Revista
Proceso,
No. 1987, 29 de noviembre de 2014
En
materia policiaca, tras las huellas de Calderón/JORGE CARRASCO ARAIZAGA
El
presidente Enrique Peña Nieto sigue los pasos de su antecesor y con el pretexto
de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa a manos de la
Policía Municipal de Iguala, se encamina a la centralización y militarización
creciente de la seguridad pública.
En
la práctica eso ha significado la virtual desaparición de policías municipales
en varias partes del país, con lo que los gobiernos estatales han asumido las
funciones de seguridad pública, apoyados por la federación, como es el caso de
la llamada Fuerza Civil de Veracruz, integrada en parte por elementos de la
Marina.
Aunque
en marzo de 2013 pidió un año de gracia para que se evaluara su estrategia de
seguridad, Peña Nieto no ha hecho más que darle continuidad a la política
iniciada por su antecesor (Proceso 1985) pero sin estridencia. La exclusión de
los municipios en las funciones de seguridad pública la presentó como un
parteaguas ante la presión social por el secuestro y desaparición de los
normalistas.
Para
asegurar ese “nuevo modelo policial” buscará que el Congreso reforme el
artículo 115 de la Constitución, cuyo capítulo dedicado a los estados y al
Distrito Federal establece que las entidades del país “adoptarán para su
régimen interior la forma de gobierno republicano, representativo y popular,
teniendo como base de su división territorial y de su organización política y
administrativa el Municipio Libre”.
Contra
el federalismo
En
la propuesta presidencial, que se entregará al Congreso este 1 de diciembre, se
tendrá que modificar además el artículo 21 de la Constitución, donde se
establece que la seguridad pública es una función a cargo de la Federación, el
Distrito Federal, los estados y los municipios. Además de disponer su carácter
civil, establece que las policías de los tres niveles de gobierno se
coordinarán y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP),
instancia creada en 1995, en el gobierno de Ernesto Zedillo.
El
constitucionalista Elisur Arteaga, profesor de la Escuela Libre de Derecho,
asegura que la propuesta presidencial “atenta contra el federalismo” y no es
necesario reformar la Constitución para mejorar la seguridad pública municipal.
“Se puede crear una ley general, en acuerdo con los gobiernos y los congresos
estatales para el caso de los municipios críticos”, dice en entrevista
telefónica.
Sin
reformar la Constitución se pueden buscar soluciones locales, pues nada
garantiza que las policías estatales que propone vayan a ser mejores,
considera.
Un
día antes de la desaparición forzada de los 43 normalistas, detenidos por la
policía de Iguala y entregados, según la versión oficial, a la delincuencia
organizada, el secretario ejecutivo del SNSP, Jorge Carlos Hurtado, aseguró que
el gobierno consideraba cuatro modelos de mando único policial sin reformar ese
artículo.
Al
participar en el Tercer Foro Nacional Sumemos Causa Ciudadanos + Policías, en
el Castillo de Chapultepec, Hurtado dijo que esos modelos de mando único
policial se adaptarían a las características regionales y delictivas del país.
“Este es un punto interesante, y el otro… es que no requeriría modificación al
Artículo 115 y podría ser de aplicación inmediata”.
Dio
además un dato revelador: en 72% de los 2 mil 500 municipios ya opera algún
esquema de mando unificado. El propio SNSP, que está sectorizado en la
Secretaría de Gobernación, anunció apenas el viernes 7 que las instituciones de
seguridad pública del país –federales, estatales y municipales– ya evaluaron en
control de confianza al ciento por ciento de su personal.
“En
la historia de las instituciones de Seguridad Pública del país, por primera vez
se ha logrado instaurar un programa de control de confianza permanente,
dinámico y continuo, bajo un modelo que ha desarrollado una metodología y
protocolos de operación homogéneos a nivel nacional”, señaló en un comunicado.
De
acuerdo con el SNSP, en el caso de los municipios, en esa evaluación más de 86%
de los policías municipales del país aprobaron los exámenes de control de
confianza para permanecer en sus corporaciones. En cifras absolutas se trata de
117 mil 334 elementos que según el mismo gobierno federal están en condiciones
de ejercer como policías municipales, contra 18 mil 177 (poco más de 13%) que
fueron reprobados y dados de baja.
La
presidenta municipal de Toluca, Martha Hilda González Calderón, presidenta de
la Conferencia Nacional de Seguridad Púbica Municipal, instancia creada por la
Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Publica vigente desde 2009 y que
también tendrá que modificarse con la propuesta de Peña Nieto, confirma que
muchos municipios ya habían renunciado a sus funciones policiales, aun antes de
cualquier reforma constitucional.
“El
mando único es ya una realidad… en muchos casos ya se daba. Hay municipios
cuyos directores de la policía o era un policía federal o era nombrado de un
terna propuesta por el Poder Ejecutivo”, dice en entrevista telefónica el
viernes 28.
De
acuerdo con la Ley General del SNSP, la Conferencia Nacional de Seguridad
Púbica Municipal (CNSPM) debe participar en la elaboración de políticas
públicas en la materia, pero ante la eventual desaparición de la función
policial de los municipios, González Calderón dice que los gobiernos locales se
dedicarán a labores de prevención.
“Estamos
en un momento de ruptura de paradigmas. La CNSPM también tiene que evolucionar.
Estamos regresando a la verdadera esencia de la tarea municipal, que es la
prevención”, a través de su gestión gubernamental, dice.
Electa
para presidir la CNSPM hasta agosto del próximo año, asegura que los policías
municipales certificados ya por el SNSP podrán ser incorporados a las nuevas
policías estatales, como de hecho ya ha ocurrido en varios estados, mientras
que los municipios se podrán concentrar en las políticas de prevención del
delito.
Contrario
a la desaparición de facto de las policías estatales, Peña Nieto dijo que eso
es algo que tiene que ocurrir ya. “Como país, llevamos años debatiendo este
tema, este cambio y hasta hoy hemos sido incapaces de ponerlo en práctica”,
señaló en la presentación de su decálogo el jueves 27.
En
cambio prometió nuevas policías estatales “homologadas en sus niveles de
profesionalización, protocolos, equipamientos y tecnologías de la información y
comunicación”.
Sin
policía de proximidad
Erubiel
Tirado, consultor académico del Royal United Services Institute for Defense and
Security Studies, de Londres, y coordinador del Programa de Seguridad Nacional
de la Universidad Iberoamericana, asegura que la única novedad en la propuesta
de Peña Nieto es que hace obligatorio “barrer a las policías municipales”.
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