Revista
Proceso,
No. 1987, 29 de noviembre de 2014
Otro
premio para Hinojosa Cantú/JESUSA
CERVANTES
La
de la autopista Toluca-Naucalpan es otra de las licitaciones obtenidas por Juan
Armando Hinojosa en el Estado de México durante el gobierno de Enrique Peña
Nieto, pese a que el empresario carecía entonces de la liquidez necesaria para
empezar el trabajo. Pero –en un esquema irregular y poco claro– el dueño del
Grupo Higa financió algunas obras para la administración mexiquense… y esperó.
Cuando el priista llegó a la Presidencia, el constructor recibió un salvador
crédito multimillonario que le permitió echar a andar el proyecto. Sin embargo,
tenía que superar otro obstáculo: La oposición de los comuneros a quienes
despojarían de sus tierras…
Un
año después de que Juan Armando Hinojosa Cantú entregara a la esposa de Enrique
Peña Nieto, la actriz Angélica Rivera, la casa de Sierra Gorda 150 en las Lomas
de Chapultepec –con un costo aproximado de 7 millones de dólares–, el gobierno
federal dio al empresario un crédito por 2 mil 775 millones de pesos para
construir la autopista Toluca-Naucalpan.
El
proveedor favorito de Peña Nieto durante su paso por el gobierno del Estado de
México –según estimaciones periodísticas obtuvo contratos por 35 mil millones
de pesos– ganó en abril de 2007 la concesión de la autopista, pero no pudo
iniciar la obra por falta de dinero fresco y también debido a conflictos con
los propietarios de los terrenos de San Francisco Xochicuautla, una de las
cinco regiones indígenas por donde pasará la vía.
Pero
el 23 de febrero de 2013, a poco más de dos meses de asumir la Presidencia de
la República, Peña Nieto le consiguió al empresario los recursos para arrancar
los trabajos, que llevaban casi seis años de retraso.
Del
crédito que el gobierno peñanietista le autorizó a Hinojosa Cantú salió el
dinero para pagar el derecho de vía y 13 millones de pesos que el empresario
les habría hecho llegar a 320 comuneros de Xochicuautla a cambio de avalar en
asamblea comunitaria la entrega de sus terrenos.
Hoy
de nuevo el proyecto debería estar en suspenso: El pasado 15 de mayo el Primer
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito anuló la
asamblea general de comuneros de San Francisco Xochicuautla.
Pero
la obra no se ha detenido.
El
pasado 8 de octubre el constructor ignoró la resolución judicial y echó a andar
la maquinaria de una de sus empresas y ganadora de la licitación, Autopistas de
Vanguardia, S. A. de C. V. (Autovan).
El
hecho provocó que el lunes 3 de noviembre, 121 comuneros de Xochicuautla
–quienes no aceptaron entregar sus tierras– se enfrentaran con los trabajadores
de Autovan que fueron respaldados por 600 policías estatales. El resultado fue
la destrucción de algunas cosechas y la detención de ocho campesinos, entre
ellos uno de 76 años.
Luego
de un par de días éstos fueron puestos en libertad por falta de cargos, pero
ahora tienen miedo de una nueva confrontación.
Crédito
para Hinojosa
En
su segundo año al frente del gobierno del Estado de México, Peña Nieto emitió
la licitación para construir la autopista Toluca-Naucalpan de 39 kilómetros, de
los cuales 30 pasan por un bosque y una reserva acuífera otomí. Esta última es
considerada incluso por Autovan como una “zona con gran capacidad de
infiltración y representa tal vez el potencial con mayor riqueza de agua
subterránea en el Edomex”.
En
abril de 2007 a Autovan se le llamó “ganador” de la concesión para construir la
autopista Toluca-Naucalpan y operarla durante 30 años teniendo como ganancia el
cobro de peaje, pues se trata de una vía privada (Proceso pudo consultar una
copia del documento que otorga la concesión).
Otro
documento del gobierno estatal –Asuntos prioritarios del sector comunicaciones
del Edomex, fechado el 10 de julio de 2007 y el cual también pudo revisar este
semanario– establece que la obra sería de 34 kilómetros y tendría un costo de 4
mil millones de pesos; sin embargo hoy su extensión prevista es de 39
kilómetros. Y el gobierno federal ya le entregó a Hinojosa casi 3 mil millones
de pesos para echarla a andar.
Entre
las cláusulas de la concesión estatal de 2007 y el crédito gubernamental
federal hay un toma y daca de recursos.
En
septiembre de 2007 el dueño de Higa, Eolo, Constructora Teya, Publicidad y
Artículos Creativos, Mezcla Asfáltica de Alta Calidad, Señales y Mantenimiento,
consorcio IGSA Médica del Perú y ahora Ingeniería Inmobiliaria del Centro –la
que adquirió el terreno y “vendió” la casa a Angélica Rivera– recibió el título
de concesión (cuya copia pudo ver Proceso) para “la construcción, explotación,
operación, conservación y mantenimiento” de la autopista.
El
documento establece que el concesionario deberá crear otra empresa, de ahí que
constituyera Autovan, y un fideicomiso mediante el cual se comprará a los
comuneros las hectáreas afectadas.
A
cambio, según el título, Hinojosa debió financiar algunas obras del entonces
gobernador Peña Nieto. Dio 65 millones de pesos para la modernización del
bulevar Luis Donaldo Colosio, 90 para la construcción de la conexión bulevar
Aeropuerto y 20 más para la del ramal Huixquilucan. Un total de 175 millones de
pesos frescos para subsidiar las obras del entonces gobernador.
El
retraso en las obras, debido principalmente a conflictos con los comuneros de
Xochicuautla y de Santa Cruz Ayotuxco –municipio de Huixquilucan–, Peña Nieto
lo pudo compensar una vez que asumió la Presidencia.
Por
decisión presidencial –ejecutada por un primo segundo de Peña Nieto, Alfredo
del Mazo, director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras)
y del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin)– le autorizaron “al conocido”
de Angélica Rivera 2 mil 775 millones de pesos “para el desarrollo de la nueva
autopista Toluca-Naucalpan”.
De
acuerdo con un boletín de Banobras emitido el 23 de febrero de 2013, “con el
objetivo de mejorar la vialidad entre la zona norponiente del Valle de México
con el Valle de Toluca, Banobras junto con Fonadin autorizaron recursos por un
total de 2 mil 775 millones de pesos…”
Previamente,
se añade en el comunicado, el Fonadin le otorgó a este proyecto una garantía de
crédito para la liberación de derechos de vía.
De
los 2 mil 775 millones de pesos que le dio el gobierno federal a Hinojosa Cantú
para la autopista, un día antes de que se dieran a conocer públicamente dichos
recursos el constructor y amigo de la pareja presidencial puso a trabajar parte
de ese dinero, 600 millones de pesos, en la Bolsa Mexicana de Valores a través
de Infraestructura Institucional, S. de R. L de C. V.
Según
el título de concesión, Autovan crearía un fideicomiso para el pago de tierras.
Sin embargo fue el Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y
Auxiliares del Estado de México (SAASCAEM) el que creó el fideicomiso y, por lo
tanto, pagó a 320 comuneros de San Francisco Xochicuautla los bienes comunales.
El
“convenio de ocupación previa” suscrito entre el SAASCAEM y 320 comuneros el 16
de noviembre de 2011 indica que éstos aceptaban el proyecto de la autopista,
con base en lo resuelto por la asamblea general del 14 de agosto de 2011.
A
cambio de esta aceptación dada en la supuesta asamblea, los comuneros avalaban
la expropiación por causa de “utilidad pública” de 235 mil 736.42 metros
cuadrados “de tierras de uso común” y aceptaban el pago de 230 pesos por metro
cuadrado.
Es
decir que el gobierno de Peña Nieto les pagaría 55 millones 538 mil 758 pesos
con 16 centavos, dice el convenio que Proceso pudo consultar.
Aceptan
que dicho dinero es “pago de indemnización… mediante cheque y en una sola
exhibición con cargo al fideicomiso constituido para tal finalidad en un plazo
de 30 días hábiles contados a partir de la firma de dicho convenio”.
Los
comuneros se obligan por su parte a “no impedir ni entorpecer las actividades y
trabajos”.
El
convenio dice que el Estado de México les pagaría 55 millones de pesos en una
sola exhibición, pero dos años después, el 12 de julio de 2013 los comuneros
recibieron, no de la administración mexiquense sino del gobierno federal –vía
el Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal (Fifonafe)– pagos por 40 mil
410 pesos. Proceso observó las copias de los cheques.
El
Fifonafe es un órgano público que entre sus facultades tiene la de revisar los
decretos de expropiación de tierras ejidales o comunales a fin de que se cumpla
con las causas de utilidad pública, y forma parte de la Secretaría de
Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Inconformes
Desde
el día en que se lanzó el concurso de licitación SCEM-CCA-01-06 para construir
y operar la autopista Toluca-Naucalpan, comuneros de Xochicuautla, principal
grupo comunal de los siete afectados por la obra, éstos empezaron a movilizarse.
José
Luis Fernández Flores, Antonio Reyes Valdés y Lucas Miguel Hernández Josefa,
comuneros de Xochicuautla, explican a Proceso que en 2006 se lanzó la
licitación, en abril de 2007 se dijo que la ganó Hinojosa Cantú, en septiembre
de 2007 se firmó el título de concesión y el 29 de octubre de ese año el
gobierno hizo que un grupo de comuneros pidiera el reconocimiento de “comuneros
de la comunidad”.
De
las 40 mil personas que viven en la zona por la cual pasará la autopista, el
Tribunal Unitario Agrario del Distrito 9 reconoció con carácter de comuneros a
882: 441 de San Francisco Xochicuautla y 441 del Barrio La Concepción.
José
Luis Fernández, originario de Xochicuautla, explica que el gobierno estatal de
Peña Nieto dividió con dinero a los 441 comuneros de esa localidad, los mismos
que en octubre de 2007 pidieron el reconocimiento ante el tribunal agrario y
quienes el 14 de agosto de 2011 resolvieron estar a favor de la autopista.
“De
los 441 que nos reconocieron, 320 votaron a favor y 121 lo hicimos en contra e
impugnamos la asamblea por tener irregularidades; eso provocó que la obra se
detuviera y apenas el 15 de mayo de 2014 el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa de Segundo Circuito anuló la asamblea del 14 de agosto
de 2011”.
Con
un documento, del cual tiene copia Proceso, se anula el “convenio de Ocupación
Previa” que algunos comuneros firmaron el 14 de agosto de 2011 con el gobierno
mexiquense, y por lo tanto la indemnización de poco más de 55 millones de
pesos.
Fernández,
quien acusa al gobierno estatal peñanietista de haber comprado a algunos
comuneros y dividirlos, mostró el cheque por 40 mil 410 pesos que el Fifonafe
entregó el 12 de julio de 2013 “para votar a favor en aquella asamblea” y con
lo cual les compraron los terrenos.
El
documento que ampara el citado cheque va acompañado de un pagaré donde se
establece que se recibieron los recursos “y en consecuencia otorgo a favor del
Fifonafe el más amplio finiquito que en derecho proceda respecto a pago a que
se refiere el presente recibo, por lo que expresamente no me reservo derecho de
acción alguna que pudiera reclamar”.
Pero
hoy, dice, ese convenio y los pagos se tienen que echar abajo, así como las
obras de Hinojosa y Autovan, “porque ya ganamos el amparo en la última instancia
y se anuló dicha asamblea”. Hasta el momento la maquinaria de Autovan sigue en
los terrenos de Xochicuautla y la obra tiene un avance de 30%.
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