- Caso “The Guardian”: maniobra diplomática, no “disculpa”/JENARO VILLAMIL
Proceso No 1893, 10 de
febrero de 2013
Con
gran despliegue, el martes 5 Televisa difundió la noticia de que había llegado
a un acuerdo con el periódico inglés The Guardian para emitir un comunicado
conjunto en el que anunciaban un acuerdo amistoso para dirimir sus diferencias
en torno a las acusaciones de que el consorcio mexicano había realizado
promoción subrepticia para beneficiar a Enrique Peña Nieto. Medios y comentaristas ligados a la televisora
dijeron que el rotativo se había disculpado, lo cual explícitamente no es
cierto. En su espíritu, la postura del diario británico sólo podía entenderse
como una hábil maniobra diplomática para ahorrarse engorrosos litigios.
Desde
mediados de enero pasado, los directivos del periódico The Guardian tomaron una
decisión frente a la amenaza de un largo litigio en tribunales británicos con
el Grupo Televisa: era necesario llegar a un arreglo con el consorcio dirigido
por Emilio Azcárraga Jean para evitar el pago de una fuerte sanción económica.
En
Gran Bretaña, la mayoría de los jueces ha favorecido en los últimos años a
quienes promueven las demandas por daño moral contra los grupos mediáticos. El
mismo The Guardian fue obligado mediante orden judicial a revelar en 1983 una
fuente confidencial que detonó el escándalo de la presunta instalación de
misiles crucero estadunidenses con armas nucleares en territorio británico.
En
los últimos años, a raíz del escándalo de espionaje telefónico y fabricación de
notas por parte del semanario News of the World, del magnate Rupert Murdoch
–detonado y documentado precisamente por The Guardian–, así como las demandas
contra la BBC y otros medios impresos británicos, los corporativos mediáticos
prefieren evitar las demandas, según confirmaron a Proceso dos despachos de
abogados conocedores de esta situación en el Reino Unido.
Frente
a este panorama, el martes 5 Televisa y The Guardian dieron a conocer un
comunicado en el que el periódico británico cede y acuerda con Televisa
“resolver amistosamente” sus diferencias, surgidas a raíz de la publicación de
una serie de reportajes que confirmaban lo que Proceso había documentado desde
octubre de 2005: la existencia de un “plan de acción” y de contratos para
promover al entonces gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, mediante
entrevistas pagadas y publicidad encubierta en programas de espectáculos.
Redactado
con sumo cuidado y en un tono amable y condescendiente con el Grupo Televisa,
The Guardian no desmiente la información publicada por su corresponsal en
México, Jo Tuckman, pero tampoco defiende el contenido de los reportajes
publicados del 7 al 26 de junio de 2012, como sí lo había hecho anteriormente
frente a una andanada de airadas réplicas enviadas a la redacción del periódico
británico por Regina Moctezuma, responsable de comunicación corporativa del
Grupo Televisa.
En
el comunicado conjunto del martes 5, ambas empresas acuerdan arreglar la disputa
mediante una declaración conjunta en la cual The Guardian reitera que “no fue
posible verificar la autenticidad de los documentos en cuestión”, en clara
referencia al conjunto de archivos informáticos que hablaban de un “Plan de
Acción” del Grupo Televisa para favorecer a Peña Nieto.
“The
Guardian publicó estas acusaciones de buena fe, basado en el material entregado
por una fuente confidencial”, precisa la declaración conjunta. El periódico
británico afirma que “no tuvo la intención de sugerir que estos documentos
constituían una prueba concluyente de parcialidad o sesgo informativo por parte
de Televisa.
“The
Guardian reconoce que Televisa y sus periodistas buscan mantener los más altos
estándares editoriales y comprende que lo publicado haya causado profundo
malestar”, establece el diario.
El
mismo día, algunos programas radiofónicos y comentaristas vinculados a la
televisora mexicana editorializaron señalando que The Guardian “se disculpó”
con Grupo Televisa, pero en ninguna de las líneas del comunicado se habla de
una disculpa.
El
excanciller mexicano Jorge G. Castañeda declaró en Radio Fórmula que “los
buenos negociadores que tiene Televisa en estos asuntos realmente pudieron
llegar a un muy buen acuerdo con The Guardian, que emitió una declaración que
no es una disculpa”.
Instituciones
avaladas
El
rotativo británico también reconoce que “la cobertura de noticias políticas de
Televisa ha sido resuelta por el Tribunal Electoral Federal de México y cumplen
con las estrictas regulaciones de radiodifusión del país sobre imparcialidad
política”.
“The
Guardian aclara con gusto cualquier malentendido involuntario” que se haya
generado, ya que tanto el IFE como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación resolvieron que las acusaciones del Partido de la Revolución
Democrática sobre una cobertura parcial de Televisa, a favor de Peña Nieto,
“fueron declaradas sin fundamento”.
El
comunicado conjunto apareció el mismo día que el Consejo General del IFE debía
discutir y resolver el dictamen sobre el rebase de topes de gastos de campaña
en los comicios de 2012, mediante el cual eximía a Peña Nieto y al PRI de
cualquier violación al tope de 327.5 millones de pesos para los candidatos
presidenciales.
El
dictamen original de la Unidad de Fiscalización del instituto –que fue
regresado por los consejeros– establecía que en la campaña de Peña Nieto hubo
cero gastos en producción de radio y televisión. Proceso publicó durante la
campaña que la mayoría de los spots y promocionales del candidato presidencial
priista se realizaron en la empresa del productor de Televisa Pedro Torres, sin
dejar ninguna prueba contable.
En
la “fe de erratas” que la entidad fiscalizadora dio a conocer el miércoles 6 se
indicó que los gastos en producción de radio y televisión ascendieron a 44
millones 318 mil pesos, pero no desglosó con qué empresas se realizó. Según el
mismo reporte, Peña Nieto destinó 20.6 millones en páginas en internet, 93.9
millones en espectaculares, 1.3 millones en diarios y medios impresos y 57.9
millones en “gastos de operación de campaña”. En total, en gastos de
propaganda, la unidad acreditó un gasto de 280.3 millones de pesos.
Desde
el pasado 16 de julio, los abogados del Grupo Televisa interpusieron ante el
TEPJF un alegato jurídico dentro del juicio de inconformidad presentado por la
coalición del Movimiento Progresista en contra de la resolución del IFE que
concluyó que eran “aseveraciones infundadas” las acusaciones de parcialidad y
de compraventa de espacios en la pantalla de Televisa, por parte de Peña Nieto.
En
su extenso alegato, Televisa reprodujo los comunicados y correos electrónicos
que envió a The Guardian desde el día en que se publicó el primer reportaje de
Jo Tuckman.
En
una de las partes medulares de esos comunicados, dirigidos a Chris Elliot,
editor de la redacción, y a Alan Rusbridger, editor en jefe de The Guardian,
Televisa le reclama a este diario que su información “es la misma publicada en
2005 por el semanario mexicano Proceso por el reportero Jenaro Villamil y el
cual ha sido negado y reprobado por todas las partes involucradas”.
Para
Televisa, tanto lo publicado por Proceso como las nuevas revelaciones de The
Guardian, siete años después, formaban parte de un “ejercicio especulativo”,
basado en “documentos que fueron falsificados”.
De
acuerdo con el columnista José Yuste, el Grupo Televisa también interpuso ante
el periódico británico dos cartas llamadas Protocol Letters, “que de haber
llegado a un juicio le hubieran provocado a The Guardian una fuerte sanción
económica por falta de veracidad”.
En
su columna “Activo Empresarial”, publicada en Nuevo Excélsior, Yuste afirmó que
“sería la primera vez que dentro de la prensa inglesa se prefiere llegar a un
arreglo extrajudicial, fuera de tribunales. No es para menos. The Guardian
carecía de pruebas que respaldaran sus acusaciones en contra de la televisora”.
La
oficina de prensa de The Guardian no confirmó ni negó la existencia de esos
documentos con los cuales Televisa habría presionado. A través de su cuenta en
Twitter reiteró que las respuestas están en el comunicado conjunto.
Tozudez
A
pesar del “arreglo amistoso” entre ambos grupos mediáticos, en las páginas
online de The Guardian –el quinto sitio más visitado en el mundo–, permanecen
las notas originales publicadas por Jo Tuckman, en especial los dos reportajes
más polémicos: Archivos informáticos sugieren que Televisa vendió cobertura a
altos políticos mexicanos, del 7 de junio último, y Escándalo en los medios de
comunicación mexicanos: una unidad secreta de Televisa promocionó al candidato
del PRI, publicado el pasado 26 de junio.
En
el primer caso se observa un link que dice “Lee la respuesta de Televisa” y
remite al comunicado original enviado por Regina Moctezuma a nombre de la
empresa de Emilio Azcárraga Jean.
En
la misma secuencia de reportajes se reproduce un extenso artículo de Martin
Hodgson, del pasado 8 de junio, titulado Los archivos de Televisa, ¿cómo
sabemos que eran genuinos?
En
este mismo texto, The Guardian admitió que “no ha sido posible confirmar la
autenticidad de esos documentos”, pero advirtió que “las fechas en las cuales
los documentos fueron creados y modificados y los nombres bajo los cuales
fueron guardados, corresponden a los eventos referidos en ellos”.
En
defensa del trabajo de su corresponsal en México, The Guardian agregó que
“habló con una segunda fuente que antes trabajó en Televisa” y confirmó lo
publicado.
“La
fuente –que no tiene simpatía especial por Andrés Manuel López Obrador– dijo
que la venta de contenido político fue una práctica extendida, particularmente
la promoción de clientes políticos en programas televisivos de entretenimiento.
The Guardian también habló con un político que describió en una ocasión cómo
Televisa le ofreció desarrollar un guión para una telenovela adaptado a sus necesidades”,
abundó en su respuesta del 8 de junio.
“Es
imposible decir cuándo y dónde fueron creados estos archivos digitales, pero
por su cantidad y variedad y por los personajes mencionados sugieren
autenticidad”, indicó.
Acerca
de la reiterada acusación del Grupo Televisa de que los documentos citados por
The Guardian son los mismos publicados en 2005 por Proceso, Martin Hodgson
aclaró:
“Uno
de esos documentos vistos por The Guardian parece ser una versión digital de
una propuesta impresa para Peña Nieto que fue publicada en 2005 por el
semanario informativo Proceso. La fuente de The Guardian no entregó a Proceso
ese documento.”
En
la misma versión digital de The Guardian están las notas sobre los cables de
WikiLeaks donde analistas del Departamento de Estado citan a un funcionario del
Estado de México que en 2009 les mencionó la relación “especial” de Peña Nieto
con Televisa y la estrategia para promoverlo en las encuestas.
Proyecto
Handcock
Uno
de los reportajes más polémicos publicados por Jo Tuckman fue el del 26 de
junio último que hace referencia a la existencia de una “unidad secreta” dentro
de Televisa, llamada “el equipo Handcock”, encargada de realizar videos
promocionales sobre Peña Nieto desde 2009 y en contra de sus rivales.
El
reportaje cita a dos fuentes confidenciales según las cuales el equipo “trabajó
en semiclandestinidad dentro de las oficinas de Televisa”, con acuerdos de
confidencialidad, y se formó un grupo de empresas externas contratadas por
Televisa para producir videos y otros materiales destinados a la web, bajo la
coordinación de Alejandra Lagunes, entonces directora general de Televisa
Interactive Media y responsable del manejo de redes sociales durante la campaña
presidencial de Peña Nieto.
Este
reportaje que confirma los vínculos de Televisa con el equipo peñista ni
siquiera fue mencionado en el comunicado conjunto con The Guardian. El texto
aparece completo en la edición digital del periódico británico.
El
mismo 26 de junio, el portal www.aristeguinoticias.com difundió los videos
elaborados por este equipo secreto para fortalecer a los candidatos a diputados
federales del PRI en Toluca, Ecatepec, Cuautitlán, Naucalpan y Metepec.
Varios
de esos videos son producciones de “guerra sucia” en contra de los adversarios
del PAN en Toluca, Metepec y Cuautitlán, y su objetivo era difundirlos en redes
sociales como Youtube o Facebook.
Según
los contratos citados por Jo Tuckman, el equipo Handcock utilizó a subsidiarias
de Televisa, como Comercio Más de C.V., que encargó a la empresa Zares del
Universo, del comediante Facundo Gómez, la elaboración de estos videos.
“Televisa
ha rehusado reunirse con The Guardian para discutir las acusaciones. Primero
ignoró nuestra petición sobre sus comentarios al respecto y más tarde propuso
una reunión de consejeros legales presentes. Cuando The Guardian envió una
lista de ocho preguntas con un pequeño documento de ejemplo adjunto, un
portavoz canceló la reunión diciendo que los documentos no se habían enviado
‘en el momento adecuado’”, redactó Tuckman en su reportaje.
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