La
‘santa cruzada’ de los jóvenes/
Henry Kamen es historiador británico; acaba de publicar Fernando el Católico (La Esfera de los Libros, 2015).
El
Mundo |28 de diciembre de 2015..
Las
noticias del mundo en Europa últimamente se han enfocado en las historias de
varias jóvenes europeas, quienes han querido morir por la fe de la yihad. Un
artículo en The Siberian Times describía cómo una joven en Rusia fue reclutada
por un hombre que la convenció para ir a Siria y luchar por sus «hermanos».
Nada que la madre pudiera hacer cambió su opinión. Una semana después de los
atentados de París envió un mensaje a casa alabando a sus «hermanos de París»,
que habían llevado a cabo los actos. En Austria dos chicas, cuyas familias
llegaron a Austria desde Bosnia, huyeron de sus hogares en Viena con el fin de
combatir en la «guerra santa», diciendo a sus familias en una nota: «No nos
busquéis. Vamos a servir a Allah. Y moriremos por él». En Inglaterra, dos
hermanas gemelas de 16 años, dejaron su hogar en Chorlton, Manchester, en julio
sin el conocimiento de sus padres y se fueron a Siria. Expertos en el Reino
Unido creen que cerca de 50 chicas y mujeres británicas se han unido a ISIS, y
han viajado a Siria para luchar; sus edades oscilan principalmente entre 16 y
24 años. Al menos 40 mujeres han salido de Alemania para unirse a ISIS en Siria
e Irak>en lo que parece ser una tendencia creciente de adolescentes que se
convierten en radicales y viajan a Oriente Medio sin el permiso de sus padres;
la más joven de las chicas alemanas era de 13 años de edad. Hay cifras
similares para las chicas de Francia.
la-santa-cruzada-de-los-jovenesLos
expertos creen que alrededor de 4.000 occidentales han viajado a Siria e Irak,
más de 550 de ellos mujeres y niñas, para unirse al Estado islámico. La
tendencia también existe en España, a juzgar por los casos descubiertos en
Cataluña del reclutamiento de niñas para el Estado Islámico. La atracción de la
violencia terrorista parece haberse convertido en la inspiración de miles de
mujeres jóvenes en Europa. En un reciente reportaje, preparado a lo largo de un
período de 12 meses por el Canal 4 de la televisión de Reino Unido, se ha
investigado el mundo secreto de las mujeres en Reino Unido que apoyan al Estado
Islámico, glorifican a yihadistas, y predican un mensaje de odio, de
segregación y de extremismo. Son estas mujeres adultas las que, seguras en sus
casas y puestos de trabajo en el Reino Unido, han alentado a las jóvenes para
abandonar sus hogares en Europa e ir a Siria con el fin de fomentar la obra de
masacre. La fuerza de este increíble celo por la destrucción de toda
civilización que no sea la del Estado Islámico, hace que uno se pregunte por
qué las mujeres en cuestión siguen viviendo en una Europa que desean destruir.
El
apoyo de los jóvenes a la guerra santa tiene sus antecedentes en Europa.
Irónicamente, el mismo entusiasmo por una cruzada por la religión se encontraba
entre los jóvenes de la Europa cristiana medieval. En la Edad Media, la pasión
por una guerra santa alcanzó su punto álgido durante los movimientos conocidos
como «Cruzadas», cuando uno de los episodios más terribles fue la llamada
«Cruzada de los Niños» de 1212. La propaganda pública de la Iglesia instó a los
ciudadanos a ir a Siria y Palestina con el fin de destruir a los no creyentes
que ocupaban la Tierra Santa. Entre los que fueron atraídos por la llamada eran
grupos de niños.
Hubo
dos Cruzadas de los Niños que se iniciaron simultáneamente en 1212, una en
Renania, la otra en el valle del Loira. Un muchacho, Nicolás, predicó la
Cruzada de los Niños en Colonia y se dice que reclutó a miles de niñas y niños
por su causa. Cuando los peregrinos llegaron a Italia, muchas de las chicas
acabaron en burdeles y otras fueron tomadas como sirvientes. Los chicos que
finalmente llegaron al este fueron vendidos como esclavos. En el mismo período,
en Saint-Denis en Francia un chico de 12 años con el nombre de Esteban reclutó
a miles de niños, pero en Marsella cayeron en manos de ladrones y fueron
vendidos como esclavos en Alejandría. Las Cruzadas de los Niños eran
evidentemente un fenómeno del malestar social que afectó no sólo a los adultos,
sino que también llegó a las mentes de los jóvenes. Pero los jóvenes
involucrados terminaron sus vidas en el desastre, como está sucediendo hoy con
las chicas que quieren unirse a la lucha por la religión, y han acabado en
cambio en la esclavitud o incluso en la muerte.
La
guerra santa cristiana fue en muchos aspectos un éxito, al igual que la yihad
musulmana hoy. Influyó en las mentes de los jóvenes, y les animó a luchar
contra el infiel. Los ejércitos cristianos invadieron tierras musulmanas y las
ocuparon. El éxito de las Cruzadas ayudó a elevar la confianza en sí mismo del
Occidente medieval. A los cristianos les debió parecer que Dios estaba de su
lado y que podrían lograr cualquier cosa. El problema fue que a la larga nadie
fue el ganador, y el conflicto entre cristianos y musulmanes continuaría
durante siglos. Los miles de niños y niñas que murieron en la Cruzada de los
Niños murieron en vano, como les está sucediendo también a las jóvenes
occidentales que hoy están buscando una oportunidad de morir por la guerra
santa islámica.
Muchas
de las jóvenes que quieren morir por el Islam están influidas por el
sentimiento anti-islámico que impregna la sociedad occidental. Después de la
última terrible bomba en Londres en julio de 2006, una encuesta halló que el 23
por ciento de los musulmanes británicos dijeron que la atrocidad ocurrió debido
al apoyo del gobierno a las guerras contra los países islámicos. De la misma
manera, los amigos del actual líder laborista, Corbyn, han afirmado que la
masacre yihadista en París fue una consecuencia de la hostilidad occidental
hacia la yihad. El supuesto básico de esta actitud es que el oeste es el
responsable de la yihad. Por lo tanto, sugieren, uno no debería luchar contra
el yihadismo con la guerra, sino con besos. Guerra contra el terror, insisten,
es un error, ya que aumentará el terror. Como no es de extrañar, Corbyn ha
declarado que no va a apoyar una acción militar contra el terrorismo. Algunas
figuras públicas de otros países también han salido con el mismo argumento.
Es
cierto que la violencia nunca funciona como método de persuasión. Pero hasta
ahora no ha habido propuestas alternativas . Incluso la ONU ha declarado que
aconseja la «eliminación» del yihadismo. ¿Significa eso que hay que matar a
todos los yihadistas? ¿O es la yihad un movimiento que deberíamos aceptar,
porque no hay manera de atacarlo? ¿Debemos tolerar la utilización de niños como
terroristas suicidas, o permitir que miles de chicas participen en una nueva
Cruzada de los Niños para ir a Siria con el fin de dar apoyo a los jóvenes
terroristas varones? Hay políticos (y otros) que creen que es un error atacar a
los movimientos terroristas en sus bases, porque una guerra santa no puede ser
combatida con otra guerra santa. Ese, en efecto, fue el gran error de las
cruzadas cristianas medievales. Muchos otros estarán de acuerdo en que las
cruzadas santas no son la solución para resolver los conflictos culturales,
pero que se requieren medidas urgentes para eliminar las raíces de un
movimiento primitivo dedicado al asesinato en masa de civiles como una
política.
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