La Pésaj -Pascúa Judía- es la primera y más importante fiesta del calendario judío; comienza el día de Nisán- el atardecer del 14 de abril, con el primer Plenilunio después de la Primavera- , y se celebra durante siete días (ocho en la diáspora), de los cuales el primero y el último son días de reposo, y en los que está prohibido el trabajo cotidiano. En ella se festeja la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto obrada por Dios a través de Moisés.
El
Gran Rabino de la Comunidad Judía de Roma, Riccardo Di Segni, recibió un
telegrama del papa Francisco con motivo de la Pésaj, la Pascua judía, que
comienza al atardecer del 14 de abril y tendrá una duración de ocho días; sin duda el Gran Rabino corresponderá a este gesto del Santo Padre al
enviarle sus mejores deseos en un mensaje con motivo de la Pascua cristiana, o Pascua de Resurrección o Pascua Florida que se celebra el próximo domingo. (el siguiente domingo después de concluir la Cuaresma).
En
su comunicación a Di Segni, el Pontífice argentino dirige
"el más cordial deseo de paz" al rabino y a toda la comunidad judía
de Roma al aproximarse esta importante festividad.
Que
"la memoria de la liberación de la opresión a través del brazo potente del
Señor inspire pensamientos de misericordia, de reconciliación y de fraternal
cercanía a todos los que sufren bajo el peso de nuevas esclavitudes",
añade.
"Dirigiendo
el pensamientos en Jerusalén, que tendré la alegría de visitar próximamente,
les pido que me acompañen con la oración, mientras les aseguro mi recuerdo,
invocando abundantes bendiciones del Altísimo", concluye el papa.
Desde
su elección, Francisco ha realizado varios gestos de afecto y amistad hacia los
judíos, considerados ya por Juan Pablo II y Benedicto XVI como "hermanos
mayores en la fe". Y es que lo largo de las últimas décadas las relaciones
de la Iglesia con la Comunidad judía de Roma y el diálogo interreligioso, han
cumplido pasos importantes y se han ido fortificando.
El
13 de abril de 1986 Juan Pablo II se convertía en el primer Pontífice que
visitaba una sinagoga. Elio Toaff, el gran rabino, recibió al Santo Padre en
las puertas del templo judío en Roma y, saltándose el protocolo, se fundieron
en un emotivo abrazo.
Juan
Pablo II, que en algunos momentos se dirigió a los presentes en lengua
hebraica, aprovechó el encuentro para condenar el antisemitismo y se refirió a
los judíos como "hermanos mayores".
Además,
la comunidad judía italiana acogió el 17 de enero de 2010 a Benedicto XVI con
cálidos aplausos en su primera e histórica visita a la Sinagoga de Roma, casi
24 años después de la que realizó Juan Pablo II en 1986.
Antes
de su entrada en la sinagoga, el Pontífice alemán depositó una ofrenda floral
ante las lápidas que recuerdan dos de los momentos más oscuros de la Comunidad
judía romana: la que conmemora la deportación de 1.022 judíos, realizada el 16
de octubre de 1943, y la que recuerda el atentado terrorista del 9 de octubre
de 1982 al Templo, durante el cual murió un niño de dos años, Stefano Taché, y
otras 37 personas resultaron heridas.
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