Nota de Jesusa Cervantes
Agencia APRO, 1 de septiembre de 2012
MÉXICO, D.F (proceso.com.mx).- Al instalarse la sesión del Congreso General de la LXII Legislatura federal, los diputados de PRD, PT y Movimiento Ciudadano anunciaron que interpondrán juicio político contra magistrados y consejeros electorales por haber actuado en complicidad con los poderes fácticos y haber incumplido con la ley en la calificación de los comicios presidenciales, además de haber dado como válida una elección fraudulenta.
Ricardo Monreal, coordinador de los diputados del Movimiento Ciudadano, anunció desde la tribuna la demanda de juicio político y pidió a la ciudadanía que quiera respaldarlos que acuda a firmar el documento; antes, cuestionó el papel realizado por las autoridades electorales:
“Las máximas autoridades encargadas de respetar la ley, mandaron al diablo a las instituciones. Al calificar la elección como válida, los tribunales cortesanos y de consigna terminaron descalificándose así mismos”.
El legislador aclaró que lo realizado por magistrados electorales y consejeros del Instituto Federal Electoral, de desechar todas las impugnaciones del Movimiento Progresista les afecta sí, pero es la afectación menos importante; lo grave, dijo, es que de manera colateral deja abierta en carne viva la herida a la Constitución, pues se violenta el derecho a tener elecciones libres y auténticas.
Por otro lado, añadió, al permitir el uso y abuso de dinero ilícito en la elección, se sienta un precedente para subastar al mejor postor posible los puestos de elección popular. “De hoy en adelante las elecciones serán ganadas por el candidato y el partido que más dinero ilícito y empresas fantasmas presente para triangular recursos, para el partido que más voto compre”.
A diferencia de otras sesiones del Congreso general, las cuales son previas a la entrega del Informe de Gobierno del Ejecutivo federal, en esta ocasión los posicionamientos de los partidos políticos no se centraron en la forma de gobierno, los aciertos, errores u omisiones del año que transcurre, no se juzgó la labor del presidente de la República como en otros años, los discursos se centraron en el pasado proceso electoral y mientras la izquierda reclamó la sumisión de las autoridades electorales, la compra de la elección y la burla a la ciudadanía que salió a votar en mayor cuantía que otros comicios, el PRI y el PVEM se dedicaron a vanagloriarse de los resultados y a ver en la figura de Enrique Peña Nieto al futuro presidente que dará rumbo a la nación.
Por el PRI, la encargada de fijar la postura fue la michoacana Adriana Hernández Íñiguez, quien dijo que su partido “extiende su mano fraterna”, aclarando que el PRI no retoma el poder federal “con actitud de triunfalismo ni con ánimo de confrontación”.
Al momento de fijar la posición, la última de la sesión del Congreso general, legisladores de PRD, PT y MC subieron al primer nivel de la tribunal para, de frente a los diputados y senadores, extender cuatro grandes mantas de rechazo al resultado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
En una de ellas se podía leer “la democracia ha muerto” o “el destino de México no tiene precio”.
Provocadoramente, la diputada del PRI dijo que en su partido “nos congratulamos de que las instituciones electorales funcionen como lo establece el marco constitucional y que la actitud responsable y mesurada de los actores políticos a lo largo del proceso electoral continúa prevaleciendo. Saludamos el fallo del Trife y la oportuna declaración que reconoce a Enrique Peña Nieto como presidente de México”.
La bancada de izquierda enfureció y los gritos de ¡fraude, fraude! empezaron. De la parte central del salón de sesiones, los priistas sacaron pequeñas banderitas que agitaban intermitentemente, como sucedió hace seis años, cuando al legitimar a Felipe Calderón Hinojosa como presidente de los Estados Unidos Mexicanos, permitieron su entrada a San Lázaro.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el priista Jesús Murillo Karam, hizo un llamado al respeto. Los perredistas y petistas se callaron pero no se bajaron del primer nivel de la tribuna sino hasta que la priista concluyó su intervención y se declaró un breve receso para recibir de Alejandro Poiré, secretario de Gobernación, el último Informe de Gobierno de Calderón Hinojosa.
La priista insistió:
“Con la declaración que reconoce a Enrique Peña Nieto como presidente de todos los mexicanos, después de haber desahogado las impugnaciones presentadas en términos de ley, y la entrega de este informe de gobierno así como la transmisión de poderes, empezaremos una nueva etapa que habrá de transcurrir con normalidad y en un ambiente de civilidad y consideración entre las fuerzas políticas”.
El débil discurso de la diputada del PRI, sin fuerza política y la desconocida presencia de la legisladora, fue opacada en todo momento por las cuatro grandes pancartas de los legisladores de izquierda, quienes civilizadamente se colocaron en el primer nivel de la tribuna sin ocasiona problema alguno.
Más sobresalía la gran manta que rezaba “es una victoria pírrica del cinismo y la corrupción”, que las palabras de la diputada del PRI.
En una manta más se leía: “AMLO, naciste en tiempos de mercenarios”.
Más papista que el Papa
Y mientras los priistas no defendieron a ultranza a “su presidente electo”, el orador del Partido Verde Ecologista Mexicano sí lo hizo.
Carlos Alberto Puente Salas, miembro del PVEM y defensor de los intereses televisivos, inició su discurso con una abierta provocación: “México tiene presidente electo, Enrique Peña Nieto”. Los priistas se levantaron, aplaudieron y los de la izquierda gritaron, reclamaron “fraude electoral”, lo llamaron vendido. El presidente de la Mesa llamó a la serenidad, y el senador del Verde siguió.
“Hoy inicia en México una nueva era. Hoy, la legitimidad, la legalidad, la inclusión, el respeto a las instituciones y las leyes que nos rigen, serán distintivos de este nuevo gobierno. Habrá un nuevo pacto social. Atrás queda el conservadurismo económico y el dogmatismo mesiánico que cree vivir en el siglo pasado. Y lo lograremos con nuestro presidente electo, Enrique Peña Nieto”.
Y cada vez más servil al priismo, el senador del PVEM dijo:
“Con el PAN hubo avances y retrocesos, pero el advenimiento de una nueva etapa está por concretarse, Enrique Peña Nieto, presidente electo, encabeza el proyecto de la esperanza, el cambo de rumbo para México”.
De nuevo la respuesta de la izquierda fueron los gritos, más reclamos hubo de PRD, PT y MC al PVEM que al propio PRI, pues éste en ningún momento defendió ni nombró con tanto fervor el nombre del exgobernador del Estado de México.
“La legitimidad y legalidad respaldan el triunfo de Enrique Peña Nieto como presidente electo de México, con una participación histórica de más del 60% y con más de 19 millones de votos que depositaron su confianza en el proyecto de la coalición Compromiso con México”.
Luego, con actitud benévola, el hoy senador del Partido Verde aclaró que: “aún con esa cifra (de 19 millones de votos), en la democracia, no es tiranía la mayoría”.
Aclaró también que carecen de sustento quienes señalan que gobernará una élite o que habrá privatizaciones, pero lo mejor de todo dijo, “habrá vales de medicina para todos. Y la Presidencia de Enrique Peña Nieto será la agenda del Partido Verde”.
Contradiciendo justamente su dicho, la diputada del PRI, Adriana Hernández Íñiguez, anunció que el nuevo gobierno propondrá “otra” reforma energética “que amplíe la participación privada en el sector”, una reforma laboral y una reforma hacendaria.
La Corte, regalo para magistrados
El inicio de sesiones del Congreso general se convirtió en el mejor escenario que tuvo la izquierda para hacer una valoración pública, televisada, sobre el papel desempeñado por consejeros y magistrados electorales.
Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de MC, recordó que a lo largo del proceso electoral, en la campaña del PRI el dinero ilegal, ilícito, sudó, dejó rastro, pero eso no lo vieron los magistrados electorales.
Les recordó que en el año 2006, cuando los entonces magistrados electorales avalaron el fraude electoral y proclamaron a Felipe Calderón Hinojosa presidente legal, algunos de estos funcionarios electorales le confesaron más tarde al propio Monreal que funcionarios del gobierno panista les ofrecieron a cambio del reconocimiento de Calderón una posición en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “ellos fallaron a favor del poder pero después el poder les falló a ellos, pregunten dónde están ahora esos magistrados”.
Desde la tribuna, el diputado del Movimiento Ciudadano dijo que “está demostrado que quienes compran una elección terminan vendiendo al país”. Y fue en ese momento cuando anunció que “para que no queden impunes las fechorías de los magistrados se les promoverá juicio político”.
También dijo que desde ese momento, el Movimiento Progresista hacía responsable a los “usurpadores del poder” por las represiones que pudieran sufrir los jóvenes y ciudadanos que buscan detener este nuevo asalto… Resistiremos esta nueva embestida por quienes busquen afectarnos”.
El discurso de Ricardo Monreal, aplaudido por la izquierda y reconocido como el mejor por los propios priistas (en secreto), resumió lo que viene de nueva cuenta cuando dijo: “pobre de nuestro país, vivirá la restauración autoritaria, el regreso de la resonancia de discursos retóricos y demagógicos que rayan en la incongruencia y la mentira; discursos huecos que hacen crecer los abismos entre la realidad que hay en la calle y la de la comodidad de sus curules”.
En estos momentos aciagos de la República, dijo, nosotros continuaremos con el principal propósito, transformar al país. “La nación está de luto, asistimos a las exequias de la democracia. Frente a esa justicia putrefacta y políticos corruptos y decadentes, y a la impunidad que ya es norma de conducta en el país, sólo nos queda actuar con dignidad”.
Y cerró su discurso sintetizando el comportamiento del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación: el máximo tribunal del país que debería actuar como una corte constitucional, devino en un tribunal de cortesanía política.
“Redactan fallo a ministros”
El coordinador de los diputados del PRD, Silvano Aureoles, acusó a los magistrados electorales de estar bajo sospecha, pues dijo, en ninguna parte de la justicia se actúa por unanimidad; por lo menos el pasado tribunal, en 2006, aceptó la intromisión del Ejecutivo federal y la guerra sucia contra Andrés Manuel López Obrador.
En esta ocasión, acusó, parece que el fallo salió de la redacción de alguno de los medios de comunicación que desde antes de la elección ya daban como triunfador al PRI.
Y aunque el PRD cuestionó el papel del tribunal y dio todo su apoyo a Andrés Manuel López Obrador para seguir su lucha y el acto que celebrará el 9 de septiembre en el Zócalo, dijo que en la Cámara, la fracción trabajará por lograr acuerdos que beneficien a México.
Acusó a magistrados y consejeros electorales de actuar como defensores de oficio “sin darse cuenta que violentan la democracia”. Parece, dijo, que consejeros y magistrados no salieron a la calle, no leyeron periódicos, no escucharon radio, pues nunca vieron lo que toda la ciudadanía: dinero de dudosa procedencia en la campaña electoral del PRI.
Los llamó “limpiadores y validadores de corrupción y contubernio”. No existió la imparcialidad, su actitud agravia a los mexicanos y esos señores cargarán con el desprestigio para siempre, “indigna que a pesar de todas las pruebas aportadas, los magistrados no detectaron una sola irregularidad, pero no importa, nosotros seguiremos en la lucha por las mejores causas de México y no nos vamos a quedar en los reclamos ni seremos una fuerza marginal en el Congreso”.
Desde la tribuna, Aureoles hizo un reconocimiento a Andrés Manuel López Obrador, en tanto que Ricardo Cantú, coordinador del PT, gritó desde tribuna vivas para el tabasqueño y el movimiento, lo que fue respondido por los 135 legisladores de izquierda.
Desde sus curules, estos diputados, más los senadores de izquierda gritaron de nueva cuenta la consigna de 2006 y del 2005 cuando el gobierno de Vicente Fox pretendió desaforarlo, “¡es un honor estar con López Obrador, es un honor estar con López Obrador!”.
Y mientras la izquierda criticaba a funcionarios electorales y el Verde vitoreaba a Peña Nieto, respaldado por el PRI, el PAN a través de Luis Alberto Villarreal, coordinador de los diputados en San Lázaro, hacía una tibia intervención.
Ni siquiera defendió con pasión los 12 años del PAN al frente de la Presidencia República, si acaso recordó al líder panista Carlos Castillo Peraza, quien dijo que hacer política es un riesgo pero también una posibilidad.
Desdibujado, gris, el panista dijo que su partido “evitará la regresión autoritaria” y que impulsará el financiamiento de responsabilidades, la eliminación del fuero para acabar con privilegios de políticos, la reelección legislativa y una reforma electoral.
En suma, el PAN retomó el discurso que antes de 2000, año en que ganó la Presidencia de la República, mantuvo y que nunca pudo cumplir en los 12 años que estuvo al frente del país,.
La primera sesión de Congreso general duró dos horas y transcurrió sin enfrentamiento alguno.
Versión
estenográfica de la sesión de Congreso General, apertura de sesiones ordinarias
del primer año de ejercicio, celebrada el sábado 1 de septiembre de 2012
“Señor presidente, hay una asistencia de 416
diputados y 112 senadores. Hay quórum de Congreso General.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam (17:07
horas): Se abre la sesión de Congreso General.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: El Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos abre hoy, 1 de septiembre de 2012, el
primer periodo de sesiones ordinarias del primer año de ejercicio de la LXII
Legislatura.
Se va a proceder a entonar el Himno Nacional.
El Secretario diputado Xavier Azuara Zúñiga: Se pide a
los presentes permanecer de pie.
(Himno Nacional)
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Gracias,
pueden tomar asiento.
El Presidente diputado Jesús
Murillo Karam: El siguiente punto del orden del día es la
intervención de los grupos parlamentarios, alusiva a la apertura del primer
periodo de sesiones ordinarias del primer año de ejercicio de esta legislatura.
Harán uso de la palabra, en términos del Reglamento, hasta por 15 minutos, los
legisladores inscritos.
Por la fracción de Nueva Alianza, la senadora Mónica Arriola; por la
fracción de Movimiento Ciudadano, el diputado Ricardo Monreal; por la fracción
del PT, el diputado Ricardo Cantú Garza; por el Partido Verde Ecologista, el
senador Carlos Alberto Puente Salas; por el Partido de la Revolución Democrática,
el diputado Silvano Aureoles; por el Partido Acción Nacional, el diputado Luis
Alberto Villarreal García; y, por el PRI, la diputada Adriana Hernández
Íñiguez.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En
consecuencia se concede el uso de la palabra a la senadora Mónica Arriola.
La senadora Mónica Tzasna Arriola Gordillo: Honorable
Congreso de la Unión, señoras legisladoras y señores legisladores, al pueblo de
México. México tiene hambre de progreso y desarrollo. México reclama seguridad
y justicia, responsabilidad, patriotismo, visión de Estado.
Hoy, por el mandato ciudadano expresado en las urnas encaramos la
disyuntiva de extraviarnos en una lógica minimalista, el paso a pasito que
tanto exaspera a los más y que ha impedido que el país despliegue su potencial,
o bien leer el sentido de urgencia que reclaman los sectores más conscientes de
la sociedad y actuar en consecuencia.
En Nueva Alianza no tenemos dudas, no hay espacio para la simulación,
para privilegiar agravios reales o imaginarios y con ese pretexto secuestrar
iniciativas y así aplazar el desarrollo del país. El imperativo del Congreso de
la Unión en este tiempo es responder a su razón de ser, constituir un
contrapeso institucional al Poder Ejecutivo y legislar; legislar para hacer las
reformas constitucionales y legales que fortalezcan las instituciones y
permitan las realizaciones económicas y sociales que este país requiere para
atender sus problemas más urgentes: la inseguridad, el desempleo, el deterioro
del poder adquisitivo, la pobreza, la desigualdad.
El primero de julio los ciudadanos no dieron mayoría a ningún partido
político en el Senado ni en la Cámara de Diputados, el mandato de las urnas
tiene una traducción, nos ordena desplegar la política; es decir, deliberar,
ejercer el disenso razonado y también lo que vale subrayar y es igualmente
democrático; el acuerdo.
Los ciudadanos nos dieron su voto, su confianza, para que les demos
resultados y no excusas. El Congreso de la Unión debe ser el espacio
privilegiado del quehacer político nacional, la sede de los grandes acuerdos
que le den certidumbre y futuro al país.
Con ese compromiso y con esa convicción Nueva Alianza asiste a esta
Legislatura para proponer y deliberar rigurosa y críticamente, pero también
para sumar y multiplicar esfuerzos y dar viabilidad a iniciativas y proyectos
que permitan avanzar hacia un país más próspero, más justo, más seguro.
Sin titubeos Nueva Alianza pugna por la legalidad y el respeto a las
instituciones, nadie, nadie debe condicionar el resultado de una elección a sus
intereses. La sociedad mexicana expresó en las urnas su voluntad política, nos
toca acatar esa decisión soberana.
Me viene a la mente la figura de un ilustre senador chiapaneco, don
Belisario Domínguez, que no fue un hombre de arrebatos cuando en septiembre de
1913 decretó en tribuna su sentencia mortal al denunciar severamente al
usurpador Victoriano Huerta.
A la distancia y, con la memoria del ilustre legislador, podemos
interpretar estas décadas de nuestra historia como la suma de esfuerzos de toda
una nación por abolir la violencia e instaurar de forma definitiva e inapelable
la política y la democracia, las instituciones como mecanismos insustituibles
para la convivencia.
Seamos, compañeros legisladores, pues, consecuentes. Respetemos las
instituciones y las leyes que nos hemos dado entre todos nosotros. La
democracia no tiene dueños, nadie puede apropiarse lo que es de todos. Llegó el
momento de darle vuelta a la página de los agravios y mirar juntos hacia
adelante.
Señoras y señores legisladores, es un acto de justicia y de civilidad
política reconocer logros y aciertos de la administración del Presidente Felipe
Calderón. A diferencia de naciones que la sociedad global tenía como ejemplares
y que hoy padecen situaciones críticas e incluso trágicas, hoy México goza de
condiciones macroeconómicas favorables. Sobre esa base nuestra economía deberá
levantar el vuelo.
Debemos valorar con objetividad y mesura los saldos de éstos últimos
años. Lo haremos en los próximos días, pero por ahora nuestra mirada está
puesta en el futuro.
No podemos tampoco dejar de reconocer la inversión en infraestructura,
la instauración del Seguro Popular, su compromiso con la educación pública y su
decisión valerosa de enfrentar con todos los recursos a la delincuencia
organizada.
La agenda de Nueva Alianza es la del progreso de México. Nuestra
estrategia es cumplir. Nuestra táctica es el diálogo y el acuerdo.
A quienes votaron por nosotros les decimos desde esta alta tribuna que
no les vamos a fallar, que vamos a proponer, promover y acompañar una serie de
reformas que alienten una nueva Ley de Seguridad que defina normas para la
actuación de las fuerzas federales y locales.
Replantear el papel de los cuerpos de inteligencia para un combate
eficaz a la delincuencia. Replantear las facultades, operación y funcionamiento
de los ministerios públicos; consolidar el sistema acusatorio y oral y hacerlo
avanzar en todos los estados del país.
Redefinir los roles de los diversos cuerpos policiacos en la búsqueda de
mandos únicos, profesionales, confiables y con supervisión ciudadana.
Reconstruir un sistema penitenciario eficiente donde la iniciativa
privada intervenga tratándose de reos de baja peligrosidad y promover una
educación para la vida enfocada a una cultura para la paz.
Nueva Alianza impulsará abrir los espacios para la ciudadanía en el
proceso de toma de decisiones, supervisión y en la evaluación de la acción
gubernamental.
Asumiendo el compromiso con las propuestas de nuestro candidato a la
Presidencia de la República, Gabriel Quadri y el desarrollo sustentable del
país, vamos por una reforma enfocada a las energías renovables como la eólica,
solar, térmica y nuclear.
Es preciso revisar de manera consciente, sin mitos ni prejuicios, el
funcionamiento de las empresas de propiedad estatal como el petróleo y la
energía eléctrica.
Seguir con el esquema actual debilita las oportunidades para innovar y
hacer más competitiva nuestra economía. Pondremos en la mesa del debate, el
subsidio a las gasolinas.
La reforma laboral es un tema de la agenda nacional ineludible para
Nueva Alianza, no sólo por su impacto en la competitividad y productividad de
la economía nacional, sino también en la protección jurídica de los derechos
laborales de los trabajadores.
Flexibilidad laboral, sí, pero bajo ninguna circunstancia aprobaremos
una reforma que lesione los derechos y conquistas laborales de las mexicanas y
los mexicanos.
Cada una de las propuestas de Nueva Alianza como de las llamadas
reformas estructurales, tienen como propósito generar las condiciones óptimas
para atender de manera prioritaria a los niños en la primera infancia, porque
es en esa etapa de la vida donde se forjan las mujeres y hombres de bien que
contribuirán al desarrollo nacional.
A todas y cada una de las mujeres quienes con decisión y entrega, además
de estar al tanto del cuidado de sus hijos, se han convertido en sostenes
económicos de sus familias.
A las y los jóvenes mexicanos para convertirlos en verdaderos agentes
estratégicos del desarrollo nacional.
La educación para Nueva Alianza ocupa un lugar privilegiado en nuestra
agenda. Promoveremos iniciativas y políticas públicas en materia educativa,
cultural y científica. La educación pública, laica, gratuita y de calidad como
política de Estado y responsabilidad compartida por todos los sectores sociales
y productivos.
Calidad educativa entendida como un aspecto integral que contempla la
evaluación de todos los que intervienen en el sistema educativo nacional,
empezando por los maestros, alumnos, directores, supervisores y autoridades
educativas, federales y estatales.
El desarrollo científico y tecnológico como prioridad nacional. El acceso
de la población a los bienes culturales, la creación artística y el pensamiento
universal como necesidad democrática y garantía de progreso individual y
colectivo.
Buscaremos perfeccionar nuestra democracia representativa. Esta
legislación tendrá que demostrar que entiende que las mayorías sin minorías no
funcionan, no tienen identidad. Las minorías demostraremos que en el centro de
nuestra potencia están las ideas y convicciones, y que esas son indispensables
en este nuevo modelo de relaciones políticas.
Nueva Alianza los convoca a que seamos más que una nueva legislatura,
seamos una nueva generación de políticas y políticos que no le regatea nada a
su país y a su gente. Nos comprometemos a escuchar antes de arengar; a valorar,
antes de votar y a respetar la pluralidad de nuestra vida pública.
En el México que desde Nueva Alianza queremos construir se requiere del
compromiso y la propuesta; de la comprensión a la diferencia y la generación de
principios en común, esto es el corazón de la democracia.
Esta nueva generación de vida política debe formar acuerdos. Debe ver
más allá de las contiendas electorales y las disputas por el poder. Debe estar
más allá de la inmediatez y tener la perspectiva de que las decisiones que
tomemos juntos hoy, cambiarán el futuro de México.
Somos un partido joven, pero somos un partido maduro; somos una
formación política imaginativa y resuelta; somos responsables y leales con las
instituciones y con la democracia. A nuestros electores y a todo el pueblo de
México les decimos que Nueva Alianza aspira a escribir un nuevo capítulo en la
historia nacional de desarrollo y bienestar para todos, cuyo protagonista
principal sea la sociedad. Es el rompimiento de una forma de hacer política y
el nacimiento de otra.
México pide una nueva clase política, pide un nuevo impulso y un nuevo
compromiso, un compromiso con la ética, con la igualdad, con el derecho a una
vida plena. México pidió un cambio, seamos los primeros en entender este
llamado, porque la capacidad no está en imponer una visión, sino en
enriquecerla con voluntad política y con el interés público por delante.
Esta legislatura sabrá superar las diferencias, sabrá construir ese país
que todos queremos; un México de paz y prosperidad, de justicia y oportunidades
para todos. La fuerza no está en que gane uno, sino en que ganemos todos,
porque la verdadera valentía está en pensar en los demás.
Seamos capaces, seamos fuertes, seamos valientes porque así lo dijo hace
dos siglos Vicente Guerrero, la patria, la patria es primero.
Muchísimas gracias.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Muchas
gracias, senadora.
El Presidente diputado Jesús
Murillo Karam: Toca el uso de la palabra al señor diputado
Ricardo Monreal Ávila.
El diputado Ricardo Monreal Ávila: Ciudadano presidente, ciudadanos
legisladores y legisladoras, hoy iniciamos una legislatura en medio de la
incertidumbre, el caos y la denegación
de justicia. El orden, la comodidad y el derroche de este recinto no reflejan
la inseguridad, el desempleo, la violencia, la carestía y la zozobra que
campean en el país.
Lo que mal empieza mal acaba. Ésa fue la lección de hace seis años para
un gobierno espurio, que termina espurio. No se aprendió la lección y por eso
hoy estamos condenados a repetir la historia, pero con más agravantes y mayores
agravios.
Hace seis años el Tribunal Electoral preparaba por estas fechas la
calificación de una de las elecciones más controvertidas en el país. Los
magistrados de aquel entonces tuvieron un rasgo de pundonor. Hicieron el
intento de apegarse a lo que significaba el concepto calificación, es decir,
identificar la cualidad y calidad distintiva de un hecho o acontecimiento.
Encontraron, entre otras cosas, que en la elección se habían cometido
graves irregularidades como la intromisión indebida del Ejecutivo en el proceso
y el pago de campañas publicitarias con recursos privados, pero que ninguna de
ellas había sido determinante en el resultado final de la elección.
Es decir, sí se había violado la Constitución y la ley, pero nada más
tantito y ese tantito no había tenido nada que ver en la pequeña diferencia del
0.54 por ciento del resultado final. Se consumó el robo de la presidencia en
contra de Andrés Manuel López Obrador, y vean que daño le hicieron al país.
Vean el tiradero en que lo han sumido a nuestra patria.
Seis años después, con muchas más evidencias, datos, documentos y
testimonios de irregularidades, el Tribunal Electoral encontró que la pasada
elección presidencial fue una pieza maestra de pulcritud, limpieza y
transparencia que causaría la envidia de los ciudadanos de la Grecia antigua o
de los electores del cantón suizo más moderno.
Las tarjetas prepagadas de Monex, mediante las cuales se disfrazaron
miles de millones de pesos, al margen de la autoridad electoral, fueron
producto de la alucinación. Los monederos electrónicos de Soriana, que se
repartieron por miles en las colonias pobres, antes de la elección, fueron
fabricados por la maledicencia de unas cuantas personas mal pensadas.
Las empresas fantasmas fueron tan transparentes que el tribunal no las
alcanzó a ver. Las transferencias electrónicas erróneas, entre Scotiabank y el
gobierno del estado de México, por cantidades millonarias, fueron producto de
contabilidad creativa, no de la ilegalidad.
Todos sabemos que las sentencias de un tribunal superior son inapelables
e inatacables en términos jurídicos, pero nunca serán inopinables e
incuestionables en términos de la ética ciudadana, sobre todo en una sociedad
como la nuestra, que tiene perfectamente claro que por un lado marcha la
legitimidad y por el otro, frecuentemente, en sentido contrario, la legalidad.
Del Tribunal Electoral de hace seis años, ni el pundonor quedó en el actual.
Consta en la opinión pública la forma en cómo uno de los actores de este
juicio, el PRI le fue fijando a la autoridad electoral la agenda del trabajo,
los términos de los dictámenes y hasta la fecha de la sentencia y entrega de la
constancia de mayoría.
Cuatro ejemplos. Uno, la Unidad de Fiscalización del IFE resolvió en dos
días el monto y los beneficiarios de las tarjetas Monex, denunciado por el PAN.
Resultó que eran operadores del PRI en Guanajuato.
Posteriormente, cuando la Coalición denunció el doble de este monto con
una serie de empresas fantasmas, nada sucedió, hasta ahora nada ha sucedido. Y
a pesar de contar con dientes y colmillos para realizar investigaciones
expeditas en materia de lavado de dinero en las campañas electorales el IFE se
resistió, de manera sistemática, a adelantar las investigaciones e informes con
los mismos argumentos de la defensa del PRI.
Dos. La denuncia por publicidad encubierta la desechó el Consejo General
del IFE, prácticamente con los mismos argumentos que utilizó el PRI.
Tres. Cuando diversos magistrados electorales habían señalado en
momentos diferentes una fecha, el PRI se las corrigió. Y así ocurrió.
Cuatro. Lo insólito, uno de los magistrados integrantes de la Comisión
Redactora declaró presidente electo a quien nosotros no reconocemos, antes de
la votación.
Hay que decir las cosas como son, llamar las cosas por su nombre. El
máximo tribunal electoral del país, que debería actuar como una corte
constitucional en la materia, devino en un tribunal de consigna; o peor aún, de
cortesanía política.
Se actuó sin pudor ni recato. La sesión donde fue resuelta nuestra inconformidad
de convirtió en un concurso de lambiscones. Peor aún, parecía competencia de
quién era el más abyecto, quién se arrastraba más, quién era más cínico. Todo
para hacerse merecedor de un asiento en la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.
Las cortes constitucionales emiten fallos ejemplares; los tribunales de
consigna y de cortesanía general, fallos fallidos. Es decir, literalmente
fallas institucionales e históricas.
Un fallo ejemplar resarce por naturaleza cualquier daño a la
Constitución; una falla histórica ahonda más la herida. Un fallo es inapelable
porque logra la síntesis de lo legal y lo legítimo; una falla, en cambio, la
divorcia y busca imponerla a partir de la legalidad literal.
La legitimidad trascendente. Un fallo es inatacable, no solo porque
resuelve un caso jurídico para un país como una elección presidencial, sino
porque se vuelve un referente ético para varias generaciones y elecciones
presidenciales futuras. En cambio, una falla institucional sienta precedentes
negativos y perniciosos para la convivencia presente y futura de la sociedad.
Ciertamente, este fallo afecta el interés jurídico y político de la
Coalición y de nuestro candidato Andrés Manuel López Obrador, pero esa
afectación es la menos importante de todas las ocasionadas de manera colateral.
Por un lado, deja abierta en carne viva la herida a una Constitución que
mandata la equidad en letra y espíritu como eje central de elecciones libres y
auténticas que no se celebraron en México.
Por el otro, el desestimar el uso y abuso de dinero excedente de
procedencia ilícita en la campaña del PRI sienta el gravísimo precedente para
subastar al mejor postor las próximas elecciones. Para la Constitución el
sufragio en efectivo no es elección; para el tribunal, en cambio, sí lo es.
De ahora en adelante las elecciones serán ganadas por el candidato y el
partido que más dinero de procedencia ilícita gaste, por el partido y el
candidato que más empresas fantasmas utilicen para triangular sus donativos
ilegales; por el candidato y partido que más votos compre.
Podría llegar el momento, y pensémoslo ya, que ya no existan elecciones
constitucionales. Hagamos subastas periódicas de cargos de representación
popular en un mercado libre y abierto.
Éste es el daño mayor e irreparable que ha generado este fallo fallido.
Las máximas autoridades electorales mandaron al diablo a la Constitución, y eso
es imperdonable. Al calificar una elección los tribunales cortesanos y de
consigna terminan descalificándose a sí mismos.
Quiero hacerles una pregunta a los integrantes de esta asamblea
legislativa. ¿Alguien de ustedes recuerda a los magistrados del 2006? Hace una
semana uno de ellos me reveló que días antes de la calificación presidencial
los cabilderos del poder les ofrecieron a algunos de ellos apoyarlos para que
fueran ministros de la Suprema Corte de Justicia, una vez que calificaran y
cometieran aquella canallada, ellos fallaron a favor del poder, pero después
les fallaron a ellos. Pregunten dónde están.
Ése es el destino de los tribunales de consigna, terminan por no ser
útil a nadie, así son tratadas las cortes sin pundonor, son desechados hasta
por quienes las usan. Por cierto, todas las pruebas que incomodaron a los
magistrados y fueron calificadas como inoperantes, vagas, imprecisas,
insuficientes y no determinantes fueron aportadas por los ciudadanos. La
afrenta es para ellos.
Con frecuencia nos cuestionan sobre cuál es el número de votos
necesarios para reconocer sin impugnar el resultado electoral. La respuesta es
que en una elección democrática no es sólo un tema cuantitativo, sino ante todo
cualitativo.
Tan importante como el número de votos de diferencia es la forma como se
obtienen los sufragios. Cuando existe equidad una elección se pierde o se gana
con un voto de diferencia y así lo reconoceremos siempre, pero cuando la
equidad, y la inequidad de la condición dominante, la diferencia numérica no es
fuente de legitimidad sino indicador del tamaño de las irregularidades
cometidas.
La pasada elección presidencial estuvo muy alejada de la equidad
democrática, que es la base de unas elecciones libres y auténticas como lo
ordena la Constitución. El dinero a raudales de procedencia desconocida y al
margen de toda fiscalización se convirtió en esta ocasión en la partícula del
fraude electoral y del atropello constitucional. El dinero ilegal e ilícito en
una campaña es inocultable, suda, huele y deja rastro, el derroche fue su
principal expresión.
No podemos aceptar que el dinero ilegal o ilícito defina el resultado
electoral, porque estaríamos actuando en contra de la voluntad ciudadana. Está
demostrado que quienes compran una elección presidencial terminan vendiendo al
país, pero se van a topar con nosotros.
Anunciamos, anunciamos, que frente al cinismo e irresponsabilidad
jurídica y política de consejeros y magistrados, que actuaron de manera
vergonzosa e indigna, y a efecto de que no queden impunes sus fechorías y
ambiciones promoveremos en los próximos días ante este Congreso un juicio
político, y convocaremos a todos los ciudadanos que se sientan agraviados por
los atropellos cometidos a que suscriban este juicio político.
Por lo pronto el próximo 9 acompañaremos a Andrés Manuel López Obrador,
ahí vamos a definir lo que el movimiento habrá de realizar. Desde esta tribuna
hacemos responsables a los usurpadores e impostores del poder, de las
represalias y agresiones que sufran los jóvenes y los ciudadanos que buscan
detener este nuevo asalto a la Constitución con la única arma que poseen, su
libertad de expresión y manifestación.
Resistiremos cualquier embestida para tratar de detener, desprestigiar y
hasta transar con nuestra lucha por defender la Constitución; pobre de nuestro
país con la restauración autoritaria, con la resonancia de discursos retóricos
y demagógicos que rayan en la incongruencia y en la mentira. Discursos huecos
que hacen crecer los abismos entre la realidad en la calle y la comodidad en
sus curules.
Frente a los momentos aciagos de la República, nosotros continuaremos
con nuestro principal propósito: transformar al país. La nación, señores
diputados, diputadas, senadoras, senadores, la nación está de luto, asistimos a
las exequias de la democracia, frente a esta justicia putrefacta, frente a
estos políticos corruptos y decadentes, frente a la impunidad, y ya es una
norma de conducta en el país, solo nos queda actuar con dignidad; así lo
haremos en la izquierda, se los aseguro.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el uso
de la palabra el diputado Ricardo Cantú Garza.
El diputado Ricardo Cantú Garza: Con la venia de la Presidencia,
compañeras y compañeros legisladores, nuestra patria vive días aciagos, la
voluntad popular ha sido burlada, los Poderes fácticos, Calderón, el PRI y la
oligarquía pretenden imponer a Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la
República; se reeditan con mayor contundencia las prácticas más sucias del
priismo. En México la frase Sufragio Efectivo es todavía un anhelo por cumplir,
ya que ahora la elección no la roban, la compran. Coaccionaron el voto y lucraron
con la pobreza que en 70 años de gobiernos del PRI y 12 del PAN ellos mismos
crearon.
El Instituto Federal Electoral no solo fue comparsa de las violaciones a
la ley, sino que además traicionó la democracia, ya que de manera sistemática
rechazó nuestras quejas, no investigó el origen del dinero, el rebase de topes
de campaña, el lavado de dinero, las tarjetas Monex y Soriana, dejando de ser
árbitro para convertirse en cómplice del PRI.
Con oportunidad los integrantes de la Coalición Movimiento Progresista
impugnamos dicha conducta. Al final, y como resultado de las irregularidades de
la jornada electoral, interpusimos el
juicio de inconformidad, mismo que el jueves pasado fue resuelto por la Sala
Superior desechando nuestras argumentaciones.
Al validar las irregularidades de Enrique Peña Nieto, el Tribunal
Electoral afrenta a millones de mexicanos, a los que nos consta la compra de la
elección presidencial. Con esta validación el Tribunal Electoral está dando
entrada al regreso del autoritarismo del PRI. Estaremos regresando a las viejas
prácticas del presidencialismo priista.
Muy lejos estuvo el Tribunal Electoral de apegar su resolución a los
principios contenidos en el artículo 41 constitucional en cuanto a la libertad
de sufragio, financiamiento público y acceso a medios de comunicación.
En su sentencia el Tribunal Electoral creó una realidad ficticia y nos
demuestra que no conoce o no le importa la opinión de millones de mexicanos que
no compartimos su fallo. La decisión que tomaron los magistrados del Tribunal
Electoral tiene efectos devastadores para las instituciones que dicen defender.
Están validando que se puede actuar con total impunidad sin que se sancionen
las conductas ilícitas.
Todo esto daña al sistema democrático porque se violenta la voluntad de
millones de ciudadanos que hoy nos sentimos burlados porque supuestamente deben
ser los garantes del voto libremente emitido.
Enrique Peña Nieto, a partir del primero de diciembre llevará la carga
de la ilegitimidad de origen, como oprobio para la ciudadanía que aún confía en
el voto como mecanismo de elección de sus gobernantes. A los magistrados de la
Sala Superior los perseguirá por siempre su abyección ante el poder.
Compañeras y compañeros legisladores, en el entorno nacional y
concretamente en el económico y social, los diputados federales y senadores del
Partido del Trabajo manifiestan su indignación porque la situación de México y
los mexicanos está más deteriorada que nunca.
La economía mexicana prácticamente no ha crecido en los seis años de
Calderón; sólo el 1.78 por ciento en promedio. Es el segundo sexenio de menor
crecimiento en 30 años de neoliberalismo.
Calderón presume que en esta administración se han creado 2 millones 200
mil empleos, con lo que queda a deber a los ciudadanos un total de 5 millones
300 mil plazas. Lo del presidente del empleo no es más que una frase de
humor negro.
Además existen casi 14 millones de mexicanos que fueron arrojados a la
informalidad, aumentando el desempleo.
Los pronósticos de inflación del gobierno calderonista no se cumplirán
porque a la fecha tenemos una inflación de 4.45 por ciento.
Los incrementos mensuales a los combustibles y energía eléctrica, han
jugado un papel importante en el aumento de la inflación que impacta a los
bolsillos de los mexicanos. Eso fue aprobado por las bancadas del PRI y del PAN
en la pasada legislatura.
Ejemplos claros lo constituye el precio del huevo que pasó de 8 pesos a
45 pesos en promedio y el de la tortilla, de 2.50 en el 2006, a 11 pesos en el
2012.
La deuda mexicana se está tornando inmanejable. Los datos de Hacienda y
de Estudios sobre Pensiones y Jubilaciones, nos dicen que el pasivo mexicano es
igual a 21 billones 935 mil millones de pesos, que representan el 144 por
ciento del producto interno bruto.
La pobreza imperante lacera la dignidad de los ciudadanos. De ninguna
manera es aceptable que tengamos 93 millones de pobres o 56 millones de ellos
en niveles extremos de indigencia.
Temas sensibles para la ciudadanía son los que se refieren a la
cotidiana violación de los derechos humanos, a la inseguridad avasallante en la
mayoría de los estados de la nación, a la falta de justicia en las dependencias
institucionales y a la corrupción y a la impunidad.
El problema radicó en que Calderón en su afán de legitimar su usurpación
el poder, inició una guerra sin análisis ni diagnóstico, según sus propias
palabras.
Su llamada “estrategia” ha producido un saldo muy grave de más de 70 mil
mexicanos asesinados; más de 17 mil desaparecidos y más de 120 mil desplazados
por una guerra sin sentido.
El resultado de esta estrategia de combate al crimen, se ha reflejado en
que estamos inmersos en una situación donde los carteles de la droga imponen su
ley por encima de las instituciones, corriendo el riesgo de la instauración de
un narco Estado que opere de forma paralela al gobierno constituido.
El fracaso de la política social y la ausencia de políticas educativas
que dio oportunidades de acceso al bachillerato y a las universidades a los
jóvenes, los hace vulnerables ante la cooptación de las organizaciones
delictivas.
Así se han detectado 7 millones y medio de jóvenes que no estudian ni
trabajan.
El sector salud no es ajeno a esta circunstancia. Los tratados
internacionales signados por el gobierno mexicano han sido letra muerta y así
tenemos que las sentencias de la Corte Interamericana de los derechos humanos
en los casos de radilla y campo algodonero, entre otros, no se han cumplido.
Los principios de política exterior consagrados en nuestra Constitución
se han traicionado. Los hechos de Tres Marías y los operativos Rápido y Furioso
y Arma Blanca, así lo demuestran.
Compañeras y compañeros legisladores, pueblo de México. La agenda
legislativa que impulsaremos tiene el propósito central de beneficiar a la
gente, en especial a aquellos mexicanos que han sido marginados y que han
sufrido los estragos de 30 años de política neoliberales.
Con el cambio verdadero, no habrá más simulación, no más privilegios
para unos cuantos. Nos comprometemos ante los pueblos originarios a realizar, a
relanzar la iniciativa Cocopa que recoge los Acuerdos de San Andrés Larráinzar.
En materia económica estamos planteando una nueva economía que genere
crecimiento y desarrollo para los mexicanos, que abra oportunidades para las
pequeñas y medianas empresas, que cree empleos, que permita una distribución
equitativa de la riqueza que se produce en nuestro país.
De la mano del cambio del modelo económico tenemos la firme convicción
de defender la propiedad de los recursos energéticos que son de la nación como
se señala en el artículo 27 constitucional. Fortaleceremos el marco legal para
que Pemex y CFE puedan contar con recursos suficientes para impulsar su
desarrollo, recuperen su liderazgo y permanezcan como empresas públicas.
Estamos planteando una reforma hacendaria que cobre impuestos a los que
más ganan y que en contraparte proteja la economía familiar. Les decimos con
toda claridad, no aceptaremos que se cobre IVA en alimentos y medicinas, como
es la pretensión del PRI y el PAN. Propondremos eliminar el IETU.
Es impostergable una reforma en materia de medios de comunicación para
democratizar el otorgamiento de concesiones que inhiba las prácticas
monopólicas, fundamentalmente para que ejerzan su función social, garantizando
el derecho de los mexicanos a estar debidamente informados.
Es indispensable establecer una política social que vaya más allá del
asistencialismo y el clientelismo, que permita la generación de capacidades. Promoveremos
que los derechos sociales sean universales para que todos los mexicanos, sin
distinción alguna, puedan gozar de ellos. Ése es el caso de la educación y la
salud, cuyos lineamientos deben apegarse a lo mandado en la Carta Magna.
En el tema de la seguridad y acceso a la justicia, promoveremos cambios
que garanticen la aplicación de una justicia imparcial, efectiva, pronta y que
respete los derechos humanos con personal calificado que se desempeñen
condiciones laborables aceptables.
Compañeras y compañeros legisladores, agradecemos a millones de
mexicanos todo el esfuerzo y dedicación para hacer del movimiento democrático
encabezado por Andrés Manuel López Obrador el más representativo del país, en
el que han coincidido partidos políticos, el Movimiento Regeneración Nacional,
organizaciones sindicales y campesinas. El Partido del Trabajo reconoce la
lucha que han dado para promover el cambio verdadero. Destacamos el apoyo de
los jóvenes que con su energía y creatividad se han sumado y han promovido el
cambio democrático.
Lucharemos por hacer de México un país mejor, seguiremos dando muestra
de coherencia y de compromiso con el proyecto alternativo de nación que
enarbola Andrés Manuel López Obrador.
Al sector estudiantil, a los obreros, a los campesinos como los de
Atenco, sindicatos como el SME y la CNTE, a las organizaciones civiles y
usuarios de las redes sociales afines al movimiento, les hacemos un llamado
para no claudicar en la lucha democrática. Todos unidos demostraremos que el
cambio verdadero es posible.
Movimientos sociales como el de 1968, el de 1971 tuvieron su punto más
relevante en 1988, año en que ganó la Presidencia el ingeniero Cuauhtémoc
Cárdenas con el Frente Democrático Nacional y se robaron ese triunfo. Eso
también ocurrió en 2006, cuando el fraude electoral se volvió a imponer. Sin
embargo, no hemos abandonado la lucha, lo que ha permitido que las fuerzas
progresistas logremos conquistar espacios de representación y de gobierno, en
beneficio de los que menos tienen.
Estamos convencidos que el nuevo gobierno, producto del fraude
electoral, no tendrá legitimidad, capacidad ni el interés para resolver las
difíciles condiciones económicas y sociales en las que está sumido el pueblo de
México. De nuevo se estará usurpando la Presidencia, ahora con otro color.
La conformación del Frente Legislativo Progresista, integrado por los
diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano representamos la segunda fuerza al
interior de la Cámara de Diputados, y con ese carácter promoveremos una agenda
común en los temas más relevantes del contexto nacional y defenderemos las
conquistas sociales de los mexicanos, y este próximo 9 de septiembre estaremos
con Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo para continuar la lucha por la
transformación democrática de México.
Viva el cambio verdadero, viva el Movimiento Regeneración Nacional, viva
Andrés Manuel López Obrador.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el uso de
la palabra el senador Carlos Alberto Puente Salas.
El senador Carlos Alberto Puente Salas: Honorable
Congreso de la Unión, distinguidos invitados especiales, medios de
comunicación. Con su venia, diputado presidente. Mexicanas y mexicanos, México
tiene presidente electo Enrique Peña Nieto.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Señores diputados
y senadores, les suplico permitan al orador continuar.
El senador Carlos Alberto Puente Salas: Hoy
empezamos a construir el México del siglo XXI, el México que con diálogo
político, consensos, políticas públicas adecuadas y un Estado eficaz, afrontará
los retos que representa el nuevo milenio.
Los pilares que sostienen este proyecto de Estado son la legitimidad, la
legalidad, la inclusión, el respeto a las instituciones y las leyes que nos
rigen. Se trata, en síntesis, de un nuevo pacto social entre todos y cada uno
de las y los mexicanos.
En las páginas de la historia de nuestro país queda atrás el
conservadurismo político y económico, queda atrás también el dogmatismo
mesiánico que aún cree vivir en el siglo pasado.
El tiempo ya nos rebasó. El mundo cambió. Para México es urgente
evolucionar, porque eso significa mejorar los niveles de bienestar de las niñas
y los niños, de los jóvenes, de las mujeres, de los adultos mayores. Significa
mejorar la calidad de vida de todos y esto, señoras y señores, lo lograremos
con nuestro presidente electo Enrique Peña Nieto.
El VI Informe de Gobierno que hoy se entrega al Congreso de la Unión
representa el final de un ciclo. Con la administración del presidente Felipe
Calderón Hinojosa, existieron coincidencias en algunos temas de la agenda
nacional, y en otros no.
El Partido Verde Ecologista de México reconoce que así como hubo
avances, también existieron retrocesos. No tenemos duda que hay mucho por
hacer. Es tiempo de mirar hacia el futuro y no estancarse en el pasado.
El advenimiento de una nueva etapa para el país está por concretarse.
Enrique Peña Nieto, presidente electo de México, encabeza el proyecto de la
esperanza, el cambio de rumbo para México y todas y todos los mexicanos.
La legitimidad y la legalidad respaldan el triunfo de Enrique Peña
Nieto, presidente electo de México, con una participación histórica de más del
60 por ciento de las mexicanas y mexicanos que ejercieron su derecho al voto.
Con más de 19 millones de votos de
ciudadanas y ciudadanos que depositaron su confianza en el proyecto de la
Coalición Compromiso por México. Depositaron su confianza en Enrique Peña
Nieto.
Aún con esta cifra, para nosotros democracia no significa tiranía de la
mayoría. El compromiso de este Congreso es entregar buenas cuentas a los
ciudadanos y de esta forma recobrar la confianza de la clase política.
El México del siglo XXI requiere una nueva forma de relacionarse entre
los ciudadanos y los gobernantes. La historia ha demostrado que ni solo Estado
ni solo mercado son las únicas vías para alcanzar el desarrollo. Carecen de
sustento los planteamientos que sugieren que con el próximo gobierno habrá
privatizaciones, que gobernará la élite en el poder.
No pueden estar más equivocados. Hoy lo que requiere el país es una
alianza estratégica entre ciudadanos, políticos, empresarios, académicos,
estudiantes, científicos, sociedad civil organizada, sindicatos, entre otros,
para sacar adelante las reformas necesarias y que México alcance su liderazgo
regional y mundial.
A todas y todos nos debe quedar muy claro que la democracia en nuestro
país ha evolucionado. Se equivocan quienes piensan que votar periódicamente es
el único componente de esta forma de gobierno.
Con el paso del tiempo la democracia mexicana se ha enriquecido de
nuevos valores y contenidos. Existe un amplio andamiaje institucional. Las
libertades de todos los que vivimos en este territorio se han expandido.
Nuestra Constitución Política establece nuevos derechos y obligaciones.
La ciudadanía es más crítica y participativa. El siguiente paso es profundizar
nuestra democracia a través de iniciativas muy puntuales. Dar autonomía a la
institución encargada de la transparencia y acceso a la información pública.
Crear la Comisión Nacional Anticorrupción, así como regular la publicidad en
medios de comunicación, de los distintos órdenes de gobierno.
¿Quién no está a favor de la transparencia? ¿Quién está en contra de la
rendición de cuentas? ¿Quién está en contra del acceso a la información pública?
El Partido Verde...
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Permítame
el orador un segundo. Yo les suplicaría, señores diputados, que mantuviéramos
el orden de respeto que habíamos tenido para todos los oradores, incluidos a
los senadores. Es una llamada a todos los legisladores.
Continúe.
El senador Carlos Alberto Puente Salas: Muchas
gracias, diputado presidente. El Partido Verde invita respetuosamente a las
legisladoras y los legisladores a aprobar estos temas en los que tenemos
coincidencia.
Concretemos la reforma política y demos pie a la discusión y aprobación
de los cambios que el sistema político requiere.
El actual modelo de desarrollo del país ha llegado a sus límites. Nadie
desconoce los beneficios de contar con indicadores macroeconómicos estables,
del aumento en la inversión extranjera directa, de los máximos históricos en
reservas internacionales.
Es más, este desempeño macroeconómico debe continuar por este camino;
sin embargo, debemos ir más allá. El desempeño económico en los últimos 11 años
ha sido bajo. En promedio, el país ha crecido al 2.4 por ciento.
Países como Brasil, India e Indonesia tienen tasas de crecimiento
superiores a 5 por ciento. O como China, con una tasa superior a 8 por ciento.
Si México continúa con un crecimiento bajo, tardará más de 100 años en duplicar
el tamaño de su economía. Ante estos hechos, no es casualidad que la propuesta
sea un cambio en el modelo de desarrollo, un desarrollo sustentable.
Nuestros grupos parlamentarios tienen claridad en dos planteamientos. El
crecimiento económico ayuda a mitigar la pobreza, aunque también es cierto que
la pobreza explica el bajo desempeño en el crecimiento.
De acuerdo con cifras del Coneval, en el país hay 52 millones de pobres
y 11.7 millones de personas que viven en situación de pobreza extrema. Estamos
inmersos en un círculo vicioso de estancamiento económico e incremento a la
pobreza.
Así, es fundamental aumentar el tamaño a la economía y que todas las
personas participen en la repartición justa y equitativa del fruto del
crecimiento.
Por estas razones en el Partido Verde seremos obsesivos en erradicar la
pobreza en sus distintas dimensiones. Superar y erradicar la pobreza no es un
asunto solo de buenas intenciones o discursos emotivos. Para lograr tal
objetivo se requieren políticas públicas bien diseñadas y ejecutadas.
La propuesta de crear un régimen de bienestar universal es de gran
trascendencia para el país, es de las reformas más ambiciosas que se han
planteado en los últimos años.
El sistema de seguridad social universal consta de cuatro puntos:
atención médica de calidad, seguro de desempleo y de riesgos de trabajo; además
de una pensión para el retiro. Una población saludable rompe la inercia de que
la pobreza se transmita de una generación a otra.
En este sentido, me da enorme emoción anunciar que en este gobierno se
implementará el programa de vales de medicina, para que ningún paciente se
quede sin completar su tratamiento médico.
Finalmente, educación, salud, alimentación, crecimiento y generación de empleo,
seguridad social universal y sustentabilidad son variables claves para edificar
un Estado eficaz. Y que quede claro: la agenda del presidente electo Enrique
Peña Nieto, será la agenda del Partido Verde.
Una vez más el partido al que represento dará ejemplo de congruencia. La
plataforma electoral que presentamos ante el Instituto Federal Electoral será
la agenda legislativa que impulsaremos en el Congreso de la Unión.
Compañeras legisladoras y compañeros legisladores, los convoco a que
juntos estemos a la altura de la oportunidad histórica que se ciñe sobre
México, logremos las grandes transformaciones, démosle ya un rumbo a la nación.
Las legisladoras y los legisladores del Partido Verde Ecologista
empeñaremos nuestro voto, empeñaremos nuestro trabajo, nuestra dedicación,
capacidades y esfuerzo para construir los proyectos que el país requiere y
demanda con urgencia.
Las mexicanas y los mexicanos reclaman empleo, reclaman paz, reclaman
justicia, reclaman tranquilidad y reclaman libertad. Cumplamos la encomienda
que hoy asumimos ante la nación, México no puede esperar más. Muchas gracias,
compañeras y compañeros. Es cuanto, diputado presidente.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Gracias.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el uso
de la palabra el señor diputado Silvano Aureoles.
El diputado Silvano Aureoles Conejo: Con el permiso de la Presidencia.
Honorable Congreso de la Unión, ciudadanas, ciudadanos legisladores federales,
distinguidas y distinguidos invitados, en nombre de los grupos parlamentarios,
del Partido de la Revolución Democrática en el Senado de la República y en la
Cámara de Diputados, correspondientes a la LXII Legislatura, vengo a fijar la
postura correspondiente por motivo de la apertura del primer periodo de
sesiones ordinarias de este primer año legislativo y del informe que rinde el
titular del Ejecutivo federal, formato que por cierto debiésemos de revisar
para regresar y cumplir que el titular del Ejecutivo comparezca ante el
Congreso a rendir cuentas.
Amigas y amigos, se acaba otro sexenio del partido de la alternancia.
¿Qué nos deja? La certeza de que se va un gobierno fallido, se va el partido
que prometió el cambio, pero que el viejo régimen nunca fue desplazado.
Por eso vale la pregunta, ¿con qué se quedan ahora los mexicanos? Con el
desencanto y la frustración generalizada, 52 millones de mexicanos en la
pobreza, en la desigualdad, la degradación ambiental, la inseguridad y la
violencia extendida a todo el territorio nacional. Son 94 mil muertos, según
las cifras del Inegi, miles de víctimas y miles de familias enlutadas, viviendo
en el miedo y en el horror por los muertos, desaparecidos y desplazados.
Se nos dijo a los mexicanos que la guerra era necesaria, pero a pesar
del baño de sangre no modificaron un milímetro la estrategia contra la
delincuencia organizada, ni un milímetro el modelo de económico aplicado al
país.
Por eso millones de hombres y mujeres, jóvenes sobre todo, hoy transitan
de la frustración a la indignación ante un futuro ensombrecido por la falta de
oportunidades, falta de empleo, dificultades de acceso a la educación, en donde
7 de cada 10 jóvenes no tienen posibilidad real de accesar a la educación
superior y la falta de alternativas para construir un futuro prometedor.
Así dejan el país, éste gran país que con urgencia demanda un cambio
verdadero, que solo podrá encontrarse en un proyecto distinto de nación ante el
agotado modelo neoliberal, caduco, excluyente y empobrecedor. En esas
condiciones, compañeras, compañeros, asistimos hoy a este acto, por decisión de
millones de mexicanos que nos exigen actuar con responsabilidad y amor a la
patria de quienes integramos esta soberanía.
La patria está lastimada, casi al borde del colapso, porque quienes han
gobernado el país en los últimos 83 años no han querido escuchar ni atender el
clamor ciudadano, los avances alcanzados en algunas materias como los derechos
humanos han sido arrancados a tesón y a un costo muy alto y muy elevado de
dolor y sufrimiento de muchas y muchos mexicanos.
Hace 30 años ya, quienes hoy y antes han ostentado el poder, han
mantenido el gobierno, se mantienen aferrados a las recetas internacionales,
que les han mandatado los organismos vinculados a los temas del desarrollo, por
cierto recetas ya obsoletas, superadas por exitosas y audaces economías
emergentes que se atrevieron a caminar por un sendero diferente; dichas recetas
son traducidas en México a políticas públicas erráticas, corregidas y
aumentadas por las tecnocracias trans-sexenales, que solo han profundizado la
pobreza, la desigualdad y la injusticia, ahora agudizadas por el incontenible
incremento de los precios de los energéticos como: el gas, la luz y las
gasolinas, y con ello encarecer de manera irresponsable los costos de la
canasta básica y de los alimentos del pueblo de México.
Así, amigas y amigos, llevamos al 2012 con los derechos de los mexicanos
violentados, prevaleciendo la corrupción, el engaño y la mutilación de la
esperanza, porque el proceso electoral del 1o. de julio no deja satisfecha a la
mayoría de la población mexicana. Más del 50 por ciento de los ciudadanos creen
que el proceso electoral del 1o. de julio no fue apegado a la legalidad y a
derecho.
Por eso, quien hoy se asume como ganador no lo hizo limpiamente y
percibe que las instituciones responsables de hacer valer el principio de
objetividad, certeza, imparcialidad, se han convertido más bien en limpiadores
y validadores de actos de corrupción, engaño y contubernio.
En el proceso electoral permitieron que nuevamente se interpusieran los
Poderes fácticos y el dinero de dudosa procedencia para inducir la voluntad
ciudadana; así México no avanza, más bien retrocede y solo se engendra
resentimiento, frustración, enojo e impotencia social, cuando ven que quienes
deberían ser garantes del cumplimiento de la ley y del Estado de derecho, más
funcionan como defensores de oficio de quienes violentan los principios
supremos de la democracia y de la competencia electoral.
Señoras y señores, la resolución del tribunal estaba hecha, la similitud
de los argumentos de sus integrantes, la unanimidad de los votos los denigran y
los denuncian, ni en la justicia, ni en la sociedad existe unanimidad, por lo
menos hace seis años en sus considerandos los magistrados tuvieron la
honestidad de incluir la inapropiada intervención del presidente de la
República en el proceso electoral y de reconocer la guerra sucia que se había
implementado en contra de nuestro candidato a la Presidencia, el licenciado
Andrés Manuel López Obrador.
Ahora resulta que los señores magistrados no encendieron la televisión o
la radio en meses, no leyeron periódicos, no salieron a las calles para ver lo
que la mayoría del pueblo de México vio, para constatar la inmensa cantidad de
recursos que el candidato presidencial del PRI utilizó en su campaña. Aquí no
existió la imparcialidad. La unanimidad de los integrantes del Tribunal da la
impresión de que su resolución se elaboró en la mesa de redacción de algunos de
los medios de comunicación que meses antes ya daban como triunfador al
candidato del PRI.
Qué desagradable contradicción, los responsables de hacer valer la ley,
convalidan su violación. El Tribunal emitió una sentencia que valida una
elección injusta, que violenta el Estado de derecho, que agravia a la mayoría
de los mexicanos.
No actuaron a la altura de las circunstancias y con esa actitud degradan
y desprestigian a las instituciones.
Hoy los garantes de la legalidad, están en duda y bajo sospecha. Su
credibilidad está por los suelos y está perdida.
Por eso, señores magistrados, ese desprestigio los acompañará por
siempre. Demostraron que no tienen el nivel ni han estado a la altura de las
circunstancias.
Qué fácil es decir o argumentar que “las pruebas fueron insuficientes”,
para comprobar la violación a las reglas.
Impresiona, impacta, indigna, que a pesar de lo que constataron millones
de mexicanos, los magistrados no detectaron una sola irregularidad; pero no
importa, nosotros sabemos nuestra historia y lo que representamos en este país.
Somos la segunda fuerza nacional y los herederos de una lucha por las
mejores causas de México. Por lo cual no nos quedaremos en el reclamo, vamos a
hacer valer la voluntad de 16 millones de mexicanos que queremos transformar a
nuestro país.
Vamos a defender la representatividad de la ciudadanía. No seremos una
fuerza marginal ni amos a asumir una actitud contestataria o sumisa.
No desperdiciaremos nuestra condición de segunda fuerza en las Cámaras
del Congreso y en esta condición venimos dispuestos a construir los acuerdos y
los consensos para que el país avance.
Queremos hacer las reformas y las leyes que México demanda, que la
sociedad espera sin vacilaciones y sin mezquindades.
Por eso hay que asumir esta responsabilidad histórica que hoy tenemos
encima y nuestra responsabilidad histórica será construir desde nuestra
trinchera, el cambio verdadero que demanda el pueblo de México.
Nosotros siempre hemos cumplido la ley. Qué lástima que los responsables
de hacerla valer no lo hayan hecho.
Por ello convocamos y emplazamos a las demás fuerzas políticas, para que
actúen con responsabilidad y respeto, a que actúen en el marco de las
circunstancias y que de una vez por todas dejemos atrás la simulación y la
demagogia discursiva y aquí en las Cámaras del Congreso, de cara a la sociedad
mexicana, se construya la agenda legislativa que los mexicanos demandan y
esperan con impaciencia.
No vamos a permitir que se legisle en otra parte. No aceptaremos la
vieja práctica de que se legisle desde Los Pinos.
En consecuencia les proponemos los siguientes ejes básicos de una agenda
legislativa que consideramos urgentes para recuperar el rumbo de nuestra patria
y atender las demandas de los ciudadanos.
Primero, vamos por la transparencia, la rendición de cuentas y combate a
la corrupción. Debemos acabar con la simulación en la impunidad. No basta con
crear un organismo si no existe la voluntad para que cumpla su mandato.
Segundo, una nueva economía y un desarrollo sustentable con rostro
humano.
Tercero, libertades y transversalidad de los derechos humanos en el
marco jurídico-mexicano, seguridad, procuración de justicia e impartición de la
misma; nuevo régimen político y democratización de los medios de comunicación;
estado social y democrático de derecho; educación, ciencia y tecnología para el
desarrollo y una nueva relación con el mundo.
Así defenderemos todos los derechos para todas y todos, asumiendo que la
igualdad es un derecho irrenunciable.
En ese sentido vamos a trabajar para que el retroceso que se dio en 17
estados de la república en torno al derecho de las mujeres a una maternidad
libre y voluntaria, y a una vida libre de violencia, se abra paso para que las
mujeres puedan ejercer una vida plena en el marco de sus derechos.
Señoras y señores, el pueblo de México espera resultados. En esta agenda
básica es indispensable para que México vuelva a crecer; fortalezca sus
instituciones y recupere el camino de la legalidad y la democracia plena.
Nosotros no vamos a rehuir a ningún debate. No nos asustan las diferencias
ni tenemos tabúes. Desde nuestra trinchera haremos lo que se requiera para
evitar el atropello a la dignidad del pueblo de México. Por ello desde ahora
les decimos: no a la privatización de los bienes de la nación. No a la
privatización de Pemex. No avalaremos el incremento al IVA en medicinas y
alimentos porque ése debate es falso. El verdadero problema de la escasez de
recursos no radica ahí. Si quieren que resolvamos el problema de fondo en esta
materia, vamos a debate por una reforma hacendaria integral.
La izquierda y en particular el Partido de la Revolución Democrática, no
fallaremos a nuestra encomienda. Somos una izquierda madura. Sabemos gobernar
porque tenemos vocación de servicio. Estamos conscientes de dónde venimos, por
qué luchamos y a dónde queremos llegar.
Por ello, vamos a obedecer el mandato de quienes nos eligieron, de los
millones de mexicanos que votaron por nosotros. Los legisladores de izquierda
vamos a actuar con responsabilidad, pero seremos firmes en defensa de nuestros principios,
de nuestras ideas y de nuestra patria.
Termino solamente expresando nuestro más sincero reconocimiento al
licenciado Andrés Manuel López Obrador, nuestro candidato a la Presidencia de
la República, por su lucha incansable en la defensa de una nación más justa y
soberana para todas y para todos.
También saludo desde esta tribuna a esa irrupción de jóvenes inquietos,
que gracias a ellos se dio un gran despertar de mexicanas y mexicanos, al
Movimiento Yo soy 132.
Presidente, muchas gracias. Muchas gracias por su atención.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: En el uso de
la palabra el señor diputado Luis Alberto Villarreal García.
El diputado Luis Alberto Villarreal García: Honorable
Congreso de la Unión, saludo con respeto a nuestros invitados especiales,
particularmente al presidente nacional de mi partido.
Mexicanas y mexicanos, con el arranque de la LXII Legislatura inicia
para Acción Nacional una nueva forma, fundamental, de la etapa de nuestra
historia. Por primera vez después de más de una década los representantes
populares electos por nuestro instituto político seremos la primera fuerza de
oposición luego de la alternancia. Llegamos a esta nueva coyuntura histórica
convencidos de la importancia de nuestras aportaciones a la transformación del
régimen político mexicano, conscientes del largo camino que aún queda por
recorrer y del nuevo papel que nos toca desempeñar.
Una sencilla mirada a los últimos años de la vida institucional mexicana
nos deja en claro que la acción política de nuestro partido es un referente
obligado para entender las causas de la caída del viejo pacto corporativo sobre
el que se soportaba la convivencia social en México.
Carlos Castillo Peraza trazó la ruta desde el lejano 1988, cuando
proponía que la actuación política y de Acción Nacional sirviera para superar
la ancestral desigualdad, el Estado patrimonialista, la cultura de la
complicidad; la impunidad, el corporativismo y el fraude electoral.
Desde 1997, gracias a la ausencia de mayorías absolutas en las Cámaras
del Congreso de la Unión, nuestro país inició una ruta de transformaciones en
que la agenda central del PAN se ha convertido en realidades. Gradualmente se
concretaron las reforma financiera que revirtió la estatización de la banca; la
reforma que modificó el régimen de propiedad en el campo; la que otorgó
personalidad jurídica a las iglesias y la que dotó de autonomía a nuestro banco
central.
Poco a poco el PAN, plenamente consciente de sus responsabilidades como
representante de un amplio segmento de la población, supo maximizar su posición
política y la coyuntura histórica para generar las transformaciones que dieron
paso a la modernización de México.
Mención aparte merecen las reformas por la democratización que generaron
las condiciones de competencia suficientes, que desde 97 decretaron el fin de
las mayorías parlamentarias, provocando que en las últimas seis elecciones los
ciudadanos hayan optado por la pluralidad.
Todas las transformaciones que impulsó Acción Nacional son producto de
un programa y una agenda elaborada a partir de la inmersión en la realidad
política de México. Ninguno de los esfuerzos por construir nuevas instituciones
surge de la casualidad o del capricho.
Cada paso que hemos dado en la consolidación de un México moderno, forma
parte de un programa diseñado para remediar de la manera más eficaz posible,
los males que aquejan a los mexicanos, los males que como sociedad nos lastiman
y laceran.
Hoy México es mejor. Los gobiernos encabezados por panistas han dado
frutos y será nuestra labor, como legisladores del partido, cuidar que no haya
regresiones. En 12 años de gobiernos instauramos un régimen de libertades que
no debe cambiar. La libertad de expresión, la libertad de prensa, hoy son una
realidad en nuestro país.
Todos los aquí presentes conocemos su inmenso valor. La transparencia
hoy es una realidad en el gobierno federal. La rendición de cuentas, el acceso
a la información gubernamental, han sido ejes rectores de las administraciones
panistas.
Hoy la responsabilidad de gobernar exige. La responsabilidad de informar
verazmente. Lo hemos hecho nosotros y lo tendrán que hacer los que lleguen,
porque ya nada debe existir ni puede ser de otro modo.
Ante una crisis económica mundial logramos la estabilidad en México. Se
acabaron las devaluaciones y las pérdidas patrimoniales a las que por años nos
acostumbraron a varias generaciones.
En el año 2000, cuando Acción Nacional asumió el gobierno de la
república, nuestras reservas internacionales eran de 33 mil 700 millones de
dólares. Hoy, luego de 12 años de gobiernos responsables, nuestras reservas
rebasan los 162 mil millones de dólares.
Hoy tenemos un país estable y con reservas suficientes para enfrentar
cualquier situación. Se reactivó el crédito, se consolidó una economía donde
los micros, los medianos y los pequeños empresarios son la principal fuente de
empleo de nuestro país.
Desde esta tribuna y desde la plaza velaremos por la buena conducción
económica, para que la estabilidad siga siendo una realidad para todos los
mexicanos. Hoy más que nunca las palabras de nuestro querido compañero senador
Alonso Lujambio cobran sentido para nuestros grupos parlamentarios.
El PAN, decía Lujambio, está llamado a ser en el siglo XXI la fuerza
política que fortalece la democracia y la hace socialmente útil. Y creo que ése
es nuestro papel más relevante en este momento histórico, demostrarle a la ciudadanía
que la democracia por la que tanto luchamos es mejor que cualquier otra forma
de gobierno, porque supone las libertades y las posibilidades de la crítica
social. En pocas palabras, su felicidad.
A partir de una lucha que duró más de 70 años instauramos la democracia
con sus imperfecciones y áreas de oportunidad, pero con la seguridad de que
hoy, en México, se cuentan los votos. Tanto así que fueron estos los que nos
trajeron a todos los aquí presentes a este momento.
Consecuentemente, Acción Nacional ratifica su compromiso con la
democracia y el respeto absoluto a las resoluciones de sus instituciones. Somos
un partido congruente, ésa ha sido siempre y seguirá siendo nuestra historia.
La política social también cambió con nuestra llegada al gobierno y pasó de ser
clientelar a ser subsidiaria.
En el año 2000 México tenía 2 millones de estudiantes becados. Hoy,
después de estos 12 años de gobiernos humanistas tenemos más de 8 millones de
jóvenes que cuentan con una beca.
El programa Oportunidades beneficia a tres de cada diez mexicanos con
apoyo alimentario. Le dimos piso firme a más de 13 millones de ciudadanos y hoy
hay más de 3 millones de adultos que cuentan con el programa de Setenta y más.
Ha sido meta del PAN, en el gobierno, generar el estado de bienestar que
ni siquiera en los países del primer mundo se ha alcanzado.
México hoy cuenta con la cobertura universal de salud, por eso será
prioridad del PAN, en el Congreso de la Unión, promover la portabilidad de los
servicios de salud para que todo mexicano pueda acceder a la atención médica de
calidad en cualquiera de los sistemas públicos de salud.
Vamos a promover una iniciativa para crear el seguro del desempleo, con
el fin de combatir la lastimosa desigualdad.
Hemos promovido la modernización de México en estos últimos 12 años, con
inversión pública, la más grande, en infraestructura, de nuestra historia.
Hemos promovido la modernización de México y pasamos de un presidencialismo autoritario y centralizado e hicimos el federalismo plural, donde se repartió el poder. Estos son algunos de los logros que como partido hoy le entregamos al pueblo de México, con la seguridad de que todo lo que fue posible se hizo, y conscientes de que todavía falta mucho por hacer.
Siempre, desde la oposición o desde el gobierno, hemos actuado bajo el
influjo de la idea central de realizar todas aquellas acciones que permitan el
dolor evitable. Siempre, desde los tiempos en que nuestra responsabilidad
histórica sólo nos permitía hacer la voz de la democracia que clamaba en el
desierto, hasta que pudimos convertir en políticas públicas nuestros
postulados, hemos respondido al llamado de nuestro fundador, Manuel Gómez
Morín.
Porque sabemos que el deber más alto en nuestra escala de
responsabilidades es el saber en qué estriban los males que reclaman acción. Y
concretar en programas realizables el indeterminado anhelo común de
mejoramiento. Mejoramiento al que paso a paso nos acercamos a través de la
técnica. Técnica que no quiere decir ciencia, que la supone, pero a la vez la
supera realizándola, subordinada a un criterio moral, a un ideal humano.
Esta premisa impulsa nuestro partido. Con base en ella se han dado y se
darán las batallas mediante las cuales aspiramos a que el poder del Estado se
redistribuya entre todos los ciudadanos de forma tal que logremos vivir en una
democracia que realmente gobierne, no en una democracia que sea gobernada solo
por elites.
Velaremos porque vivamos en un país en el que se respeten los derechos
individuales y sociales, como es la vida, la verdad, la justicia y la libertad.
Para los legisladores de Acción Nacional esta aspiración política tiene
que traducirse en mandato jurídico, pero ese mandato debe ser expresado de
forma tal que ponga por encima de cualquier otra consideración el respeto a la
persona, a su dignidad inherente, a sus necesidades y a sus aspiraciones
éticas.
Por ello, el eje conductor de nuestros trabajos legislativos consistirá
en privilegiar el respeto y la protección de todos los derechos a favor de las
personas.
Evitaremos cualquier regresión autoritaria e iniciaremos esa misión
desde la nueva dinámica jurídica constitucional derivada de la reforma a la
Carta Magna en materia de derechos humanos.
Ésos son los compromisos políticos que guiarán la actuación de nuestros
grupos parlamentarios en este Congreso de la Unión. Desde esta tribuna
ofrecemos absoluta responsabilidad en nuestro cargo. No vamos a asumirnos como
oposición, seremos la fuerza responsable, transformadora que siga promoviendo
la modernización y los cambios que el país y la sociedad hoy nos demandan.
Sí a la reforma laboral para generar nuevos y mejores empleos, con
nuevas formas de contratación. Sí a fomentar y a elevar la productividad. Sí al
voto libre, directo y secreto en las elecciones de las directivas sindicales.
Sí a la transparencia y a la rendición de cuentas a todos los trabajadores.
Vamos por la reforma educativa que privilegie contenidos de calidad,
rendición de cuentas, promoción científica y una profunda evaluación al sistema
sindical.
Vamos por la reforma política participativa que quedó inacabada. Debemos
concluir el desmantelamiento del régimen corporativo y autoritario. Nuestro
partido instauró la transparencia a nivel federal, ahora vamos por la
transparencia, la rendición de cuentas y el afincamiento de responsabilidades
en todos los órdenes de gobierno.
Vamos por la eliminación del fuero para que se termine con los
privilegios de todos los políticos. Es necesario valorar la experiencia que nos
dejó la última elección para proponer una nueva reforma electoral que dé
certeza y cumpla con las expectativas de los ciudadanos.
Insistiremos en la reelección legislativa, en aumentar el umbral para
que los partidos políticos tengan acceso a la representación nacional. Seremos
inflexibles para evitar retrocesos en el compromiso de combatir al crimen
organizado.
Desde aquí, a nombre de los grupos parlamentarios del PAN, reconocemos
el compromiso del presidente Felipe Calderón y de nuestras Fuerzas Armadas para
enfrentarlo con decisión, valentía y patriotismo.
Señoras y señores, en Acción Nacional entendemos que el ejercicio del
voto, además de ser el mejor sistema de integración de los poderes públicos, es
el púnico sistema para expresar adhesión o inconformidad con la actuación de un
ente de gobierno.
Pero también sabemos que de la claridad de nuestras posturas, de la
congruencia de nuestra oferta política y legislativa, y de la seriedad del
trabajo de los actores políticos depende la conservación de nuestra identidad.
Lo hacemos así porque, como nos mostró Castillo Peraza, hacer política es por
supuesto un riesgo, pero también es una posibilidad y, lo más importante, es
una exigencia.
Hoy México tiene sed de consensos, somos muchos los que así lo decimos.
La inmensa mayoría de los mexicanos queremos la cohesión de la sociedad a pesar
de la diversidad de los individuos que la componen. Somos la segunda fuerza
política del Congreso porque así lo decidieron los mexicanos en las urnas,
legislaremos con responsabilidad, hablaremos con quienes deseen hablar.
Y encontraremos consensos con quienes tengan voluntad y la buena fe para
encontrarlos, pero que nadie nos poda menos de lo que México y su gente
necesitan. Va por México, va por la gente.
La diputada Adriana Hernández Íñiguez: Diputado Jesús Murillo Karam,
presidente de la Mesa Directiva de la honorable Cámara de Diputados, compañeros
legisladores, señoras, señores, honorable Congreso de la Unión, la instalación
del primer periodo ordinario de sesiones de la LXII Legislatura del Congreso de
la Unión nos obliga a reflexionar sobre el sentido que este inicio de
actividades legislativas en democracia le imprime a la vida nacional.
Los diputados y las diputadas del Grupo Parlamentario del PRI en la
Cámara de Diputados no venimos con una actitud triunfalista ni con ánimo de
confrontación; eso está muy lejos de la vocación democrática a la que nuestro
partido ha dado muestras claras, particularmente durante los 12 años en que fue
un partido de oposición.
Nos congratulamos de que las instituciones representativas y electorales
de nuestra democracia funcionen como establece el marco constitucional y de que
la actitud responsable y mesurada de la mayoría de los actores políticos a lo
largo del proceso electoral continua prevaleciendo, lo que es crucial para
consolidar una democracia ciudadana y de resultado.
Saludamos el fallo emitido por la Sala Superior del Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación y la oportuna declaración que reconoce a
Enrique Peña Nieto como presidente electo de todos los mexicanos.
Después de haber desahogado...
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Permítame
la oradora. Señores diputados y senadores, les súplica esta Mesa Directiva que
sean tan amables de escuchar con el mismo respeto y atención que lo hicimos con
todos, todas las intervenciones de los oradores. Continúe, por favor.
La diputada Adriana Hernández Íñiguez: La declaración que reconoce a
Enrique Peña Nieto como presidente de todos los mexicanos, después de haber
desahogado las impugnaciones presentadas en términos de la ley.
Estamos seguros que con este precedente, tanto la entrega por escrito
del VI Informe de Gobierno, como los trabajos conducentes a la transmisión de
Poderes y a la toma de posesión del presidente constitucional, habrán de
transcurrir con normalidad y en un ambiente de civilidad, respeto y consideración
entre las fuerzas políticas aquí representadas.
Saludamos esa actitud de madurez e institucionalidad, porque reconocemos
que la expectativa de la ciudadanía que participó en las pasadas elecciones
generales es que los Poderes electos y constitucionalmente constituidos
comiencen de inmediato a producir resultados en beneficio de la población.
Respetamos también, aunque no coincidimos con quienes han manifestado
sus muy particulares puntos de vista. La gente, y en particular los jóvenes,
esperan que las instituciones representativas de la soberanía popular funcionen
con la mirada puesta en el interés general de la nación.
Como legisladora de una generación también joven, coincido con esa
exigencia y sé que mi partido está comprometido con una conducta transparente en el quehacer legislativo a expresar con
claridad públicamente nuestros objetivos y agendas de trabajo, porque estamos
decididos a dar resultados y ofrecer nuestra labor al escrutinio de los
ciudadanos.
Estaremos atentos a las demandas de la sociedad a la que protestamos
servir, hasta tener la certeza de que se abren horizontes de empleos de
calidad; de una educación de calidad con cobertura suficiente; y de seguridad
pública para una convivencia pacífica que los mexicanos esperan.
El grupo parlamentario que represento manifiesta su plena disposición a
trabajar con todas las fracciones parlamentarias en un marco de diálogo
respetuoso, para cumplir con lo que el pueblo de México espera de sus
legisladores, que no es otra cosa sino la construcción de acuerdos que permitan
resolver las auténticas amenazas a nuestra convivencia democrática: la
violencia criminal, la falta de empleo, la desigualdad y la pobreza de millones
de compatriotas.
Es indispensable construir acuerdos que propicien el crecimiento
económico como la única posibilidad viable y consistente de generar empleos y
disminuir la violencia. No cejaremos en el empeño de que México vuelva a
crecer; que las familias recuperen la paz y la tranquilidad en sus hogares; que
se abran nuevas y mejores oportunidades de empelo y desarrollo para la
juventud. Que cada día más mexicanos superen la condición de pobreza a la que
no están condenados.
Estamos decididos a trabajar para que en nuestro país haya equidad, con
tolerancia en las diferencias de cualquier tipo y respeto a los derechos
humanos de todos.
Es lo que los ciudadanos y en especial las nuevas generaciones esperan y
es nuestro compromiso.
Respaldaremos el programa de gobierno del futuro presidente, porque
estamos convencidos de que se encamina a esos propósitos, con claridad y rumbo
de las metas por lograr.
Lo primero, cumplir con el compromiso de ejercer una presidencia
democrática, con una decidida lucha contra la corrupción.
De la misma manera tenemos la obligación de responder a la demanda
ciudadana que exige transparencia.
Impulsamos la transformación y las reformas de fondo para dar respuesta
integral a nuestros principales retos y para fortalecer la presencia de México
en el mundo.
Ser actores, no sólo testigos de la configuración de los nuevos
equilibrios mundiales. Por eso trabajaremos en una reforma hacendaria que evite
la evasión y fortalezca las capacidades del Estado para cumplir sus objetivos
sociales, como lograr la seguridad social universal y un efectivo combate a la
pobreza.
Una reforma energética que amplíe la inversión en el sector, que proteja
el patrimonio de los mexicanos y genere crecimiento de empleo, además del
abasto necesario y a precios accesibles de los combustibles que requiere
nuestro desarrollo.
Una reforma laboral que sin afectar los derechos de los trabajadores
logre abrir, no inhibir, las oportunidades de empleo, así como impulsar la
competitividad de nuestro aparato productivo.
Esta claridad en los objetivos y en la actitud de diálogo que ofrecemos,
no cancela nuestra disposición a escuchar las opiniones y perspectivas de
quienes no piensan como nosotros o plantean rutas distintas para lograrlo.
Estamos preparados para escuchar, debatir y disentir, a esclarecer ideas
y a atender razones. Aspiramos a convencer, no a imponer. Respetamos a los
demás y esperamos reciprocidad.
Los tiempos exigen una actitud genuinamente democrática que en el PRI
asumimos con plena convicción porque hemos contribuido a construir puentes de
diálogo y tenemos la disposición de trabajar sin descartar a nuestros
adversarios.
Somos un partido que ha participado junto a las otras fuerzas políticas
en cambios y reformas democráticas cuando no fue mayoría en el Congreso ni
tenía el Poder Ejecutivo.
En la democracia gana la posición que es capaz de construir mayorías y
presentar resultados. A eso aspiramos nosotros de manera abierta, franca y
transparente. Y como grupo mayor en el Congreso de la Unión que entiende la
responsabilidad de encabezar con liderazgo del gobierno de Enrique Peña Nieto,
la segunda transición política de nuestra democracia constitucional.
Se inicia una nueva etapa en la vida institucional y es tiempo de dejar
atrás la confrontación política. Es imperativo ponernos a trabajar en beneficio
de todos los mexicanos sin excepciones. Éste es el espíritu con el que
emprendemos el trabajo de esta LXII Legislatura en la Cámara de Diputados, se
trata de trascender.
Extendemos nuestra mano fraterna y de concordia a los compañeros
legisladores de las distintas fuerzas políticas aquí representadas. Que lo que
esta honorable legislatura logre construir sea para el bien de México y de sus
futuras generaciones.
Muchas gracias.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Gracias,
diputada.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam (18:59
horas): Señores legisladores, con el propósito de recibir el VI Informe de
Gobierno, esta Presidencia invita al señor presidente de la Mesa Directiva del
Senado de la República a acompañarme a recibirlo, y en tanto, se decreta un
receso mientras esto sucede.
(Receso)
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam (19:11
horas): Señores diputados y senadores, reiniciamos la sesión.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Proceda la
Secretaría a dar lectura al oficio del Ejecutivo federal, mediante el cual nos
hace entrega de estos documentos.
El Secretario diputado Xavier Azuara Zúñiga: México, D.F,
1 de septiembre de 2012. Presidente del honorable Congreso de la Unión.
Presente.
En cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 69 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, me permito presentar al Honorable
Congreso de la Unión el Informe escrito del estado general que guarda la
administración pública del país.
Reitero a usted mi más alta consideración. El presidente de los Estados
Unidos Mexicanos, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
El Presidente diputado Jesús Murillo Karam: Muchas
gracias, secretario.
El Congreso de la Unión declara formalmente cumplida la obligación del
presidente de la República a que se refiere el párrafo primero del artículo 69
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Remítanse a las Cámaras de Diputados y de Senadores los ejemplares
respectivos del VI Informe de Gobierno presentado por el presidente de la
República, a fin de que se aboquen por separado al análisis correspondiente.
Al mismo tiempo les informo que se recibieron las siguientes iniciativas
de parte del Ejecutivo federal, también con fundamento en el artículo 71
constitucional, para trámite preferente.
Con proyecto de decreto por la que reforma, adiciona y deroga diversas
disposiciones de la Ley Federal del Trabajo. Remítanse a la Cámara de
Diputados.
Con proyecto de decreto por las que reforma, adiciona y deroga la Ley
General de Contabilidad Gubernamental, para transparentar y armonizar la
información financiera relativa a la aplicación de los recursos públicos en los
distintos órdenes de gobierno. Remítase a la Cámara de Senadores.
El acta de esta sesión se da por leída y será distribuida a los grupos
parlamentarios.
Se reitera la cita a sesión de Cámara de Diputados el próximo martes 4
de septiembre, a las 11 horas, y se les informa que las listas de registro de
asistencia estarán disponibles desde las 9:30 horas, en el vestíbulo principal
de esta salón de sesiones.
Muchas gracias.
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