Revista
Proceso,
No. 1987, 29 de noviembre de 2014
Aclaraciones
que nada aclaran/ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
Creando
más dudas que transparencia, y con elementos en contra que podrían configurar
faltas administrativas y aun delitos, la Presidencia de la República ha
intentado por todos los medios cerrar el escándalo de la Casa Blanca.
Los
datos oficiales han bastado para mostrar que las empresas de Juan Armando
Hinojosa Cantú, cuya razón social Ingeniería Inmobiliaria del Centro construyó
y financió la propiedad de Angélica Rivera, se ha beneficiado con contratos por
unos 22 mil millones de pesos en lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto,
mientras los obtenidos durante la gestión de éste como gobernador del Estado de
México rebasan los 35 mil millones (Proceso 1985).
El
viernes 28 el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Aurelio
Nuño Mayer, expresó en entrevista con Denise Maerker: “Ya se aclaró lo que se
tenía que aclarar”.
La
declaración de Nuño ocurrió en el contexto de nuevas revelaciones sobre el
patrimonio de Angélica Rivera, así como de la información relacionada con otra
casa, también de Hinojosa Cantú, utilizada durante la campaña presidencial de
Peña Nieto.
También
ocurre luego del silencio guardado por el presidente desde el miércoles 19,
cuando anunció que abriría su declaración patrimonial por completo –lo cual no
hizo– un día después de declarar que pareciera haber grupos interesados en
desestabilizar al país, crear desorden social y atentar contra su proyecto de
nación, para deslizar luego que el escándalo por la residencia de Rivera podía
estar relacionado con ello.
Incluso
durante su mensaje del jueves 27, cuando enunció los 10 puntos para el
fortalecimiento del estado de derecho, Peña Nieto comprometió diferentes
acciones encaminadas al combate a la corrupción y en pro de la transparencia y
la rendición de cuentas, prometió un portal de transparencia especializado en
licitaciones y contratos, así como sanciones a los contratistas que incurrieran
en actos de corrupción. No mencionó nada sobre el escándalo de la Casa Blanca.
Nuevas
revelaciones
El
domingo 9 una investigación periodística del portal Aristegui Noticias,
publicada de manera simultánea en la edición 1985 de Proceso, reveló que la
casa ubicada en Sierra Gorda 150, en las Lomas de Chapultepec, estaba a nombre
de una empresa de Juan Armando Hinojosa Cantú, aunque la primera dama, Angélica
Rivera, se ostentaba como dueña y declaró que tanto ella como su esposo habían
participado directamente en el diseño.
Fue
nueve días después cuando Peña Nieto anunció que todo sería aclarado por su
esposa quien, en video, explicó algunos aspectos sobre la propiedad y la forma
en la cual la adquirió, confirmando el negocio con el contratista y que éste la
había financiado.
Después
de las recriminaciones y la aparente molestia de la pareja presidencial, el
tema cobró nueva importancia cuando en su programa de MVS Carmen Aristegui
informó acerca de otra casa, también propiedad de una empresa de Hinojosa
Cantú, que Peña Nieto habría utilizado durante su campaña presidencial.
A
una solicitud del equipo de Aristegui, Los Pinos aceptó el uso del inmueble y
aseguró que era rentado por el hoy consejero jurídico de la Presidencia,
Humberto Castillejos Cervantes, quien se la prestó ocasionalmente a Peña Nieto.
Con
ello, de la materia administrativa el asunto cobró importancia electoral, pues
la casa no aparece en los registros del Instituto Nacional Electoral como gasto
de campaña o como donación en especie; tampoco fue inscrita en los gastos de
transición gubernamental.
El
jueves 27 un reportaje de Univisión abordó lo relativo a la propiedad que
Angélica Rivera posee en Miami, Estados Unidos, en el exclusivo sector Key
Biscayne.
De
acuerdo con el reportaje de Univisión, esa propiedad fue adquirida en mayo de
2005, cuando aún estaba casada con el productor José Alberto El Güero Castro.
Sin embargo, fue en enero de 2011 cuando Rivera Hurtado liquidó 1.3 millones de
dólares (unos 17 millones de pesos al tipo de cambio de ese año) de la hipoteca
comprometida para liquidarse en pagos hasta 2035.
El
reportaje de Univisión subrayó que en 2010, tres años después de haber filmado
la telenovela Destilando amor, Rivera había declarado ingresos anuales por 10
millones de dólares, no obstante que en diferentes entrevistas de ese año decía
dedicarse únicamente al hogar.
Indignación
gremial
La
riqueza de Angélica Rivera, exhibida por la información periodística y aceptada
en su video del miércoles 19, ha puesto en duda el monto de sus ingresos como
actriz de 13 telenovelas, sólo en seis con papel protagónico, y de la película
Aquí espantan, cuyo protagonista fue Rafael Inclán.
La
llamada Casa Blanca de las Lomas costó, según dijo, 56 millones de pesos, de
los cuales habría pagado hasta ahora sólo 14.3 millones. Además, su otra casa,
ubicada en Paseo de las Palmas, que colinda con la de Sierra Gorda 150, habría
costado 27.6 millones de pesos.
En
suma, entre 2010 y 2012, Rivera habría gastado en sus propiedades alrededor de
60 millones de pesos, equivalentes a unos 4.6 millones de dólares, en el caso
de Sierra Gorda, aún sin liquidar.
Actores
que han trabajado en las televisoras y el cine expresaron su incredulidad. La
comediante Anabel Ferreira, quien durante años tuvo el programa que llevaba su
nombre, actuó en seis telenovelas, nueve programas de comedia y seis películas,
expresó el miércoles 19 en su cuenta de Twitter: “Según la lógica de la
Gaviota, yo tendría mi propia isla en Grecia. Qué absurdo y ofensivo es todo
esto”.
Un
día después, mientras se desarrollaba la marcha multitudinaria por los 43 normalistas
de Ayotzinapa y la concentración en el Zócalo, el actor y comediante Héctor
Suárez fue más allá: “Señora Nieto: sabemos que fue forzada, sin duda alguna.
Está consciente del daño hacendario que le ha hecho al gremio artístico con sus
mentiras?
“Está
usted consciente de las consecuencias que provocarán sus infames declaraciones
que nadie cree, con la delincuencia?”
Suárez,
quien participó en al menos ocho telenovelas, 14 programas de comedia y tres
series televisivas, 31 películas y numerosas puestas teatrales, en muchas de
esas producciones con papeles protagónicos, calificó la Casa Blanca como
horrenda y dijo que la suya era más bonita, pero le habían “sudado los huevos”
para tenerla sin robar, y finalmente remató con un mensaje al presidente:
“EPN:
México entero está ¡indignado! ¡dolido! ¡ofendido! Y ¡agraviado! Por la
facilidad y el cinismo con que nos mienten usted y su compañera. La horrenda
Casa Blanca y la extraña cancelación de la licitación Ferroviaria te
perseguirán por el resto de tus días.”
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