T. S.
Eliot en los 70 años de los “Cuatro Cuartetos”/JOSÉ
EMILIO PACHECO
Revista Proceso # 1931, 2 de noviembre de 2013;
En 1943
se publicó en Nueva York la primera edición íntegra de Four Quartets:
Burnt
Norton (1935), East Coker (1940), Dry Salvages (1941) y Little Gidding (1942).
Para
muchos, los Cuatro Cuartetos son la cumbre de la poesía inglesa en el siglo XX.
Mi primera versión de estos poemas apareció en 1989. Hoy sólo es posible leerla
en internet.
Durante
un cuarto de siglo continué trabajado en el texto que al fin doy por terminado,
aun a sabiendas de que una labor así nunca se acaba. Agregué unas 200 páginas
de notas. Las que ahora doy a conocer son un brevísimo resumen de las que
aparecerán en el libro. Acompañan a Burnt Norton, el primero de los cuartetos
con los que Eliot culminó su obra y al mismo tiempo se despidió de la poesía.. JEP
____________________________
Burnt
Norton
I
El tiempo
presente y el tiempo pasado 1
Acaso estén
presentes en el tiempo
(futuro.
Tal vez a
ese futuro lo contenga el
(pasado.
Si todo
tiempo es un presente eterno
Todo
tiempo es irredimible.
Lo que
pudo haber sido es una
(abstracción
Y sigue
siendo perpetua posibilidad
Sólo en
un mundo de especulaciones.
Lo que
pudo haber sido y lo que ha sido
Tienden a
un solo fin, presente siempre 2.
Eco de
pisadas en la memoria.
Van por
el corredor jamás seguido
Hacia la
puerta que no llegamos nunca
(a abrir
Y da al
jardín de rosas 3.
Así, en
tu mente
Resuenan
mis palabras.
Pero no
sé
Qué
objeto tiene perturbar el polvo,
Velo del
cuenco en donde están los
(pétalos
De rosa.
Y otros
ecos
Habitan
el jardín. ¿Vamos tras ellos?
Deprisa,
dijo el pájaro: encuéntrenlos,
(encuéntrelos,
Al dar
vuelta a la esquina, tras la
(primera
verja,
En
nuestro primer mundo. ¿Vamos en pos
Del
engaño del tordo? 4
En
nuestro primer mundo.
Allí
estaban, solemnes, invisibles;
Andaban
sin presión sobre las hojas
(muertas,
Bajo el
calor de otoño, en el aire vibrante.
Y el
pájaro silbó como respuesta
A la
inoída música oculta entre los setos.
Y cruzó
sin ser visto el destello de un ojo,
Porque
las hojas tenían aspecto de
(flores
contempladas.
Eran como
nuestros huéspedes aceptados
(y
aceptantes.
Así pues,
avanzamos, y ellos en
(procesión
formal 5
Caminaron
también por el desierto
(sendero
Hasta
llegar al sitio que cercaban arbustos.
Y miramos
entonces el estanque
(drenado.
Seco el
estanque, seco el cemento,
(pardos
los bordes.
Y se
llenó el estanque de agua solar,
En
silencio, en silencio se alzaron
(lotos 6.
La
superficie brilló desde el corazón de
(la luz.
Y ellos
quedaron tras nosotros, su
(reflejo
en el agua.
Luego
pasó una nube y se vació el
(estanque.
Váyanse,
dijo el pájaro.
Porque
las frondas estaban llenas de
(niños 7;
Se
ocultaban alegres y contenían la risa.
Váyanse,
váyanse, váyanse, dijo el
(pájaro:
El género
humano no puede soportar
tanta
realidad 8.
El tiempo
pasado y el tiempo futuro,
Lo que
pudo haber sido y lo que ha sido,
Tienden a
un solo fin, presente
(siempre.
II
Ajo y
zafiros en la greda 9
Traban el
eje de la rueda 10.
Canta la
sangre en su alambrada,
Bajo la
cicatriz, guerra olvidada.
Y la
danza a lo largo de la arteria
Y la
circulación de la materia
Giran en
la deriva de la estrella.
Sube el
verano hasta dejar su huella
Sobre ese
árbol 11 que a la luz aloja
En la
móvil silueta de la hoja.
Y se
escucha en la tierra humedecida
Al jabalí
y al perro, proseguida
También
su eterna lucha, aunque sus
(rastros
Se
concilien arriba entre los astros.
En el
punto inmóvil del mundo que gira 12:
Ni carne
ni ausencia de carne, ni desde
(ni
hacia.
En el
punto inmóvil: allí está la danza.
No el
detenerse ni el moverse.
Nadie
llame fijeza
Al sitio
en donde se unen pasado y
(futuro.
Ni ida ni
vuelta, ni ascenso ni descenso.
A no ser
por el punto, el punto inmóvil,
No habría
danza, y sólo existe danza.
Sólo
puedo decir: allí estuvimos.
No puedo
decir dónde, tampoco
(cuándo y
cuánto,
Porque
sería situarlo en el tiempo.
Liberarse
por dentro del deseo material 13,
Descargarse
de la acción y el sufrimiento,
De la
compulsión externa e interna,
Rodeadas
sin embargo por una gracia
(de
sentido,
Una luz
blanca inmóvil que se mueve,
Ehrebung
14 sin movimiento,
Concentración
sin eliminación,
Un mundo
nuevo y un viejo mundo que
(se hacen
explícitos,
Se
aclaran en la consumación de su
(éxtasis
parcial,
La
resolución de su parcial horror.
Pero el
encadenamiento de pasado y
(futuro,
Tejidos
en la debilidad del cuerpo
(cambiante,
Ampara al
género humano del cielo y la
(condenación
Que la
carne no puede soportar.
El tiempo
pasado y el tiempo futuro
Sólo
permiten mínima conciencia.
Ser
consciente significa no estar en el
(tiempo.
Pero sólo
en el tiempo pueden recordarse
Los
momentos envueltos en pasado y
(futuro:
El
momento en el jardín de rosas,
El
momento en la pérgola bajo el
(azote de
la lluvia,
El
momento en que desciende el humo
Sobre la
iglesia atravesada por corrientes
(de aire.
Sólo en
el tiempo se conquista el
(tiempo.
III
Este es
el sitio de los desafectos15.
Tiempo
antes y tiempo después
Bajo una
luz dudosa: ni luz de día
Que da a
las formas lúcida quietud
Y
convierte a las sombras en belleza
(fugaz,
Con lenta
rotación que sugiere
(permanencia,
Ni
tinieblas para purificar el alma 16,
Tinieblas
que vacían lo sensual mediante
(la
privación
Y limpian
del apego por cosas
(temporales.
Ni
plenitud ni vacío. Sólo un destello
Sobre las
tensas caras marcadas por el
(tiempo,
Distraídas
de la distracción por la
(distracción,
Llenas de
ensueños, huecas de sentido.
Apatía
tumefacta y desconcentrada.
Hombres y
trozos de papel
Giran
llevados por el viento frío
Que sopla
antes y después del tiempo.
Viento
que entra y que sale de pulmones
(malsanos,
Tiempo
antes y tiempo después.
Eructo de
almas enfermizas
En el
aire marchito, aletargadas
Por el
viento que azota las lúgubres
(colinas
londinenses:
Hampstead
y Clerkenwell, Campden y
(Putney,
Highgate,
Primrose y Ludgate. No aquí,
No aquí
en tinieblas,
En este
mundo de ruido y confusión.
Desciendan
más abajo, desciendan
(solamente
Al mundo
de perpetua soledad,
Mundo sin
mundo que no es mundo,
Tinieblas
interiores, privación
Y despojo
de toda propiedad,
Desecación
del mundo del sentido,
Abandono
del mundo del ensueño,
Ineficacia
del mundo del espíritu:
Este es
el único camino, y el otro
Es el
mismo,
No en
movimiento: en abstención del
(movimiento,
Mientras
el mundo se mueve,
En
avidez, por los metálicos caminos
Del
tiempo pasado y del tiempo futuro.
IV
Han
sepultado al día el tiempo y la
(campana
17.
Se lleva
al Sol,
oscura,
una nube lejana.
¿Se
volverá a nosotros el girasol? 18
¿Descenderá
a enlazarnos la clemátide
(vana?
¿Se
aferrarán, colgantes, el zarcillo y la
(liana?
Y del
ciprés los dedos ateridos
¿Acaso de
nosotros se quedarán
(prendidos?
Cuando el
ala
del
martín pescador 19 ha
(contestado
Con la
luz a la luz y en silencio ha
(quedado,
La luz no
se estremece: está constante
En el
inmóvil punto de este mundo
(girante.
V
Las
palabras se mueven, la música se
(mueve
Sólo en
el tiempo; pero lo que sólo
(está
vivo
Sólo
puede morir. Termina el habla
Y
alcanzan el silencio las palabras.
Nada más
con la forma y el diseño
Pueden
alcanzar la inmovilidad la
(música o
las palabras,
Como un
inmóvil jarrón chino
En su inmovilidad
se mueve siempre.
No la
inmovilidad del violín mientras la
(nota
dura,
No sólo
eso sino la coexistencia.
O digamos
que el fin precede al principio
Y que el
fin y el principio estuvieron
(presentes
Antes del
principio y después del fin.
Y todo es
siempre ahora.
Las
palabras se esfuerzan y se agrietan,
A veces
se quebrantan bajo la carga y
(la
tensión,
Se
resbalan, tropiezan y sucumben,
La
imprecisión las desfigura,
Pierden
su sitio, pierden su fijeza,
Voces
aullantes
Que
reprochan, se burlan o sólo
(parlotean
Las
asaltan continuamente.
El Verbo
en el desierto 20
Es
atacado sobre todo por voces de
(tentación,
La sombra
que solloza en la danza
(fúnebre,
El sonoro
lamento de la Quimera
(desolada
21.
El
detalle del diseño es movimiento,
Como en
la imagen de los diez
(peldaños
22.
El deseo
en sí mismo es movimiento,
En sí
mismo indeseable.
El amor
en sí mismo es inconmovible,
Sólo es
causa y es fin del movimiento,
Sin
tiempo ni deseo,
Salvo
bajo el aspecto del tiempo,
Preso a
manera de limitación
Entre el
no ser y el ser.
De pronto
en un rayo de sol,
Mientras
el polvo danza todavía,
Se
levanta la risa oculta
De los
niños entre el follaje 23.
Deprisa,
aquí, ahora siempre—
Absurdo
es el baldío tiempo triste
Que se
extiende entre el antes y el
(después. l
______________________
Notas
Burnt
Norton es una mansión en el condado de Gloucester. En el siglo XVIII su
propietario enloqueció, incendió la casa y murió en el fuego. En el verano de
1934 Eliot visitó Burnt Norton en compañía de Emily Hale, su amiga-novia de
juventud a quien no había vuelto a ver en dos décadas.
El tiempo
presente y el tiempo pasado… San Agustín escribió que el tiempo es parte del
alma porque el pasado ya no existe, el futuro no es todavía y el presente ya
dejó de ser cuando todavía no es.
Un solo
fin, presente siempre: Dios, La eternidad o la muerte.
Jardín de
rosas… En muchas representaciones Venus aparece desnuda al centro de un jardín
de rosas. Este atributo se desexualiza en el Rosario que pasa de ser
rosaleda. (“Sitio plantado de rosales”
para significar la oración dedicada a la Virgen y la sarta de cuentas que guía
el rezo.)
Lyndall
Gordon (T.S.Eliot: An imperfect life,
1998) da una interpretación literal y biográfica a esa parte del poema.
Bajo el calor veraniego las rosas alcanzan un segundo florecimiento y el
vínculo entre dos personas maduras recuerda la despedida, 22 años atrás, cuando
ambos eran muy jóvenes. El “eco de pisadas en la memoria” es la remembranza de
sus tiempos juveniles en Boston. Mientras que en la realidad caminan juntos por
el sendero de rosas hacia el estanque vacío los espectros de los jóvenes, que se enamoraron en Boston, avanza hacia un
momento que va más allá del amor y alcanza un vislumbre de eternidad: “el punto
inmóvil del mundo que gira”.
Este
lugar que no es “ni carne ni ausencia de carne” representa, a juicio de
Rajendra Verma (Time and Poetry in Eliot’s Four Quartets, 1979) el poder del
amor como lo expresa Dante en El
Paradiso.
El engaño
del tordo. El ave también llamada zorzal posee la facultad de imitar a otros
pájaros. De allí su “engaño”.
Y ellos
en procesión formal… Como se sabe, they no tiene género. Para muchos comentaristas they es femenino y
nombra a las erinias que los romanos llamaron furias. Castigan sin piedad a
quienes violan las leyes matriarcales, por ejemplo a Orestes que dio muerte a
su madre Clitenmestra, quien a su vez mató a Agamenón, padre de Orestes. A veces se las representa como yeguas de la
noche (nightmares) de donde se derivó el término para” pesadilla.”
Esquilo
las llama “hijas de la eterna noche” y Sófocles “hijas de la tierra y la
sombra”. En cambio Eurípides trata de propiciarlas designándolas las euménides
(las amables o las benévolas) y entiende que son una figura mítica del
remordimiento. Hoy se consideran representaciones del temor oculto que los
hombres sentimos ante las mujeres.
En
silencio, en silencio, se alzaron lotos. El arte oriental representa a Buda
entre pétalos de loto. También Brahma, que creó el mundo como tiempo, tiene su
asiento en los lotos. De acuerdo con B. G. Walker (The Women’s Encyclopedia of
Miths and Secrets, 1983) los seguidores de Brahma eliminaron a la diosa madre y establecieron una religión
y una sociedad patriarcales.
Sin
embargo, en toda el Asia el loto es el símbolo del yoni, el sexo femenino
personificado en la diosa Patma (Loto.) Para el tantrismo la frase ritual om
mani patme hum significa “la joya (masculina) en el loto (femenino”; es decir,
el pene en la vagina, el feto en el útero, el cadáver en la tierra, el dios en
la diosa.
Porque
las frondas estaban llenas de niños.
Helen Gardner (The Art of T.S. Eliot, 1949) ve en esta imagen una
expresion de la felicidad humana y cree que los niños provienen de un cuento de
Rudyard Kipling (1865-1936) llamado They.
El género
humano no puede soportar tanta realidad.
El mismo verso (Humankind cannot bear very much reality) aparece en
Asesinato en la Catedral en el último discurso de Santo Tomás Beckett, quien se
dirige al coro antes de su martirio. Hay dos buenas traducciones mexicanas de
esta obra: la de Jorge Hernández Campos (1959) y la de Miguel Ángel Flores
(1995).
Ajo y
zafiros en la greda… Eliot dijo haberse inspirado en una línea del soneto de
Stéphan Mallarmé (1842-1899) “M’introduir dans ton histoire”: Tonerre el rubies
aux moyeux (“Trueno y rubíes en los ejes”.).
El eje de
la rueda… El eje de los cielos qu giran y también la rueda de la fortuna que
nunca deja de dar vueltas y representa la condición siempre cambiante del
destino humano.
Ese
árbol… El árbol simboliza la unión de tierra y cielo. El Aswattha de la
Bhagavad Gita es el árbol de la vida. En la mitología germánica Yggdrasil es el
árbol del mundo y simboliza toda la naturaleza viva.
En el
punto inmóvil del mundo que gira. La inmovilidad de lo eterno que el yoguin
puede alcanzar mediante la concentración espiritual y la respiración rítmica.
(Pranamaya.) El punto inmóvil es Brahma, un punto sin partes, flujo ni
sucesión. En otra interpretación “el punto inmóvil del mundo girante” que no es
“carne ni ausencia de carne” resulta el
poder del amor que lleva a los seres humanos a la trascendencia.
Librarse
interiormente del deseo material. Según el budismo el deseo (tahana)) es la
raíz de todo sufrimiento (dukkas). Los ascetas cristianos dijeron que el placer
es maligno sólo por ser placer. Lutero y Calvino aumentaron este rechazo del
paganismo que había considerado el acto sexual una participación humana en la
divinidad y un anticipo del paraíso.
Ehrebung
( en alemán en el original:) Elevación, éxtasis. Nota de T.S. E.)
El sitio
de los desafectos. En Dante la expresión se refiere a los habitantes del Limbo.
Eliot usa la palabra en sus dos sentidos: los que carecen de afecto y los
descontentos con la marcha del mundo. Todo el pasaje se refiere al descenso a
la estación del Underground, el Tube, el Metro londinense.
Tinieblas
para purificar el alma. Eliot toma de
San Juan de la Cruz las imágenes de la noche oscura, la llama y el fuego y
pretende alcanzar el éxtasis místico y la unión con Dios. Nada de esto puede
lograrse si no se renuncia a todas las cosas del mundo.
Han
sepultado al día el tiempo y la campana. El primer verso evoca el comienzo de
la Elegy Written in a Country Churchyard de Thomas Gray (1716-1771): “Las
campanas doblan a muerto por el día que se va”.
Girasol,
zarcillo y ciprés, los dos primeros son símbolos de renacimiento. El tejo (yew
three) representa a la muerte. En esta versión sustituimos al tejo por el
ciprés, árbol funerario por excelencia en la cultura hispánica.
El Martín
pescador:El kingfisher, literalmente el “rey pescador”, es el alción de los
griegos. En las leyendas del Rey Arturo,
un rey pescador queda impotente o castrado. Por tanto su país se convierte en
una tierra baldía que sólo puede recuperar la fertilidad si un caballero,
Parsifal, logra curar al rey. Para ello debe vencer muchas pruebas difíciles,
llegar a la Capilla Peligrosa y dar respuesta a varias preguntas acerca del
Santo Grial.
Para
James Frazer en La rama dorada (1890-1915) el Rey Pescador es semejante a los
dioses de la vegetación como Adonis, Jacinto, Attis y Osiris. Su muerte y
renacimiento se simbolizan en rituales para propiciar la regeneración de
árboles y plantas tras el invierno estéril.
El verbo
en el desierto. “En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios y el
Verbo era Dios.” San Juan, 1, 1. El logos spermaticos, la palabra seminal es el
poder de Dios para crear cualquier cosa con el sólo hecho de pronunciar su
nombre. En esta acepción de logos como
el Verbo, logos significa la esencia divina encarnada y concentrada en una
palabra. Marcoss 1, 12-13 es lacónico: “Y luego el Espíritu lo impulsó al
desierto y estuvo allí en el desierto cuarenta días y era tentado por Satanás y
estraba con las fieras y los ángeles lo servían.”
El sonoro
lamento de la quimera desolada. En las
últimas páginas de la Tentation de Saint Antoine (1874) Gustave Flaubert hace
que también la quimera tiente en vano a San Antonio. Su sonoro lamento consiste
en decirle: “Desconocido, estoy enamorada de tus ojos. Doy vueltas a tu
alrededor como una hiena en celo rogando las fecundaciones porque su necesidad
me devora”.
Como la
imagen de los diez peldaños: “Decimos pues que los grados de esta escala de
amor por donde el alma de uno en otro va subiendo a Dios, son diez.” (San Juan
de la Cruz, Noche oscura del alma, libro 2, capítulo IXX.II.)
La risa
oculta de los niños en el follaje. En La
tierra baldía Eliot cita en francés un poema de “Parsifal” de Paul
Verlaine: Et, o, ces voix d’enfant
chantant dans la coupole!
En La
queste del Saint Grail un monje de la Edad Media combatió el amor sensual cantado por los
trovadores y exaltó las virtudes de la castidad. Dijo que los Caballeros de la
Mesa Redonda no pudieron encontrar el Santo Grial porque estaban manchados por
la sexualidad. Parsifal, el más joven caballero del Rey Arturo, resiste la
tentación erótica con objeto de encontrar el cáliz en que José de Arimatea
guardó unas gotas de la Sangre de Cristo y con ella curar al Rey Pescador para
que la tierra baldía vuelva a florecer y a dar sus frutos.
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