30 nov 2014

La renuncia de Cárdenas, tiro de gracia para el PRD

María Rojo también se va: el PRD dejó de ser lo que fue
Revista Proceso, No. 1987, 29 de noviembre de 2014
La renuncia de Cárdenas, tiro de gracia para el PRD/ROSALIA VERGARA
Porfirio Muñoz Ledo, César Buenrostro e Ifigenia Martínez comentan para este semanario la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas al PRD, partido que entre ellos fundaron. El primero considera que es el “tiro de gracia” para el instituto político. El segundo la ve lógica, dado el cambio de rumbo perredista. La tercera –única que mantiene su militancia– aún tiene puesta su esperanza en el sol azteca. Pero los tres coinciden: La decisión del ingeniero era previsible.
 La renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano cimbró al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
 El miércoles 25, el hasta entonces líder moral de ese partido puso fin a 25 años de militancia mediante una carta dirigida al CEN perredista. Una semana antes el tres veces candidato presidencial de la izquierda hizo pública otra misiva en la cual destacó sus desacuerdos con la directiva del PRD encabezada por Carlos Navarrete, de Nueva Izquierda, la tribu hegemónica.
 Tres fundadores del PRD hablan con Proceso de la renuncia cardenista.
 Porfirio Muñoz Ledo considera que es “el tiro de gracia” para el proyecto que nació con el Frente Democrático Nacional (FDN) en 1988. Para César Buenrostro es una reacción al cambio de rumbo del partido, que se alejó de los principios que le dieron origen. E Ifigenia Martínez aún tiene la esperanza de salvar al barco perredista del naufragio. Entrevistados vía telefónica los tres comentan la necesidad de refundar el PRD por el bien de la izquierda mexicana.

 Tras lamentar la salida de Cárdenas los entrevistados coinciden en que esa decisión era previsible. “Se perdió el proyecto original”, sentencia Muñoz Ledo.
 “Cuauhtémoc ejerció su liderazgo en el PRD a mansalva. Yo, en un estilo distinto creo que cambié, al ejercer mi liderazgo, las decisiones más importantes con el gobierno, pero desde una actitud independiente. Lo que tenemos de democracia, lo poco que tenemos, nos viene de las negociaciones de 1996”, año en el cual dirigió al partido.
 El embajador de México ante la Unión Europea en el sexenio de Vicente Fox señala que en su historia el PRD obtuvo triunfos para la democracia nacional, como la autonomía del Instituto Federal Electoral (ahora INE) y la democratización del Gobierno de la Ciudad de México que, agregó, “está incompleta”.
 Más: “Lo que está ocurriendo en el PRD es que en esta fase no ha cumplido un papel de partido de izquierda y de oposición. Sigue obsesionado con tener un pedacito de una gubernatura –de ahí salen diez chambas, 20 chambas–, por tener un alcalde en Iguala que tenga dinero…”
 “Entonces el PRD actual ha privilegiado a los candidatos que tienen dinero sobre las personalidades que tienen ideas. Se ha convertido en un negocio, ponen a gente que tiene dinero y que va a hacer más dinero y le va a pasar una parte. Eso es lo que ocurre”, comenta.
 La época de oro
 Muñoz Ledo asegura que el PRD “perdió el proyecto original” que lo convirtió en el mayor frente político que haya existido al margen del PRI y que emergió del proceso electoral de 1988 como una prometedora fuerza de centro-izquierda, pero que desde entonces dejó ver sus limitaciones, sus flaquezas y sus contradicciones internas.
 El FDN fue una coalición creada para disputar las elecciones presidenciales en 1988. Antecedente del PRD, su origen fue una escisión del PRI. Cárdenas llamó a sumarse a este proyecto y a su convocatoria respondieron personajes de la izquierda como Heberto Castillo o Gilberto Rincón Gallardo, entre muchos otros.
 Esta etapa y las presidencias del perredismo encabezadas por Cárdenas, Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, son consideradas por el entrevistado como la “época de oro” del partido. Reconoce que los problemas internos se intensificaron a partir de 2008, cuando Jesús Ortega llegó a la presidencia nacional del instituto político –por una decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación– después de una pugna de nueve meses.
 “De los tres expresidentes del partido (en esa época), Cuauhtémoc, yo en medio y Andrés Manuel López Obrador, los tres ya renunciamos al PRD. Es un hecho mayor”, indica.
 –¿Cómo queda hoy el partido, como un negocio, como un cascarón? –se le pregunta.
 –Más que como un negocio como un cascarón, porque habrá mucha gente que se va a salir.
 “La salida de Cuauhtémoc es un tiro de gracia al PRD en la medida en que el ingeniero tuvo la habilidad de plantear por delante el problema ético y de responsabilidad sobre lo que está ocurriendo en el país. Hay una parte en la izquierda que todavía tiene muchos puntos en el ranking, no sé quién haga las encuestas, pero con estas tres renuncias históricas, que son claras, es obvio que no corresponde al proyecto original”, añadió.
 Muñoz Ledo, quien renunció al PRD en 1999, ha sido protagonista y testigo privilegiado de la vida pública mexicana desde hace décadas. En una entrevista publicada en 16 de septiembre de 2012 en este semanario (Proceso 1674) analizó el momento político de la izquierda ante el regreso del PRI a la Presidencia y lo comparó con la disyuntiva que enfrentó el FDN.
 En ese entonces planteó la creación de un partido-frente a partir de un congreso refundacional como el realizado en agosto de 1995 en Oaxtepec, Morelos, cuando presidió al PRD. Opinó que esa sería la última oportunidad del partido para transformarse.
 El excandidato al gobierno de Guanajuato (1991) afirmó entonces: “La izquierda necesita una refundación, no puede seguir así. ¿Es posible una depuración de la izquierda? ¿La izquierda va a seguir sometida al imperio de los grupos, de las fracciones?”
 En la actualidad, señala en la entrevista, el PRD hizo una alianza con el gobierno en lugar de formar una “gran coalición de gente y de mentes, de personalidades de izquierda que avalen un proyecto contrario a éste. Es el momento de la imaginación, estamos en una degradación social impensable. El país ha caído muy bajo. Y lo digo honestamente, sin ninguna exageración ni propaganda, nunca, en las últimas crisis del país la conciencia popular ha sido tan viva como ahora”.
 Un PRD sin principios: Buenrostro
 César Buenrostro, quien conoce a Cárdenas desde 1951, cuando estudiaron en la antigua Escuela Nacional de Ingenieros de la UNAM, recuerda cuando fundaron la Corriente Democrática como antecedente del FDN y del PRD, así como las luchas político-electorales sorteadas junto al ingeniero.
 “Yo me retiré del PRD porque se había apartado de los principios que nos llevaron a su creación, en donde ninguno lucró. Nos comportamos de acuerdo con nuestra ideología y sin buscar un poder personal para aprovecharlo, como hoy está en boga en todos los partidos. La política mexicana está degradada”, indica en entrevista telefónica.
 Comenta que en una reunión el sábado 22 se discutió una eventual renuncia de Cárdenas.
 “Felicité al ingeniero Cárdenas el mismo día que presentó su renuncia. Nos habíamos reunido con el propio Cuauhtémoc. Fue Porfirio, Ifigenia, Leonel Durán y este servidor para hacer comentarios y demás, sobre todo de preocupación principalmente por la ideología”.
 Revela que le comentó a Cárdenas la improbabilidad de cambio dentro del PRD con la dirección, desde 2008, de Nueva Izquierda; ya instalados Los Chuchos en la dirigencia es casi imposible que suelten el poder, pues “tienen una forma de ver la política como un beneficio personal, de poderío, de cargos y para el lucro”, agrega.
 En ese encuentro, señala, felicitó a Cárdenas por su decisión de renunciar al PRD, porque “era necesario deslindarse”.
 –¿En esa reunión Cárdenas expuso esa pretensión? –se le pregunta.
 –Manifestó anticipadamente su preocupación por lo que estaba pasando en el partido. Hizo su último esfuerzo y encontró las puertas cerradas. Lo que habíamos previsto antes, de que es tanto el poderío que han acumulado Nueva Izquierda y sus aliados, y las desviaciones no sólo en materia de corrupción sino con las ligas con otros grupos de ideología distinta a la de nosotros (que son nacionalistas y patrióticas) lo orilló a separarse.
 Buenrostro critica a la actual dirigencia perredista y a la que la antecedió –las de Carlos Navarrete y Jesús Zambrano, respectivamente– porque abandonaron los principios que dieron origen al partido.
 “El partido perdió sus principios básicos. Es lo más trascendente, diría yo, lo que llevó seguramente a Cuauhtémoc Cárdenas a renunciar. El PRD es aliado directo e incondicional del gobierno federal, demostrado con la firma del Pacto por México”, apunta.
 –¿Cuál cree que es el futuro del PRD?
 –No me atrevo a ser catastrofista ni nada que se le parezca. El partido va a seguir adelante sobre todo si tiene las bendiciones oficiales. Pero que esto va a calar al partido, sí lo cala, porque mucha gente sigue creyendo más en Cuauhtémoc Cárdenas que en el PRD.
 “No se trata de formar un nuevo partido. Se trata de solidarizarse con la autoridad política y social que tiene Cuauhtémoc Cárdenas, con las manifestaciones sociales, sin pretender ser los líderes”, aseguró.
 “No deja de doler”: Ifigenia
 Fundadora del PRD, Ifigenia Martínez suspira resignada y comenta así la renuncia de Cárdenas: “No deja de doler. Por lo menos a mí, porque él fue de los fundadores del partido; pero por otro lado también hay que considerar las razones que tiene cada quien y respetarlas”.
 –¿Cómo quedó el PRD?
 –Tiene una membresía bastante elevada y tenemos que seguir adelante. Ni modo que nosotros digamos que ya no vamos a participar en partidos políticos. Los partidos políticos son institucionales y es la forma que se lleva a cabo la participación. Claro que eso también nos obliga, y es algo en lo que hemos fallado, en tener una posición más crítica, sobre todo para las dirigencias que se supone son las que deben indicar el camino.
 La consejera para la reforma del Distrito Federal, nombrada en 2013 por el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, reconoció que en el PRD se han cometido errores y han sobresalido los defectos internos, los cuales no la motivan a seguir los pasos del ingeniero y renunciar.
 –¿Ha considerado la posibilidad de seguir al ingeniero Cárdenas? –se le pregunta.
 –No. No, no, no, no. De ninguna manera. Yo soy parte del PRD, nosotros llamamos a formar el PRD, junto con Muñoz Ledo. Él se separó antes que el ingeniero, yo lo sentí mucho, pero continué y ahora es el ingeniero el que nos deja… pero yo voy a seguir –responde la cofundadora en México de la Comisión Económica Para América Latina.
 “El PRD ha resultado muy dañado, pero yo creo que no, que la mejor forma de contribuir a una participación política es señalar errores y tratar de superarlos”, apunta y añade que en el corto plazo sí afectará al PRD la salida de Cárdenas, pero ahora deben trabajar “más duro” por el bien del partido.
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María Rojo también se va: el PRD dejó de ser lo que fue
LA REDACCIÓN
Señor director:
Le solicito publicar la siguiente carta que envié al presidente nacional del PRD, en la cual le comunico mi decisión de renunciar a este instituto político, así como los motivos que me movieron a ello.
Ciudad de México, Distrito Federal, 26 de noviembre de 2014
C. Carlos Navarrete Ruiz
Presidente del Consejo Nacional
Partido de la Revolución Democrática
P r e s e n t e
Por este medio le comunico mi separación definitiva del Partido de la Revolución Democrática, decisión que asumo como irrevocable y producto de una profunda reflexión. Me explico:
La izquierda combativa se ha caracterizado por su actitud crítica y autocrítica, lejos de la autocomplacencia y el fundamentalismo ideológico; en ese orden de ideas, desde este sector de vanguardia en luchas sociales las ideas se han definido a través de las acciones de mujeres y hombres que se expresan en organizaciones de diversa índole, una de ellas los partidos políticos. Y llega a suceder, es un fenómeno que se enmarca en la idea de desarrollo desigual de los sectores, que surgen contradicciones internas que merecen un profundo análisis y, en consecuencia, una rigurosa autocrítica que se traduce en decisiones y acciones con alto espíritu democrático.
Hemos observado que vivimos uno de estos procesos de crisis, entendida esta como punto de quiebre y, por ende, de reflexión y replanteamientos. Así, en su momento histórico el Partido de la Revolución Democrática fue la plataforma idónea para sustentar la lucha de la izquierda en México, y yo en lo particular encontré en el PRD el mejor apoyo para realizar las actividades que a través de la elección popular se me encomendaron.
Sin embargo, reitero, los procesos históricos apuntan hacia la necesidad de reflexionar sobre las opciones de organización mayoritaria de la izquierda, sin que ello signifique duda alguna sobre el papel de vanguardia de la propia izquierda, dentro de la cual seguiré militando y en donde muchos de nosotros seguiremos encontrándonos y trabajando.
Es por ello que he decidido separarme del Partido de la Revolución Democrática, pero a la vez ratificar mis convicciones, mismas que en su tiempo me acercaron a este instituto político.
A los compañeros que me apoyaron en mi trabajo, les agradezco su firmeza y su entusiasmo; a quienes me ilustraron desde la crítica, les reconozco su claridad y buena fe.
Atentamente
María Rojo

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