22 sept 2008

Los 24 ejecutados de Ocoyoacac


Tiene lógica la nota de hoy en primera plana de Diego Osorno en Milenio.
"Una hipótesis de la PGR indica que la ejecución de las 24 personas es una venganza del crimen organizado debido a un presunto chivatazo, que concluyó con el descubrimiento de la obra en Mexicali".
En efecto, policías de EE UU localizaron el martes 2 de septiembre un túnel construido por narcotraficantes que cruzaba la frontera entre México y EE UU. Una semana después los asesinaron.
Dice una nota de la agencia APF del miércoles 3 de septiembre que "Los agentes patrullaban la zona en territorio mexicano y decidieron interrogar a ocho personas que se encontraban en una casa a 60 metros de la frontera. Su actitud les pareció sospechosa y al indagar descubrieron que bajo el edificio comenzaba un túnel de 140 metros de largo (1,30 metros de altura por metro y medio de ancho) que cruzaba la frontera en dirección a EE UU.
Pero la PGR -en voz de su tiutar, Eduardo Medina Mora-, descarta que sea el narcotúnel el movil de los asesinatos. Ante senadores explicó este lunes que la nueva línea de investigación apunta al narcomenudeo; hasta el momento han identificado a 19 de los 24 asesinados; 17 de ellos tuvieron el oficio de albañiles, hasta marzo y mayo del año en curso.
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Los ejecutaron en represalia por delatar ese trabajo en Mexicali, según la PGR
Albañiles del narcotúnel, los de La Marquesa
Una hipótesis de la PGR indica que la ejecución de las 24 personas es una venganza del crimen organizado debido a un presunto chivatazo, que concluyó con el descubrimiento de la obra en Mexicali.
Publicado en Milenio (
www.milenio.com) 22-Septiembre-08;
Diego Osorno, reportero.
Ni pelones ni zetas ni policías ni sicarios ni narcomenudistas: los 24 ejecutados de La Marquesa eran albañiles de comunidades pobres que habían construido un narcotúnel en Mexicali para el cártel de Sinaloa, según avances de las indagaciones hechas por la PGR sobre la matanza ocurrida hace una semana en Ocoyoacac, la mayor que se recuerde en México.
El pasado 2 de septiembre una operación especial encabezada por agentes estatales detectó en la capital de Baja California un túnel clandestino de seis metros de profundidad y 150 de longitud que conectaría con Estados Unidos; la obra mide metro y medio de diámetro y contaba con sistemas de iluminación, ventilación y aire acondicionado, además de elevador.
La construcción, perfilan las investigaciones, fue hecha por la mayoría de los 24 hombres asesinados. La ejecución colectiva fue en represalia porque algunos habrían revelado “los trabajos especiales” hechos en la frontera norte en los últimos meses, indican los primeros avances de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/302/2008.
Gran golpe sin apoyo de EU
Aunque en la opinión pública no tuvo gran repercusión el hallazgo de este pasaje ilegal, en las corporaciones policiacas fue considerado como un gran golpe contra la delincuencia organizada, debido a que el de Mexicali fue el primer narcotúnel detectado por las autoridades mexicanas sin apoyo de agencias estadunidenses (la nota de AFP dice que fueron autoridades de EE UU). Además de inmovilizar el pasaje, las autoridades detuvieron a ocho hombres de Sinaloa y Jalisco que lo custodiaban.
El costo del subterráneo fue calculado en un millón de dólares, a lo cual se sumarían las pérdidas económicas que dejó para los traficantes el descubrimiento del sitio, que permitía el tráfico ilícito hacia California, la entidad con el mayor número de consumidores de droga a escala mundial.
El levantón en la vecindad
Después de trabajar en la frontera entre Mexicali y Caléxico, los albañiles asesinados llegaron a vivir a la colonia El Olivo, en Huixquilucan, Estado de México, donde consiguieron trabajos en obras de construcción que también son investigadas por las autoridades.
La madrugada del 10 de septiembre, una semana después del hallazgo del narcotúnel, los albañiles, quienes vivían amontonados en nueve cuartos de una paupérrima vecindad, fueron sometidos y llevados a la fuerza en camionetas por hombres vestidos de negro y armados. Algunos vecinos entrevistados cuentan que oyeron y observaron lo sucedido, pero pensaron que se trataba de un operativo policial, cuando en realidad eran integrantes de la delincuencia organizada los que se llevaban a los trabajadores, mediante un levantón.
La matanza en el parajeAl amanecer del 12 de septiembre, en el paraje La Loma, un predio que forma parte del sendero que recorren los peregrinos del Señor de Chalma, los 24 albañiles fueron asesinados con pistolas calibre 9 mm.
La hipótesis de las autoridades es que la matanza ocurrió entre las 4 y 6 de la mañana de ese día; los albañiles iban siendo liquidados uno por uno por los sicarios, quienes podrían haber tratado de obtener información sobre los delatores del narcotúnel.
Las fotografías tomadas en la escena del crimen por los servicios periciales muestran los cuerpos maniatados y vendados de jóvenes de tez morena, con cabello corto y ropas modestas, asesinados de un tiro en la cabeza. En la marejada de hipótesis iniciales, el primer dato que desconcertó a los agentes asignados al caso fue que los hombres asesinados hubieran sido albañiles originarios de rancherías de Oaxaca, Hidalgo, Veracruz y Puebla, lugares donde es común que lleguen contratistas que buscan “mano de obra barata” para trabajar en la construcción en diversas ciudades del país.
Durante los primeros días de la indagación, los agentes empezaron a descartar que los asesinados hubieran sido sicarios o personajes importantes en la estructura del crimen organizado. Las hipótesis iniciales indicaban la posibilidad de que los albañiles se hubieran visto inmiscuidos de manera circunstancial en un asunto del narco, como hallarse frente a recursos o cargamento de droga.El cruce de datosLas investigaciones después del hallazgo del narcotúnel llevaron a que se descubriera el hilo entre ambos sucesos, luego de que las autoridades de Baja California recibieran información de que los albañiles que lo habían construido eran los asesinados de La Marquesa. Aunque la versión preeliminar indica que los albañiles habrían acudido por su voluntad a trabajar en la construcción del narcotúnel, familiares de dos declararon que sus parientes fueron llevados a Mexicali sin el conocimiento de la obra en la que trabajarían y, una vez ahí, retenidos por la fuerza.Las líneas pendientesEsta es una de las múltiples dudas que quedan pendientes en la línea de investigación. Las otras giran en torno a la posible participación de la mitad de los albañiles en la construcción del narcotúnel, mientras el resto habrían sido levantados y asesinados por encontrarse en el lugar y momento equivocados, según lo determinan los azares del narco.La otra duda es la posibilidad de que la matanza de los albañiles se hubiera hecho también para evitar que fueran detenidos por las autoridades y revelaran la existencia de otros narcotúneles o construcciones que, eventualmente, pudieron haber hecho para el crimen organizado.
México/Diego Enrique Osorno

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