17 nov 2010

México exporta narcos

El narco mexicano invade el mundo; está 230 ciudades y en 19 países
Los cárteles han hecho un sistema de “franquicias” con pandillas como la Hermandad Aria y Barrio Azteca
Excélsior, 17 de noviembre.-
Leticia Robles de la Rosa, José Carreño Figueras y Aurora Vega, reporteros
Los siete cárteles mexicanos han establecido “oficinas” en por lo menos 230 ciudades de Canadá y Estados Unidos.
El estudio Bandas, Cárteles y Seguridad Nacional, entregado por autoridades de la Unión Americana a senadores mexicanos, indica además que los narcotraficantes mexicanos operan en un total de 19 países.
En tanto, un reporte del National Gang Center (Centro Nacional de Pandillas, en inglés), que incluye y amplía el análisis mencionado, indica que son 270 las localidades infectadas, además de que los cárteles han instituido un sistema de “franquicias” con pandillas locales, incluso de corte racista, como la Hermandad Aria (Aryan Brotherhood).
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (BATF) precisó a su vez que los supremacistas blancos colaboran para llevar a México vehículos y armas ilegales desde Texas, California y Chicago.
El avance de la pandilla Barrio Azteca también preocupa al gobierno estadunidense, pues se ha convertido en el primer grupo criminal binacional cuyo crecimiento lo comienza a convertir en “insurgencia criminal”, término entendido como una fuerza desestabilizadora.
El narco invade ciudades de EU
El poder de los siete cárteles de la droga que operan en México se extendió a tal grado que ahora cuentan con "oficinas activas en más de 230 ciudades de Canadá y Estados Unidos", amén de que tienen presencia comercial en 17 naciones de América, Europa, Asia y África, lo cual tiene en alerta a las autoridades de Estados Unidos.
Sin embargo, es el avance del Barrio Azteca lo que preocupa más al gobierno del vecino país del norte, pues se ha convertido en el primer grupo criminal binacional cuyo crecimiento lo comienza a convertir en "insurgencia criminal".
Así lo revela el estudio Bandas, Cárteles y Seguridad Nacional de Estados Unidos, entregado por autoridades de la Unión Americana a senadores mexicanos, para mostrar parte de los datos que llevan a integrantes de los poderes políticos de Estados Unidos a considerar al narcotráfico como la principal amenaza para su seguridad nacional.
En el documento, cuya copia en español fue proporcionada a Excélsior, destaca que Estados Unidos se ha quedado corto en su trabajo de combate al crimen organizado dentro de su territorio, pero también en su cooperación con el resto de naciones "amigas" que sufren este grave problema.
"Estados Unidos debería enfocarse en limpiar su propia casa. Debería apoyar operaciones más efectivas en contra de los cárteles, además de una efectiva reducción en el uso de drogas, además de luchar en contra de la influencia de la cultura de las bandas, particularmente en los jóvenes en las escuelas.
"Ganarle a los cárteles y garantizar la seguridad en el futuro en los países, significa desmantelar sus redes y manejarlos hasta que estos se conviertan de poco impacto en niveles que puedan ser manejados por las autoridades locales.
"Otras políticas deberían ser ayudar a los gobiernos amigos para mejorar sus procedimientos judiciales, o para asistirlos con milicia contrainsurgente o políticas económicas para asistir las subrayadas causas de falta de legalidad", precisa el documento, que fue hecho público el 29 de septiembre pasado, en medio de la polémica desatada por el uso del concepto "narco insurgencia", el cual fue rechazado de inmediato por las autoridades mexicanas.
La versión entregada a senadores mexicanos explica el concepto: "De hecho las actividades de estas redes criminales se han tornado con características de 'insurgencias' muchas personas, incluyendo algunos expertos militares y legisladores han desentendido la palabra 'insurgencia' como la intención de tomar un gobierno.
"Ese no es necesariamente el caso, una insurgencia es actualmente un intento para debilitar o perturbar las funciones del gobierno, lo cual describe con precisión las acciones de las FARC en Colombia o los cárteles mexicanos y algunas otras bandas transnacionales.
"Las insurgencias son un tipo armado de conflicto entre beligerantes que intentan ganar poder sobre otro, esta lucha entre cárteles no es solamente acerca de drogas, o acerca de crimen, ha escalado a un grado que se ha convertido en una lucha de poder entre bandas y el gobierno", aclara.
El análisis asegura que son siete los cárteles más poderosos en México: cártel del Golfo, La Federación de Sinaloa, cártel de los Beltrán Leyva, de Juárez, de Tijuana, La Familia Michoacana y Los Zetas; sus tentáculos llegan a más 230 ciudades de Estados Unidos y Canadá, donde tienen "oficinas", así como en 17 países.
En el capítulo referente a la presencia de las bandas en EU, dice que "muchas bandas en Estados Unidos, ya sean locales o transnacionales, no sólo crecen sino que también maduran en formas que las convierte potencialmente más poderosas y sanguinarias
"Mientras bandas de Estados Unidos están en el rango de las primeras dos etapas, el movimiento de los cárteles a través de la frontera con EU y particularmente con las bandas binacionales como Barrio Azteca pueden presagiar un movimiento a una tercera etapa como una forma de insurgencia criminal."
Al Qaeda "es suave" ante saña de narcos
Los cárteles mexicanos de la droga tienen presencia en 270 ciudades estadunidenses y han establecido un sistema de "franquicias" que los vinculan con pandillas locales, según un reporte del Centro Nacional de Pandillas (National Gang Center), que suma datos de varios estudios, entre ellos, Bandas, Cárteles y Seguridad Nacional de Estados Unidos, entregado recientemente a senadores mexicanos.
El informe del Centro Nacional de Pandillas indica que los cárteles usan a la Hermandad Aria (Aryan Brotherhood) para introducir drogas al estado de California y a algunas prisiones.
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (BATF, por sus siglas en inglés) precisó que los supremacistas blancos colaboran también para llevar a México vehículos y armas ilegales desde Texas, California y Chicago.
El diario La Opinión, de los Angeles, hizo notar que la Hermandad Aria se convirtió en un grupo "que busca poder y el control de sectores para el mercado de la droga".
El mismo periódico subrayó que Wes McBride, director ejecutivo de la Asociación de Investigadores de Pandillas en Calfornia (CGIA), dijo que "colateralmente la Hermadad Aria estaría financiando a otros grupos de extremistas políticos como las bandas Peckerwoods, Public Enemy Number One y Nazi Low Riders (NLR), con quienes también ha formado alianzas en la distribución de narcóticos" y por tanto "indirectamente el dinero del narcotráfico está sirviendo a los supremacistas".
De acuerdo con fuentes estadunidenses, los traficantes mexicanos se han "atrincherado" en cientos de ciudades al norte de la frontera "y administran sofisticadas y disciplinadas redes que no sólo introducen las drogas, sino también envían camionadas de dinero a México".
El Centro Nacional de Pandillas apuntó que si bien la creciente interrelación entre Estados Unidos, México y Centroamérica extendió y amplió los alcances de grupos "transnacionales" como La Mara Salvatrucha, la pandilla de la Calle 18 y la Mafia Mexicana, no es claro el nivel de intervinculación con los cárteles mexicanos.
De acuerdo con recientes declaraciones de David Gaddis, encargado de operaciones globales de la DEA México considera el narco internacional como una amenaza a su seguridad nacional y los Estados Unidos deben verlo también de esa manera.
El que grupos de crimen organizado de México se hayan establecido en EU preocupa a las autoridades, ante la brutalidad que se les atribuye en la "guerra contra las drogas" en México y que al menos, según veteranos policías, "hacen que Al-Qaeda parezca suave". Anthony Coulson, ex supervisor de la DEA en Arizona dijo a MSNBC, por ejemplo, que "no puedo explicar cómo alguien pierde su humanidad y recurre a tales extremos".
Coulson aseguró que la cantidad de drogas que fluye a Estados Unidos "nunca ha sido más alta" ni los traficantes han sido más poderosos o en control de más territorios en México.
Zetas en Guatemala
Las fuerzas de seguridad de este país detuvieron a dos mexicanos, presuntos miembros del cartel de Los Zetas, informó hoy la Policía Nacional Civil (PNC).
La captura se llevó a cabo en un hotel ubicado en la carretera que conduce a la ciudad de Salamá y los detenidos fueron identificados como Rody Alejandro García y Débora Molina Cuéllar, de 32 y 21 años, respectivamente, explicó a los periodistas un portavoz policial.
Según la Policía, a los dos presuntos miembros del grupo de narcotraficantes Los Zetas se les decomisaron dos granadas, una pistola y varios fusiles Ak-47, además de una gran cantidad de dólares.

García y Molina son acusados de los delitos de asociaciones ilícitas y porte ilegal de armas de fuego y, dada su peligrosidad, han sido trasladados a una cárcel de la capital guatemalteca.

La presencia de Los Zetas en Guatemala fue denunciada tras una matanza de 11 personas, entre ellas el narcotraficante local Juan León, perpetrada en marzo de 2008 en un balneario del departamento central de Zacapa.

Según la Fiscalía Antinarcóticos de Guatemala, el objetivo de Los Zetas es apoderarse del control del territorio guatemalteco para traficar drogas.

Entrenan a marinos contra kaibiles

El crimen organizado ha recibido capacitación de ex miembros de grupos especiales militares como son los kaibiles de Guatemala, por ello, los grupos delincuenciales utilizan medidas de exterminio, porque se han capacitado para matar, de ahí la necesidad de seguir entrenando a personal en el grupo de Fuerzas Especiales de la Armada, no sólo para combatir el narcotráfico, sino todo aquello que atente contra la seguridad de nuestro país, reconoció el director del Centro de Capacitación y Adiestramiento Especializado de Infantería de Marina.

De 2006 a la fecha han muerto 21 elementos de este grupo especial que está capacitado para combatir el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo y la insurgencia.

En el Centro de Capacitación y Adiestramiento de Infantería de Marina son adiestrados en diversas disciplinas de acción y de reacción hombres cuyas edades no rebasan los 35 años.

Los elementos que reciben una capacitación para incursionar en operativos especiales han participado en acciones contra las organizaciones criminales como las de los Beltran Leyva, la de Sergio Villareal Barragán El Grande y la de Ezequiel Cárdenas Guillén, líder del cártel del Golfo.

Debido a su entrenamiento para sobrevivir en medios hostiles y de alta agresividad, los elementos de la Marina son adiestrados en escenarios similares a campos de batalla, están con plena conciencia de que un error puede provocar la pérdida de vidas humanas, de ahí que en cada misión se trate de cumplir a la perfección.

Las fuerzas especiales son capaces de realizar guerra no convencional en aire, mar y tierra, utilizando todos los medios de infiltración disponibles para desarrollar las más variadas tareas como el buceo militar, paracaidismo, descenso vertical , combate urbano, manejo de explosivos en tierra y bajo el agua, así como de tiradores expertos que de un solo disparo aniquilan al enemigo.

El grupo de Fuerzas Especiales de la Secretaría de Marina son pequeños grupos organizados y altamente capacitados para llevar a cabo tareas especificas, y están creados para actuar contra blancos estratégicos o tácticos. Los miembros de estos grupos especiales son hombres, y emplean un uso discriminado de la fuerza.

Los elementos que pertenecen a este grupo especializado tienen que tener condiciones físicas y sicológicas especiales para soportar un entrenamiento de más de 10 horas diarias,

Pertenecer a este grupo de Fuerzas Especiales no es fácil, los niveles de adrenalina y violencia que se manejan son demasiado elevados al realizar tareas donde la vida siempre pende de la circunstancia del adiestramiento, y muchas veces de la suerte.

Entrevistado por Excélsior, uno de los líderes de este grupo precisó que tras pertenecer a este equipo especial, necesitan de atención sicológica un año y medio o más para reincorporarse a la vida común.
"No es fácil, esto requiere sacrificio, cuando tenemos una misión, la tratamos de cumplir a la perfección, pensando en que tu puedes defender a tu país, y defender a los mexicanos, y tu vida la ofrendas."
Leticia Robles de la Rosa, José Carreño Figueras y Aurora Vega, reporteros.

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