María Rojo también se va: el PRD dejó de ser lo que fue
Revista
Proceso,
No. 1987, 29 de noviembre de 2014
La renuncia de
Cárdenas, tiro de gracia para el PRD/ROSALIA VERGARA
Porfirio
Muñoz Ledo, César Buenrostro e Ifigenia Martínez comentan para este semanario
la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas al PRD, partido que entre ellos fundaron. El
primero considera que es el “tiro de gracia” para el instituto político. El
segundo la ve lógica, dado el cambio de rumbo perredista. La tercera –única que
mantiene su militancia– aún tiene puesta su esperanza en el sol azteca. Pero
los tres coinciden: La decisión del ingeniero era previsible.
La
renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano cimbró al Partido de la Revolución
Democrática (PRD).
El
miércoles 25, el hasta entonces líder moral de ese partido puso fin a 25 años
de militancia mediante una carta dirigida al CEN perredista. Una semana antes
el tres veces candidato presidencial de la izquierda hizo pública otra misiva
en la cual destacó sus desacuerdos con la directiva del PRD encabezada por
Carlos Navarrete, de Nueva Izquierda, la tribu hegemónica.
Tres
fundadores del PRD hablan con Proceso de la renuncia cardenista.
Porfirio
Muñoz Ledo considera que es “el tiro de gracia” para el proyecto que nació con
el Frente Democrático Nacional (FDN) en 1988. Para César Buenrostro es una
reacción al cambio de rumbo del partido, que se alejó de los principios que le
dieron origen. E Ifigenia Martínez aún tiene la esperanza de salvar al barco
perredista del naufragio. Entrevistados vía telefónica los tres comentan la
necesidad de refundar el PRD por el bien de la izquierda mexicana.
Tras
lamentar la salida de Cárdenas los entrevistados coinciden en que esa decisión
era previsible. “Se perdió el proyecto original”, sentencia Muñoz Ledo.
“Cuauhtémoc
ejerció su liderazgo en el PRD a mansalva. Yo, en un estilo distinto creo que
cambié, al ejercer mi liderazgo, las decisiones más importantes con el
gobierno, pero desde una actitud independiente. Lo que tenemos de democracia,
lo poco que tenemos, nos viene de las negociaciones de 1996”, año en el cual
dirigió al partido.
El
embajador de México ante la Unión Europea en el sexenio de Vicente Fox señala
que en su historia el PRD obtuvo triunfos para la democracia nacional, como la
autonomía del Instituto Federal Electoral (ahora INE) y la democratización del
Gobierno de la Ciudad de México que, agregó, “está incompleta”.
Más:
“Lo que está ocurriendo en el PRD es que en esta fase no ha cumplido un papel
de partido de izquierda y de oposición. Sigue obsesionado con tener un pedacito
de una gubernatura –de ahí salen diez chambas, 20 chambas–, por tener un
alcalde en Iguala que tenga dinero…”
“Entonces
el PRD actual ha privilegiado a los candidatos que tienen dinero sobre las
personalidades que tienen ideas. Se ha convertido en un negocio, ponen a gente
que tiene dinero y que va a hacer más dinero y le va a pasar una parte. Eso es
lo que ocurre”, comenta.
La
época de oro
Muñoz
Ledo asegura que el PRD “perdió el proyecto original” que lo convirtió en el
mayor frente político que haya existido al margen del PRI y que emergió del
proceso electoral de 1988 como una prometedora fuerza de centro-izquierda, pero
que desde entonces dejó ver sus limitaciones, sus flaquezas y sus
contradicciones internas.
El
FDN fue una coalición creada para disputar las elecciones presidenciales en
1988. Antecedente del PRD, su origen fue una escisión del PRI. Cárdenas llamó a
sumarse a este proyecto y a su convocatoria respondieron personajes de la
izquierda como Heberto Castillo o Gilberto Rincón Gallardo, entre muchos otros.
Esta
etapa y las presidencias del perredismo encabezadas por Cárdenas, Muñoz Ledo y
Andrés Manuel López Obrador, son consideradas por el entrevistado como la
“época de oro” del partido. Reconoce que los problemas internos se
intensificaron a partir de 2008, cuando Jesús Ortega llegó a la presidencia
nacional del instituto político –por una decisión del Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación– después de una pugna de nueve meses.
“De
los tres expresidentes del partido (en esa época), Cuauhtémoc, yo en medio y
Andrés Manuel López Obrador, los tres ya renunciamos al PRD. Es un hecho
mayor”, indica.
–¿Cómo
queda hoy el partido, como un negocio, como un cascarón? –se le pregunta.
–Más
que como un negocio como un cascarón, porque habrá mucha gente que se va a
salir.
“La
salida de Cuauhtémoc es un tiro de gracia al PRD en la medida en que el
ingeniero tuvo la habilidad de plantear por delante el problema ético y de
responsabilidad sobre lo que está ocurriendo en el país. Hay una parte en la
izquierda que todavía tiene muchos puntos en el ranking, no sé quién haga las
encuestas, pero con estas tres renuncias históricas, que son claras, es obvio
que no corresponde al proyecto original”, añadió.
Muñoz
Ledo, quien renunció al PRD en 1999, ha sido protagonista y testigo
privilegiado de la vida pública mexicana desde hace décadas. En una entrevista
publicada en 16 de septiembre de 2012 en este semanario (Proceso 1674) analizó
el momento político de la izquierda ante el regreso del PRI a la Presidencia y
lo comparó con la disyuntiva que enfrentó el FDN.
En
ese entonces planteó la creación de un partido-frente a partir de un congreso
refundacional como el realizado en agosto de 1995 en Oaxtepec, Morelos, cuando
presidió al PRD. Opinó que esa sería la última oportunidad del partido para
transformarse.
El
excandidato al gobierno de Guanajuato (1991) afirmó entonces: “La izquierda
necesita una refundación, no puede seguir así. ¿Es posible una depuración de la
izquierda? ¿La izquierda va a seguir sometida al imperio de los grupos, de las
fracciones?”
En
la actualidad, señala en la entrevista, el PRD hizo una alianza con el gobierno
en lugar de formar una “gran coalición de gente y de mentes, de personalidades
de izquierda que avalen un proyecto contrario a éste. Es el momento de la
imaginación, estamos en una degradación social impensable. El país ha caído muy
bajo. Y lo digo honestamente, sin ninguna exageración ni propaganda, nunca, en
las últimas crisis del país la conciencia popular ha sido tan viva como ahora”.
Un
PRD sin principios: Buenrostro
César
Buenrostro, quien conoce a Cárdenas desde 1951, cuando estudiaron en la antigua
Escuela Nacional de Ingenieros de la UNAM, recuerda cuando fundaron la
Corriente Democrática como antecedente del FDN y del PRD, así como las luchas
político-electorales sorteadas junto al ingeniero.
“Yo
me retiré del PRD porque se había apartado de los principios que nos llevaron a
su creación, en donde ninguno lucró. Nos comportamos de acuerdo con nuestra
ideología y sin buscar un poder personal para aprovecharlo, como hoy está en
boga en todos los partidos. La política mexicana está degradada”, indica en entrevista
telefónica.
Comenta
que en una reunión el sábado 22 se discutió una eventual renuncia de Cárdenas.
“Felicité
al ingeniero Cárdenas el mismo día que presentó su renuncia. Nos habíamos
reunido con el propio Cuauhtémoc. Fue Porfirio, Ifigenia, Leonel Durán y este
servidor para hacer comentarios y demás, sobre todo de preocupación
principalmente por la ideología”.
Revela
que le comentó a Cárdenas la improbabilidad de cambio dentro del PRD con la
dirección, desde 2008, de Nueva Izquierda; ya instalados Los Chuchos en la
dirigencia es casi imposible que suelten el poder, pues “tienen una forma de
ver la política como un beneficio personal, de poderío, de cargos y para el
lucro”, agrega.
En
ese encuentro, señala, felicitó a Cárdenas por su decisión de renunciar al PRD,
porque “era necesario deslindarse”.
–¿En
esa reunión Cárdenas expuso esa pretensión? –se le pregunta.
–Manifestó
anticipadamente su preocupación por lo que estaba pasando en el partido. Hizo
su último esfuerzo y encontró las puertas cerradas. Lo que habíamos previsto
antes, de que es tanto el poderío que han acumulado Nueva Izquierda y sus
aliados, y las desviaciones no sólo en materia de corrupción sino con las ligas
con otros grupos de ideología distinta a la de nosotros (que son nacionalistas
y patrióticas) lo orilló a separarse.
Buenrostro
critica a la actual dirigencia perredista y a la que la antecedió –las de
Carlos Navarrete y Jesús Zambrano, respectivamente– porque abandonaron los
principios que dieron origen al partido.
“El
partido perdió sus principios básicos. Es lo más trascendente, diría yo, lo que
llevó seguramente a Cuauhtémoc Cárdenas a renunciar. El PRD es aliado directo e
incondicional del gobierno federal, demostrado con la firma del Pacto por
México”, apunta.
–¿Cuál
cree que es el futuro del PRD?
–No
me atrevo a ser catastrofista ni nada que se le parezca. El partido va a seguir
adelante sobre todo si tiene las bendiciones oficiales. Pero que esto va a
calar al partido, sí lo cala, porque mucha gente sigue creyendo más en
Cuauhtémoc Cárdenas que en el PRD.
“No
se trata de formar un nuevo partido. Se trata de solidarizarse con la autoridad
política y social que tiene Cuauhtémoc Cárdenas, con las manifestaciones
sociales, sin pretender ser los líderes”, aseguró.
“No
deja de doler”: Ifigenia
Fundadora
del PRD, Ifigenia Martínez suspira resignada y comenta así la renuncia de
Cárdenas: “No deja de doler. Por lo menos a mí, porque él fue de los fundadores
del partido; pero por otro lado también hay que considerar las razones que
tiene cada quien y respetarlas”.
–¿Cómo
quedó el PRD?
–Tiene
una membresía bastante elevada y tenemos que seguir adelante. Ni modo que
nosotros digamos que ya no vamos a participar en partidos políticos. Los
partidos políticos son institucionales y es la forma que se lleva a cabo la
participación. Claro que eso también nos obliga, y es algo en lo que hemos
fallado, en tener una posición más crítica, sobre todo para las dirigencias que
se supone son las que deben indicar el camino.
La
consejera para la reforma del Distrito Federal, nombrada en 2013 por el jefe de
Gobierno Miguel Ángel Mancera, reconoció que en el PRD se han cometido errores
y han sobresalido los defectos internos, los cuales no la motivan a seguir los
pasos del ingeniero y renunciar.
–¿Ha
considerado la posibilidad de seguir al ingeniero Cárdenas? –se le pregunta.
–No.
No, no, no, no. De ninguna manera. Yo soy parte del PRD, nosotros llamamos a
formar el PRD, junto con Muñoz Ledo. Él se separó antes que el ingeniero, yo lo
sentí mucho, pero continué y ahora es el ingeniero el que nos deja… pero yo voy
a seguir –responde la cofundadora en México de la Comisión Económica Para
América Latina.
“El
PRD ha resultado muy dañado, pero yo creo que no, que la mejor forma de
contribuir a una participación política es señalar errores y tratar de
superarlos”, apunta y añade que en el corto plazo sí afectará al PRD la salida
de Cárdenas, pero ahora deben trabajar “más duro” por el bien del partido.
∞∞∞∞
María
Rojo también se va: el PRD dejó de ser lo que fue
LA
REDACCIÓN
Señor
director:
Le
solicito publicar la siguiente carta que envié al presidente nacional del PRD,
en la cual le comunico mi decisión de renunciar a este instituto político, así
como los motivos que me movieron a ello.
Ciudad
de México, Distrito Federal, 26 de noviembre de 2014
C.
Carlos Navarrete Ruiz
Presidente
del Consejo Nacional
Partido
de la Revolución Democrática
P
r e s e n t e
Por
este medio le comunico mi separación definitiva del Partido de la Revolución
Democrática, decisión que asumo como irrevocable y producto de una profunda
reflexión. Me explico:
La
izquierda combativa se ha caracterizado por su actitud crítica y autocrítica,
lejos de la autocomplacencia y el fundamentalismo ideológico; en ese orden de
ideas, desde este sector de vanguardia en luchas sociales las ideas se han
definido a través de las acciones de mujeres y hombres que se expresan en
organizaciones de diversa índole, una de ellas los partidos políticos. Y llega
a suceder, es un fenómeno que se enmarca en la idea de desarrollo desigual de
los sectores, que surgen contradicciones internas que merecen un profundo
análisis y, en consecuencia, una rigurosa autocrítica que se traduce en
decisiones y acciones con alto espíritu democrático.
Hemos
observado que vivimos uno de estos procesos de crisis, entendida esta como
punto de quiebre y, por ende, de reflexión y replanteamientos. Así, en su
momento histórico el Partido de la Revolución Democrática fue la plataforma
idónea para sustentar la lucha de la izquierda en México, y yo en lo particular
encontré en el PRD el mejor apoyo para realizar las actividades que a través de
la elección popular se me encomendaron.
Sin
embargo, reitero, los procesos históricos apuntan hacia la necesidad de
reflexionar sobre las opciones de organización mayoritaria de la izquierda, sin
que ello signifique duda alguna sobre el papel de vanguardia de la propia
izquierda, dentro de la cual seguiré militando y en donde muchos de nosotros
seguiremos encontrándonos y trabajando.
Es
por ello que he decidido separarme del Partido de la Revolución Democrática,
pero a la vez ratificar mis convicciones, mismas que en su tiempo me acercaron
a este instituto político.
A
los compañeros que me apoyaron en mi trabajo, les agradezco su firmeza y su
entusiasmo; a quienes me ilustraron desde la crítica, les reconozco su claridad
y buena fe.
Atentamente
María
Rojo
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