Viacrucis
de Tamaulipas/LA
REDACCIÓN
Revista Proceso # 1954, 12 de abril de 2014
El
gobierno de Enrique Peña Nieto no bien acaba de empezar una “estrategia” para
apaciguar la violencia en un estado cuando ésta ya repunta en otro. Es el caso
de Tamaulipas, donde el descabezamiento de las facciones del Cártel del Golfo
que operan en las ciudades de Tampico, Matamoros y Reynosa sembró de cadáveres
estas plazas y enfermó de zozobra a los ciudadanos. Exmilitantes y personas
cercanas al grupo criminal comentan a Proceso que la disputa por el liderazgo
enfrenta a los sicarios de la organización y evidencia la complicidad de las
autoridades, que no hacen nada por controlar la situación. Muestra de ello,
dicen, son las balaceras de las últimas dos semanas, que provocaron medio
centenar de muertos.
TAMPICO,
TAMPS.- La caída de dos destacados capos del Cártel del Golfo (CDG) y la muerte
de Homero Cárdenas Guillén en las últimas semanas no sólo provocaron otra
ruptura en la organización, sino detonaron nuevamente la violencia. Esta
situación pone en evidencia la intrincada red de corrupción y complicidad entre
las bandas criminales que operan en el estado y funcionarios estatales y
municipales, e incluso con elementos de las Fuerzas Armadas.
Después
de la captura de Mario Cárdenas Guillén y Jorge Eduardo Costilla, El Coss, en
septiembre de 2012, el cártel dejó de ser una organización horizontal y comenzó
a funcionar como federación, comentan a Proceso exmilitantes y personajes
cercanos al CDG. Hablan a condición de que no se revelen sus nombres.
Hoy,
dicen, son tres los grupos que controlan las principales plazas en la entidad:
Reynosa está bajo el poder de Los Metros; Tampico estuvo hace poco bajo el
mando de Javier Garza Medrano, El Comandante 14, quien pretendía convertirse en
el nuevo jefe del CDG, y en Matamoros –lugar de nacimiento de la organización a
principios de los años treinta–, la familia Cárdenas Guillén aún mantiene el
control.
Durante
un tiempo el jefe en esta última ciudad fue Homero Cárdenas Guillén, El Orejón
o El Majadero, el hermano mayor de Osiel, quien falleció de un paro
respiratorio el pasado 28 de marzo en Monterrey, adonde fue trasladado luego de
someterse a una liposucción en una clínica de Matamoros.
Meses
antes, en noviembre pasado, sicarios de Los Metros arribaron a Matamoros con la
intención de ejecutar a Homero Cárdenas. En un enfrentamiento con la banda de
Los Ciclones, quienes protegían al capo, hubo por lo menos 12 muertos, entre
pistoleros y civiles.
La
muerte de Homero reactivó la rivalidad. La fracción de Matamoros filtró al
Ejército la ubicación de Jesús Alejandro Leal Flores, El Simple, un capo con
trayectoria y familiares de la facción de Los Metros. Además, informó a la
Policía Federal el lugar en el que se escondía Javier Garza Medrano, Comandante
14, originario de Matamoros, quien en los noventa era agente de la Policía
Preventiva Municipal; en esa época El Coss era oficial de la radio en esa
corporación.
El
Simple fue capturado el 31 de marzo último en Reynosa, mientras que el
Comandante 14 cayó el jueves 3 en Querétaro. Ambos eventos dejaron
prácticamente acéfalas las fracciones del CDG.
El
viernes 4 por la tarde, la Unidad de Inteligencia del gobierno de Coahuila
emitió una alerta a sus cuerpos de seguridad debido a movilizaciones y
balaceras en la frontera norte de Tamaulipas, que en horas se extendieron a la
región de Piedras Negras.
La
noche de ese viernes salió de Miguel Alemán un convoy de 15 camionetas con
hombres armados rumbo al vecino municipio de Ciudad Mier. Portaban fusiles de
asalto AK-47, AR-15, un Barret calibre 50 milímetros, armas cortas, granadas y
lanzagranadas. La refriega contra el grupo que controla Mier y dirige El Toro
duró alrededor de tres horas.
En
su huida, atacaron el céntrico hotel Asia, en el cual se hospedaban ingenieros
y trabajadores de la empresa trasnacional de servicios petroleros Weatherford,
cuya matriz se encuentra en Suiza. La firma realiza perforaciones en la región
de la Cuenca de Burgos en busca de gas natural y shale.
El
ataque representó el primer revés para la reforma energética del presidente
Enrique Peña Nieto. Los empleados abandonaron la zona de inmediato. El
presidente municipal de Mier, Roberto González, y los lugareños se quejaron
porque, dijeron, los militares del cuartel ubicado en las afueras del poblado
nunca respondieron a los llamados de auxilio.
El
fortín, inaugurado a finales del sexenio de Felipe Calderón, tiene capacidad
para albergar a más de 600 soldados, quienes presuntamente se encargan de
vigilar el municipio y la carretera La Ribereña, ya que en 2010 la violencia
obligó a tres cuartas partes de sus habitantes a trasladarse a albergues improvisados
en Miguel Alemán.
La
descomposición
Las
balaceras en Ciudad Mier continuaron los siguientes días. El domingo 6 el saldo
fue de tres civiles muertos, de acuerdo con un comunicado del Grupo de
Coordinación de Tamaulipas (GCT).
Otro
grupo se desplazó a la zona del puerto de Tampico. Los ataques contra los
hombres del Comandante 14 iniciaron la noche del sábado 5, cuando un grupo de
pistoleros arribó al céntrico hotel de Ciudad Madero llamado Posada de Jesús.
Ahí ejecutaron a tres personas.
Además,
“se registraron tres enfrentamientos entre civiles armados. Las fuerzas
estatales y federales dieron seguimiento a las denuncias ciudadanas, pero no
encontraron víctimas, sólo vehículos con impactos de bala y rastros de sangre,
así como casquillos percutidos de diferentes calibres”, informó el GCT.
El
domingo 6 por la tarde los enfrentamientos continuaban por toda la región,
incluso en las inmediaciones de centros comerciales como Chedraui, HEB, Sam’s y
Walmart. Algunos testigos aseguran que los pistoleros se refugiaron por varios
minutos en una sucursal de esta última cadena ubicada en el bulevar Adolfo
López Mateos y Ejército Mexicano.
Residentes
de la exclusiva colonia Petrolera reportaron en las redes sociales que algunos
sicarios anduvieron buscando a los altos mandos de la facción del Comandante
14: “Dios, ¡no son cohetes! Se oyen muy seguido, ¡se oyen aquí cerca! Pecho a
tierra, a gatas todos adentro, ¿y el festejo del sobrino? Ni modo, adentro
todos!”, decía uno de los mensajes.
Otro:
“Estamos todos encerrados en una recámara en la casa de mi hermano. ¿Qué es
esto? De pronto se oye un bombazo y otra vez todos pecho tierra, sirenas,
alarmas, todo esto es un caos, ¿en qué ciudad vivimos?”.
El
miércoles 9, el GCT reportó: Los enfrentamientos de la zona conurbada de
Tampico provocaron la muerte de 28 personas. “La mayoría de los casos fueron
ajustes de cuentas”.
En
ese puerto, dicen los habitantes, desde que empezaron las balaceras los
efectivos de la Marina suspenden la vigilancia en los helicópteros que
sobrevuelan la zona conurbada a partir de las 17:00 horas y únicamente
patrullan por tierra la zona centro.
Los
sicarios que arribaron de la frontera continuaron cazando a los halcones del
grupo local que encabeza Sheyla. La situación fue aprovechada por Los Zetas,
que operan en el norte de Veracruz, para eliminar a sus rivales del CDG. Hasta
el viernes 11 se hablaba de medio centenar de bajas, según los pobladores
consultados.
La
Cámara de Comercio local informó que la violencia afecta a la economía por el
cierre anticipado de negocios y una caída de 18% en las ventas. Hoteleros y
restauranteros temen que el turismo se ausente durante esta Semana Santa.
De
acuerdo con la presidenta de la Asociación de Hoteles de la Zona Sur de
Tamaulipas, Sandra Ibarra Gómez, la ocupación hotelera del año pasado en este
periodo alcanzó 69%. Hasta el viernes 4 se mantenía ese porcentaje. Sin
embargo, comenta, “en los últimos días comenzaron a cancelar reservaciones”.
El
80% de los turistas que visitan las playas de la entidad provenientes de la
zona metropolitana de Monterrey están cancelando sus reservaciones.
“Ciertamente lo que hemos vivido en estos días no nos está ayudando”, reitera.
Advertencias
de Cemex
La
inseguridad también obligó a empresas maquiladoras de la frontera y a la
cementera Cemex a reiterar advertencias sobre los riesgos que implica
desplazarse por las carreteras de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
“Debido
a la división interna de un grupo criminal que se disputa el control de Reynosa
a Matamoros y la reciente detención de uno de sus líderes, se mantiene un
estado de violencia en la zona”, se lee en la circular que la empresa repartió
entre sus empleados.
Menciona
que la vía Saltillo-Monclova es “zona de riesgo” a la altura de Castaños: “La
carretera ribereña que conecta el norte del estado con Nuevo León y Tamaulipas
presenta vigilancia de civiles armados en todo horario”.
Asimismo,
el tramo carretero de Linares, Nuevo León, a Villagrán, Tamaulipas, presenta
peligro de asalto nocturno por grupos criminales que se disputan el control de
la zona.
Y
continúa: “Ante los hechos violentos de los últimos días en Reynosa, es
recomendable evitar desplazamientos en esta ciudad por riesgo de bloqueos
viales y enfrentamientos armados”.
Destaca
también que la carretera “Ciudad Victoria-Mante presenta extorsiones de
delincuentes a transportistas y conductores particulares para permitirles
desplazar personas del crimen organizado a otras partes del estado en sus
vehículos y así evitar los operativos de seguridad carreteros”.
Cemex
exhorta a sus trabajadores a “evitar el uso de tiendas de conveniencia” en esas
carreteras. Según la empresa, en las estaciones de gasolina con tiendas Oxxo o
Súper Siete operan los halcones que perfilan a los automovilistas y avisan por
radiofrecuencia o teléfonos móviles si viajan solos o con familia.
Ellos
se encargan de informar a las organizaciones criminales quiénes son
secuestrables. Ese sistema opera desde hace tiempo en la zona metropolitana de
Monterrey, donde el CDG y Los Zetas dejaron de pelearse y hoy buscan reforzar
sus finanzas con plagios a medianos empresarios, pequeños comerciantes, e
incluso a ciudadanos de clase baja. Por cada uno piden entre 25 mil y 250 mil
pesos.
Y
aun cuando el titular de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León,
Adrián de la Garza, declaró en días pasados que los secuestros se redujeron, un
estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) asegura lo contrario,
con base en las estadísticas de la misma procuraduría:
“Durante
2011, el promedio mensual de delitos contra la libertad en Nuevo León ascendió
a 43 casos”, según el análisis Percepción y realidad del secuestro en Nuevo
León, coordinado por investigadores de la universidad.
En
su reporte, los académicos incluyeron las cinco categorías utilizadas por la
procuraduría estatal para tipificar el delito: plagio, privación ilegal de la
libertad, rapto, secuestro y trata de personas.
En
2011, de acuerdo con las cifras globales, hubo 510 privaciones ilegales de la
libertad; en 2012 las autoridades recibieron 425 denuncias en las cinco
categorías. A esa cifra falta agregar los casos que no se expusieron ante la
dependencia.
Si
se considera que al menos se registra “un secuestro por cada delito
denunciado”, la “cifra negra” supera los 80 casos, sostienen los investigadores
de la UANL.
Hoy,
los habitantes de la zona metropolitana de Monterrey son las principales
víctimas de los grupos del crimen organizado que operan en Nuevo Laredo y
Reynosa. Para seleccionar a sus víctimas, los sicarios de Los Zetas y del CDG
ordenan a los agentes de las corporaciones de Tránsito Municipal colocar
retenes en las entradas por carretera a esas ciudades.
Ahí
los seleccionan, ya que los regiomontanos de clase media viajan con frecuencia
a Laredo y McAllen, Texas, a realizar sus compras.
Cifras
del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública colocan a
Tamaulipas como el estado con mayor incidencia en secuestros.
Pago
para que no informen
El
lunes 7, Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de Nuevo León, viajó a la ciudad
de Reynosa para acordar con su homólogo Egidio Torre Cantú un operativo en
Semana Santa para vigilar las autopistas y carreteras que conducen a la
frontera tamaulipeca y al puerto de Tampico.
Medina
se llevó a la reunión a 236 efectivos de la nueva Policía Fuerza Civil
fuertemente armados a bordo de camionetas blindadas. Medina de la Cruz le
exigió a Torre Cantú supervisar a los titulares de las instituciones encargadas
de seguridad en las carreteras y autopistas.
“Fuimos
muy insistentes en que se precise para saber en qué tramo carretero, en qué
kilómetro, qué autoridades, quién va a ser el comandante para, si sucede algo,
saber qué autoridad fue la responsable”, subrayó el mandatario nuevoleonés.
Al
término del encuentro Torre Cantú declaró: “Estos hechos de violencia son
resultado de las acciones que estamos obteniendo en la lucha por regresar la
tranquilidad a la entidad”. Sin embargo, sus críticos insisten: La principal
acción del mandatario contra la violencia es ocultarla.
Algunos
empleados del gobierno comentan que el titular de Comunicación, Guillermo
Martínez, contrató a la empresa HT Agencia y al portal Hoy Tamaulipas, que
dirige Marco Esquivel, para intentar tapar las alertas de situaciones de riesgo
que a diario se presentan en las redes sociales, un medio que no controlaban.
Con
ese objetivo, HT Agencia creó más de 50 cuentas de Twitter para saturar esa red
social con noticias oficiales que toman de la página del gobierno de Tamaulipas.
Además,
el funcionario reparte fuertes sumas de dinero a empresas periodísticas,
cadenas de televisión y medios digitales locales para que no publiquen nada
sobre la inseguridad y violencia en el estado.
Mediante
esas acciones, el gobierno de Tamaulipas logró ocultar que desde los primeros
días de marzo fueron localizadas varias narcofosas en la región de Gómez Farías y Xicoténcatl con cientos de
restos humanos, recolectados por peritos forenses de la Procuraduría General de
la República.
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