“En
lo personal no creo en la legalización”EPN
ENTREVISTA
El
presidente de México viene esta semana a Colombia a la Cumbre de la Alianza del
Pacífico en Cali. SEMANA habló en exclusiva con él.
Revista Semana, 18 de mayo de 2013
Decir
que Enrique Peña Nieto iba a cambiar a México parecía hasta hace poco tiempo un
atrevimiento. Menos de un año atrás el candidato del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) ganó la Presidencia en medio controversias sobre la
legitimidad de su triunfo. Peña Nieto acaba de cumplir seis m
eses
en el palacio de Los Pinos y más de uno está sorprendido con las reformas que
está impulsando junto a los grandes partidos políticos de su país, que incluso
han tocado a los grandes monopolios nacionales.
SEMANA:
¿Cuáles son sus expectativas en la Cumbre de la Alianza del Pacífico?
Enrique
Peña Nieto: La Alianza del Pacífico busca consolidar un área de integración
profunda, que se convierta en una plataforma de desarrollo económico y
comercial. Debido a los avances, otros países han mostrado interés por
adherirse y estoy seguro de que seguiremos avanzando hacia la libre circulación
de bienes, servicios, capitales y personas; así como en la vinculación de la
región con los mercados de Asia Pacífico.
SEMANA:
¿Cómo multiplicar las relaciones económicas entre México y Colombia?
E.
P. N.: Los dos países se han convertido en socios estratégicos en diversas
áreas, y de manera muy importante, en el ámbito económico. Ejemplo de ello es
el Tratado de Libre Comercio que suscribimos hace casi 20 años, y que más
recientemente se ha ampliado. En cuanto al intercambio económico, aún tenemos
importantes áreas de oportunidad, como los sectores automotor, electrónico,
aeroespacial, de energías renovables y de tecnologías de la información. Ambos
países tienen claras ventajas comparativas en estas áreas. Podemos impulsarlas
más creando encadenamientos productivos.
SEMANA:
Colombia y México han tenido que enfrentar problemáticas de seguridad
similares. ¿Qué pueden aprender uno del otro?
E.
P. N.: Debo reconocer el esfuerzo del gobierno colombiano para disminuir los
niveles de violencia. México tiene mucho que aprender de sus experiencias
exitosas en materia de participación ciudadana, además es un referente obligado
para algunas acciones para reducir la violencia. En México el objetivo es
elevar el nivel de bienestar de las familias, así como reducir la pobreza y la
desigualdad. Esta es también una manera de prevenir la violencia: enfocarse en
atender las causas y no solamente los efectos.
SEMANA:
En 30 años de guerra contra las drogas los resultados no han sido los
esperados. ¿Piensa que fracasó?
E.
P. N.: Debe haber un debate sobre el tema a escala hemisférica. Es necesario
repensar cómo vamos a combatir el tráfico y el consumo de drogas, porque la
forma en la que se ha hecho durante las últimas décadas no ha dado los
resultados deseados. Por el contrario, hoy advertimos una mayor violencia, una
mayor producción y consumo de drogas. Un avance sustantivo es la nueva política
que estamos implementando en México. Esta pone énfasis en la prevención del
delito y de las adicciones, y alinea los esfuerzos de distintas dependencias
del gobierno federal y los estados para atender las causas de la criminalidad.
SEMANA:
En el hemisferio se han propuesto alternativas para cambiar el enfoque
prohibicionista frente a las drogas. ¿Cuál es su posición?
E.
P. N.: Estoy abierto a que se debata el tema de legalización de algunas drogas.
Sin embargo, en lo personal no estoy convencido de que sea la respuesta al
problema. Los grupos del crimen organizado han diversificado sus actividades,
por lo que la legalización no evitaría el crecimiento de estos, pudiendo
incluso intensificar otros delitos. Es importante aclarar que un gobierno no puede
tomar esta decisión de manera unilateral, todo el hemisferio tiene que hacer un
frente común y definir la mejor manera de combatir el narcotráfico.
SEMANA:
En los últimos años México ha perdido el liderazgo regional en lo político y en
lo económico. ¿Cómo volver a conquistarlo?
E.
P. N.: México se está fortaleciendo y transformando al interior, y a partir de
ello busca proyectar todo su potencial hacia el exterior. Uno de los retos
principales de mi administración es lograr un crecimiento económico sostenido.
Con el respaldo de las distintas fuerzas políticas, iniciamos un proceso para
incrementar la competencia en los distintos sectores de nuestra economía, como
el de la telecomunicación. Estamos transformando también nuestro sistema
educativo y del mismo modo liderando una reforma financiera.
SEMANA:
Las policías locales han mostrado ser muy permeables a la corrupción. ¿Cómo
piensa enfrentar ese problema?
E.
P. N.: La cooperación y coordinación entre el gobierno y las autoridades
locales es uno de los ejes centrales. No queremos competir en logros con los
estados, sino hacer equipo con ellos y con las autoridades municipales.
SEMANA:
El grado de impunidad es alarmante en México. La ONU calcula que llega a cerca
del 95 por ciento de los crímenes. ¿Cómo reducirla?
E.
P. N.: Para reducir la impunidad –uno de los grandes males endémicos, no solo
de México, sino de América Latina–, estamos reforzando las capacidades del
Estado y mejorando la administración de justicia. El objetivo es implementar y
consolidar el sistema penal acusatorio, que permitirá juicios más cortos,
evitar la corrupción y que la Justicia sea expedita. En pocas palabras, estamos
transitando de un sistema de Justicia escrito a uno oral, abierto, transparente
e imparcial.
SEMANA:
Hace un par de semanas denunciaron que el PRI estaba consiguiendo votos a
través de campañas del Ministerio de Desarrollo Social. ¿Su partido abandonó
las prácticas que llevaron a calificarlo de ‘dictadura perfecta’?
E.
P. N.: Para asegurar que nadie se lucre con las necesidades de la gente, las
fuerzas políticas y el gobierno decidimos ampliar y enriquecer el Pacto por
México a través la firma de un addendum, para blindar los programas sociales de
cualquier desviación, manejo sesgado o uso electoral. México ha evolucionado,
ha cambiado. El PRI y todos los partidos deben asumirse en la nueva condición
política y democrática que tiene el país. En esta nueva dinámica el PRI cuenta
con una Unidad de Transparencia y Acceso a la Información.
SEMANA:
Gracias al Pacto por México, se han adelantado reformas contra grupos y
monopolios que sofocan la economía. ¿No teme que por ser muy ambiciosas, sus
reformas se terminen debilitando?
E.
P. N.: Más que ‘ambiciosas’ son ‘necesarias’. El Pacto es un acuerdo que
manifiesta la voluntad del gobierno y las fuerzas políticas para impulsar las
reformas que el país necesita para liberar su potencial. Es un consenso por
encima de los intereses particulares, materializado en una agenda de trabajo.
Por ello, en menos de un semestre, la suma de voluntades se ha traducido en
reformas transformadoras como la de la educación, la nueva Ley de Amparo, que
moderniza el máximo instrumento de defensa de los ciudadanos ante el poder
público. Además se perfeccionó y promulgó la Ley de Víctimas; y finalmente, el
Legislativo aprobó la reforma constitucional en materia de competencia
económica y de telecomunicaciones. Esta promete fortalecer los derechos
vinculados a la libertad de expresión y al acceso a las tecnologías de la
información.
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