Una
acción capilar contra los abusos, 848 sacerdotes expulsados desde el 2014
Entrevista
a Mons. Silvano Tomasi, por el último informe de la Santa Sede al Comité ONU.
Los datos
OMS: en el mundo 40 mill. de abusos al año.
La agencia de noticias católica Zenit.org, entrevistó al observador permanente de la Santa Sede en
Ginebra monseñor Silvano Tomasi.
Tomasi, que ha precisado la finalidad de estas
medidas: la protección de los niños para asegurarles un crecimiento sano y
sereno, de manera que sean personas constructivas para la sociedad en la cual
tienen que vivir. Y ante el dato de la Organización Mundial de la Salud, que
estima en 40 millones los casos de abusos en el mundo, ha invitado interrogarse
como la fuerza del Evangelio hoy, pueda actuar para transformar esta cultura, y
a reforzar la normalidad de la vida y el desarrollo sano de la sociedad.
***
¿En
el comité de la ONU quizás ha liado un poco al mezclar la tortura con los casos
de abuso sexuales a menores?
-Monseñor Tomasi: Algunos miembros del comité de la ONU han cambiado un poco la
situación, llamando en causa el artículo 16 de la convención contra la tortura,
donde se habla de comportamiento humillante e inhumano. Y por lo tanto
considerando que la violación sexual es una acción de este tipo, abriendo la
puerta para discutir de estas cuestiones, que de otro lado son muy apetitosas
para los medios de comunicación
La
Santa Sede no ha entrado en la discusión si los abusos son tortura o menos,
sino que ha señalado las medidas tomadas contra la pedofilia...
La
definición de tortura en la convención muy precisa y su extensión a los abusos
no está en este momento aceptada por las autoridades de los derechos humanos.
Naturalmente la Iglesia Católica rechaza cualquier acción que viole la dignidad
humana. Entretanto quizás había otro objetivo en esta discusión. Por otra
parte, muchas veces los medios de comunicación repiten que la Iglesia ha creado
obstáculos y continúa crearlos a la acción contra los sacerdotes que han
cometido crímenes con menores, o que ignora esta realidad, o que no ha tomado
iniciativas coherentes.
-¿O
sea que usted respondió números en la mano?
- Monseñor Tomasi: Al dar estas estadísticas disponibles se documenta claramente
que en los últimos 10 años la Iglesia ha hecho una importante acción casi
capilar, diría de limpieza de la casa, buscando no solamente de castigar desde
el punto de vista canónico, pero también con las sanciones de los Estados donde
se cometieron. Y ha creado las condiciones para evitar que este tipo de crimen
se repita, tomando medidas específicas: en la formación de futuros sacerdotes e
instituyendo como ha querido el papa Francisco, una Comisión para la protección
de menores.
-¿Y
por lo que se refiere a las víctimas?
-
Monseñor Tomasi: La iglesia ha buscado en la media de lo posible de compensar a
las víctimas. Lo ha hecho con ayuda financiera, por ejemplo en Estados Unidos
ha dado más de 2.500 millones de dólares. Ha ofrecido además ayuda moral, con
consejos y apoyo espiritual para facilitar la integración en la sociedad de las
víctimas y para que puedan retomar una vida normal.
-¿Es
verdad que fueron expulsados 848 sacerdotes del iglesia en los últimos 10 años?
--
Monseñor Tomasi: Es un hecho, esta es la realidad. Es necesario tomar en cuenta
que la mayoría los casos de abusos conocidos sucedían en los años 60, 70 y 80,
y por lo tanto mismo que las denuncias hechas a la Congregación de la Doctrina
de la Fe, sean más recientes, no quiere decir que dichos casos hayan sucedido
cuando fueron referidas al tribunal civil o eclesiástico, sino que ocurrieron
también mucho tiempo antes.
-¿Y
la tendencia de hoy, cuál es?
- Monseñor Tomasi: La tendencia de los últimos años es la disminución en el clero
de los casos de abusos sexuales y me parece que esto significa que las medidas
tomadas son eficaces, y que una nueva cultura ha entrado en la Iglesia y los
ambientes cercanos a esta. O sea denunciar inmediatamente los casos que
emergen, sea a la autoridad civil que a la autoridad eclesiástica. Claramente,
el mejor camino es hacer todo lo posible para vivir nuestra vida sacerdotal y
de servicio en la iglesia de la manera debida.
-¿La
Comisión contra la tortura de la ONU le pidió solamente al Vaticano sobre los
abusos o también a otros países?
-Monseñor Tomasi: Sí, también a otros países la Comisión contra la torturan le
preguntó sobre abusos sexuales cometidos con menores. Me parece que hay dos
observaciones que se pueden hacer a este propósito: la primera es que la
atención de los medios de comunicación se haconcentrado sobre ésta, porque se
entiende que el personal de la Iglesia debe ser de extrema confianza y cuando
se cometen crímenes contra menores no solamente se comete un crimen, pero se
rompe una confianza que debería ser asegurada.
¿Y
la segunda observación?
-Monseñor Tomasi: Éstos hechos que sucedieron en la Iglesia hay que ponerlos en
el contexto mundial, porque la porque la Organización Mundial de la Salud habla
de más de 40 millones de casos de pedofilia al año, y la gran mayoría de estos
casos suceden en familia y en otras categorías de personas, como con profesores
de la escuela pública, profesionales de vario tipo o instituciones; de los
boy-scouts a los Cascos azules, pasando por el Parlamento inglés, como han
indicado los diarios.
-Los
datos de la OMS, indican 40 millones de casos al año de pedofilia...
- Monseñor Tomasi: Por lo tanto cuando se habla de la Iglesia es necesario tener
un sentido de perspectiva, para entender el problema va más allá, y que todos
deben sentir la exigencia de proteger a los niños, y que el objetivo final es
darle protección a ellos y garantizarles un crecimiento sano y sereno, de
manera que puedan ser personas constructivas para la sociedad en la cual tiene
que vivir.
¿Qué
cultura está en la raíz de estos hechos?
-Monseñor Tomasi: En la raíz del fenómeno de la pedofilia existe una cultura
basada sobre extremas formas de individualismo, que busca justificar cualquier
tipo de comportamiento y hacer de cada deseo o veleidad, un derecho humano. En
cambio la cultura que se funda sobre la tradición cristiana promueve la
dignidad de la persona y su apertura hacia la trascendencia, y apoya un
concepto de libertad que está relacionado con la responsabilidad de las
acciones que se realizan. Tenemos dos culturas que se mueven en direcciones
diversas. Para nosotros los cristianos se pone por lo tanto la pregunta sobre
cómo la fuerza del Evangelio hoy, pueda operar para transformar la cultura del
extremo individualismo y ser fermento de vida para el desarrollo sano de la
sociedad.
10
de mayo de 2014 © Innovative Media Inc.
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