Cemex
y su fallido fraude español/ALEJANDRO
GUTIÉRREZ
Revista Proceso # 1954, 12 de abril de 2014
A
finales del año pasado inspectores fiscales de España detectaron
irregularidades cometidas por la filial de Cemex en ese país. La cementera
falseó su información financiera a fin de pagar menos impuestos. Pero las
autoridades hacendarias en vez de castigar a la empresa despidieron a quien
descubrió la maniobra fraudulenta; a esto siguió una serie de renuncias
solidarias que destaparon el escándalo. Sólo entonces la agencia tributaria dio
marcha atrás y multó a la compañía encabezada por Lorenzo Zambrano. El tema
llegó al Congreso: los legisladores han pedido explicaciones… que aún no han
sido satisfechas.
MADRID.-
La Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) de España vivió en
diciembre pasado una severa crisis interna debido al despido o la renuncia de
varios inspectores fiscales que durante una auditoría encontraron
irregularidades en la filial española de Cementos Mexicanos (Cemex).
El
viernes 4 la AEAT comunicó a la cementera mexicana que se había hecho
merecedora de una sanción por 455 millones de euros (8 mil 192 millones de
pesos), una de las mayores multas aplicadas en España. Tal comunicación la hizo
con base en el dictamen elaborado por los mismos funcionarios a los cuales
había despedido.
La
aplicación de esta resolución no le bastó al Ministerio de Hacienda –del cual
depende la AEAT– para limpiar su imagen salpicada por este escándalo, que se
suma a su polémica amnistía fiscal a grandes fortunas mientras aplica una dura
política recaudatoria hacia la población en general.
Tampoco
disipó las sospechas de los partidos de la oposición y del gremio de los
funcionarios fiscales de que dichos ceses y dimisiones derivan de “la
posibilidad de que alguien en Hacienda prometió (a esta multinacional) algún
trato de favor que no se pudo cumplir”, sostiene en entrevista el portavoz de
Hacienda del Grupo Parlamentario Socialista, el diputado Pedro Saura.
“Pedimos
en el Congreso una comisión de investigación, a la que se opuso el Partido
Popular (PP), para que el gobierno nos explicara por qué a una multinacional se
le quiere rebajar su factura con la hacienda pública española. No lo han
explicado porque es evidente que hubo ceses que tienen que ver con esta empresa
y con un expediente determinado.”
Añade:
“Queremos saber si existe un conflicto de intereses con la empresa privada de
asesoría fiscal (Montoro y Asociados) en la que el ministro participó en el
pasado o si la empresa Cemex se comprometió a invertir en España a cambio de
resolver positivamente un expediente de la agencia tributaria. No tengo pruebas
porque entonces ya lo hubiera denunciado, pero sí fundadas sospechas ante tanta
opacidad del ministerio”.
La
sanción se deriva de un acta de inspección del 7 de julio de 2011 sobre los
ejercicios fiscales de 2006 a 2009. Cemex reportó 7 mil 410 millones de euros
en “bases imponibles negativas”, de las cuales se descubrió que al menos 3 mil
millones del monto citado estaban erróneamente sumados a sus pérdidas.
Aunque
la cementera presentó un recurso contra esa interpretación, Dolores Linares, responsable
del expediente de inspección fiscal, lo desestimó. Y de inmediato fue cesada
por el jefe de delegación de Grandes Contribuyentes de la AEAT.
No
es el único caso de empresas que en España recurren a esa práctica –denominada
“factura fiscal”– para pagar menos impuestos, pero aquí aparentemente se
encontraron “cargos indebidos” (pérdidas injustificadas), sostiene en
entrevista el portavoz de la Asociación de Técnicos de Hacienda (Gestha),
Carlos Cruzado.
Mediante
un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores, la empresa cementera, con sede en
Monterrey, anunció que va a recurrir esta sanción. Argumentó que en caso de que
estos recursos no le sean favorables, “este asunto podría tener un impacto
adverso significativo sobre nuestros resultados de operación, liquidez y
situación financiera”.
El
grupo encabezado por Lorenzo Zambrano –uno de los mayores productores de
cemento a escala global– sostiene que este tipo de sanciones puede ser objeto
de recursos o reclamaciones administrativas “sin que Cemex España tenga que
hacer pago alguno, sino hasta que todos los recursos o reclamaciones
interpuestos sean finalmente resueltos”.
Cruzado
afirma que en este caso Cemex reportaba mayor volumen de pérdidas para crear un
crédito fiscal que utilizaría en años sucesivos para rebajar el pago de
impuestos. “Era como un proceso de defraudación futura”, señala.
Gestha
ha sido muy crítica con el Ministerio de Hacienda por el cese de los técnicos
fiscales y pide explicaciones al ministro Cristóbal Montoro. “Estos ceses pueden
llevar a pensar que hay algo más detrás, porque evidentemente hubo injerencias
políticas”, sostiene José María Mollinedo, secretario general del sindicato.
Su
señalamiento tiene base en una circular de la organización profesional de
inspectores de Hacienda, la cual señala que “el cese fulminante puede llevarnos
a pensar en la existencia de razones adicionales, con un sesgo ajeno a
criterios técnicos. Supondría traspasar una línea roja”.
Doble
rasero
En
agosto pasado, la cementera anunció en México una serie de transacciones con la
cementera Holcim que le permitirían mejorar su presencia en Europa. Dijo que
espera que estos movimientos le generen en sus flujos de operación mejoras
superiores a los 20 millones de dólares a partir de 2014, con lo que consolidaría su portafolios en el
continente europeo.
Pero
en diciembre estalló la polémica en España. El controvertido episodio se hizo
público porque, dos semanas antes, Dolores Linares, la inspectora responsable
del expediente de la filial española de Cemex, había sido destituida
“fulminantemente”, explica Cruzado.
En
solidaridad, su superior inmediato, Ignacio Ucelay, titular del área de Control
Tributario y Aduanero de la delegación de Grandes Contribuyentes de la AEAT,
dimitió. Y con él dos técnicos fiscales más. Días después también lo hizo el
jefe de inspección de la Agencia Tributaria, Luis Jones, por sus “notables
diferencias con la dirección”, entre ellas la designación del sustituto de
Ucelay, como reveló el diario El País.
Pese
a que Hacienda y la AEAT dijeron oficialmente que se trataba de una
“remodelación del equipo”, los técnicos fiscales de Gestha sostienen que hubo
“injerencias políticas para no perjudicar a Cemex”.
Cruzado
sostiene que “lo grave del caso es la destitución de una funcionaria por
mantener una sanción multimillonaria a esta multinacional, derivada de una
auditoría técnica”.
Denunció
que existe un “trato fiscal distinto a determinados contribuyentes que no
ayudan a acabar con la mala imagen de la agencia”. Y sostuvo que “el caso de
Cemex no ha sido explicado por el ministro ni por la agencia, pese a que en el
Congreso se les pidieron explicaciones”.
Cruzado
recordó que los recientes informes anuales que elabora Gestha sobre la
defraudación fiscal arrojan que “70% del fraude lo cometen las grandes empresas
y los grandes patrimonios”.
Tras
esta cascada de despidos y renuncias, el jefe de la delegación de Grandes
Contribuyentes, Ignacio Huidobro, convocó a una reunión urgente que tuvo como
tema central el expediente Cemex y no una remodelación del equipo, como
oficialmente lo comunicó la AEAT, dijo Cadena Ser.
Apuntaba
que el director de Grandes Contribuyentes habría acusado a la inspectora de
desobediencia por cerrar el expediente Cemex-España sin haber consultado antes
con su dirección. Algunas de las fuentes consultadas señalaron que Huidobro
pretendía rebajar la sanción a Cemex de 450 a sólo 15 millones de euros.
“Los
medios, culpables”
En
la sesión de control del Congreso, a mediados de diciembre, los partidos de
oposición pidieron explicaciones al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
sobre el expediente y los motivos reales de estos ceses, pero el funcionario
del gobierno de Mariano Rajoy se negó argumentando el carácter reservado de
datos o expedientes tributarios.
En
la ríspida sesión, Cayo Lara, dirigente de Izquierda Unida (IU), le preguntó
por dichos ceses y si existían injerencias políticas, pero el ministro aseguró
que “jamás he transmitido una instrucción política a la Agencia Tributaria” ni
existe conflicto de intereses entre él y su equipo con la empresa sancionada, y
lamentó que se ponga en entredicho el prestigio de la AEAT.
Frente
a la instrucción de Hacienda para que se investigara si hubo filtraciones de
información a la prensa sobre este expediente, Cayo Lara le reprochó que sólo
se preocupe por ver si hubo filtración y no por investigar si la sanción a la
cementera fue correcta. “Persiga a los defraudadores y no a los inspectores que
cumplen con su obligación”, le dijo.
En
la tribuna Montoro calificó de falsas las informaciones e insinuó que el medio
que destapó el caso –en realidad fueron el diario El País y Cadena Ser, ambos
del grupo Prisa– lo hizo como forma de presión a Hacienda por tener retrasos en
el pago de impuestos. Aunque en los pasillos del Congreso, ante los
periodistas, trató de matizar ese argumento intimidatorio al que ya recurrió en
pasadas intervenciones, primero contra los actores y creadores críticos con el
gobierno o contra los partidos de oposición, como el caso de IU.
El
diputado Gaspar Llamazares, de IU, dijo: “Me da la impresión de que hay una
Agencia Tributaria para los de a pie, los que tenemos un salario, y otra
Agencia Tributaria para las grandes empresas”.
El
diputado socialista Pedro Saura lamentó la “persecución de funcionarios
independientes que están haciendo bien su trabajo. Usted ya es el Torquemada de
la hacienda pública española”.
Unión,
Progreso y Democracia emitió un comunicado acusando a Montoro de “haber
paralizado la lucha contra el fraude fiscal con los graves y fulminantes ceses”
en la Agencia Tributaria. Y le cuestionó si fueron a instancias del ministerio
o motu proprio del delegado central de Grandes Contribuyentes de AEAT, que
ocupa un “cargo político”.
La
Gestha también pidió información sobre el expediente y todos aquellos
funcionarios y consultores que intervinieron en este caso para saber si no
existe un conflicto de intereses, información que les ha sido negada sistemáticamente,
explicó Cruzado.
En
entrevista, Saura recuerda que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
presentó una serie de preguntas al ministro y solicitó una comisión de
investigación, que fue denegada por la mayoría del PP.
“Incluso
hicimos preguntas por escrito al gobierno, pero no nos aclara nada y yo soy
poco optimista, porque siempre juegan con el paso del tiempo para que se apague
la atención de los asuntos espinosos. En la comparecencia el ministro propuso
hacer una reforma de la Agencia Tributaria, pero le respondí que primero hay
que aclarar este asunto y después hacemos la reforma.”
–¿Cuáles
fueron las preguntas que le hizo al ministro Montoro? –se le pregunta a Saura.
–Primero
si se cumplió la ley existente en el caso Cemex, es decir que todos debemos ser
iguales ante la hacienda pública. Por qué cesan a esta funcionaria que en ese
expediente encontró que se trató de simular que las pérdidas de la empresa
fueran mayores y, por tanto, el crédito fiscal fuera mayor, es decir, lo que Hacienda
te compensa, para que fuera mayor en el futuro, y si tratas de hacerlo de
manera fraudulenta, tiene una penalización.
“Le
pregunté directamente si hay algún asesor, colaborador, alto cargo o él mismo
que tenga algún tipo de incompatibilidad profesional, laboral o de otro tipo
con el caso Cemex o determinadas empresas que asesoraran en el pasado en el
sector privado, y lo baso en que el ministro, su hermano y miembros de su
equipo constituyeron una empresa que brindaba asesoría fiscal, de la que existen
una multitud de publicaciones que se refieren a relaciones no explicadas.”
El
portavoz de Hacienda del PSOE sostuvo que “Montoro y su equipo entienden la
relación entre lo público y lo privado de una manera muy particular: confunden
a sus grandes clientes con los contribuyentes”. Recordó que la otra pregunta
que le formuló al ministro en el Congreso fue si la empresa (Cemex) prometió
inversiones en España a cambio de un mejor trato fiscal.
Pese
a la negativa del ministro sobre la existencia de algún tipo de relación, en
los días siguientes a su comparecencia se fueron desgranando informaciones con
nuevos datos sobre esa sospecha, como la que el diario digital El Plural dio a
conocer sobre miembros del despacho Montoro y Asociados, que pasó a llamarse
Equipo Económico cuando en 2008 el hoy ministro vendió sus acciones al ser
nombrado portavoz económico del PP.
El
despacho Equipo Económico, señala, lo preside Ricardo Martínez Rico, otro socio
fundador de la consultora y exsecretario de Estado de Hacienda y Presupuesto
durante el gobierno de José María Aznar. Es, además, hermano de Felipe Martínez
Rico, actual jefe de gabinete de Montoro.
Ricardo
Montoro, hermano del ministro, fue socio hasta el año pasado, luego de la
polémica por labores de lobby de la consultora a favor de Abengoa, la empresa
de biocombustibles que pretendía lograr una regulación fiscal más favorable
para las energías renovables.
El
pasado 17 de diciembre la publicación digital puso al descubierto que en 2009 y
2010, durante unos seminarios que organiza la Fundación para el Análisis y los
Estudios Sociales –presidida por el expresidente José María Aznar–, a los
cuales asisten solo invitados especiales, coincidieron, entre otros, Montoro,
Ricardo Martínez Rico, del Equipo Económico, y Eduardo García Pinar, principal
directivo en Madrid del despacho internacional de abogados Ashurst, que
actualmente asesora a Cemex-España.
En
esos encuentros también participaron Santiago Menéndez, actual director de la
Agencia Tributaria, y Manuel Balsameda del Campo, economista jefe para España y
Europa del BBVA, quien desde 2006 ocupa el mismo cargo en Cemex-España.
El
digital recordaba que en la entrevista que Montoro concedió al suplemento Nueva
Economía del diario El Mundo, al hablar sobre su consultora, decía que era
lícito que un grupo de personas que venían del ministerio de Hacienda (del
gobierno de Aznar) ahora se ofrecieran para asesorar a empresas privadas con
sus conocimientos sobre la función pública. “Se trata de aprovechar el buen
entendimiento entre nosotros al servicio de empresas-clientes”.
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