Washington, D.C., EU, 24 de septiembre de 2012
(Interpretación del inglés al español):
Muy buenos días.
Señora Embajadora.
Muchas gracias por sus palabras.
Es un honor el estar aquí con ustedes, aquí, en el Consejo de Relaciones Exteriores.
Desde hace más de 90 años, esta Institución ha encabezado el análisis para comprender los desafíos y las opciones de política extranjera al que se enfrentan Estados Unidos y el mundo.
Hace seis años, en mi Primer Informe de Gobierno, le dije al pueblo mexicano que era posible transformar a México. Les dije que podíamos transformar a México para convertirse en una Nación más próspera con una economía dinámica y competitiva. Les dije que podíamos construir una sociedad justa, con mayores oportunidades para todos.
Estaba yo convencido, tal como lo estoy hoy, que podíamos transformar a México para ser una Nación más segura con un Estado de Derecho fuerte.
Hoy en día, les puedo decir que hemos tomado grandes pasos en ese sentido. Hemos puesto a México en el camino hacia volver esta visión una realidad.
Quisiera compartir algunas reflexiones acerca de cómo hemos transformado a México en una Nación más fuerte y un mejor destino.
Permítanme comenzar por hablar acerca de la transformación de la economía mexicana.
Como ustedes lo saben, tuvimos que confrontar la peor crisis económica global, que tenga memoria del hombre.
México era, particularmente, vulnerable a este
acontecimiento, porque nuestros lazos a la economía estadounidense y los
consumidores en este país, estaban en el epicentro de la crisis hace tres años.
Afortunadamente tomamos las medidas necesarias para
prevenir que esta crisis se volviera una catástrofe de gran envergadura y al
hacerlo, nos guiaron tres conceptos básicos: La disciplina financiera, la
libertad económica y un aumento en la competitividad. Y esta estrategia ha
rendido frutos al país.
Primero. México ha preservado datos fundamentales y
económicos sólidos. Muchos países implantan medidas contracíclicas para
proteger a sus economías de los choques de la turbulencia financiera. Y
nosotros, también, lo hicimos. Implantamos medidas contracíclicas para ahorrar
empleos y para mantener a flote a nuestras industrias.
Creamos programas específicos para ahorrar trabajos en
industrias orientadas a exportaciones y aumentamos las transferencias gubernamentales para los
pobres. Y establecimos programas de trabajos temporales.
Hicimos tratos con las empresas. Mientras que los
trabajadores aceptaban una reducción de la tercera parte de su trabajo, y que
la empresa aceptara pagar la tercera parte del sueldo, el Gobierno Federal aceptó pagar la tercera
parte. Y así, ahorramos más de 500 mil trabajos, en medio de la crisis en las
industrias orientadas a la exportación.
Aumentamos las transferencias gubernamentales a los más
pobres. Y establecimos un programa de trabajos temporales. Y, al hacerlo,
creamos otros 500 mil trabajos para el pueblo mexicano.
Por supuesto que
todo esto cuesta mucho dinero. Nuestro déficit público alcanzó niveles del
cuatro por ciento del PIB en 2010 y entendimos que el déficit de hoy, se
convierten en los impuestos de mañana y que los mercados siempre castigan a una
falta de responsabilidad fiscal.
Y es por eso que una expansión del déficit público para
estimular a la economía es un arreglo de
una sola vez. Y lo entendimos así. Una vez que se hace, uno tiene que tomar
medidas para reconstruir el equilibrio financiero.
El gran error hecho de parte de muchas economías durante
la crisis, fue el olvidarse que uno puede utilizar de esta manera el déficit
público: una sola vez. Pero si uno trata de utilizarlo en una base regular, tarde o temprano se enfrentará a
problemas tremendos para financiar dicho déficit.
Y eso es lo que está sucediendo ahora con muchas economías
europeas. Y es por eso que nosotros implantamos una estrategia de salida para
recuperar rápidamente el equilibrio fiscal.
Y dicha estrategia incluyó varias medidas dolorosas. Por
ejemplo: el aumento en ingresos fiscales, la reducción de gasto público, promover
reformas estructurales y un programa agresivo de desreglamentación.
También,
cerramos una empresa muy poco eficiente, Luz y Fuerza del Centro, lo cual
ahorró al Gobierno más de cinco mil millones de dólares al año en subsidios.
Y gracias a la disciplina fiscal, la deuda pública se
encuentra a niveles históricamente bajos y nuestras reservas extranjeras se
encuentran más allá de 160 mil millones de dólares, más de dos veces la
cantidad total de nuestra deuda extranjera. Y hemos mantenido los niveles más
bajos de inflación desde hace siete décadas.
Otro factor importante que subyace la estabilidad de
México es nuestro sector financiero, mientras que en los Estados Unidos, la
crisis comenzó en los mercados financieros y en los sectores banqueros.
En México, el sector financiero no fue parte del problema,
más bien fue parte de la solución. Gracias a las mejoras en nuestras
reglamentaciones, los bancos mexicanos tienen un índice de capitalización del
16 por ciento, casi el doble de la recomendación de Basilea y bastante más
arriba del índice de países como China, Inglaterra y hasta de Estados Unidos.
En
segundo lugar. Mantuvimos nuestro fuerte compromiso hacia el libre comercio. Esto
es un hecho mucho más fácil decirlo que hacerlo.
Quiero recordarles que en cada Cumbre del G20, uno de los
párrafos normales en la declaración final, siempre decía que todos los países
se comprometen a no adoptar medidas proteccionistas. Todos los países decían:
Rechazamos el proteccionismo.
Y vez tras vez, 15 de los 20 miembros, implantan tales
medidas en los siguientes días. Sólo México comenzó a reducir los aranceles
justo en medio de la crisis.
Al contrario, hemos nosotros reducido estos aranceles
desde el 12 por ciento a un promedio de cuatro por ciento, y celebramos nuevos
Tratados de Libre Comercio, como la Alianza del Pacífico con Colombia, Chile y
Perú. Y hace unos meses, México se unió a las negociaciones de la Asociación
Transpacífica o la TPP. Esto, le dará al comercio mexicano el impulso más
grande desde que entró en vigor el TLCAN.
Tres. Trabajamos arduamente para aumentar nuestra
competitividad. A pesar de la crisis, impulsamos la inversión en
infraestructura.
Para darles una idea de esto, los 12 mil kilómetros de
carreteras que hemos construido y reparado son más o menos equivalentes a la
distancia que existe entre los Polos Norte y Sur.
También, redoblamos nuestra apuesta en nuestro propio
pueblo al construir 140 nuevas universidades públicas. La cifra el año pasado
eran 96, y hoy más de 113 mil ingenieros nuevos egresan en México a cada año,
una cifra más alta que Alemania, Canadá o Brasil.
Y
cuáles son los resultados de nuestra estrategia.
Hoy en día, México exporta más bienes manufacturados que
todos los países de Latinoamérica y del Caribe, en su conjunto, incluyendo a
Brasil.
México ahora representa casi el 13 por ciento de las
importaciones estadounidenses de bienes manufacturados y en el 2005, la
participación de México estaba por debajo del 10 por ciento.
Hace 10 años, cerca del 90 por ciento de las exportaciones
del país se dirigían a los Estados Unidos y el año pasado dicha cifra cayó a 76
por ciento.
Cuando comencé mi sexenio, hace seis años, México era el
noveno exportador más grande de automóviles al mundo. Hoy, somos el cuarto.
México, ahora, es el segundo importador de productos
estadounidenses del mundo. Compramos más bienes estadounidenses que el resto de
los países latinoamericanos en su conjunto, y más que China y Japón juntos,
también.
De hecho, esta gran transformación de la economía mexicana
es de importancia crítica en el éxito económico, también, de los Estados
Unidos. Pero si queremos garantizar nuestra prosperidad mutua a largo plazo,
necesitamos hacer todavía más.
Necesitamos mantener la competitividad de América del
Norte comparado con otras regiones. Y la
clave para llegar ahí es más integración, no menos integración. El TLCAN fue un
paso muy importante, pero nuestras economías tienen que trabajar para ahondar
aún más en nuestros lazos y construir sobre esos cimientos.
Una segunda
transformación profunda que se está dando en México es que nos estamos
convirtiendo en una Nación de clase media. Por supuesto, esto no significa que
hemos terminado con la pobreza de una vez por todas. Lo que sí significa es que
la familia promedio mexicana, ahora tiene una mucho mejor calidad de vida de lo
que tenía hace 10 años.
Según
los investigadores, los estudiosos Rubio (Luis) y de la Calle, en
los últimos años las casas mexicanas, los hogares mexicanos han mejorado su
acceso a vivienda, a automóviles, bienes duraderos, como electrodomésticos y
computadoras, servicios de salud y de educación, y entretenimiento, todos los
cuales son productos básicos de la clase media del mundo.
Permítanme darles, por ejemplo, algunos datos acerca de
cómo la política pública ha ayudado a llegar a este fin.
Primero.
La cobertura universal de salud. Para mi Gobierno, el acceso
a los servicios de salud para todos es un derecho humano fundamental. Y es por
eso, que realizamos un compromiso sin precedentes para mejorar el cuidado de
salud que ha llegado a un logro histórico: la Cobertura Universal de Salud.
Y al hacerlo, hemos construido más de mil hospitales o
clínicas nuevas y hemos reconstruido otros dos mil.
Segundo. Una ampliación de las oportunidades de educación.
Hoy, por primera vez, cada niño en México puede ingresar a
la escuela primaria y hemos ampliado el ingreso de jóvenes a las universidades
de 25 a 34 por ciento.
Tres: programas sociales más fuertes.
Hemos implantado una fuerte red de apoyo en programas que
incluye transferencias condicionales para ayudar a las familias más pobres:
Oportunidades, pensiones para los mayores de edad en comunidades pobres y
guarderías en centros urbanos para las madres que trabajan con la ayuda de
otras madres.
Y cuatro. Más propiedad de casas. La propiedad de casas es
una medida del desempeño económico y de la fuerza de la clase media.
Gracias a una combinación de una economía estable, un
sistema financiero sólido y programas que cuentan con el apoyo del Gobierno, en
los últimos seis años, más de cinco millones de familias mexicanas pudieron
comprar su propia casa. Una cifra sin precedentes. Así que, la mejora de las
condiciones de vida en México está teniendo un efecto positivo en el
Continente.
Por ejemplo, según, un análisis del Pew Hispanic Center,
la migración neta de México hacia los Estados Unidos ha disminuido de manera
sólida en los últimos años, y finalmente llegó a cero en el año 2010 y probablemente
se volvió una salida neta desde Estados Unidos en el año 2011.
Por supuesto que esto puede ser explicado por el aumento
de la seguridad en la frontera y la desaceleración económica en Estados Unidos.
Pero hay un argumento muy fuerte que dice que las mejores oportunidades en
México, también, ha sido un factor clave en este fenómeno. Por primera vez,
nunca la migración neta hacia Estados Unidos es cero en su promedio.
Sin embargo, no debemos olvidar que la migración es un
fenómeno natural para nuestros dos países y lleva muchos años de existir. De
hecho, desde que Estados Unidos y México han existido y seguirá sucediendo de
manera natural.
Nuestras economías claramente son complementarias, como
una economía intensiva en mano de obra tenemos la capacidad de brindar a una
economía intensiva en capital como Estados Unidos, con trabajadores calificados
y trabajadores como los mexicanos.
Y es por eso que yo creo que una agenda hacia el futuro
debe de seguir centrándose en asegurar que la migración se realice de manera
legal, segura y ordenada, para que la economía estadounidense se fortalezca y
para que los mexicanos no tengan que morir mientras que tratan de conseguirse
un trabajo.
Con base en los valores que compartimos como vecinos y
socios, necesitamos encontrar maneras, soluciones creativas para este problema
en común y ayudar a que muchos trabajadores que hoy viven en la sombra de la
sociedad puedan tener oportunidades.
Quisiera
aprovechar la oportunidad, de nuevo, reconocer la decisión del Presidente Obama
para darle a los jóvenes migrantes la oportunidad de seguir contribuyendo a la
fuerza y vitalidad de Estados Unidos. Es un movimiento positivo
para ambos países y lo reconozco.
Ahora. Quisiera hablar con ustedes acerca del tercer
cambio fundamental que se inició durante mi mandato. La lucha para consolidar el Estado de Derecho en México.
Yo sé que esto ha sido un tema que ha capturado los
encabezados en Estados Unidos y en el mundo; sin duda, ha sido uno de los
principales desafíos a los que se ha tenido que enfrentar mi Gobierno.
A lo largo de los años, las organizaciones criminales
crecieron en su poder hasta que se volvieron más fuertes que las autoridades
locales en varios lugares y en varias regiones del país.
Y aún antes de mi mandato, la violencia y el crimen eran
preocupaciones importantísimas en varias ciudades del país; y es por eso, que
decidimos enfrentarnos cara a cara al problema con la fuerza completa del
Estado.
Implantamos una estrategia comprensiva, basada en tres
componentes principales:
Primero.
Enfrentar
a las organizaciones violentas, criminales, y apoyar a los gobiernos locales
abrumados. Y con tal de hacer esto, desplegamos a la Policía Federal y a las
Fuerzas Armadas. Esto les está dando a los estados y a los municipios, el
tiempo y el espacio de maniobra para reconstruir y fortalecer a las agencias de
justicia, sobre todo, los cuerpos policiacos a nivel local.
Y
segundo, y con más importancia. Hemos fortalecido a la Policía Federal
aumentando el tamaño de la fuerza. De seis mil a 36 mil
oficiales. Tienen mejor capacitación, mejor equipo y mejores sueldos.
También, estamos ayudando a los estados a que logren lo
mismo. Y estamos poniendo a prueba a todos los oficiales en la Policía Federal,
y poniéndoles un conjunto de pruebas muy particulares a todos ellos. Nos
estamos yendo hacia un sistema judicial más transparente y más eficiente, con
base en los juicios orales y abiertos, tales como los que tienen aquí, en
Estados Unidos.
Tres. Estamos invirtiendo de sobre manera en la educación
y en la salud para lidiar con las causas sociales del crimen, abriendo centros
de rehabilitación para los adictos de drogas, y reconstruyendo los espacios
públicos, como los parques, los campos de fútbol y centros comunitarios.
Tengo que decir que México no ha estado solo en este
esfuerzo de seguridad. Hemos encontrado un espíritu de cooperación
renovado en el Gobierno de Obama para
enfrentarnos a los problemas que tenemos en común, bajo un principio de
corresponsabilidad.
Pero no queda duda que nos falta mucho qué hacer, sobre
todo, cuando tiene que ver con desmantelar las operaciones financieras de las
organizaciones criminales en Estados Unidos y reducir la demanda estadounidense
de drogas.
Necesitamos
contar con una iniciativa coordinada y audaz, para llegar a la raíz del
problema, que es el aumento cada vez mayor de la demanda por drogas
ilegales en Estados Unidos. Mientras siga creciendo este mercado, el dinero
seguirá fluyendo a los bolsillos de los narcotraficantes.
La
mejor manera es reducir la demanda de drogas ilegales en Estados Unidos.
Pero, hablando francamente, si eso no es posible, todas las soluciones,
alternativas deben ser consideradas, para detener las ganancias masivas de las
organizaciones criminales. Y eso incluye alternativas de mercado que prevengan
el tráfico de drogas y que prevengan que
el tráfico de drogas cause tanta violencia y muerte.
Y hay otro problema
que se ha vuelto vital para la seguridad de México y de muchas otras naciones:
Detener la venta incontrolada, hacia las organizaciones criminales, de armas de
asalto.
El acceso ilimitado a las armas de asalto en Estados
Unidos es un factor clave en la fuerza actual de las organizaciones criminales.
Se puede ver alguna correlación clara entre el momento en el que la prohibición
de las armas de asalto caducó aquí, en Estados Unidos, en el año 2004, fue
justo el momento en el que la violencia en México comenzó a crecer.
Y
queda claro que entre más armas estén disponibles, mayor número de homicidios
habrá en cualquier lado del mundo. Se puede ver el mismo
fenómeno en África, en Sudamérica, en cualquier lado del mundo. Y es,
justamente, lo que está pasando aquí en México, también.
Durante
mi Gobierno, hemos confiscado más de 150 mil armas y más del 80 por ciento de
estas armas fueron vendidas en una tienda de armas estadounidense.
Hay nueve tiendas de armas en la
frontera con México por cada Wal-Mart que existe.
Así que para México es absolutamente injusto y ofensivo
que tantas vidas se han perdido debido a este negocio, cuyo propósito es el de
promover las ganancias de la industria de las armas.
Es posible pensar a acerca de una regla que se estableció
aquí, en Estados Unidos, en la década de los 90. Aquí, la prohibición de las
armas de asalto es un problema que tiene que atenderse si vamos a construir una
América del Norte más fuerte.
Finalmente,
quisiera hablar acerca de una transformación profunda en cuanto a nuestro papel
en el mundo. México ya no es tan sólo un espectador en los asuntos del mundo.
Nos hemos vuelto un país comprometido, con una
participación activa en las soluciones de los desafíos del mundo. Por ejemplo,
la COP16, la Reunión de la COP16, que se realizó en México, en el año 2010, fue
un hito en la lucha global en contra del cambio climático.
Los acuerdos que se lograron en Cancún fueron un paso
importantísimo hacia lograr mecanismos más efectivos de financiación,
climático, internacional como el Fondo Climático Verde, una propuesta mexicana
para canalizar recursos hacia la adaptación y mitigación en el mundo.
También, somos el primer país en América Latina en
presidir la reunión del G20 en México, en junio. Durante la reunión de los
líderes en Los Cabos, este año, logramos acuerdos importantísimos, como la
inyección de capital de más 455 mil millones de dólares al Fondo Monetario
Internacional. Además, establecimos un plan de acción para el crecimiento de
Los Cabos, que estableció compromisos para lidiar con la crisis de la Eurozona
y para fortalecer el crecimiento económico sostenible.
Amigos míos.
Damas y caballeros:
Los mexicanos estamos trabajando para construir una mejor
Nación. Un país más fuerte y más seguro, en el que prevalezca el Estado de
Derecho, así como una economía más competitiva y una sociedad más justa.
Si México sigue sobre este camino de transformación en el
futuro, está en el umbral de convertirse en la Nación próspera que nuestros
ciudadanos desean y que se merecen.
En esta era, sin embargo, ninguna Nación puede tener éxito
sin el apoyo de sus socios estratégicos. Entre más, México y los Estados
Unidos, cooperen, más podremos construir el futuro que nuestros pueblos
demandan con toda razón.
Tanto Estados Unidos como México comenzarán nuevos
mandatos presidenciales este año. Como ambas economías están bien puestas en el
camino hacia economías saludables, ésta es una ventana de oportunidad para
fortalecer la relación bilateral.
La Administración entrante en México, tiene un cimiento
sólido sobre el cual construir un futuro más fuerte. Y le deseo todo lo mejor a
mi sucesor.
Al ver lo mucho que hemos logrado, nunca he tenido más
confianza de que México y Estados Unidos seguirán ahondando su integración y
fortaleciendo su asociación estratégica al enfrentarnos a los desafíos del
Siglo XXI.
Ha sido un placer estar con ustedes y, por supuesto, me
dará mucho gusto atender a sus preguntas.
Gracias a todos.
Sesión de Preguntas y Respuestas
(Interpretación del
inglés al español):
-PREGUNTA: -Señor
Presidente. Muchas gracias por estos comentarios tan interesantes. Quisiera
preguntarle en vista de su interés y lo que ha logrado, cuáles son los
prospectos para Estados Unidos, México y Canadá en la TPP o la Alianza o
Asociación Transpacífico.
-PRESIDENTE CALDERÓN: Yo creo
que necesitamos entender lo importante que es esta alianza para nuestros
pueblos y economías. Si logramos que este acuerdo se vuelva realidad, podremos
conectar a nuestras economías con la región más próspera del mundo, por lo
menos en las siguientes dos décadas, y esa es la idea.
Mi preocupación es que hay mucho espíritu de
proteccionismo, si lo puedo decir así, en las políticas locales. Yo creo que lo
mismo ha de existir en Estados Unidos como en México.
Muchas personas creen que entre más proteccionismo haya,
más prosperidad habrá. Y la verdad, es que va en el sentido contrario. Pero
para los políticos es más fácil hablar de la protección y acerca de las
fronteras y las barreras, que de hablar acerca de la libertad real en la que
uno y sus electorados deben de competir. Y esa es una preocupación seria.
El problema es que el proteccionismo es un asunto que
llega justo en medio de la crisis. Pero, cuál es la oportunidad para seguir
adelante en esta Asociación Transpacífica, o TPP.
El problema que yo estoy percibiendo es que el día para un
gran avance en este proceso fue postergado un año más. Pero lo que escuché en
la Reunión APEC, este año no se llegará a un acuerdo, era lo que esperábamos,
justamente.
Es necesario recuperar más movimiento e inercia en la
sociedad. Es lo que estábamos buscando.
Y
primero. Las campañas políticas, primero en México, pero
también la campaña presidencial aquí, en Estados Unidos, puede ser un obstáculo
temporal, provisional, hacia el TPP.
Pero en el momento en el que los ciudadanos
estadounidenses decidan ese tema importante, yo creo que vamos a tener un
esfuerzo común para lograr el TPP, con suerte, el año que viene. Y esta medida
abrirá grandes y profundas oportunidades para ambas economías.
-PREGUNTA: -Usted
mencionó, señor Presidente, que el TLCAN era bueno y que había que construir
sobre esos cimientos.
Muchas
personas han pensado que los tres
gobiernos podrían hacer más para crear cohesión y competitividad en el hemisferio
occidental. Es posible eso, o las disputas entre nosotros, como el del tomate,
nos alejan del logro de lo que podríamos aspirar en la creación de nuevas
oportunidades.
-PRESIDENTE CALDERÓN: De poderlo decir así, sería una
batalla permanente. Pero primero,
permítame felicitarla a usted, por este enorme logro, que tiene una dimensión
histórica: El TLCAN, que se logró hace ya muchos años.
Yo creo que es posible y necesario construir sobre el
TLCAN. En particular, necesitamos hacer varias cosas al mismo tiempo.
Uno. Necesitamos mejorar la infraestructura en la
frontera. Hay muchos cuellos de botella en los cruces de frontera. Y si
queremos mejorar la competitividad de la frontera, hay que ver la
infraestructura.
Dos. Tenemos que comprender que el TLCAN puede brindar
muchas oportunidades, no sólo para los trabajadores y proveedores mexicanos,
pero también, para los estadounidenses, proveedores y trabajadores
estadounidenses.
Hay investigaciones muy serias a través de las cuales
podemos demostrar beneficios reales en cuanto a trabajo y beneficios reales
para cualquiera de los estados en este país.
Así que, hay que explicarle a la gente cuáles son esos
beneficios. Pero, de nuevo, el problema al que se enfrentará el libre comercio
en cualquier momento, sobre todo, durante elecciones es el proteccionismo y es
el caso del tomate.
Pareciera ser que esta elección aquí, en este país, es tan
competitiva, es tan concurrida que pareciera que el tomate puede ser un punto
de unión entre los dos partidos de alguna manera, pero yo creo que el tomate
mexicano es muy bueno para los consumidores estadounidenses, es más económico y
si quieren tener más competitividad, tienen que abrir la frontera a los tomates
mexicanos y este tomate a lo mejor va a ayudar a la situación en este país.
-PREGUNTA:
Última pregunta antes de darle al público la oportunidad.
Queremos
mantener bajo el nivel de proteccionismo. Desafortunadamente está en aumento.
Usted dijo, habló del problema del tomate y su naturaleza desafortunada.
Cuáles
son las posibilidades en abrir el energético o si la colaboración de México-Estados
Unidos en el desarrollo de un activo realmente necesario para nuestras
economías.
-PRESIDENTE CALDERÓN: Es una pregunta muy importante.
Yo creo que hoy existe una ventana de oportunidad para
abrir un poquito por lo menos el sector energético en México y lo digo con la
comprensión de que es absolutamente necesario, porque hoy en día nos
enfrentamos a un nuevo reto y una nueva oportunidad, también.
Voy a hablar, primero, acerca de PEMEX. Como cualquier
paraestatal, los gerentes están buscando, los directores están buscando maneras
para obtener más ganancias con menos gasto. Pero en este caso, mientras la
tecnología siga adelantándose y ahora la tecnología nos permite obtener gas
natural, en particular el Shell Gas, de manera muy económica, el precio del gas
natural en la Región Norteamericana está bajando de manera drástica.
Y esto es bueno para las industrias, porque significa
energía más económica para cualquier economía. Ustedes recordarán que hace 10 o
15 años, el precio del gas natural era un obstáculo serio para cualquier
economía y este gas de esquisto, vitaminoso.
Yo recuerdo que el gas natural, cuando yo era Secretario
de Energía, era de 10 a 12 dólares y hoy, dos o tres dólares. Así que, es una
oportunidad asombrosa para la región.
Y esto significa que México podría ser aún más
competitivo, porque ahora tenemos un alto nivel de competitividad en el sector
manufacturero, tenemos trabajadores muy bien capacitados, tenemos más
infraestructura, tenemos libre comercio con Estados Unidos y otras naciones. Un
conjunto de aspectos muy competitivos y encima de eso, tenemos gas natural más
económico, tenemos todo para ganar. Y esa es la oportunidad.
Pero el problema es que para PEMEX y sus directores, con
muy pocos recursos públicos, tienen que decidir cuál va a ser la actividad más
rentable para la empresa.
Se tiene que decidir ya sea invertir en gas natural con
ingresos muy cortos y de bajos márgenes, con gran riesgo porque se requiere de
una enorme inversión, o invertir en petróleo que costará, más o menos, 20 o 30
dólares por barril, y vender ese barril a más de 100 dólares por barril.
Queda claro que PEMEX debe de dirigirse hacia el petróleo,
aún en el enorme Golfo de México que, por cierto, se descubrió el mes pasado una
nueva reserva, nuevo yacimiento en aguas profundas en el Golfo de México, por
primera vez que México encuentra este tipo de descubrimiento en los últimos,
por lo menos, 30 años.
Y si se confirma el descubrimiento podría duplicar
nuestras reservas comprobadas en un tiempo muy corto.
Pero permítame regresar al gas natural. Necesitamos pensar
acerca de cómo abrir el sector de gas natural para promover inversión masiva, y
con eso lograr mayor creación de empleos, mayor eficiencia energética, más gas
natural a precios muy bajos, lo cual significa mayor competitividad para la
industria, luz eléctrica más económica para la gente; así como muchos otros
beneficios. Pero para lograrlo necesitamos cambiar el marco jurídico del tema.
Ahora, por qué digo que hay una ventana de oportunidad.
Eso lo digo, y creo firmemente en esto, el Presidente
electo, Peña, cree que es necesario reformar el sector energético, también. Si
se tiene esta voluntad política para lograr algo en el sector energético,
existe una ventana de oportunidad.
Qué sucederá.
Por mi lado está toda la voluntad política requerida.
-MODERADOR: Iremos al público para ver si hay alguna
pregunta.
Y les voy a pedir que nos den su nombre y su institución y
que esperen a que les llegue el micrófono. Aquí, en el pasillo, hay un micrófono,
me parece.
-PREGUNTA:-Señor
Presidente, muchas gracias por su comentarios y por estar aquí con nosotros.
Una
de las marcas de su Gobierno fue la decisión audaz, valiente de enfrentarse al
crimen organizado. Ha hablado de la estrategia para hacerlo.
El
Presidente electo, Peña Nieto, ha hablado acerca de hacer cambios a su
estrategia. Ha
hablado usted con él o su equipo ha hablado con su equipo de transición acerca
de cómo tener una continuidad y no perder muchas de las ganancias que ha
logrado usted en su mandato en el futuro.
-PRESIDENTE CALDERÓN: Gracias a usted.
Primero. Quisiera expresar mi agradecimiento, porque
formuló usted la pregunta exactamente como me gusta.
Estamos
luchando en contra del crimen organizado y no como la guerra en contra de las
drogas, que es un término acuñado aquí en Estados Unidos hace muchos años. Es
diferente.
Nuestro propósito es el Estado de Derecho, que tiene que
prevalecer en el país y, según eso, tenemos que aplicar la ley, luchar en
contra del crimen organizado, que está vinculado con varias actividades
criminales, drogas y, por supuesto, pero no sólo drogas, el tráfico de humanos,
piratería, secuestros y muchas otras actividades ilícitas.
Segundo.
Yo tengo gran respeto por la decisión del Presidente electo, incluyen
muchos aspectos, incluyendo la estrategia hacia la seguridad en México.
Ahora, permítame decirle que seguí de cerca la campaña
electoral y muchos candidatos hablaban acerca, bueno, ellos decían lo
siguiente, decían: Vamos a seguir en el esfuerzo, vamos a continuar con la
estrategia, pero haremos algunos cambios.
Bien,
cualquier candidato, todos los candidatos hablaban exactamente de
la misma manera, cuando a cualquier candidato se le preguntaba cuáles pudieran
ser esos cambios, por lo menos yo nunca pude ver de manera clara cuáles iban a
ser esas diferencias, porque según lo tenía yo entendido, por ejemplo, una
expresión era: Vamos a utilizar más
inteligencia y menos fuerza.
Y eso es correcto, es justamente lo que estamos haciendo,
estamos mejorando la información y capacidad de inteligencia de las agencias
públicas. De hecho, hemos construido el
Centro de Inteligencia más adelantado para la policía del país actualmente.
Y
hablé con el Presidente Bush acerca de esto, les hablaba de esto
y hablábamos, al principio de mi Gobierno, acerca
de darle un marco a la Iniciativa Mérida, y yo trataba de explicarle a él que,
justamente, necesitábamos más inteligencia, instrumentos y tecnologías para
poder perseguir a los criminales y prevenir y evitar el crimen.
Y al explicárselo le dije al Presidente Bush: En algún
momento usted ha visto este Programa de Televisión de 24 Horas con Jack Bauer,
le dije: Yo quiero todos los juguetes que tiene Jack Bauer en este programa.
Y es, justamente eso, Es interesante ver el centro de
policías federales. Es muy interesante. Y lo mismo con la PGR y con el Ejército.
Así que, estamos mejorando la inteligencia. Y de hecho, estamos compartiendo la
inteligencia con Estados Unidos cada vez más.
Y esto podría ser un cambio, pero es sobre el mismo camino
que hemos tomado nosotros. Otro podría ser, qué más. Vamos a ser más
preventivos que reactivos. Pero, en cualquier caso, hay que ser muy activos en
cualquier campo.
Y yo utilizo una metáfora de los servicios de salud. Y
aún, en esos servicios, uno tiene que ser más preventivo. Y estamos aplicando
muchos programas para reducir la obesidad entre los niños, por ejemplo, y entre
los adultos.
Pero una vez que uno tiene un adulto con diabetes, hay que
aplicar un tratamiento muy reactivo, de otra manera, se va a morir. Y eso es
exactamente lo que está sucediendo en México.
Hicimos, de hecho, construimos muchas universidades. 140
universidades nuevas de la nada. No sólo es tema de la educación, pero también,
de oportunidades para los jóvenes. Y yo entiendo que el día en el que México
logre una cobertura completa para todos los jóvenes en el país, vamos a
resolver, en gran parte, el problema de seguridad.
Tenemos que trabajar de manera preventiva, sí. Y por eso,
estamos creando oportunidades de educación para los jóvenes. Pero, al mismo
tiempo, hay que encararlos o enfrentar a los criminales en la calle. No se
puede permitir que los criminales tomen el control de una ciudad sustituyendo a
la autoridad, porque la idea es esta.
Los criminales, el crimen organizado, está tomándose el
control de la autoridad en una ciudad, en un pueblo o en una ciudad. Y llegan
ahí, amenazan a las autoridades locales, incluyendo a la fuerza policiaca y se
vuelven la nueva autoridad en ese lugar.
Y empiezan a aplicar su propia ley, empezaron a recaudar
sus propios impuestos y comenzaron a utilizar la fuerza pública. De hecho, no
existe otra fuerza pública que la de ellos.
Así que, en ese sentido, es un desafío para el Estado.
Pero, uno, como Gobierno Federal, acaso va a esperar a construir todas las
universidades en ese pueblo y esperar a que todos los niños lleguen a esas
universidades.
Cuántos años se va a tardar eso. Y qué le va a pasar a las
personas durante esos 10 o 20 o 30 años.
Hay que defender a las familias. No hay opción. No queda
alternativa. Y ese es el problema que sufrió México en gran medida, porque esa
falta acción del Gobierno permitió a los criminales a tomar control de muchas
regiones.
Y permítanme decirles, que no es tan sólo una cuestión de
que el Gobierno empezó a luchar en contra de los criminales, y que luego la
violencia disminuyó. Por supuesto, hay una relación, pero francamente, creo yo,
que la violencia podría estar ahí, aún sin la acción del Gobierno.
Por qué lo digo.
Porque
ahora estamos enfrentándonos a un nuevo fenómeno criminal.
En el pasado, en el último siglo, cuál era el negocio, en
sí, de los criminales.
El narcotráfico. Eso es lo que significa la palabra: El
tráfico hacia Estados Unidos y sus ciudades.
Era problema de cálculo, si lo puedo decir así. Es una
sola dimensión si uno piensa en una línea que va del Océano Pacífico hacia la
frontera de Estados Unidos. Una sola carretera, una sola línea y un solo punto
en la frontera.
Pero en los últimos 20 años, qué pasó:
Los criminales empezaron a pensar en otro negocio, además
del narcotráfico, que es la venta al menudeo de drogas en México, y es
diferente.
Por qué es diferente.
Es diferente porque cuántas personas se necesitan para
hacer cruzar una tonelada de cocaína a Estados Unidos. A lo mejor cinco, 10,
20, 100.
Pero, cuántas personas se necesitan para distribuir un
millón de bolsitas de un gramo de cocaína.
Se necesita cientos o a lo mejor miles de personas, muchas
personas en la distribución. Es un negocio completamente distinto.
Y aparte de eso, también, hay que pensar que en el negocio
anterior sólo tenían que pensar acerca de una línea hacia Estados Unidos, pero
ahora si están en el narcomenudeo necesitan cubrir todo el territorio, como
cualquier negocio de detalle o de menudeo, como Coca Cola o Pepsi. Es lo mismo.
Tienen que cubrir un territorio y para lograrlo empezaron a entrar en choques
el uno con el otro, a disputarse los territorios, y eso es el origen de la
violencia, no son las acciones del Gobierno en sí.
En otras palabras, cuando nuestra economía comenzó a
crecer a través del TLCAN, desde el TLCAN, el ingreso per cápita en México
aumentó de dos mil a 10 mil dólares por año hoy en día, y eso implicó que los
mercados mexicanos se volvieron un mercado muy importante de consumo para
vehículos, casas, hogares, cualquier cosa, incluyendo las drogas.
Entonces, comenzaron a ver a nuestra sociedad como
mercado, también, y luego empezaron a diversificar sus actividades desde
solamente exportación a distribución. Y en este cambio comenzaron a luchar el
uno contra el otro para tener control de los territorios.
Y
esta batalla explica, probablemente, el 80 por ciento de la violencia, porque
es la batalla entre los Zetas, el Pacífico o ahora los Zetas se dividieron y
son los Zetas en contra de sus antiguos aliados, que
son el Golfo, y ahora están luchando el uno contra el otro. Y probablemente hoy
hay otra lucha entre los mismos Zetas.
Entonces, ese es el problema, es esta expansión. La
pregunta fue muy sencilla, y lo siento, que le he dado esta respuesta, utilicé,
aproveché la oportunidad.
Pero, bueno, yo creo que el siguiente Gobierno de México
o, por lo menos, eso es lo que están diciendo, que van a seguir adelante con el
esfuerzo, van a continuar el esfuerzo.
Creo que tienen el derecho, por supuesto y el deber de
analizar otras alternativas. Pero con toda honestidad, quieren acaso ustedes
pensar en otra alternativa.
Yo no veo que haya otra aparte de la regulación de drogas
en el mercado global, empezando aquí, en Estados Unidos. Y por eso digo yo, que
si no se puede reducir la demanda de drogas aquí, de manera dramática, tendrán
que pensar acerca de otras alternativas y tienen el deber de analizar a
cualquier otra alternativa con tal de detener el flujo de dinero hacia las
manos de los criminales.
Y esto significa, implica el análisis hasta de
alternativas de mercado. Porque si uno quiere hablar acerca de una manera muy
distinta de lograr estas cosas, es la única manera.
O la otra sería de hacerse para atrás y darle mano libre a
los criminales y decirles: Ya no voy a luchar más. Aquí, por favor, adelante.
Les gusta éste Gobierno, tómenlo. Les gusta esta ciudad, está muy bonita, me
gusta mucho, pero tómela, no voy a luchar.
Como Gobierno uno no puede hacer eso, no puede decir eso,
porque el primer deber de cualquier Gobierno es el de preservar la ley y la
seguridad de las familias. Es un deber muy difícil, créanmelo, lo sé muy bien,
pero se tiene que hacer.
-PREGUNTA: Señor,
Presidente. Muchas gracias, un placer que esté con nosotros. Tengo una pregunta relacionada y es de si el
movimiento de armas y efectivo a granel de México a Estados Unidos.
Qué
ha hecho su Gobierno en cuanto a seguridad en la frontera para prevenir estos
flujos ilegales.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Hablando acerca de
armas, estamos confiscando muchas armas. 150 mil armas en cinco años es
muchísimo. También, estamos estableciendo controles en las carreteras, estamos
trabajando arduamente en este campo.
Ahora, hablando de prevenir el flujo de dinero ilegal,
esto es más difícil para nosotros. Hace
tan sólo dos o tres años detectamos tan sólo en el sector bancario, detectamos
14 mil millones de dólares al año, 14 mil millones de dólares que eran dólares
que teníamos que regresar a Estados Unidos, que venían del sistema bancario.
No teníamos claro las fuentes de estos dólares. Y eso hizo
que tomáramos muchas medidas. Por ejemplo, hemos prohibido muchas
transferencias en efectivo en dólares, en México.
Y, por supuesto, rechazaron mucho eso, sobre todo, en
ciudades fronterizas. Implicó un costo alto a nivel político, pero era
necesario. Hemos reducido drásticamente este tipo de existencia de dólares en
el sistema bancario, cuatro mil millones de dólares hoy día, y estamos
reduciendo esta parte.
Ahora,
también, presenté una iniciativa de ley al Congreso para reglamentar el lavado
de dinero. Eso fue hace dos o tres años. Qué sucedió con eso.
Estamos esperando de una Cámara o la otra. Ahora está en
el Senado. Yo creo que mañana estará de nuevo con los Diputados, y luego,
pasado mañana seguramente con el Senado. Pero esperamos que el Congreso lo
apruebe.
Habrá una nueva sesión, nueva Legislación, Legislatura en
el Congreso. Y, de hecho, agradezco que haya cuatro Senadores aquí, conmigo, de
diferentes partidos políticos.
Y creo que hay buena oportunidad de que, finalmente,
logremos una aprobación en esta ley muy importante para luchar en contra del
lavado de dinero.
Hay muchos intereses luchando en contra de la ley. Por
ejemplo, estamos pidiéndole a la gente o diciéndole a la gente: No pueden pagar
en efectivo cuando compran, por ejemplo, una casa, tienen que pagar ya sea por
cheque, que es obvio, según lo tengo entendido yo, a muchas cosas, pero a
muchas personas no les gusta eso y es absolutamente necesario.
Nos alcanza el tiempo para una pregunta más. De este lado
de la sala, por favor.
-PREGUNTA: -Muchas
gracias, señor Presidente, por sus comentarios tan alentadores acerca del
progreso en México.
Usted
se enorgullece mucho por haber abierto un número tan grande de universidades.
Puede
hablarnos un poco acerca de lo que está haciendo y necesita hacer México para
mejorar la educación a nivel primaria y secundaria en México para mejorar la
competitividad.
-PRESIDENTE CALDERÓN: Eso es un tema sumamente importante,
pero permíteme, por favor, señor, hablar acerca de lo que hicimos.
Logramos un acuerdo con un jugador muy importante, que es
el Sindicato de Maestros, es una organización pequeña, con a lo mejor 1.5
millones de miembros en todo el país, y logramos un acuerdo con ellos para
mejorar la calidad de la educación. Y hoy, varias medidas que acordamos y
convenimos en que eran primero, en el pasado, se le daba un puesto a un maestro
por dedazo, en el pasado.
Hoy día, es por concurso entre los maestros que se le da
un puesto a un maestro. Así que, hoy día, si uno quiere ser maestro en una
escuela, profesor, uno tiene que competir con otros profesores y maestros, para que se seleccione
el mejor.
Y esa es una reforma estructural en la educación. El
sistema educativo de México, mucho camino todavía qué recorrer, pero hay más de
100 mil nuevos maestros y profesores que son nombrados con este sistema.
Implicó un proceso muy doloroso. Por ejemplo, hubo varias
huelgas de maestros en varios estados, gracias a esto. Pero la medida está en
camino y es buena medida.
Segundo. Estamos estableciendo un proceso de evaluación,
tanto para los alumnos como para los profesores. Y, por supuesto, hay gran resistencia
hacia eso, pero finalmente, logramos un acuerdo especial para analizar el nivel
de los profesores.
Y explicamos que no es cuestión de quitar al profesor,
sino más bien, detectar las debilidades para ayudar a los maestros a mejorar
sus capacidades como profesores.
Tres. Mejoramos la infraestructura en las escuelas. No es
cuestión del Gobierno Federal, por cierto. Porque permítanme decirles que la
educación y la salud son temas, desde los 90, de nivel local de gobierno. Pero
entendimos que los gobiernos locales, probablemente, no cuenten con suficientes
fondos o tienen otras prioridades, que mejorar la calidad de las escuelas
primarias.
Entonces, comenzamos a construir diferentes cosas, como
ventanas, el campo de básquet, el baño para las niñas, por ejemplo. Y en ese
sentido, hemos reconstruido 50 mil escuelas primarias.
Estamos estableciendo un nuevo sistema de pagos a los
profesores, los maestros, porque estamos introduciendo incentivos económicos,
también. Así que, si uno es un maestro, entre más mejoran los alumnos de uno,
más sueldo recibirá ese maestro.
En ese sentido, estamos pagando por la calidad del
resultado. Entonces, esa es una parte muy pequeña del sueldo que está mejorando
y luego, finalmente, el año pasado logramos una parte muy importante de la
reforma que es la Carrera Magisterial, orientada, sobre todo, a pagar para ver
cuántos seminarios podrían obtener, por ejemplo.
No quiero darles ejemplos del tipo de cursos que tomaban,
pero hoy día, el 50 por ciento de la Carrera Magisterial que está muy vinculada
con el dinero que reciben, 50 por ciento depende de la mejora de los alumnos de
cada maestro, según los análisis, las evaluaciones que estamos haciendo año
tras año.
Un resultado podría ser, por ejemplo, la Pruebas PISA, del
Sistema PISA. En seis años establecimos una meta en las pruebas de PISA. Y
estamos logrando, y más bien, hemos excedido nuestra meta. Lo hicimos en 2009.
Y es probable que lo logremos, también, este año, sobre todo, en el tema de
matemáticas.
Los estudiantes mexicanos, los alumnos mexicanos, eran los
alumnos que avanzaron más en los exámenes PISA, en particular, en matemáticas,
en 65 países, entre 65 países. Por supuesto, México sigue siendo aún hoy uno de
los últimos países, pero estamos mejorando mucho y, sobre todo, en matemáticas.
Y estamos midiendo esto y en nuestros propios exámenes.
Por ejemplo, Enlace, es un programa de evaluación con el que contamos en
México. Del año pasado hasta este año, si la meta, por ejemplo, era de lograr
40 por ciento de estudiantes que tuvieran una calificación de excelente. Hemos
excedido esa meta en matemáticas. Desafortunadamente, no hemos logrado lo mismo
en español y hay que mejorar eso.
Hablando de los desafíos, estoy de acuerdo que éste es,
seguramente, uno de los desafíos más demandantes para México hoy día. No queda
duda que es absolutamente necesario hacer más acerca de la calidad de la
educación, y se tiene que lograr todavía más cooperación con los sindicatos de
los maestros.
La paradoja es que hay dos tipos de sindicatos de
maestros. Uno tiene muchas prácticas, malas prácticas, si lo puedo decir así, o
mala reputación; y la otra, está peor.
Entonces, hay muchas cosas que hay que mejorar. Por
ejemplo, nueva iniciativa de ley que presenté el mes pasado al Congreso para
mejorar la Ley del Trabajo, para abrir las finanzas del sindicato y hacerlos
más transparentes, establecer voto universal en los sindicatos, por ejemplo.
Pero hay otro grupo, hay otro sindicato que todavía es más
radical y rechazan la idea de los exámenes, toman control hasta de la nómina de
los trabajadores, de los maestros.
En algunos gobiernos en México hoy tienen que darle dinero
al sindicato de los maestros y el sindicato paga los sueldos según sus propios
criterios. Así que, es un problema, y entre esos estados está el mío, es un
problema.
-MODERADOR: Señor Presidente. Podríamos seguir toda la
mañana. Realmente le agradecemos su presencia, pero, también, sus comentarios
tan excelentes y tan amplios.
Mil gracias, señor Presidente.
Fuente: Presidencia de la República
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