Morir
en solitario/Rosalía Vergara
Proceso # 1933, 16 de noviembre de 2013
Durante
décadas, Joaquín Hernández Galicia, La Quina, gozó del poder que le otorgaron
varios presidentes. Como secretario general del Sindicato de Trabajadores
Petroleros de la República Mexicana (STPRM) –que ocupó del 1 de diciembre de
1961 al 10 de enero de 1989–, solía escoger a diputados, senadores y
gobernadores, hasta que, al principio de su sexenio, Carlos Salinas lo
defenestró y lo refundió en la cárcel.
Su
cautiverio se prolongó hasta 1997, cuando fue amnistiado. Enfermo y derrotado,
se retiró de la vida pública. El lunes 11, unos cuantos medios informaron sobre
su muerte, ocurrida en Tampico, Tamaulipas. Olvidado por la clase política,
prácticamente nadie lo recordó. Ni una esquela apareció en los periódicos;
algunos ni siquiera consignaron el hecho.
Su
liderazgo en el gremio petrolero comenzó a mermar cuando se negó a apoyar a
Salinas de Gortari y buscó refugio en la izquierda, con Cuauhtémoc Cárdenas y
Andrés Manuel López Obrador.
Hebraicaz
Vázquez Gutiérrez, quien encabezó el Movimiento Nacional Petrolero dentro de
Pemex para combatirlo, dice a Proceso: “Este señor hizo tanto daño a los
trabajadores que hasta la fecha están como zombis porque él implementó el
trabajo esclavo”.
Vázquez
fue el único dirigente sindical que lo enfrentó. En octubre de 1994, casi al
concluir el sexenio de Salinas de Gortari, inició una huelga de hambre junto
con otros ocho sindicalistas para demandar la democratización del STPRM, al
frente del cual quedó Carlos Romero Deschamps tras el arresto de La Quina
(Proceso 957).
Al
año siguiente, el 22 de mayo de 1995, cinco meses y medio después de que
terminó la administración de Salinas, La Quina hizo lo propio para solicitar su
liberación.
En
entrevista con este semanario, Vázquez Gutiérrez insiste: La Quina implantó el
trabajo esclavo; obligaba a los petroleros a laborar para su familia. “A mí me
tocó, porque era secretario del trabajo (del STPRM). Los sábados, los
trabajadores iban a limpiar su rancho; algunos eran choferes de sus señoras… Él
persiguió cruelmente a los disidentes”.
–¿Qué
quiere decir con cruelmente?
–Cuándo
el movimiento crecía y crecía nos aplicó la cláusula de exclusión por 30 meses
y nos “boletinó” a través de Fidel Velázquez –líder de la CTM–. A mí me mandó
secuestrar. Su gente me llevó a un basurero –digo que es basurero porque olía a
basura–. “Se lo va a cargar ya sabe
quién”, me dijeron.
E
insiste: “La Quina agredía a los trabajadores. No me explico por qué los
presidentes lo toleraron”.
En
su edición 1421 del 25 de enero de 2004 Proceso publicó un reportaje firmado
por Miguel Cabildo y Salvador Corro en el que Vázquez Gutiérrez declaró que
seis presidentes de la República: Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel
de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox se negaron a
terminar con la corrupción y el corporativismo sindical en Pemex.
Según
el dirigente opositor, el reclamo a la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social sobre la cancelación del registro a su movimiento y la toma de nota del
Comité Ejecutivo General del STPRM encabezado por Romero Deschamps fueron
rechazados. Desde entonces, dice, Romero Deschamps goza de la protección de los
poderes Legislativo y Judicial, así como de las autoridades laborales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario