España y México,
beneficios recíprocos/Patricia
Espinosa Cantellano
El País, 28 de marzo de 2012
Hace exactamente 35
años, un día como hoy, los gobiernos de España y México restablecieron
relaciones diplomáticas después de una prolongada interrupción. Los pueblos
mexicano y español se mantuvieron siempre cercanos y los estrechos lazos que
los unen —afectivos, familiares, de amistad y respeto, de identidad y
admiración recíproca— fueron sin duda un aliciente poderoso que animó el
restablecimiento de relaciones diplomáticas.
No podía ser de otra
manera. A ambas naciones nos une la historia y también la sangre; nos unen
valores, anhelos, así como la voluntad de conjuntar esfuerzos para hacer
realidad nuestros deseos de mayor crecimiento y bienestar. Nos unen raíces
compartidas, fuertes y profundas, que explican no sólo la asociación
estratégica que hoy mantenemos, sino también los crecientes beneficios que de
ella se derivan.
La España y el México
democráticos, actores relevantes en sus respectivas regiones, países hoy más
fuertes y unidos que nunca, son también naciones reconocidas a nivel global por
sus muchos logros internos —de los cuales la construcción de democracias cada
vez más robustas no es el menor— así como por sus valiosas aportaciones a la
paz, la seguridad y el desarrollo internacionales.
Hace 35 años el panorama
era diferente. Ni México ni España ocupaban el destacado papel que hoy
desempeñan en la escena internacional. Ni en lo político ni en lo económico se
preveían los grandes avances que, en un breve lapso, darían ambas naciones. Un
dato que, a la luz de los desafíos actuales, tendemos a pasar por alto: en los
últimos 35 años, tanto México como España han logrado multiplicar por cinco su
ingreso per cápita. Pese a los rezagos y los retos, nuestras naciones son hoy
cinco veces más prósperas que hace tres décadas y media.
Nuestra relación es
también mucho más rica que entonces. De un diálogo intergubernamental nulo
pasamos a uno amplio y diverso tanto en el ámbito político como en los rubros
económico, cultural y social. La cooperación entre nuestros gobiernos, antes
inexistente, es hoy intensa a nivel no sólo bilateral y birregional, sino
también en la que prestamos hacia terceras naciones y en la que desarrollamos
en los foros multilaterales en temas de interés global.
En materia económica, si
bien en 1977 el comercio entre España y México era de sólo 149 millones de
dólares, hoy es cercano a los 7.000 millones, casi 50 veces más. Gracias al
Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea, España es en la
actualidad el segundo socio comercial de México entre los países que integran
la UE.
En lo que toca a las
inversiones, el interés mutuo es evidente. Con una inversión acumulada superior
a los 40.000 millones de dólares, España es el principal inversionista europeo
en México y, a nivel mundial, el segundo después de Estados Unidos. Y, de
acuerdo con un estudio académico reciente, México es el país latinoamericano
que más ha invertido en España durante las últimas décadas. Entre 2000 y 2008,
la inversión de origen mexicano, si bien todavía distante de la que proviene de
otros países, ubicó a México como el noveno inversionista mundial en España,
detrás de otras ocho naciones, todas ellas del llamado mundo desarrollado.
El intercambio cultural
se ha enriquecido y profundizado, en especial en las dos últimas décadas,
gracias a la creación del Instituto de México en España en 1992 y, 10 años
después, al establecimiento del Centro Cultural de España en México. Ambos
recintos han albergado con gran éxito diversas manifestaciones de la creación y
el talento de nuestros pueblos. Lo dicho: en lo político, lo económico, lo
cultural y en general en todos los rubros de la cooperación mexicano-española,
es tiempo de beneficios recíprocos.
Uno de los momentos más
relevantes de la relación entre España y México ocurrió en 2007, con el
establecimiento de la asociación estratégica que hoy une a ambos países. Al
amparo de esta asociación se ha fortalecido la perspectiva en el mediano y
largo plazos de los programas y proyectos de cooperación política,
económico-financiera, técnico-científica y educativo-cultural. Se ha
fortalecido, asimismo, la cooperación mexicano-española en temas regionales,
birregionales y globales de interés recíproco en foros como la Cumbre
Iberoamericana, los que promueven la integración y el desarrollo de
Centroamérica y el Caribe, así como en diversas instancias de la Organización
de las Naciones Unidas, entre otros.
México reconoce y valora
el firme apoyo de España a la labor desarrollada en el marco de las
Conferencias sobre Cambio Climático, lo que sin duda fue un factor clave de los
avances logrados en la COP16, celebrada en Cancún a fines de 2010.
Este año, bajo la
presidencia mexicana, el G-20 realiza un intenso trabajo a fin de fortalecer el
crecimiento económico y las instituciones financieras internacionales, además
de impulsar la creación de empleos de calidad en un ambiente social y ambiental
sostenible. México se congratula, una vez más, por la participación de España
como invitado permanente en las reuniones del G-20 destacando la importancia de
su contribución al logro de un entorno económico internacional favorable al
crecimiento de todos los países.
La relación de
excelencia que españoles y mexicanos hemos sabido construir da fe no sólo de los
estrechos lazos de amistad e identidad que nos unen, sino también de nuestra
voluntad de hacer de ellos la base de una cooperación de mutuos y crecientes
beneficios.
España ha contado y sabe
que podrá contar siempre con México, de la misma manera que los mexicanos
sabemos que en España tenemos a un socio y un aliado en el logro de nuestras
metas de crecimiento económico, creación de empleos y bienestar creciente.
Ambos países hemos demostrado que nuestro compromiso con la democracia, el
crecimiento económico y un bienestar con justicia es tan firme como el que
tenemos con un entorno internacional de paz, seguridad y desarrollo al alcance
de todos los pueblos del mundo. Ambos hemos demostrado, en más de una ocasión,
que la fraternidad que nos une y a cuya sombra crecemos y nos fortalecemos es
grande, fuerte y permanente.
Viva México, Viva
España, y viva el feliz y exitoso reencuentro que hoy celebramos.
Patricia Espinosa
Cantellano es secretaria de Relaciones Exteriores de México
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