"Invito a todo México, a través de usted, señor Presidente, a unirse a la campaña La Mano Sucia de Chevron, para continuar denunciando al mundo el tremendo daño ambiental causado por esta petrolera en la amazonía ecuatoriana..."Correa.,
Mensaje
a medios de comunicación del señor Rafael Correa Delgado, Presidente de la
República del Ecuador, en el marco de la Visita Oficial del Presidente Enrique
Peña Nieto
Señor
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto.
Señores
Cancilleres de la República de México, José Antonio Meade, y de la República
del Ecuador, Ricardo Patiño.
Señoras
y señores Ministros y Secretarios de Estado de las hermanas Repúblicas de
México y Ecuador.
Señoras
y señores miembros de las Comitivas Oficiales de México y Ecuador.
Señoras
y señores representantes de los medios de comunicación.
Ciudadanas
y ciudadanos:
Bienvenido,
señor Presidente, bienvenido a este pequeño rincón de la Patria grande en la mitad
del mundo, que también es su patria.
México
es una república hermana tan cercana a nuestro imaginario, a nuestra identidad
de latinoamericanos, a nuestra historia.
El
Primer Presidente ecuatoriano, porque el Primer Presidente en ocupar el cargo,
el Presidente del Ecuador no era ecuatoriano; el Primer Presidente Ecuatoriano,
el ilustrado y progresista Vicente Rocafuerte, en verdad, Vicente fue el
segundo en ocupar el cargo, aquí está, Vicente Rocafuerte, 1835-1839; el
primero fue Juan José Flores, 1830-1834, pero él era venezolano.
Nuestro
Primer Presidente, ilustrado y progresista Vicente Rocafuerte, residió en
México por varios años y llegó a actuar en el campo diplomático como Ministro
Plenipotenciario de México, ante el Reino Unido, Dinamarca y Hannover.
Como
usted sabe, querido Presidente, somos un país pequeño, sólo el Distrito Federal
tiene más población que Ecuador entero y, sin embargo, con un territorio de
poco más de 260 mil kilómetros cuadrados, siete veces menor que el territorio
de México, Ecuador es el país megadiverso más compacto del mundo.
En
apenas una hectárea en nuestra amazonia hay más especies de árboles que en
Estados Unidos y Canadá juntos; es decir, más que en toda la Norteamérica
sajona.
México
mejora los indicadores en Norteamérica, porque tiene la selva chiapaneca y
todavía grandes extensiones de bosques primarios de enorme biodiversidad, pero
en nuestra selva amazónica por cada hectárea tenemos más variedad de árboles
que en toda la Norteamérica sajona.
Así
que, sin duda, Ecuador es un país megadiverso y compacto.
Habrán
escuchado, como ya alguna vez hemos repetido que en Sudamérica nuestra colega
Dilma Rousseff ha dicho que así como es indiscutible que el Papa es argentino,
no hay duda de que Dios es brasileño; de igual manera nosotros decimos que no
hay duda que el paraíso es ecuatoriano.
Así
que bienvenidos a este paraíso en nuestra patria, que también es su patria.
Un
paraíso en el que es posible recorrer y reconocer todas las maravillas que
existen desde la línea equinoccial hasta los casquetes polares en poquísimo
tiempo.
Todas
las playas, todos los nevados, las costas, las planicies, los climas,
microclimas, que acá los tenemos y los podemos ver juntos en un mismo día.
En
Ecuador, queridos visitantes, queridos hermanos mexicanos, podrán desayunar
pescado frito con patacones, patacones les llamamos a los plátanos fritos y
aplastados, patacones.
Los
conocen en México.
Cómo
los llaman en México.
Tostones.
Como en Cuba.
Podrán
desayunar pescado frito con patacones en las playas del Océano Pacífico.
Cómo
los llaman.
-INTERVENCIÓN:
Plátano macho.
-PRESIDENTE
RAFAEL CORREA DELGADO: Plátano macho.
Almorzar
junto a un monte con nieves eternas sobre la línea equinoccial en el Cayambe y
cenar en plena selva junto, a uno de nuestros portentosos ríos tributarios del
Amazonas, que obviamente desembocan en el Atlántico, todo esto es por tierra.
Pero
además, y esto sí ya en estricta exclusiva, al día siguiente podrán junto con
su familia y ojalá pronto nos visite, una vistita más extensa, turística, con
su familia, más extendida la visita, podrán volar ahora sí en poco menos de dos
horas llegar a las Islas Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad, y una
de las siete maravillas del planeta en pleno Océano Pacífico, en donde Charles
Darwin se inspiró para formular su famosa teoría la evolución de las especies.
Tenemos
lugares seductores para todos los ciudadanos del mundo. Atraen y fascinan
nuestra diversidad ecológica y cultural, como México, su diversidad cultural
impresionante; nuestros paisajes, nuestra historia.
Pero
también el hecho de ser un país de valores, donde se practican, promueven y
resguardan con absoluto celo todos los derechos humanos: la justicia, la
solidaridad, la equidad, la educación, la salud, la igualdad de oportunidades,
la paz.
Por
otra parte, usted sabe que en México los latinoamericanos nos sentimos como en
casa, tanto por el calor de la hermandad que nos une, cuanto por el papel que
México ha desempeñado en la formación del ser latinoamericano.
México
ha sido y es monumental desde siempre, tanto en tiempos precolombinos como en
La Colonia y la República.
Monumental
en su arquitectura, en su presencia mundial como expresión de una diversidad
cultural que, dicho sea de paso, nuestra mayor riqueza como países y como
región.
Monumental
en el amor de sus hijos por la Patria mexicana y por la Patria grande
latinoamericana, que nos cobija, nos motiva y nos convoca, hoy y siempre, con
más calidez y cercanía que nunca.
Del
suelo mexicano han brotado infinidad de héroes, que lucharon a favor de los más
nobles valores, causas, con las armas del amor y la valentía.
En
la memoria de los latinoamericanos resuenan los nombres de Cuauhtémoc, los
Niños Héroes de Chapultepec, Hidalgo, Morelos, Villa, Zapata, Madero, Carranza,
Cárdenas, artífices de la Revolución Mexicana; que nos llena de orgullo a todos
los latinoamericanos, como el despertar de la dignidad del Continente, en
nombre del campesinado, de los más humildes, en nombre de la vida.
Todos
hemos cantado los boleros, rancheras y valses de los inmortales Jorge Negrete o
Javier Solís. Todos en nuestra América habíamos llorado en privado con las
películas de Pedro Infante o Pedro Armendáriz.
Todos
estuvimos enamorados de Silvia Pinal, Angélica María y María Félix.
Todos
habíamos reído con Tin-Tan, Cantinflas y el extraordinario Chespirito, y por
favor, si lo ven, es mi héroe Chespirito, un abrazo de mi parte.
Todos
nos hemos emocionado con los goles de Hugo Sánchez, y las actuaciones
mundialistas del Tri mexicano, que sólo se iguala en gallardía sentimiento
nacional, con nuestra Selección Nacional, la tricolor, también, la Tri.
México
es el país de la cultura, Patria de Juan Rulfo, Octavio Paz, Carlos Fuentes,
Frida Kahlo, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, entre
cientos y brillantes artistas y escritores.
El
muralismo que recorrió nuestras tierras, haciéndonos volver la mirada al
mestizo, al obrero, al campesino, a los gladiadores de la lucha diaria por el
pan con dignidad.
México,
además, ha sido cada vez más un destino predilecto y una valiosa vitrina para
los mejores futbolistas ecuatorianos, como Alex Aguinaga, Agustín Delgado,
Walter Ayoví, y nuestro queridísimo Christian El Chucho Benítez, fallecido el
año pasado en el cenit de su carrera futbolística, quien dejó un sendero de
alegrías y reconocimientos en México donde, estamos seguros, siempre será
recordado con afecto.
Con
México nos unen lazos de sangre y comercio desde tiempos inmemoriales. Desde
las Costas de Salango partieron nuestras balsas con la sagrada concha
spondylus, que se apreciaba en las costas mexicanas como un tesoro, símbolo de
fertilidad.
Y
hay quienes catalogan a la concha spondylus como signo de valor, así que ya
habíamos tenido hace mil o dos mil años, hasta moneda común. Será cuestión de
aplicarnos en el proceso de integración y acercaremos el día en que los
latinoamericanos volvamos a tener un signo monetario común.
Nuestra
unión se asienta en historia, y hoy la fortalecemos con su visita, querido
Enrique.
Entre
las maravillas que compartimos, está el sabroso chocolate, (inaudible) en
México, y en Ecuador era bebida ritual. Y que cuando llegó a Europa les pareció
tan bueno a los franceses que lo llamaron (inaudible).
Hace
pocos meses descubrimos en Ecuador, en nuestra región amazónica, evidencia
arqueológica del cacao más antiguo del que se tenga registro alguno.
Así
es que, sin disputar la calidad del cacao mexicano, pero reivindicando la
importancia de los matices de aroma y sabor de nuestro famoso cacao de arriba,
esperamos que pronto nuestro chocolate vuelva a llegar a México como lo hacía
durante la colonia.
Es
una prioridad para México y Ecuador el desarrollo de la cooperación bilateral y
regional a nivel económico, pero, también, a nivel humano y social; pues
creemos que esto es parte de la batalla por la libertad y la justicia que
libran nuestros pueblos de sus propios intereses y necesidades.
Tenemos
el compromiso, ante nuestros pueblos, de ampliar los horizontes de relaciones
de todo tipo.
Por
nuestra parte, estamos siempre dispuestos a incrementar nuestros lazos
económicos, culturales y sociopolíticos con México.
Por
lo pronto, en lo cultural y turístico, el Proyecto (inaudible) Ecuador planea
realizar una exposición en el Zócalo de México, del corazón de Ecuador al mero
corazón de México.
Además,
nuestros cancilleres han acordado reuniones con autoridades de migración y de
seguridad, para tratar el tema de movilidad humana entre nuestros países.
Estamos
trabajando en mecanismos de cooperación para el intercambio de información
entre los dos países, para que no ingresen delincuentes, ni gente con
prontuarios, que esté buscada en México, o sea parte de los cárteles de la
droga y demás.
Aprovecho
este encuentro para denunciar, una vez más, al mundo, querido Presidente, sobre
un desastre ambiental 85 veces mayor que el derrame de British Petrolium en el
Golfo de México en 2010, y 18 veces mayor que el desastre del Exxon Valdez en
Alaska en 1989.
Se
trata de la contaminación dejada por Texaco, ahora Chevron, petrolera que operó
en amazonía ecuatoriana desde mediados de los años 70 hasta 1992.
Invito
a todo México, a través de usted, señor Presidente, a unirse a la campaña La
Mano Sucia de Chevron, para continuar denunciando al mundo el tremendo daño
ambiental causado por esta petrolera en la amazonía ecuatoriana.
Todos
pueden ir a la amazonia, meter la mano en la piscina, ya desde hace más de 30
años por Chevron, en ese entonces Texaco. Esa mano saldrá negra, llena de brea.
Es la mano sucia de Chevron.
Responsabilidad,
crimen que quieren ocultar con sus millones de dólares, pero, la verdad
prevalecerá.
Con
el objetivo de evadir el pago de la indemnización estipulada por dictamen
judicial a favor de las comunidades afectadas de las provincias de Sucumbíos,
Orellana.
La
empresa Chevron emprendió, hace algunos años, una campaña de desprestigio en
contra de Ecuador. Frente a la prepotencia de esta empresa corrupta y
corruptora, Ecuador tiene en sus manos el arma más letal que se haya inventado
jamás: la verdad.
Finalmente.
Querido
Presidente.
Querida
delegación mexicana:
Para
nuestro país es muy importante vuestra visita.
En
este encuentro hemos firmado importantes documentos. Y por medio de ellos, nos
hemos comprometido a: desarrollar actividades de cooperación en materia de
investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación en el Proyecto
Ecuatoriano Yachay, Ciudad del Conocimiento.
Para
ello, firmamos el convenio de colaboración entre la Universidad Nacional
Autónoma de México, UNAM; Universidad Autónoma Metropolitana de México, la UAM;
el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, ITESM; el
Instituto Politécnico Nacional, el IPN; el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, CONACyT, para cooperar con ese proyecto emblemático que apuntale el
cambio de matriz productiva en que nos encontramos empeñados como país.
La
Ciudad del Conocimiento, Yachay, una palabra quechua que significa: aprende, en
imperativo, aprende.
Nos
hemos comprometido, asimismo, a establecer las bases y mecanismos de
cooperación para que la Secretaría de Desarrollo Social de los Estados Unidos
Mexicanos, SEDESOL y el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social de Ecuador
lleven a cabo actividades en materia de desarrollo social en el ánimo de
aprovechar las experiencias y mejores prácticas de ambos estados en la
erradicación de la pobreza, la exclusión social y la protección de las
poblaciones vulnerables.
Hemos
acordado establecer una sede del célebre Fondo de Cultura en México en Ecuador
que funcionará como librería, editorial y centro cultural para promover
actividades alrededor de la literatura y el pensamiento iberoamericano.
Ya,
incluso, mire lo eficientes que son estas visitas, estos encuentros
bilaterales, hemos incluso determinado la futura sede de dicho Fondo, que será
la actual sede de UNASUR que pasa por mitad del mundo, se libera esa hermosa
casa de estilo colonial en el Centro-Norte de Quito, y ahí funcionará el Fondo
de Cultura mexicano-ecuatoriano.
Asimismo,
y siempre dentro del campo de la educación superior que unen nuestros objetivos
más importantes, hemos firmado un convenio marco de cooperación
interinstitucional entre las Secretaría de Educación Superior, Ciencia,
Tecnología e Innovación de la República de Ecuador y el Instituto Tecnológico
de Estudios Superiores de Monterrey de los Estados Unidos Mexicanos.
Vamos
a generar proyectos conjuntos, encaminados a programas y becas que contribuyan
al intercambio de estudiantes y de personal académico, científico y
tecnológico.
Aplaudo
y felicito la iniciativa y el gran esfuerzo de su Gobierno por recuperar la
presencia de México en la región. Finalmente, México está viendo más al Sur.
Muchas
gracias, señor Presidente.
Y
ser parte de ese proceso imparable e impostergable que tiene lugar en nuestra
época, que no solo es una época de cambios, sino que es un verdadero cambio de
época.
Me
refiero a la integración latinoamericana, la construcción de nuestra Patria
grande.
Bien
anotaba el gran Octavio Paz: América no es tanto una tradición que continuar
como un futuro que realizar.
Es
muy simbólico que la primera Cumbre de la Unidad de Latinoamérica y el Caribe,
es decir, de la CELAC, en 2010, haya tenido lugar en Playa del Carmen, Quintana
Roo, en las costas mexicanas.
En
México y Ecuador el bienestar del ser humano, su desarrollo, a partir de
oportunidades equitativas, en armonía consigo mismo y con su entorno, lo que
llamamos aquí: el buen vivir, constituyen el principio y fin de nuestras
acciones.
Y
para afirmar estos principios, estamos conduciendo procesos que no se alejan de
la paz que honramos como naciones, sino, precisamente, para alcanzar la única
paz verdadera y sostenible que es la basada en la justicia, la libertad y la
soberanía de nuestros pueblos.
Porque,
parafraseando a Juan Rulfo, tú y yo vivimos en países a los que nunca
acabaremos de querer.
Qué
viva México.
Qué
viva Ecuador.
Qué
viva la Patria grande.
Bienvenido
nuevamente.
Un
abrazo, a través tuyo, a ese entrañable pueblo mexicano.
Y
hasta la victoria siempre latinoamericanas, latinoamericanos.
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