6 dic 2006

Marcelo



Discurso de la Toma de Protesta de Marcelo Ebrard como Jefe de Gobierno del Distrito Federal para el periodo 2006-2012


5 de diciembre de 2006
Señor presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, diputado Víctor Hugo Círigo Vázquez; señor presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, magistrado José Guadalupe Carrera Domínguez; señor licenciado Alejandro Encinas Rodríguez; señoras y señores gobernadores; honorable Asamblea; estimados invitados, señoras y señores:
Iniciamos hoy una nueva etapa en la vida de nuestra ciudad, en este acto republicano vengo a compartir con ustedes la perspectiva con la que asumo la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal. El voto en la ciudad, el pasado 2 de julio, ha sido para avanzar en la ciudad en la realización de un proyecto distinto al que ha predominado en los últimos años en el País.
Este proyecto se propone: transformar la realidad de desigualdad y estancamiento económico; ampliar los derechos sociales; proteger nuestros bienes nacionales; modificar el régimen de privilegios en que vivimos; y establecer una convivencia democrática para todos.

El Gobierno de la ciudad demostró en estos años, que sí es posible transformar la realidad social, que el gobierno puede y debe ser austero, y que los intereses populares deben presidir toda acción pública.
Hoy la Ciudad de México apoya a 400 mil adultos mayores, cuenta con la universidad pública y 16 preparatorias, respalda a 10 mil jóvenes que tienen becas y se apoya a 70 mil discapacitados.
La ciudad tiene la inversión más importante de su historia: 60 mil millones de pesos. Todo ello con la mejor situación financiera con la que haya terminado cualquier gobierno de la ciudad, 15 mil millones de pesos en caja.
Así gobierna la izquierda, así se demostró que el conformismo, que hasta hace muy poco tiempo sostenía que no se puede cambiar la realidad social de México, está agotado e históricamente equivocado. Nos corresponde ahora dar el siguiente paso en la ciudad, consolidar lo avanzado y plantearnos nuevos alcances.

El Gobierno de la Ciudad está orgulloso del enorme legado de quienes han ocupado la Jefatura de Gobierno desde 1997 a la fecha. Debemos al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano el impulso democratizador que ha transformado las instituciones del país, reconocemos el valor de las acciones fundacionales que dieron sustento al gobierno representativo de la Ciudad de México.

Afirmamos la plena vigencia del legado del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que supo poner la prioridad de los pobres y construyó una autoridad al servicio de la justicia. Andrés impuso la austeridad en el gobierno, hizo crecer –como nunca– los derechos sociales y supo resistir con tensón y eficacia los embates de quienes ven como un peligro el éxito de la política social. Su ejemplo siempre estará presente entre nosotros.

Alejandro Encinas encabezó un gobierno prudente y eficaz, y hay que reconocerlo, tuvo una gran responsabilidad para entregar buenas cuentas y preparar la transición del Gobierno. Cumplió y cumplió bien en la ciudad.

Sabremos honrar este legado. El gobierno seguirá siento austero y gobernará para la mayoría, es nuestro punto de partida para construir un gobierno que mira hacia el futuro. Para lograrlo son siete los ejes estratégicos que van a organizar el esfuerzo que habremos de realizar en los próximos años.
Esos ejes son, en primer lugar, la Reforma Política, es decir derechos plenos a la ciudad y sus habitantes; el segundo, es equidad y desarrollo social; el tercero, seguridad y justicia expedita; el cuarto, una economía competitiva e incluyente; el quinto, un intenso movimiento cultural; el sexto, desarrollo sustentable y de largo plazo; y el séptimo, un nuevo orden urbano, servicios eficientes y calidad de vida para todos.

El propósito que nos conmina es alcanzar un marco jurídico que garantice efectiva equidad en el trato que recibe la Ciudad de México, ese es nuestro primer objetivo, el Distrito Federal debe lograr plenos derechos, desde 1928 vivimos un régimen diseñado esencialmente para controlar la ciudad por parte de los poderes federales, ha llegado el tiempo de que la ciudad tenga derechos plenos, de que su desarrollo no dependa de los intereses de corto plazo de ámbito federal.
La ciudad debe salir del cautiverio en que ha estado hasta ahora, por eso vamos a participar activamente en el impulso de la Constitución Política del Distrito Federal.
La Asamblea Legislativa debe tener plena soberanía para normar en todo el ámbito que le corresponde a las entidades de la Federación, para cuidar plenamente de los intereses de los ciudadanos y dotar a las autoridades de elementos para un mejor gobierno. La ineludible autonomía de la Ciudad de México debe ser aceptada, a poco más de 3 años del bicentenario de nuestra Independencia no se resuelve aun el tema de los derechos de la ciudad.
¿Acaso podremos olvidar que aquí en el Salón de Cabildos de la Ciudad de México, Francisco Primo de Verdad defendió por primera vez el derecho de la ciudad a su soberanía ante la abdicación del rey de España?
¿Acaso no es indispensable para la próxima generación gozar de plenos derechos y la posibilidad de tener una visión propia de desarrollo?
Por el pasado que representamos y sobre todo por el futuro que nos hemos propuesto impulsaremos el movimiento por la reforma, participaremos en un amplio consenso entre las fuerzas políticas y la sociedad, en el que esta Asamblea Legislativa será la principal protagonista, que todos estemos a la altura de las libertades y derechos en los que creemos, esa es la tarea.
Las reformas jurídicas necesarias deben también establecer un marco eficaz para la coordinación metropolitana. Tenemos que pensar en el futuro de la ciudad y eso sólo es posible en una perspectiva metropolitana. Es precisamente, en el contexto de este interés metropolitano, que agradezco la presencia de los gobernadores Enrique Peña Nieto del Estado de México y de Miguel Ángel Osorio Chong del estado de Hidalgo, señores gobernadores, respetuosamente les invito a trabajar juntos y decididamente a favor de una mejor calidad de vida en nuestra convivencia metropolitana.
La ciudad requiere también de un trato fiscal equitativo, la situación actual es insostenible. Los impuestos que el Distrito Federal aporta al mantenimiento de la Federación constituyen la aportación más importante de las finanzas públicas nacionales.
En contrapartida la inversión federal en el Distrito Federal ha sido cada vez menor desde 1997 y los recursos que se aportan a la ciudad son decrecientes. Recibimos un trato injusto e inequitativo.
En resumen, buscaremos que la Ciudad de México, cuna de nuestra historia, timbre de orgullo de todos los mexicanos, tenga por fin el camino libre, abierto, franco de su futuro, en el lugar que le corresponde.
El propósito esencial de mi gobierno es la equidad para la ciudad y en la ciudad. Sin equidad no hay futuro posible. Para abatir la desigualdad vamos a acelerar el paso en educación, en salud, en el acceso a la vivienda.
Para garantizar la equidad vamos a pensar y hacer la ciudad para las mujeres, a profundizar la atención a los discapacitados, actuar con las comunidades étnicas y nuestros migrantes y sus familias. La educación pública e el principal instrumento para abatir la desigualdad social. Debemos lograr un acuerdo educativo que involucre a todos los actores e instituciones para definir y aplicar un nuevo modelo educativo, orientado a la formació y no sólo a la información, que haga obligatoria la educación media superior y que asegure la cobertura universal, ningún joven debe quedar sin educación en la Ciudad de México.
Otra dimensión de nuestra agenda es la salud. Vamos a desplegar intensivamente el servicio de medicina a los barrios y las colonias. Vamos a ampliar y mejorar el acceso a medicamentos gratuitos. En pocas palabras, servicios universales de salud y que nadie quede sin acceso.

En vivienda, nuestro objetivo es asegurar el acceso al financiamiento a quienes tienen ingresos menores de tres y medio salarios mínimos. En los próximos años realizaremos 200 mil acciones de vivienda.
La mayoría excluida, olvidada por políticas nacionales vigentes, encontrará aquí una opción, el camino, para mejorar ahora su calidad de vida.
A la desigualdad social se suma la inequidad de género, desarrollaremos en todos los ámbitos una política importante, intensiva de apoyo a la mujer. Las cosas tienen que cambiar para siempre. Nos proponemos que los servi ios y la organización de la ciudad se ajuste y funcione de acuerdo a las necesidades de las mujeres.
Hoy vemos que el transporte público, los horarios de las oficinas, la infraestructura en general es indiferente o de plano contraria a los requerimientos más básicos de las mujeres. Es urgente revertir esta situación.
En todas las acciones y políticas de gobierno tendremos presente la causa de las mujeres, que es la causa de todos por la equidad.
Igualmente nos interesa emprender una iniciativa vigorosa para escuchar, respaldar y encausar las legítimas demandas de los jóvenes por espacio en la ciudad tendrá que ser también, una ciudad joven.
Equidad, también respecto los grupos sociales excluidos del empleo, la educación y el estadio público: especialmente los discapacitados y las comunidades étnicas.
Pondremos en manos de los discapacitados los programas que el gobierno aplica en su beneficio. Por primera vez en la ciudad, ellos harán la política pública respecto a la discapacidad.
También, por primera vez estableceremos una política pública para las comunidades étnicas originarias de la ciudad, emigrantes a la ciudad y desde la ciudad, para que encuentren de la realidad, equidad en una sociedad pluriétnica como lo es la nuestra.
Reitero, que nuestra definición esencial es por la equidad, sostenemos por ello que es un error el reciente incremento del precio de la leche distribuida por LICONSA, que se trata de una decisión equivoca e injusta, porque lesiona, el ya de por sí estrecho nivel de vida de la inmensa mayoría. Desde luego, no, no estamos de acuerdo.
Por ello, en el proyecto de presupuesto de egresos del 2007 que habremos de enviar próximamente a esta Asamblea, solicitaremos el respaldo de esta representación, para absorber con recursos públicos tal aumento y apoyar directamente, a través de vales, a las familias que son beneficiarias de LICONSA.
Lo mismo debiera hacerse a nivel nacional, pero por lo pronto, aquí en el Distrito Federal, la leche LINCONSA, no subirá de precio para nuestras familias. La equidad requiere congruencia, y en el Gobierno de la Ciudad la habrá, empezamos desde hoy.

La seguridad, la protección y la justicia expedita constituyen otro eje estratégico de otro gobierno. Con la política social se transforma el entorno para eliminar las condiciones que generan violencia, desintegración social, fragmentación de la vida colectiva, que son el contexto que propician la delincuencia, pero al mismo tiempo, necesitamos aumentar la efectividad de las medidas para abatir la impunidad y derrotar a la delincuencia organizada.
Vamos por la policía de barrio, por la policía comunitaria; 20 mil nuevos policías, organizados bajo el esquema de Unidades de Protección Ciudadana, con un entrenamiento enfocado a las necesidades vecinales y una cultura de respeto a los Derechos Humanos. Todos ellos bajo la evaluación y control ciudadano, todos ellos cerca de la gente.
Para complementar este esfuerzo, estableceremos al menos cuatro mil cámaras para la vigilancia de la vía pública, la prioridad será las escuelas, los primeros a quienes vamos a cuidar, es a nuestros niños.

Sujetaremos a los funcionarios de seguridad a evaluación pública permanente y habrá cámaras de monitoreo del ejercicio de sus tareas, empezando por los Ministerios Públicos.
El Consejo de Seguridad Ciudadano, contará con atribuciones en materia de apoyo a las víctimas para recibir denuncias por delitos, en el lugar de los hechos y para supervisar su atención en las instancias públicas.
En el régimen penitenciario, el trabajo debe ser una obligación de todos los internos, lo mismo que la educación; es fundamental una estrategia de prevención de la reincidencia y de readaptación efectiva.
Realizaremos este esfuerzo de acuerdo a un programa común, con la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Para combatir a la delincuencia organizada, el enfoque será investigar e impedir el libre flujo de las utilidades de las actividades ilícitas, por eso, vamos a formar una Policía Financiera, aplicada a la investigación del lavado de dinero y de inversión de recursos ilícitos en la economía de la ciudad. Vamos por ellos, no más impunidad.

Por otra parte, es tiempo de reconocer el papel estratégico que tiene nuestra ciudad en el desarrollo económico nacional, debe terminar el acoso económico que la excluye de fondos o le retiene inversión; si la economía d la ciudad no crece a un ritmo mayor, la economía del país tampoco lo hará y aumentarán las desigualdades regionales entre norte, centro y sur del país.
Hoy, en la estructura de la economía mundial, las ciudades son los factores principales, nuestra ciudad tiene todos los elementos para ser más competitiva y alcanzar una posición ventajosa que le permita mayores niveles e inversión y crecimiento.
Tenemos el objetivo de incorporar a la ciudad en la dinámica internacional y apuntalar su futuro como base de acción.
Se definirá el acuerdo para el desarrollo económico de la Ciudad de México, en este acuerdo, estableceremos las bases de concertación con los diversos agentes económicos, para tener programas y metas comunes.
Como un mecanismo permanente para ello, crearemos el Consejo de Promoción Económica, donde participen todos los sectores productivos de la ciudad para determinar las áreas prioritarias, inversiones y estrategias de desar ollo que se proponga crear empleos y aumentar nuestra capacidad tecnológica y financiera. Vamos a instalar una mesa de proyectos, presidida por el Jefe de Gobierno.
Quien resuelva invertir aquí, tendrá todo el apoyo del Gobierno de la Ciudad. Buscamos apuntalar una economía de innovación, basada en el conocimiento.
Para ello, en los próximos días empezará a desarrollar sus funciones el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, como espacio de generación de políticas y financiamiento de proyectos.
Su tarea central será articular los recursos científicos, las capacidades tecnológicas, la infraestructura de investigación, los recursos humanos más calificados del país con la iniciativa empresarial y del sector público para generar crecimiento económico.
Vamos también a concentrar el esfuerzo en corredores urbanos, que sea el motor de nuevas inversiones de alto contenido tecnológico.
La cultura es identidad y es libertad. Somos herederos de una de las más grandes civilizaciones de América y del mundo y tenemos una actividad cultural y creativa tan intensa, como pocas ciudades del mundo. Por eso nos i porta, y mucho, ampliar el respaldo a la iniciativa creativa y el acceso de todos a los bienes culturales.
Sabemos qué futuro queremos y necesitamos partir de la cultura, que no es una actividad pública más, sino una condición de la entidad y la libertad. Por eso vamos por un amplio programa cultural, para universalizar las p sibilidades de acceso mediante acciones que lleven al arte y la cultura a los espacios públicos, a las colonias y barrios populares, y el impulso al desarrollo del arte.
También quiero decir que para todo ello requerimos contar con una estación de expresión pública para todos, la televisión pública será al fin una realidad y en poco tiempo el centro de la Ciudad de México, nuestro Centro Histórico, será el escenario de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución.
Queremos que sea un acontecimiento cultural de afirmación de nuestra identidad, que se expresen nuevos monumentos, regeneración de espacios públicos y nuevas iniciativas ciudadanas. Tendremos que hacer al Centro Histórico el faro cultural e histórico de México y del continente.
Otro eje estratégico es el desarrollo sustentable, que garantice la viabilidad de la ciudad en el largo plazo. Para nosotros, desarrollo sustentable es garantizar a la siguiente generación los recursos y condiciones para su bienestar, es nuestra responsabilidad hacerlo así. El abasto de agua es hoy la prioridad ambiental de la Ciudad de México, su escasez ha alcanzado niveles críticos. No podemos optar por la solución de siempre: la obtención de caudales adicionales con origen en largas distancias y para la sobre-explotación de los acuíferos del Valle de México, se requiere un manejo integral del agua, que parte de la protección efectiva de los bosques, arrancas y zonas rurales.
El compromiso es asegurar el abasto y la calidad del agua en toda la ciudad, y en especial en amplias zonas de Iztapalapa, Tlalpan y Gustavo A. Madero, y la sectorización de fugas en la red de distribución; el tratamiento y el rehúso diversificado del agua residual tratada; la captación e infiltración del agua de lluvia. Una protección activa y efectiva que evite nuevos enfrentamientos en el área de recarga del acuífero, así como, el significativo incremento de eficiencia y respuesta social del organismo operador del agua, constituyen los contenidos de la estrategia.
Este conjunto de acciones tendrá un verdadero impacto, sólo en la medida en que logremos cambiar nuestros hábitos-usos del agua. Requerimos que la sociedad asuma un compromiso responsable y duradero por la conservación y el ahorro del agua.
En Xochimilco vamos a actuar en forma decidida, vamos a detener el crecimiento urbano sobre las chinampas y a cancelar las descargas de aguas residuales al lago. Con nuevas inversiones reactivaremos la actividad económica ligada al turismo. El acuario de la ciudad estará en Xochimilco.
Otro tema prioritario que deberemos enfrentar y dar solución en esta administración, es el relativo a la basura. Nuestra estrategia más importante será reducir los actuales volúmenes de basura y avanzar en su reciclamiento. Impulsaremos medidas en el sentido del ahorro que eviten el desperdicio.
En este gobierno se pondrá en marcha la segunda generación de medidas ambientales para mejorar la calidad del aire. Mejoraremos el sistema de monitoreo atmosférico. Vamos a impulsar la investigación, el uso de tecnologías más limpias, así como el ahorro de energía.
Promoveremos el transporte escolar obligatorio. Las nuevas líneas de Metrobús operarán con unidades de baja emisión de contaminantes. Se regularán horarios de transporte de carga y vamos a establecer controles más estrictos de las emisiones.
En el séptimo eje estratégico se propone la creación de un orden urbano diferente, con servicios eficientes y mayor calidad de vida. El espacio público de la ciudad, sus calles, avenidas, transportes, parques, su infraestructura, deben constituir un patrimonio colectivo que podamos apreciar y disfrutar. Para ello, ciertamente lo primordial es la seguridad, pero también que el transporte mejore, que la ciudad esté limpia y que la convivencia social sea distinta.
Debemos hacer un gran esfuerzo, gobierno y sociedad, para lograrlo; impulsar la recuperación del espacio público para el disfrute de todos; fomentar hábitos y usos más responsables que sirvan a la conservación de los recursos; cambiar nuestros hábitos, respecto de la vialidad e incluso, respecto de los peatones.
En resumen, la forma en que nos conducimos y convivimos debe cambiar: se trata de construir ciudad, recuperar y crear espacio público, generar redes de comunicación social.
Al Gobierno le toca realizar un programa intensivo de mantenimiento de la infraestructura urbana, pero no será suficiente sin la participación de todos.
Por eso, vamos por numerosas iniciativas públicas, sociales y privadas, por nosotros, por nuestra ciudad.
Simultáneamente la calidad de los servicios tendrá que mejorar, por eso impulsaremos que los ciudadanos evalúen la calidad de los servicios trimestralmente y que toda la información se haga pública.
La movilidad en la ciudad no puede seguir priorizando al automóvil. Es fundamental para mejorar la calidad de vida, disminuir los tiempos de viaje de la población, y en particular de los trabajadores, cuya jornada se prolonga varias horas en sus traslados.
Tenemos que lograr un uso más racional del espacio y tenemos que pensar: la ciudad es para nosotros y no sólo para los automóviles.
Más y mejor transporte público es el futuro, por eso, si fortalecemos de mejor infraestructura los centros de transferencia de pasajeros, de modo que cuenten con mejores servicios, se conviertan en espacios urbanos multifuncionales, vamos a emprender un gran esfuerzo para reordenar las rutas del transporte concesionado.
Habrá 10 líneas de Metrobús que articulen una extensa red de transporte en superficie, complementaria al Metro.
Continuaremos con los trabajos de mantenimiento del Metro y realizaremos ampliaciones de algunas líneas para lograr el pleno aprovechamiento de la Infraestructura ya existente.
Este conjunto de medidas serán la base para desalentar el uso del automóvil y promover el transporte público.
Nos proponemos fortalecer la capacidad del Estado para promover el bienestar y garantizar la seguridad de la ciudadanía.
Queremos instituciones públicas que desplieguen en la sociedad su capacidad para promover y apoyar la iniciativa ciudadana, para fomentar hábitos y valores que permitan una mejor convivencia colectiva y calidad de vida para toda la población.
Una institucionalidad que recupere para los ciudadanos, el espacio público, que garantice a todos el disfrute de los bienes comunes de la ciudad.
Para el ejercicio del gobierno, nuestro imperativo es conformar una administración austera y eficiente. No se incrementará el gasto administrativo por encima de la inflación, los salarios y gastos de los funcionarios se sujetarán a su nivel actual.
Para el mejoramiento del servicio público son necesarias también nuevas capacidades de los trabajadores, seguridad laboral y elevar sus condiciones de bienestar. En función de los recursos disponibles, se mejorarán sus i gresos y no habrá despidos injustificados.
Actuaremos con escrupuloso respeto de la vida sindical y buscaremos su participación en el desarrollo de las competencias de los trabajadores,. Se vigilará el cumplimiento de las condiciones generales de trabajo.
Mantendremos una estricta vigilancia del desempeño de la administración.
Se realizará la evaluación permanente del ejercicio de los funcionarios, así como la certificación periódica de sus competencias y la vigilancia de su patrimonio.
El orden fiscalizador actuará con plena autonomía, se establecerán indicadores de desempeño para todo el gasto público y los programas de gobierno. Para la transparencia, garantizaremos el acceso a la información. Se va establecer un observatorio ciudadano, con el doble propósito de la evaluación ciudadana y la consolidación de la información sobre la ciudad.
Para ello, con la participación de las instituciones de educación superior se establecerá el Sistema de Información de la Ciudad de México, que habrá de incluir mecanismos de evaluación ciudadana de los servicios público y la gestión gubernamental.
Queremos una ciudad, donde concurran los mexicanos con satisfacción, verdadero corazón de la patria, que sea expresión de nuestro orgullo nacional y muestra de lo que podemos hacer cuando hay justicia y hay equidad.
Señoras y señores, el Gobierno a mi cargo, trabajará intensamente por la ciudad y por todos los que aquí vivimos, lo haremos con capacidad de diálogo, respetando las posiciones de cada cual, a partir de un proyecto claro y convicciones firmes. Sabremos defender los intereses legítimos de la ciudad con energía y eficacia; tendremos que sortear una situación sin precedentes, con prudencia, sin comprometerse a más.
El sentido del mandato que nos condujo hasta esta tribuna y el bienestar de nuestra ciudad.
De parte del Gobierno de la Ciudad, cabe esperar la coexistencia, con una realidad política y de poderes, con la que no estamos de acuerdo. Habrá coexistencia, pero nunca habrá complicidad sobre el abuso que se ha cometido y las causas que lo hicieron posible.
Mantendremos nuestra posición contra viento y marea, cumpliremos la constitución y la ley, pero no daremos la espalda, ni olvidaremos jamás, los anhelos ni las causas que nos han traído hasta este honroso cargo.
En diciembre del 2012, cuando terminemos nuestra encomienda vendremos, con la frente en alto, y podremos decir: aquél momento, el del 2006, fue nuestra hora mejor. Trabajaremos sistemáticamente por la ciudad, por una convivencia democrática plena, por entregarle el futuro a nuestros hijos de la ciudad. Si este es el compromiso, sabremos cumplir.
Muchas gracias.

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