muy respetuoso de la autonomía, y el presidente Enrique Peña Nieto la ha subrayado múltiples veces en diferentes foros e instancias, y eso para nosotros es muy buena noticia.
-PERO HAY BATEADORES QUE BUSCAN CAMBIAR LA LEY DEL BANCO DE MÉXICO PARA QUE VELE TAMBIÉN POR EL CRECIMIENTO Y EL EMPLEO…
-Pues sí, ese es un tema que ha sido sujeto de debate en México y muchas partes del mundo. No hay una visión única. Tenemos el ejemplo del Federal Reserve System en Estados Unidos, donde sí tienen un mandato más amplio. Por otro lado está el ejemplo del Banco Central Europeo, donde sí es un mandato único, muy similar al de Banxico. México tuvo una trayectoria de inflaciones altas y desordenadas en el pasado, con grandes repercusiones sociales. La inflación es el impuesto más regresivo que existe porque los que menos posibilidades de defensa tienen son los que menos tienen. Creo que para un país como México sí es adecuado que el mandato prioritario sea la inflación. Además está ampliamente comprobado que en la gran mayoría de los casos las oportunidades de crecimiento vienen acompañadas de un sistema de inflación baja. Esta comparación es muy ilustrativa: en 1995 teníamos una inflación que en algunos momentos llegó a cerca del cien por ciento y en ese entonces el gobierno mexicano no podía pedir prestado más allá de ocho días a una tasa que no fuera menor al cien por ciento; ahora con una inflación baja y estable, el gobierno puede pedir a 30 años a tasas apenas un poco mayores al seis por ciento. Ahorita una familia mexicana puede pedir un crédito hipotecario a muy largo plazo a tasas cercanas al 10 por ciento, lo que antes no sucedía. Entonces, las oportunidades que da la inflación baja y estable se manifiestan en un mayor crecimiento económico. El objetivo de controlar la inflación no es un objetivo en sí mismo, es un objetivo intermedio al objetivo superior: contribuir al crecimiento, a la creación de empleo, al abatimiento de la pobreza, y creo que es la mejor manera en que se pueden hacer las cosas.
-¿QUÉ MÁS NECESITA EL EQUIPO DE MÉXICO PARA ENFRENTAR LO QUE VIENE? ¿EL MÁNAGER PEÑA NIETO ESTÁ JUGANDO BIEN?
-Obviamente el mánager tiene que acomodar a la gente adecuada en el cuadro para que tenga una buena defensiva y buenos bateadores que le den una buena ofensiva… Hay áreas que sí tendrán que contener ciertos problemas, pero también es importante que haya capacidad de avance en nuestro país. Entonces esa capacidad de hacer que las cosas sucedan en México es un reto que enfrenta el presidente Peña Nieto. Él, como mánager, es el que va a dirigir todo este proceso y estoy seguro que las ideas y las estrategias ahí están… Los que van a jugar en el cuadro y van a tomar el bat, tendrán que ejecutar bien los planes, las ideas, las estrategias. La ejecución es una cosa muy importante…, y que haya buen juego de equipo.
-POR AHÍ VIENE UN BATEADOR EMERGENTE EN EL EQUIPO DE EU QUE LE LLAMAN EL PRECIPICIO FISCAL. ¿CÓMO ENFRENTARLO?
-La verdad es fácil. Es un problema que desde el punto de vista de la complejidad económica no debería ser difícil. ¿Qué se entiende por precipicio fiscal? Hace dos años EU dijo: “Tengo un gran problema fiscal y tengo que llegar a un acuerdo político que demuestre en el mediano y largo plazo que la deuda sobre PIB va a ir cayendo”. Hubo una comisión bipartidista y bicamaral e hicieron una propuesta que no tuvo eco. Entonces, los legisladores dijeron: “Si no llegamos a un acuerdo el primero de enero del 2013 van a entrar en automático ajustes absurdos." ¿Cuáles son las propuestas absurdas que ahorita están? Que a través de aumentos en impuestos y reducciones del gasto hubiera una corrección fiscal del cuatro por ciento del PIB, lo que llevaría a EU a una recesión, y eso también nos pegaría a nosotros. Desde un punto de vista político, lo que tienen que legislar es que no se hagan estos ajustes tan bruscos y que se entre en una trayectoria gradual sostenible hacia unas mejores finanzas públicas.
-HAY OTRO BATEADOR QUE VIENE DE EUROPA QUE REPRESENTA A LAS MANIFESTACIONES SOCIALES EN CONTRA DE LAS POLÍTICAS DE AJUSTE. PIDEN MÁS EMPLEO Y CRECIMIENTO.
-Realmente el tema de Europa es mucho más difícil... Es un problema en el cual las familias, los gobiernos y los bancos se excedieron en su contratación de crédito. Hay un problema masivo de sobreendeudamiento y si la corrección en esos tres sectores no se hace con una secuencia adecuada y en buenos términos, sí hay la posibilidad de un escenario catastrófico en Europa. Es un reto... Las crisis financieras lo que implican es cómo se distribuyen las pérdidas porque ese sobreendeudamiento quiere decir que hubo créditos mal dados que se tienen que ajustar, e implica que diferentes sectores absorban pérdidas. Los banqueros ya lo hicieron, las familias también, al igual que los gobiernos, y si se abre la posibilidad de que se empiecen a distribuir pérdidas entre países, la cosa se vuelve todavía más compleja porque se están poniendo en choque los principios de solidaridad, colaboración, cooperación e integración que han inspirado el movimiento de la Unión Europea. Los alemanes dicen “¿yo por qué voy a poner dinero para España”…, España para Grecia…, y en España o Grecia dicen “bueno este es un problema nuestro pero también es de Europa y nos debe ayudar a salir”. Están atorados en un momento muy complicado del que no va a ser fácil salir.
-¿HAY QUE EMPEZAR CON JORONES A LA DEFENSIVA FRENTE AL PRECIPICIO FISCAL Y LA SITUACIÓN EN EUROPA?
-Lo que México necesita, y de alguna manera lo hemos venido haciendo, es no vernos contaminados del problema económico mundial. En términos generales México no sufre las debilidades de los países avanzados; nadie en el mundo puede decir que está separado completamente del entorno internacional, pero nosotros sí hemos logrado contener las repercusiones negativas. Tenemos fortalezas internas y hay que reforzarlas y construir sobre ellas. En ese sentido, teníamos viento a favor del sector externo; por muchos años, por décadas, México había tenido una fortaleza: una demanda por nuestros productos y eso nos daba un cierto avance. Ahora esos vientos favorables no van a estar ahí, cuando menos no con la misma intensidad, y tenemos que depender más de nuestro crecimiento interno. Eso requiere que aumentemos el marcador por nosotros mismos. En este fin de año se han tenido buenos éxitos, como continuar con las reformas estructurales que convertirán a México en un país más competitivo, más productivo que nos dé mayor capacidad de crecimiento generado internamente.
-¿HABLAMOS DE LA REFORMA ENERGÉTICA, FISCAL…?
-Exactamente. Es qué podemos hacer para que podamos crecer más, y más rápido, crear más empleos. Hacer más con los factores de la producción y los recursos naturales que tenemos.
-HAY OTRO JUGADOR QUE SE MUEVE Y REPRESENTA A QUIENES QUIEREN MÁS IMPUESTOS PARA LOS RICOS…
-Creo que cada país es diferente. En EU ciertamente ayudaría mucho que tuviera mayor disciplina fiscal. Bueno, esas son las medidas que deben de tomar allá. Aquí en México vamos a tener a la postre que fortalecer las finanzas públicas y las recomendación es que el nuevo secretario de Hacienda, junto con el Congreso, identifiquen cuál es la estrategia de ingresos que sea la menos distorsionante en el país, que nos dé los ingresos que necesitamos, y que en paralelo se cuide que los recursos se usen bien.
-¿LE MOLESTA QUE E DIGAN CHICAGO BOY?
-El nombre de Chicago Boy ha tenido muchas connotaciones. La verdad es que mucha gente no sabe ni qué quiere decir. Yo estudié en la Universidad de Chicago y aprendí mucho. Es la universidad con más premios Nobel en Economía, pero me considero un economista más hecho en la práctica que en el salón de clases. Entré al Banco de México el 15 de septiembre de 1980; ese día tuve que venir a trabajar —nos dieron de comer mole—. Y de ahí a la fecha he vivido épocas muy trágicas para el país y épocas mejores, lo que me ha permitido observar los retos que tenemos y las batallas pendientes que hay que dar. Mucha gente piensa que en Chicago es como ir a un convento y volverse una persona dogmática. Al contrario, lo que da es un marco de referencia para que de una manera metódica se analicen los problemas económicos y se ofrezcan soluciones prácticas que le den lo mejor al país, entendiendo su realidad. Por eso lo que me interesa es que cuando hablamos de economía hay una intersección de la sociología, de la política, de la historia. Eso es a lo que nos enfrentamos todos los días los economistas que andamos en una posición de hacer, incluso así se llama, política económica.
-HE LEÍDO QUE CUANDO USTED ESTUVO EN LA UNIVERSIDAD DE CHICAGO SE ROBÓ BASES Y TERMINÓ ANTES LA CARRERA.
-Antes de los tres años. Estudiaba mucho, pero había una razón de fondo: me fui con una beca del Banco y del Conacyt en septiembre de 1982, una época muy compleja (crisis y nacionalización de la banca). Tenía una gran incertidumbre sobre cuánto tiempo iba a durar mi beca, y eso hizo que me apurara y terminé antes. Gracias a Dios no tuve problemas.
-SIEMPRE LO VEO SONRIENTE. ¿ES USTED MUY FELIZ?
-En términos generales sí...
-A VER, CUÉNTENOS UN CHISTE...
-Soy muy malo para los chistes, la verdad... Los oigo bien pero tengo mi mente tan ocupada en otras cosas que se me olvidan. O sea, soy de esos que no retienen los chistes. Me encanta oírlos, pero sí es un defecto que no los retengo.
-FINALMENTE, HAY QUE IR AL MONTÍCULO, PERO ANTES DE EMPEZAR EL JUEGO ¿HAY QUE REZAR?
Creo que la gente tiene diferentes amuletos o maneras de encomendarse, más que nada de pedir buena suerte. Hay gente que reza o se pone calcetines de un color o la gorra de alguna manera; siempre hay este reconocimiento de que no todo es habilidad, que siempre hay un elemento de suerte. Hay unos que les da por rezar... Yo, por ejemplo, por muchos años, siempre cargaba un paliacate rojo, porque el mejor juego que piché fue con ese paliacate, entonces por muchos años lo cargué hasta que se deshizo. Me lo acabé de tanto sudar.
-¿Y AHORA CUÁL ES SU AMULETO... O REZA?
-Ahora me encomiendo a todo.

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