Revista
Proceso # 2069, 25 de junio de 2016
El
dolido adiós de Beltrones/CARLOS
ACOSTA CÓRDOVA
En
su discurso de renuncia a la dirigencia nacional del PRI, y después de su caída
electoral, Manlio Fabio Beltrones hace un recuento de fallas propias, pero
sobre todo de las ajenas, de las que pudieron haber venido de las más altas
esferas del poder. Además viene el reclamo: Gracias a mi capacidad política,
parece decir, se lograron las reformas y como pago recibí el abandono. Y como
lo revela el estudio de un especialista, en el fondo de todo siempre estuvo el
dinero… en este caso, la falta del mismo en el accionar priista.
Los
hechos violentos de Nochixtlán, Oaxaca, el domingo 19; las movilizaciones de
los maestros de la CNTE en varios estados, y la turbulencia financiera
provocada por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, opacaron la
noticia de la renuncia de Manlio Fabio Beltrones Rivera a la presidencia
nacional del PRI.
Los
resultados desastrosos para el PRI en los comicios del domingo 5 han sido
objeto de múltiples y variadas explicaciones, análisis y conjeturas. Pero
Beltrones, hasta el lunes 20 dirigente nacional priista, no duda en cargarle a
los gobiernos federal y estatales la mayor parte de la responsabilidad en el
fracaso electoral reciente.
En
su largo discurso de renuncia, 11 y media páginas, a veces críptico, a veces
elocuente, plantea –así sea de manera elíptica– que el gobierno abandonó a su
suerte al PRI.
Dice:
“El partido requiere establecer una más fluida relación con sus gobiernos. No
basta el diálogo permanente y fructífero que existe con el presidente de la
República y con los gobernadores. El partido en el gobierno debe apoyar y su
gobierno debe comunicarse y comprometerse más con su partido. Es necesario que
haya correspondencia y retroalimentación en las agendas de gobierno y partido,
respetando el ámbito de competencia de cada parte”.
Pero
también sugiere que el gobierno no sólo no apoyó al partido, sino que incluso
jugó en su contra, pues poco hizo para sancionar o corregir a funcionarios y
gobernantes priistas señalados y criticados recurrentemente por la sociedad:
“Es
imprescindible, diría que es urgente y prioritario, que reforcemos la rendición
de cuentas de los servidores públicos, legisladores y gobernantes que emanan de
las filas del PRI, que oigamos y atendamos las demandas de castigo a la
corrupción y a la impunidad.