Pelean militares y narco del CJNG; detonan pánico en plaza de Zapopan
Una balacera entre criminales y militares se registró ayer en las inmediaciones de Plaza Andares en Zapopan, Jalisco, y desató terror.
Alrededor de 200 detonaciones de armas largas hicieron correr a mujeres con niños, mientras que comercios resguardaron a su clientes y bajaron cortinas.
El Fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz, confirmó que un comando armado llegó al lugar para atacar a una persona cuya identidad no ha sido revelada, y que sus escoltas respondieron también con detonaciones.
Cuando el grupo delictivo intentaba huir se desató una segunda balacera debido a que cerca del lugar se encontraban elementos de la Sedena que detuvieron a algunos hombres armados.
Un escolta murió en el lugar mientras que otro fue trasladado al hospital, según informó; otras cuatro personas civiles se encuentran heridas, entre ellas inocentes que eran clientes o estaban trabajando, mientras que dos más están detenidas, agregó. (Reforma).
Es decir, 3 de las 6 personas lesionadas son víctimas colaterales; se trata de una joven de 19 años que transitaba por la zona, un repartidor de comida rápida y un guardia de seguridad privada de la plaza Landmark.
Respecto a los otros tres heridos, las autoridades han informado que dos de ellos pertenecen al grupo de sicarios del CJNG que buscaban atacar o llevarse por la fuerza a una persona que estaba en el centro comercial, por lo que quedaron a disposición del Ministerio Público para determinar su participación en los hechos; el otro herido es uno de los escoltas que repelió la agresión y fue trasladado a un hospital militar.
Esta mañana el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, señaló a través de un video que aun no se ha identificado a la persona que buscaban los sicarios, sin embargo, de forma extraoficial se ha dicho que el escolta que sobrevivió al ataque lo identificó como Rafael Fernández, empresario tequilero.
Posicionamiento de AMLO en la mañanera....
"Según el informe preliminar querían secuestrar a una persona y los ¿cómo se les llaman? Custodios, escoltas, no me gusta eso de guardaespaldas, los escoltas del señor se enfrentaron al grupo que quería secuestrarlo y empezó una balacera", explicó AMLO:
"Intervino el Ejército, porque avisaron al Ejército. Lamentablemente hubo una persona que perdió la vida. Heridos de los dos grupos, tanto de los escoltas del señor que querían secuestrar, como de los agresores de la delincuencia", precisó.
AMLO reveló que la persona a quien sicarios del CJNG pretendían secuestrar es un empresario dedicado a la compra-venta de vehículos: "Parece que es un empresario que se dedica a la compra-venta de vehículos, pero vamos a esperar el informe, eso es lo que puedo comentar. Sí sé que fue entre escoltas y este grupo que quería, supuestamente, secuestrar al señor".
-¿Qué grupo está detrás de esta acción?, le cuestionó REFORMA.
"Se habla de una organización que actúa ahí en Jalisco", respondió.
-¿El Cártel Jalisco Nueva Generación?, se le insistió.
-Sí, creo", expresó.
López Obrador aprovechó la intervención del Ejército en la balacera en las inmediaciones de Plaza Andares para ensalzar la participación de militares en tareas de seguridad pública.
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Lass columnas políticas hoy, lunes 3 de octubre de 2022
Templo Mayor/REFORMA
A LA BARAJA de panistas que buscan la candidatura presidencial en el 2024 ya se sumó la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos.
ADEMÁS de anunciar que está disponible para competir, ayer participó en los Foros por un México Mejor organizados por el PAN bajo el eslogan: "¡Sí hay de otra!".
TAMBIÉN estuvo el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila y cerraron el poker de naipes albiazules el presidente de la Cámara de Diputados Santiago Creel y el ex mandatario guanajuatense Juan Carlos Romero Hicks.
Y AUNQUE el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, también estaba anunciado, al final no participó por lo que no sería raro que pronto se organice una nueva pasarela dominguera para los suspirantes que faltan.
POR SI ALGUIEN tenía duda de que la línea dictada desde la Presidencia es que todos los nuevos gobernadores de la 4T deben nombrar a militares o marinos en la secretaría de Seguridad de sus estados, ahí está el ejemplo de Américo Villarreal.
EL MORENISTA que gobierna Tamaulipas desde el sábado le dio posesión del cargo al general en retiro Sergio Hernando Chávez y, redoblando la apuesta, puso en la subsecretaría del ramo a otro general, Alex Melgarejo. Firmes... ¡ya!
LA AGRESIÓN contra la politóloga y académica Denise Dresser en el Zócalo, cuando participaba en la marcha por el 2 de octubre para protestar en contra de la militarización de México, es un resultado preocupante de los constantes ataques a la prensa desde Palacio Nacional.
AFORTUNADAMENTE, el tema no pasó de empujones y gritos, pero los agresores copiaron las descalificaciones que tantas veces han escuchado en las conferencias mañaneras para obligar a salir de la movilización a la también articulista de este periódico.
EL DISCURSO de odio y exclusión se repitió hasta el cansancio en Twitter con textos agresivos y hasta burlones acompañados de videos del tenso momento que se vivió en la Plaza de la Constitución.
PARECE increíble que quienes se asumen como los herederos del movimiento de 1968 sean quienes hoy apoyan la militarización y que no les importe violentar una movilización pacífica con tal de excluir a quien piensa diferente.
POR CIERTO, el Senado retoma hoy la discusión del dictamen para que los militares sigan en las calles más allá del 2024 con la idea de aprobarlo en comisiones esta misma tarde y llevarlo al pleno mañana.
Y CUENTAN que Morena y sus aliados siguen sin tener los votos suficientes para lograr la aprobación. Ya se verá si la oposición logra mantener el dique que armaron o si el PRI-Mor logra reventarlo. ¡Cierren las puertas!
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Ven cerca acuerdo para permitir militares en seguridad pública
Bajo Reserva/El Universal
A marchas forzadas trabaja el senador Ricardo Monreal para lograr una redacción del dictamen de la reforma constitucional que amplía hasta 2028 la autorización al Presidente de la República para utilizar las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública. Nos comentan que todo el fin de semana coordinadores parlamentarios y otros senadores desfilaron por la oficina de don Ricardo para intercambiar puntos de vista y propuestas con el fin de tener un proyecto que pueda ser aceptado por la oposición. Legisladores del bloque de contención nos comentan que trabajan para que el dictamen modificado incluya controles parlamentarios, rendición de cuentas, evaluación y supervisión de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, y que si Morena accede a poner estos “candados” es posible que la iniciativa reciba el apoyo de los opositores. La intención, aseguran, es que se tenga listo el nuevo documento a las 5 de la tarde de hoy para que las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos lo discutan y sometan a votación. De no haber contratiempos, nos dicen, el dictamen se presentará en tiempo y forma el martes en doble sesión. Nos aseguran en Morena que lo único que no está a discusión es la prórroga de cuatro años para que las Fuerzas Armadas permanezcan en labores de seguridad pública hasta marzo de 2028. Se ve cerca la posibilidad de acuerdo, nos dicen.
¿Aguantará el refuerzo antinflacionario?
Nos recuerdan que hoy, en su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador junto con empresarios, productores y distribuidores presentarán a detalle el plan de reforzamiento del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) que busca que no aumenten los precios de 24 productos de la canasta básica, e incluso, que algunos bajen. Nos detallan que para esta presentación habrá casa llena y llegarán los empresarios y distribuidores más importantes en la materia. Sin embargo, lo que muchos se preguntan es si este plan de reforzamiento será suficiente para impedir que suba la terca inflación o en unos meses más los mexicanos veremos un nuevo reforzamiento al plan de reforzamiento contra la inflación.
Presidenciables panistas, arranque en frío
Quienes tendrán que ponerle algo más de ganitas son las y los presidenciables panistas. Miembros del propio partido nos hacer ver, de manera autocrítica, que este tipo de actos deberá tener mucho más ánimo, pues las llamadas corcholatas presidenciales de Morena ya le han ido encontrando el ritmo a los mítines y presentaciones. Nos señalan que incluso los discursos de los azules deben dar muestra que ellos mismos están seguros de que pueden ganarle a los morenistas. Hay que llamar a los ciudadanos a la victoria, más que solamente invitarlos a no perder la esperanza. El arranque panista se vio algo frío, nos hacen ver.
AMLO el pacificador
Nos comentan que además de su plan de conciliación entre Rusia y Ucrania, y de los cantantes y expareja Belinda y Christian Nodal, hay otros dos personajes a los que ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador les pidió públicamente que fumaran la pipa de la paz. Se trata del gobernador saliente de Oaxaca, Alejandro Murat (PRI), y del gobernador electo, Salomón Jara (Morena), a quienes ayer en la comunidad de Mitla, el jefe del Ejecutivo federal los exhortó a que se estrecharan la mano y destacó la pacifica transición que hay en esa entidad.
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Confidencial/Pospondrán reforma electoral
El Financiero,
Nos adelantan en San Lázaro que habrá cambios en el calendario y que se planea posponer la votación de reformas en materia electoral. Según dicen, hay “un mucho mejor ambiente” para avanzar en algunos aspectos, y habría “algunos consensos”. El plan de trabajo que presentó la Comisión de Reforma Político Electoral –que encabeza la morenista Graciela Sánchez– incluyó como primer punto “impulsar el consenso, encontrar convergencias, consultar especialistas, fortalecer el debate informado y considerar las agendas legislativas de todos los grupos parlamentarios”. Eso le mereció amplios reconocimientos y felicitaciones desde la oposición a la legisladora.
Transición tersa
La transición entre Alejandro Murat y Salomón Jara en Oaxaca es tan, pero tan tersa, que no se prevé que el priista salga corriendo de la entidad como sí lo hizo el panista Francisco García Cabeza de Vaca, en Tamaulipas. Así lo destacó el gobernador electo en Oaxaca. Algo que no sorprende, pues desde que entró la 4T, el priista comenzó a tornarse color guinda, aunque ahora insista en que buscará la candidatura presidencial con la bandera tricolor.
Se desvirtuó la tradición de arrojar el Doctor Simi en conciertos, pues ayer al presidente López Obrador le aventaron dos peluches. Quizá los pejefans se lo lanzaron por aquello de sus revelados achaques. Pero si a los buenos augurios vamos, el mandatario siempre carga su ‘detente’.
Iglesia y el nuevo modelo de familia
El cardenal Carlos Aguiar parece tener la solución a la crisis económica… Casarse y tener más hijos. Resulta que el jerarca católico, durante el XIV Congreso Internacional de las Familias, realizado en la CDMX este fin de semana, reconoció que hoy las parejas no quieren ir al altar. Por ello propuso al gobierno, legisladores y empresarios establecer un sobresueldo a los nuevos matrimonios. Y un sobresueldo adicional cuando tengan el primer hijo, otro ingreso extra con el segundo hijo y con el tercero facilidades para adquirir una casa de interés social. Esto sucede ya en Alemania y es un éxito, dijo. Veamos si se establece algo así como los “Matrimonios del Bienestar”.
Reforma militarista, a la vista
Con los votos del PRI, hoy en el Senado se consumará, en comisiones, la aprobación de la reforma constitucional para ampliar la labor de las Fuerzas Armadas en seguridad pública hasta 2028. Se prevé que se modifique la minuta proveniente de San Lázaro, para establecer mecanismos de control parlamentario, rendición de cuentas, evaluación y supervisión de las tareas de los militares. El martes, el pleno del Senado avalaría estos cambios, a los que incluso ya les dio el visto bueno el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Por otro lado, el miércoles se prevé la comparecencia del canciller Marcelo Ebrard. Vaya semanita cargada en la Cámara alta.
Ausencias panistas
Ayer en la pasarela de suspirantes panistas a la Presidencia se sintió la ausencia de la senadora Lilly Téllez. Según el líder del PAN, Marko Cortés, la sonorense no participó porque ella aún no cuenta con experiencia de gobierno y el foro de ayer, en el que participaron Santiago Creel, Maru Campos, Mauricio Villa y Juan Carlos Romero Hicks, “se centró la experiencia de los gobierno panistas”. El que sí estaba en el programa y no asistió fue el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, quien, a decir de Cortés, se encuentra fuera del país. ¿Será?
¿Sin riesgo para mexicanos en Rusia?
A pesar de que Estados Unidos ya alertó a sus ciudadanos en Rusia por los riesgos que puede provocar a la población quedarse en el país, México se mantiene en decirle a sus ciudadanos que no hay problema. Vanessa Calva, directora general de Protección Consular y Planeación Estratégica de la SRE, retomó lo publicado por la embajada de México en Rusia desde el 23 de septiembre. “No se perciben factores de riesgo que pongan en riesgo la seguridad y el bienestar de los mexicanos en el territorio”. A lo mejor los mexicanos no están en peligro, pero si el tema sigue escalando, no será cuestión de nacionalidad.
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El Rey del Cash/Héctor De Mauleón
Dinero que le enviaban sus operadores, incluso desde los municipios más pobres y marginados
El Universal, 03/10/2022
Cuando la portada y la explosiva contraportada de “El Rey del Cash” se viralizaron, el presidente López Obrador llamó a su exvocero, César Yáñez, para pedirle cuentas sobre el lanzamiento de este libro —que se agotó a solo unas horas de salir en preventa.
Yáñez comenzó a moverse entre el círculo cercano a la autora, la periodista Elena Chávez, quien fue su pareja a lo largo de 18 años, en busca de datos sobre la obra que venía en camino.
De paso, dejó amenazas veladas que un amigo de Chávez, el político de izquierda Fernando Belaunzarán, registró en su cuenta de Twitter:
“Sé de buena fuente las amenazas que ha recibido la autora, testigo de los hechos, por publicar este libro”.
La contraportada había causado un incendio. Los dos párrafos más contundentes:
“Cuento aquí a detalle cómo los operadores del presidente consiguieron durante mucho tiempo miles de millones de pesos para cumplirle a su jefe, y de paso también se sirvieron con la cuchara grande. No busco denostar a ninguno de los personajes que aquí aparecen, sino tan solo romper un pacto de impunidad”.
“Mi propósito es evidenciar cómo el poder ha sido el gran amor y la obsesión de López Obrador, y cómo el odio y el resentimiento han sido el alimento que lo sostiene”.
César Yáñez fue el hombre más cercano a López Obrador desde que este comenzó a aspirar al gobierno capitalino. Fue, de hecho, una herencia de Cuauhtémoc Cárdenas. Acompañó a AMLO en sus luchas políticas hasta el triunfo electoral de 2018.
Cayó de la gracia del entonces presidente electo cuando una revista del corazón publicó fotografías de la boda excesivamente suntuosa de Yáñez con la empresaria Dulce María Silva, a la que asistió el propio López Obrador.
Luego de dos décadas de servidumbre absoluta, y de convertirse incluso en uno de los recaudadores de López Obrador para el flujo de maletas repletas de cash, según narran quienes acompañaron o aconsejaron a la autora durante la escritura del libro, Yáñez fue arrumbado, prácticamente escondido, en una apartada oficina en la que desempeñó un puesto de bajo perfil durante la primera mitad del sexenio obradorista (hasta hace poco, cuando le entregaron una subsecretaría, también modesta, en Gobernación: la de Desarrollo Democrático).
Su relevo fue Jesús Ramírez Cuevas.
“Este es un testimonio sobre los 18 años que viví cerca del presidente Andrés Manuel López Obrador”, escribe Chávez en la contraportada. Durante esos 18 años ella vio, escuchó, registró el mundo de mentiras, traiciones y simulación sobre el que López Obrador construyó su movimiento.
Aunque el teléfono de Elena Chávez no deja de sonar desde que la bomba mediática estalló, los editores de “El Rey de Cash. El saqueo oculto del presidente y su equipo cercano” han prohibido a la autora conceder entrevistas hasta que el libro sea lanzado el próximo lunes. De la misma forma, el contenido de la obra ha sido rigurosamente sellado.
Lo que resultó imposible de sellar fue el proceso de escritura, que cercanos a Chávez atestiguaron.
La autora había visto la transformación de César Yáñez. Lo vio volverse una réplica de su jefe, lo vio imitarlo, lo vio perder los escrúpulos con tal de darle gusto. Entre el círculo de amigos cercanos a la pareja eran bien conocidas las funciones del vocero: “desde bolearle los zapatos hasta conseguirle medicinas”. Eso, entre las cosas más inocentes.
Elena Chávez, periodista en diversos medios, autora de varios libros y quien desempeñó cargos directivos en el gobierno de la ciudad durante las administraciones de López Obrador, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera (también fue diputada Constituyente por el PRD en 2016), atestiguó durante 18 años la manera en que AMLO envolvía a la gente y lograba obtener de esta lo que quería. Atestiguó, también, la forma en que el jefe de la 4T traicionaba a quienes dejaban de servirle. Presenció desde primera fila su creciente autoritarismo y el terror que despierta entre sus colaboradores. Presenció, también, la imposibilidad de decirle no.
Chávez tuvo que dejar de escribir en el portal De Poder porque sus artículos irritaban a AMLO. Pero, sobre todo, Chávez vio pasar y evaporarse maletas de dinero que todos los lunes eran puestas a disposición del gobernante, a fin de que este, entre otras cosas, pudiera financiar su movimiento.
Dinero que le enviaban sus operadores, incluso desde los municipios más pobres y marginados, y dinero que le era descontado “voluntariamente” –a la manera de Delfina Gómez– a legisladores y empleados de gobierno. Dinero del que todos en la “honestidad valiente” se servían “con la cuchara grande”. Maletas de dinero sin huella que fluían semana a semana, año tras año.
Los personajes de “El Rey del Cash” son Beatriz Gutiérrez Müller, Mario Delgado, Gabriel García, Alejandro Esquer, Ariadna Montiel, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, entre los más relevantes.
Me relatan que además de documentos que apoyan su testimonio, la autora cuenta con capturas de WhatsApp que dan a conocer, como escribe ella, “la verdadera cara de la nueva mafia del poder o, mejor dicho, de la secta en el poder”.
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Estrictamente Personal
Secretos de Estado, secretos del presidente/Raymundo Riva Palacio
El Financiero, octubre 03, 2022 |
El jueves pasado por la noche hubo una reunión de emergencia en Palacio Nacional entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de la Defensa, el general Luis Cresencio Sandoval. Se acababa de difundir un paquete de documentos secretos de la Secretaría de la Defensa Nacional que fueron hackeados por un grupo de reciente irrupción en la arena pública llamado Guacamaya.
Qué fue lo que hablaron se mantiene en secreto, pero la estrategia a la mañana siguiente fue totalmente lopezobradorista: minimizarlos y desestimarlos con el spin de siempre: no tenemos nada que ocultar, y nada hay que temer. El presidente Andrés Manuel López Obrador bateó el tema, entendiendo probablemente el problema que se le viene encima, de ser cierto que vienen mayores revelaciones de información confidencial.
Una probadita sobre la salud de López Obrador tuvo un fuerte impacto en la opinión pública, sobre todo después de que el Presidente admitió sus padecimientos, que incluyen algunos nuevos a aquéllos que tenía cuando asumió la Presidencia, y pese a trivializarlos, no significa que sea irrelevante. La salud del Presidente es un asunto de seguridad nacional, y en el caso de López Obrador, de gobernabilidad. Su presencia permanente en la mañanera da estabilidad, pese a la inestabilidad nacional que se vive, aunque para dar una idea de lo que significa la salud de un dignatario, de haber sido México un país con peso real en el mundo, la revelación habría provocado una crisis en los mercados internacionales.
El poco peso de México en el mundo –que va más allá de las acciones del actual gobierno– no significa que internamente sea algo intrascendente, como sugirió el Presidente, cuya política de austeridad permitió un golpe informático de esta naturaleza que, si se confirma el volumen de información obtenida, será la filtración de informes secretos más grande en la historia del país.
Una incómoda realidad, si no escala a una bomba nuclear sobre la Presidencia, fue provocada por la disminución de presupuestos, que viene desde noviembre de 2019, cuando se publicó la Ley Federal de Austeridad Republicana, estableciendo que nadie podía comprar equipos ni programas de cómputo nuevos. Y cuando menos durante los dos primeros años del sexenio, la Secretaría de la Defensa Nacional no tuvo presupuesto para comprar antivirus
Esos errores propios sólo de alguien que tiene una visión estratégica que nace y muere el mismo día, han permitido que, potencialmente, lo lleven a la catástrofe personal y arrastren a todo lo que huela a López Obrador y su manoseado proyecto de transformación. El alto riesgo que esto significa produjo que dentro de las áreas civiles y militares especializadas se esté trabajando para identificar la fuente de la filtración, pese al desinterés público del Presidente, que dice que lo difundido no aporta nada nuevo.
Es peculiar la forma como funciona la mente del Presidente, pero revela qué tan fuerte se percibe a sí mismo. Debería estar preocupado, pero no lo está. El viernes especuló que eran hackers internacionales, pertenecientes a una “agencia extranjera”. Interesante el fraseo, por la utilización de la palabra “agencia”, que conduce a la única que ha habitado su cabeza desde 1973, cuando el golpe de Estado en Chile: la Agencia Central de Inteligencia, la CIA. Morena, su partido, dijo que eran adversarios internos. Como hipótesis de trabajo, si es cierto que son millones de documentos los hackeados, el trabajo requiere muy buen presupuesto y la certeza de que el origen no será descubierto. En esa misma línea de pensamiento, no parece haber en el horizonte mexicano ningún grupo que se ajuste a esas premisas.
El grupo de hackers que se autodenomina Guacamaya ha estado muy activo desde el 22 de septiembre, cuando dio a conocer unos 400 mil documentos del Ejército chileno, aunque la página de Enlace Hacktivista, su pesebre, ha estado en niveles operacionales cuando menos desde hace 10 meses. En un comunicado, reveló que habían infiltrado sistemas militares y policiales en México, Perú, El Salvador, Chile y Colombia, y que entregaron lo hackeado “a quienes legítimamente hagan lo que puedan con estas informaciones”.
Es interesante el lenguaje utilizado, que parece de izquierda y globalifóbico, aunque los países a donde apuntaron sus primeras baterías son países gobernados por la izquierda o, en el caso salvadoreño, por un autócrata en ciernes. Esos antecedentes fueron probablemente el contexto para que López Obrador identificara a Guacamaya como un grupo extranjero, que parece tener una agenda clara contra un perfil de gobernante latinoamericano.
El hackeo, según expertos informáticos, no se dio en toda la base de datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, sino únicamente en los correos electrónicos, que incluyen fotografías y videos, además de textos. El gobierno chileno, que sufrió la semana anterior un hackeo importante, ha explicado que fue posible por la falta de servicios de seguridad de correo Exchange, que normalmente Microsoft anuncia y libera parches para aplicarlos. En México campea la superficialidad. López Obrador dijo el domingo que no habría ni sanción ni investigación.
El Presidente no entiende que lo que sucedió es una violación a la seguridad del Estado mexicano, de mayor prioridad para la seguridad nacional, y que está en una situación de no ganar-no ganar. Al confirmar el viernes el hackeo y la veracidad de los informes militares, legitima lo que podría venir después. La división de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional es altamente capaz. Lo he visto en carne propia al conocer algunas de las fichas que elaboraron sobre mí, que tenían información detallada y precisa sobre mi vida. Un periodista es objeto de interés natural, pero un presidente, su familia, su entorno y su gobierno, es un objetivo estratégico.
Quizás empiece a tomar las cosas en serio y comprender el alcance que puede tener un hackeo de esta naturaleza si comienzan a salir documentos que muestren actos de corrupción o colusión de su entorno o el gobierno con el crimen organizado. El Presidente debería saber que “winter is coming”.
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AMLO reprendió al general Sandoval en la reunión de seguridad/Mario Maldonado
El Universal,
El viernes, durante la reunión privada del gabinete de seguridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó contra el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, a quien responsabilizó del hackeo que sufrieron los sistemas militares. Según fuentes que estuvieron presentes, si bien el presidente desestimó de entrada las filtraciones y acusó de un complot a quienes denomina sus “adversarios”, reconoció que los alcances de las filtraciones pueden ser muy “perjudiciales” para el gobierno y para la imagen de las Fuerzas Armadas.
Ante unos 20 funcionarios convocados a la reunión, el presidente reprendió a su colaborador consentido, el hombre en el que ha depositado el éxito o el fracaso de su administración. Lo hizo además frente al general Audomaro Martínez, mentor del secretario de la Defensa y quien se asegura lo colocó en ese cargo. Cuentan los asistentes que no se había visto al presidente tan molesto con los militares y mucho menos con ánimos de lastimar su investidura frente a personas civiles.
Los generales trataron de defenderse y recibieron apoyo de otros funcionarios. Le recordaron al presidente que él mismo, desde que inició su administración, no había querido invertir en tecnología en las dependencias del gobierno federal; que había otras áreas vulnerables que podrían reventar, algunas muy estratégicas para los objetivos de esta administración, como los sistemas del SAT.
Lo argumentado por los militares y otro integrante del gabinete no era mentira: basta revisar la tendencia de compra de servicios y equipo de tecnología para percatarse de que la inversión en este rubro, representada en los capítulos 2000 y 3000 del presupuesto de la administración federal, se redujo por lo menos en 40% con respecto a los últimos ejercicios de la administración anterior. Apenas el año pasado se prometió un incremento de 60% para 2022, pero no se ha ejercido.
En la Sedena el desprecio por los sistemas tecnológicos es todavía más evidente. En el gobierno de Enrique Peña Nieto se invirtieron más de 2 mil millones de pesos para los sistemas de información y de comunicación militares; sin embargo, a partir de 2019 el recorte de los recursos destinados a estos rubros se ha ido prácticamente a la mitad, hasta llegar en 2022 tener solo cuatro contratos por apenas unos 4 millones de pesos.
Dichos contratos tienen como conceptos “mantenimiento y soporte de equipos de procesamiento y centro de almacenamiento de datos Sedena”; “renovación de licenciamiento para el sistema de seguridad en base de datos y aplicaciones de internet 2022”; “mantenimiento a equipos de seguridad periférica, comunicaciones y red de datos 2022”, y “mantenimiento para equipos de soporte de centro de datos 2022”.
Si los conceptos y montos de los contratos, enfocados solo en mantenimiento, no dejan suficientemente clara la nula prioridad que Sedena otorga a la tecnología en el actual sexenio, la identificación de las razones sociales proveedoras de estos servicios confirman que el grupo autodenominado como “Guacamaya” no debió encontrar muchas dificultades para acceder a sus sistemas.
La responsable del mantenimiento a los equipos de seguridad periférica es la empresa Ocaso Integradores SA de CV, constituida el 17 de noviembre de 2009 y con sólo seis contratos como proveedora del gobierno federal por un acumulado de 4.2 millones de pesos. Decsef Sistemas SA de CV, creada el 3 de febrero de 2021 y con 30 contratos por 31.4 millones de pesos, fue la encargada de dar mantenimiento al equipo de soporte del centro de datos.
La reacción del AMLO ante los comentarios sobre la escasa tecnología que su gobierno tiene para protección contra ataques cibernéticos fue similar a la que se le observa cuando le plantean temas que empiezan a ser críticos para el país: prefirió voltear la mirada hacia otro lado y dar el tema por terminado.
Posdata 1
El gobierno de la 4T ya tiene su Toallagate. Así como Vicente Fox enfrentó uno de sus primeros escándalos como presidente de México, con la compra de toallas de 400 dólares, ahora el gobierno del presidente López Obrador ya tiene su propio Toallagate. Como parte de los cientos de miles de documentos publicados por el grupo de hackers Guacamaya se encuentra uno que revela que el general secretario, Luis Cresencio Sandoval, ordenó bordar sus iniciales y las de su esposa en las toallas que utilizan, con cargo al erario. También pidió en abril que le consiguieran boletos para asistir al concierto de Gloria Trevi en el Auditorio Nacional, según un reportaje publicado por el diario El País.
Posdata 2
Mientras el presidente de Morena, Mario Delgado, anda de viaje en Brasil, apoyando al candidato izquierdista Lula da Silva en las elecciones presidenciales contra el derechista Jair Bolsonaro, en México el fin de semana en Tabasco hubo una asamblea de Morena, donde el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, se llevó el aplausómetro y al grito de “presidente” fue recibido por sus paisanos. A Delgado se le ubica cerca del ala radical de Morena, es decir, de Claudia Sheinbaum, a pesar de haber sido amigo y trabajador de Marcelo Ebrard en el gobierno de la CDMX. Prioridades, le llaman.
@MarioMal
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POLÍTICA ZOOM
Pegasus, utilizado por el gobierno de AMLO/RICARDO RAPHAEL
Milenio, 03.10.2022/
El domingo 3 de julio mi hijo de 12 años recibió un mensaje de audio vía WhatsApp de parte de un desconocido en el cual se mencionaban, de manera amenazante, mi nombre y el de mi padre.
Cinco días después fue publicada en redes sociales una conversación telefónica privada entre mi persona y Salvador Leyva Morelos Zaragoza, secretario técnico contra la tortura del Instituto Federal de Defensoría Pública.
El sábado 9 de julio me comuniqué con Leopoldo Maldonado, director de Artículo 19, para comentar con él ambos hechos. Él me sugirió que entregara mi dispositivo celular a la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) para averiguar si había sido infectado por el malware Pegasus.
A su vez, R3D encargó a Citizen Lab de la Universidad de Toronto que analizara la información extraída de mi celular. Ese laboratorio confirmó que entre los meses de octubre y diciembre de 2019 y en distintas fechas de 2020 fui objeto de espionaje a través del programa Pegasus, el cual es vendido únicamente a dependencias gubernamentales.
Este hecho contradice las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien afirma que en su gobierno no se espía a periodistas.
Tengo convicción de que la oficina espía está adscrita a las fuerzas armadas, ya que la primera infección coincide con la fecha de publicación de Hijo de la Guerra (Planeta), relato de no ficción sobre la historia del grupo criminal Los Zetas.
Los días previos a la infección ofrecí al menos veinte entrevistas en medios de comunicación para promover el libro, narrando la historia de ese brazo armado del cártel del Golfo, el cual fue integrado a partir de una veintena de militares que pertenecieron al Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales y que recibieron entrenamiento en Estados Unidos.
Esos mismos sujetos constituyeron más tarde un cuerpo paramilitar de alrededor de 500 individuos cuya violencia se encuentra en el origen de la ola de mortandad que todavía hoy azota al país.
Zoom: Ahora sé que este relato me volvió objeto de espionaje ilegal por parte de las áreas de inteligencia de la Defensa Nacional que no solamente espían a periodistas, sino también comparten el material espiado con terceros, tal como ocurrió con la conversación telefónica antes referida y también con quien envió el mensaje amenazante al teléfono de mi hijo. (Para más información, ver ejercitoespia.mx).
Ricardo Raphael@ricardomraphael
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Mamá de Heidi: un mes de dolor/Francisco Garfias
Arsenal
Excelsior
Cristina Araceli Pérez Rodríguez, 25 años, es la mamá de Heidi, una niña de cinco años asesinada presuntamente por militares de gatillo fácil.
Ocurrió el pasado 31 de agosto en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Desde entonces ha sido un ir y venir en busca de justicia. Misión imposible. En tiempos de la 4T, el Ejército es intocable. El Presidente no la ha recibido. Le pidió audiencia a través de Derechos Humanos, pero nada. “No ha querido escuchar la versión de mi familia, la versión verdadera. Nada más ha escuchado al Ejército”, se queja, en charla con el reportero. López Obrador la mandó con Alejandro Encinas. El subsecretario de Derechos Humanos la recibió el pasado miércoles. Le prometió que daría a conocer al Presidente la versión de la familia, y le llevaría una nueva petición de audiencia que le hace la joven madre. Cristina Araceli quiere decirle al Presidente: “¡Póngase en mis zapatos! ¡Entienda mi dolor! No le pido que se ponga de mi parte, simplemente que escuche las dos versiones, nivele y haga una investigación. Que sepa que ellos (los militares) fueron los culpables. No hay duda”.
Va la versión de la madre: “Los hechos ocurrieron a las 22:30 de la noche del 31 de agosto. Fueron militares. No hubo ni persecución ni enfrentamientos entre grupos de la delincuencia –como nos quisieron hacer creer–. Sólo el asesinato de mi niña. “Yo la estaba esperando ese día. Trabajo en el IMSS. A mi niña le dolía mucho el estómago. Le dijimos a Griselda, la pareja sentimental de mi papá que la estaba cuidando, que la llevara para hacerle una radiografía. “Tenía dos días con dolores. No había podido hacer del baño. La niña no era de quejarse, pero ese día sí se quejó que le dolía mucho su panza. Le pedí que me la llevara para checarla. Fue cuando pasaron los hechos. Estaba esperando (a Heidi) para hacerle una revisión médica y la recibí de otra manera”.
–¿Teme que por tratarse de militares los vayan a encubrir —preguntamos. –Sí… —respondió.
En ese momento intervino el abogado José Roberto Puente Martínez para apreciar que en los tiempos que ellos (los militares) manejan –en el video que proporcionaron a la fiscalía– no se observa una balacera ni siquiera destellos. “Simplemente se ve un vehículo cerrado que se echa de reversa y huye. Pero nadie dispara. Nosotros tenemos ya otro video donde, a la misma hora, a dos cuadras, anda personal militar rondando las calles. Ellos aseguran que nomás estaban allí”, puntualiza. El video en poder de los defensores no ha sido autentificado por los peritos. El abogado pide que sean mas ágiles.
“En la delegación de Nuevo Laredo –asegura– no hay peritos. Lo tienen que mandar con un perito que verifique que sea auténtico. Está en la Ciudad de San Luis o aquí en México. Nos dijeron que más o menos en un mes podrían saber si es auténtico”. De nuevo con la dolida madre: “Ha sido un proceso muy largo, muy cansado. Pero no me voy a detener hasta encontrar la justicia para mi niña”.
* Charlamos con ella después de que ofreció una rueda de prensa en la Cámara alta. El senador del Grupo Plural, Emilio Álvarez Icaza, nos la presentó. En la rueda de prensa, la madre de Heidi reveló que el Ejército mexicano estuvo muy insistente de que negociara, pero no le dio la oportunidad de que la convenciera con una indemnización.
“No vengo a pedir dinero, no vengo a pedir lujos. Lo único que vengo a pedir es justicia y que castiguen a los responsables”, aseguró. Álvarez Icaza dijo que el proceso tiene que ser en lo civil, tratándose de afectaciones a la población civil, sin demérito de que pudiera haber una sanción militar. “Tienen que ser sancionados por la FGR y presentados ante un juez civil. Esperamos que la FGR no se comporte como abogado de oficio de los militares, que de por sí ya mucho poder tienen”, remató.
* López Obrador no es un enfermo cualquiera. Todos estos años se ha rehusado a considerar su estado de salud como incompatible con el cargo que desempeña. Son incontables las veces que afirmó “estoy al 100”, a sabiendas que no era así. Consciente o inconscientemente, traicionado el primer mandamiento de la 4T: no mentir.
Todos estos años, escribir sobre el estado de salud de AMLO se ha tomado como una herejía. A principios de sexenio lo hice. Atraje la ira de la 4T. Me calificaron de charlatán, chayotero y otras lindezas por el estilo. Lo documentos hackeados a la Sedena, que dio a conocer Carlos Loret, fueron reconocidos como auténticos por el Presidente. Revelan que, a principios de enero, estuvo a punto de sufrir un infarto. Tuvieron que mandar una ambulancia aérea a Palenque, Chiapas, donde se encontraba. Días después le hicieron un cateterismo. No se lo hicieron antes porque le dio covid, según la versión de la mañanera.
El propio López Obrador reconoció que es hipertenso, sufre de la tiroides, tiene ataques de gota. En síntesis, que es un hombre enfermo.
No es un caso excepcional. El libro Aquellos enfermos que nos gobernaron, de Pierre Accoce y Pierre Rentchnik, coloca en esa lista a François Mitterrand, Ronald Reagan, Ernesto Guevara, Mouammar Kadhafi, el imán Jomeini, Ferdinand Marcos, Golda Meir y otras figuras del siglo XX.
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La salud presidencial y el 2024/Adrián Rueda
Excelsior.
El tema en México sigue siendo, sin duda, el hackeo a los servidores de la Secretaría de la Defensa Nacional que, entre otras cosas, dejó en entredicho la salud del Presidente, quien se vio obligado a aceptar que tiene varios padecimientos crónicos.
La confesión preocupó a todos, porque, independientemente de filias y fobias, se trata del hombre que dirige los destinos del país, y si llegara a quedar imposibilitado para seguir en el cargo, México entraría en una crisis institucional que le causaría mucho daño.
Esto ha generado varios supuestos, pues el sistema político mexicano no prevé una figura como la de vicepresidente, por ejemplo, que tome las riendas en caso de que el titular del Ejecutivo no pueda continuar.
Por causa de fuerza mayor, quien pudiera sustituir al Presidente sería el secretario de Gobernación, en este caso Adán Augusto López Hernández, pero sólo temporalmente.
Si la ausencia fuera definitiva, el Congreso tendría que nombrar un presidente sustituto para concluir el mandato. La razón para sustituir al Presidente no tiene que ser necesariamente por fallecimiento del titular, sino por la imposibilidades de continuar en el cargo.
Y aquí es donde algunos dicen que puede estar la jugada para 2024, y que si el Presidente ve el asunto muy complicado, podría optar por la renuncia por cuestiones de salud, y ni la oposición se opondría a ratificar a Adán Augusto como sustituto.
El nuevo titular del Ejecutivo prepararía el relevo de 2024, y todo mundo coincide en que operaría en favor de Claudia Sheinbaum, que es la única que continuaría al pie de la letra el proyecto de su jefe.
De esta forma el secretario de Gobernación sería Presidente, aunque fuera sustituto, y López Obrador podría construir dos narrativas fundamentales, que le podrían acarrear votos a su corcholata.
Diría que, a pesar de sus padecimientos, todos los días iniciaba su jornada laboral desde las 5:00 horas, en favor de los más pobres.
También diría que su transformación iba bien, que estaba por dar resultados, pero su salud le impedía continuar, por lo que sería necesario que alguien afín al proyecto —de nuevo aparece Claudia— le dé continuidad para concretarlo.
Con esto salvaría también el juicio de la historia, pues el país seguiría dividido entre los que creen que su gobierno llevó al precipicio a México, y los que dirían que le faltó tiempo para lograr la nación justa que siempre soñó.
Y otra cosa, ya sin ser presidente, nada le impediría hacer campaña informal por su corcholata en todo el país, a fin de pasarle el apoyo de sus simpatizantes. Y de paso seguiría siendo el gran líder moral del país, y en una de esas de Latinoamérica.
Parece ficción… pero es posible.
CENTAVITOS
Los panistas ya trabajan en la postulación de quien pondrán en la mesa de negociación presidencial con la alianza opositora, y en una primera pasarela en la CDMX desfilaron sus gobernadores Mauricio Vila, de Yucatán; Maru Campos, de Chihuahua, además del exgobernador de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, y el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel. En esta primera pasarela, destacó lo dicho por Creel acerca de que la capital del país debe ser el centro de la estrategia albiazul, pues aquí es donde se le dio el golpe más fuerte a Morena el año pasado, y esto se debe replicar a nivel nacional. Algo sabe de la ciudad el diputado, pues en 2000 fue candidato del PAN a la Jefatura de Gobierno, y perdió por una nariz ante el PRD.
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El Cabo Gil en sus propias palabras/Jorge Fernández Menéndez
Razones
Exclesior...,
Para Valeria, por su inteligencia y voluntad
para superar obstáculos.
¿Usted daría fe a las palabras de un sicario, asesino confeso, jefe de plaza de un cártel del narcotráfico que en cuatro declaraciones ministeriales a lo largo de cinco años ha presentado cuatro versiones diferentes de unos mismos hechos y que cuando se convirtió en testigo protegido recordó súbitamente nombres, seudónimos, señas particulares, descripciones físicas, incluso de personajes que nunca conoció? Bueno, la fiscalía especial del caso Ayotzinapa no sólo le cree a Gildardo López Astudillo, apodado en Guerreros Unidos El Cabo Gil y por la fiscalía especial el testigo protegido Juan, sino que, además, ha convertido el suyo en el testimonio con base en el cual están detenidos distintos exfuncionarios y militares.
Como me dijo la semana pasada el general José Rodríguez Pérez cuando lo entrevisté en la prisión militar del Campo militar 1, ahora resulta que la palabra de un sicario confeso, autor del crimen de los jóvenes de Ayotzinapa, vale más que la de un general con 44 años de servicio, con una hoja de servicio impecable y que nunca había tenido denuncias por corrupción o violación de derechos humanos. Para la fiscalía especializada fue sencillo: era la palabra de Gildardo o la del general, por supuesto aceptaron la de El Cabo Gil.
Tuvimos acceso a las cuatro declaraciones ministeriales de Gildardo Gómez Astudillo, realizadas en tres diferentes momentos de 2015 y la última, ya en libertad y como testigo protegido de la fiscalía en 2020. Las cuatro son diferentes, incluso radicalmente, pero en la cuarta, ya como testigo protegido, da unas versiones y descripciones absolutamente inverosímiles y contradictorias con sus otras tres declaraciones. Pude ver en estas páginas una descripción mucho más amplia de las mismas, pero lo que más me sorprendió es que en la primera y la tercera niega terminantemente ser miembro de Guerreros Unidos, pero en la segunda y en la cuarta lo acepta ampliamente, dice que fue jefe de plaza, pero también sólo acompañante, ni siquiera escolta y que no operaba con el grupo (¿usted conoce algún jefe de plaza del narcotráfico que no “opere” para el grupo para el que trabaja, que le pagaba, dice, dos mil dólares semanales?). Recuerda repentinamente, como decíamos, nombres y apellidos de decenas de personas, incluso de personajes que no conocía, involucra al general Saavedra y al después general Rodríguez Pérez porque le dijeron que se comunicaron con un general de apellido Saavedra y, en otro momento, a un coronel Rodríguez (no los conoce, el testimonio es de oídas pero los describe físicamente al detalle). Mete con fórceps a Omar García Harfuch, sin que venga al caso, como contacto de los narcos con la Policía Federal, cuando está plenamente comprobado que García Harfuch para esas fechas ni siquiera trabajaba en Guerrero: estaba comisionado en Nueva Italia, Michoacán.
Denuncia a Iñaki Blanco, el fiscal del estado, que asegura que trabajaba para El Güero Mugres, pero para esas fechas Iñaki Blanco ya había detenido a toda la policía municipal y a varios sicarios que, dice El Cabo Gil, y según esta declaración, estaban de acuerdo con él. Asegura que hasta el 3 y 4 de octubre, camiones, del Ejército y de sicarios, en forma conjunta, llevaron restos de los estudiantes y sicarios muertos al basurero de Cocula. Para esa fecha, Iguala estaba tomada por medios, ONG, funcionarios, policías y tropas. Un movimiento de sicarios y camiones del Ejército, además operando en forma conjunta y de esa magnitud, sería inverosímil.
Me sorprende que en toda la declaración de Gildardo López Astudillo, en la cuarta de agosto del 2020, no haya ninguna réplica de la fiscalía, ninguna pregunta ante todas sus afirmaciones, no le vuelven a repreguntar nada ni a indagar más sobre sus declaraciones, como si ya todo estuviera preparado. Y luego resulta que en esa declaración casi todo termina siendo responsabilidad de un narcotraficante llamado El Güero Mugres, un oscuro personaje que controlaba, dice El Cabo Gil, nada menos que el Ejército, la PGR, la fiscalía, los ministerios públicos, la policía de investigación y la policía fiscal. Todo ese poder simplemente en las manos de un solo hombre de un grupo criminal local. En su segunda declaración, cinco años antes, en 2015, El Cabo Gil decía que El Güero Mugres sólo era un operador que manejaba la policía municipal, ahora se convierte en un personaje con un enorme poder.
La verdad, tiene lógica, porque El Güero Mugres fue ejecutado en el 2017. Nada puede alegar ante esas acusaciones. No hay nada como un culpable que ya está muerto o desaparecido (es algo así como aquel diputado Muñoz Rocha supuestamente responsable del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu en 1994, que desde entonces está desparecido y nunca más se ha vuelto a saber nada de él). Esas declaraciones del Cabo Gil son, simplemente, declaraciones a modo, hechas, como él mismo reconoce, con el afán de convertirse en testigo protegido y recuperar la libertad. Y lo logró.
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Hackeo al Ejército: lo menos grave es la salud frágil de AMLO/Por Carlos Loret de Mola A.
The Washington Post en español..
Un grupo de hackers activistas llamado Guacamaya penetró los servidores de la Secretaría de la Defensa de México (Sedena) y obtuvo informes de inteligencia, partes militares, tarjetas confidenciales, fotos, videos, redes de vínculos y contactos, bases de datos, archivos, conversaciones, contratos, planes, seguimientos y mucha más información marcada como confidencial que hoy está expuesta. Lo que el Ejército sabe sobre los narcotraficantes, los nombres y apellidos de los soldados que participan en operativos de alto impacto, y el número de militares desplegados en cada lugar, en cada misión, están expuestos y en algunos casos hasta con los horarios de servicio de los militares.
En un momento político en que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), impulsa vehementemente entregar todas las tareas de seguridad a las Fuerzas Armadas, estas se exhiben incapaces de cuidar hasta lo que mandan por correo electrónico.
Frente al estado de vulnerabilidad en el que está la seguridad nacional, AMLO no ha respondido con la seriedad de un jefe de Estado sino con la inmadurez de un niño berrinchudo. En su conferencia matutina del viernes 30, al día siguiente de la revelación, no dijo una palabra sobre la incapacidad del gobierno para proteger a los soldados que están luchando contra el crimen organizado o para resguardar la información estratégica con la que debería estar combatiendo los altos niveles de inseguridad en México. En cambio, puso una canción popular que habla de un hombre con pésima salud —el hackeo reveló también que el presidente ha tenido hospitalizaciones de emergencia, que su gobierno había escondido— y decidió atacarme por haber sido el periodista en cuyo programa se reveló la información.
El jueves pasado, en mi espacio de la plataforma Latinus, dimos a conocer algunos de los documentos que obtuvo Guacamaya, quienes señalaron en un comunicado que su misión es la reivindicación social al evidenciar la estructura, la corrupción y el poderío militar en América Latina. Comenzaron hackeando al Estado Mayor en Chile, de donde extrajeron 400,000 correos, lo cual provocó la renuncia de un general. Después pusieron a disposición de periodistas y académicos la información de la Sedena en México.
Después de que los hacktivistas divulgaron que también poseían información militar de Colombia, El Salvador, Perú y México, el equipo de Latinus Investiga se puso en contacto con Guacamaya y nos compartieron lo referente al Ejército mexicano. De lo que hemos podido revisar de los seis terabytes de información, sabemos que extrajeron más de 400,000 correos electrónicos —pueden ser muchísimos más— con toda clase de información de altísima sensibilidad: desde el verdadero y grave estado de salud de AMLO, hasta detalles desconocidos del tristemente célebre operativo militar conocido como “Culiacanazo”, donde el presidente ordenó la liberación del hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. “Todo lo que se dice ahí es cierto”, admitió AMLO a la mañana siguiente. Y esto es apenas la punta del iceberg.
Lo más grave no es la salud del presidente, por mala que esta sea. La exposición de sus reportes médicos secretos es sencillamente el ejemplo emblemático de los alcances del hackeo: se metieron hasta el buró de su cama. Lo más grave es lo que este hecho histórico pone en evidencia.
Primero, que hoy la Presidencia de México está muy debilitada y que a su lado, o incluso ocupando su lugar, hay una estructura más poderosa que nunca: el Ejército. Los documentos obtenidos prueban contundentemente lo que habíamos visto en la práctica, pero el gobierno había negado una y otra vez: en el ejercicio del poder, el Ejército manda en México. Su injerencia es determinante para que la administración de López Obrador opere. Los militares están tomando muchas más decisiones de las que sabíamos y el paradigma cambia: la pregunta ya no es qué tan útil le es el Ejército al presidente, sino que tan útil es el presidente para el Ejército. Y eso es gravísimo.
Segundo, que la Sedena permitió la más grave vulneración a la seguridad nacional en la historia del país. Hoy los datos del personal militar y de inteligencia que tiene el Ejército son públicos. Parece que la omnipresencia del Ejército en la vida pública —se encargan desde construir aeropuertos hasta repartir libros escolares— no fue suficiente para detectar al enemigo irrumpiendo en su casa, y son ellos mismos quienes deben proteger las nuestras.
Tercero, el presidente ya no está. Minimizar la más grave vulneración a la ciberseguridad de México no es como debe reaccionar un jefe de Estado. Tampoco poner una canción de Chico Che en vez de anunciar un plan de contención, atacar a un periodista en vez de exigir un programa de reforzamiento a la ciberseguridad, o juguetear con su condición médica en vez de hacer una verdadera rendición de cuentas. Su reacción habla de su incapacidad de gobernar ante la verdadera dimensión del problema que hoy enfrenta.
Ya otros medios de comunicación han hecho contacto con Guacamaya y recibido las comunicaciones militares, muchas de ellas catalogadas como confidenciales. Lo que se ha presentado hasta ahora es solo una muestra y no hemos terminado de dimensionar lo que significa esta vulneración a la seguridad nacional. No sabemos dónde va a parar, pero queda claro que el gobierno de López Obrador no está preparado para ello ni parece tomárselo en serio.
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Sedena, las guacamayas y los avestruces/Alejandro Hope
El intercambio de información con agencias extranjeras va a dificultarse por temores fundados
El Universal,
A finales de la semana, nos enteramos, en voz de Carlos Loret de Mola, de la vulneración de las defensas cibernéticas del Estado mexicano.
Un grupo de hackers, autodenominado Guacamaya, penetró los sistemas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y extrajo seis terabytes (TB) de información. Para poner ese dato en contexto, según información del portal Dropbox, un TB equivale a 250 mil fotos o 500 horas de video en alta definición o 6.5 millones de páginas de documentos. En el mundo físico, se requerirían 1,300 archiveros de tamaño estándar para guardar esa información. Ahora multipliquen lo anterior por seis.
Ante esa filtración monumental, la reacción del gobierno fue igualmente ornitológica: como el avestruz, decidió esconder la cabeza. El presidente se burló del asunto, puso un video de Chico Ché y afirmó que lo dado a conocer “es de dominio público”. Hasta el domingo en la tarde, la Sedena no había emitido ningún posicionamiento sobre el particular.
Es difícil saber si hay preocupación detrás de la actitud condescendiente del gobierno. Si no la hay, tal vez debería de haberla. Por varias razones:
1. En una extracción de este tamaño, es difícil dimensionar en un plazo corto el alcance de la vulneración. Según una nota publicada ayer en el diario El País, habría 4.1 millones de correos electrónicos entre la información robada a la Sedena. Dudo que, a estas alturas, las autoridades tengan algún tipo de claridad sobre los contenidos de esos correos. Ni, mucho menos, del resto de los documentos filtrados. En esas circunstancias, el optimismo no es tal vez la mejor política.
2. Por lo que se sabe hasta ahora, se vulneraron los datos personales (empezando por sus direcciones de correo electrónico) de miles de integrantes de la Sedena (algunos de alto rango), así como funcionarios de otras dependencias, empleados de empresas privadas y (tal vez) personal diplomático extranjero. Ya solo por eso, el asunto es grave.
3. Es posible que, entre los documentos extraídos, se encuentre información altamente sensible, de seguridad nacional, que no es ni debe ser del dominio público. Por ejemplo, planos y protocolos de vigilancia en infraestructuras críticas; despliegue y rotación de personal a nivel de base y cuartel; ubicación e inventario de almacenes de armas, etc. Ojalá no esté esa información, pero no se puede descartar.
4. Tras la revelación del hacking, quedan severamente comprometidas las capacidades de inteligencia de la Sedena, incluyendo a la Guardia Nacional. Por una parte, pueden haber quedado al descubierto sus métodos de recolección de información, básicamente tirando a la basura varios millones de dólares de inversión en tecnología. Asimismo, la relación con cualquier informante que tenga la inteligencia militar queda seriamente lastimada, aunque esos nombres no estén entre la información robada (los informantes no lo saben). Igualmente, el intercambio de información con agencias extranjeras va a dificultarse ante temores fundados de que los sistemas de Sedena no son seguros.
5. El gobierno acaba de perder el control de la agenda informativa por meses, sino es que por el remanente del sexenio. No saben cómo va a venir el flujo de información hacia delante ni qué notas van a brincar de manera casi cotidiana. Pero probablemente sepan que muchas no van a pintar en tonos favorables ni a la Sedena ni al gobierno en su conjunto. Peor aún, conforme surjan más notas de prensa, va a caer un alud de solicitudes de acceso a la información. Y el proceso se va a alimentar a sí mismo.
En conclusión, espero que las risitas sean solo fachada. Se le viene al gobierno un problema monumental.
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'Fuera Dresser'/Denise Dresser
en REFORMA
Jamás pensé vivir en un país donde se corriera a alguien por manifestarse en el Zócalo, espacio de todos y de todas. Jamás pensé vivir en un país donde un grupo de jóvenes me insultara por manifestarme contra la militarización, y contra la impunidad, como lo he hecho desde hace décadas, gobierno tras gobierno. El Ejército violó derechos humanos en 1968, en el halconazo, en la guerra sucia, en Ayotzinapa. Había que marchar contra los abusos del pasado y la militarización del presente.
A quienes presumen por gritar "Fuera Dresser" en la marcha del 2 de octubre, les recuerdo: yo también soy ciudadana con derecho a la libertad de expresión. Soy mexicana con el derecho de marchar acompañando a colectivos de feministas, de antimilitaristas, de madres buscadoras de sus hijos desaparecidos que -por cierto- también son pueblo. Quienes me corrieron ponen en peligro el pluralismo que toda democracia debe respaldar, y violan el espíritu que animó el movimiento estudiantil de 1968, que buscaba precisamente más democracia, no menos. Al amedrentarme ponen en jaque mis libertades y las de otros. De pronto resulta que no puedo tener voz, ni derecho a disentir, ni capacidad de participar, cuando eso querían quienes tomaron Tlatelolco en 1968.
Dicen que no soy pueblo auténtico, de a de veras, o no merezco serlo. Como a tantos más, se me lincha por mi supuesta identidad, no por mis argumentos. Una identidad falsa, manipulada, alejada de mi biografía, de quien soy, de donde vengo. Llevo más años marchando contra el autoritarismo que muchos de mis agresores de vida. Llevo más años defendiendo causas progresistas, que ellos mimetizando el discurso incongruente del Presidente, y construyendo una identidad estereotipada que me coloca en el basurero de las élites conservadoras, aunque mi biografía no es esa. Cuestionar el ataque a los órganos autónomos no me vuelve una vocera del neoliberalismo. Pedir que la política pública se haga con datos en vez de prejuicios, no me transforma en una tecnócrata neoporfirista. Participar en la vida política a través de organizaciones de la sociedad civil como "Seguridad sin Guerra" o "Resistencia Feminista Anti-militarista", no me hace conservadora ni calderonista ni oportunista. Defender el derecho a decidir, no me convierte en fakefeminista. Es más, mi activismo y el de tantas mujeres más les asegura a las mujeres de Morena un aborto legal y seguro.
La visión de mis agresores en el Zócalo no solo es incorrecta e injusta; también es lamentablemente antidemocrática. Los críticos son interlocutores con los cuales hay que hablar, no adversarios a los cuales hay que correr o descalificar o negarles el derecho a hablar. Quienes alzamos la voz ni añoramos el pasado ni queremos regresar ahí. Millones queremos mejorar a México, pero con frecuencia no estamos de acuerdo con las formas autoritarias a las cuales recurre la "4T" para lograrlo. El tema no soy yo. El tema es la profundización de la militarización bajo un gobierno que se dice de izquierda.
Yo voté por López Obrador en 2006, 2012 y 2018. Por ello, mi responsabilidad de alertar sobre sus errores y sus pulsiones antidemocráticas es mayor. La militarización peligrosa, la captura del Estado contraproducente, el clientelismo reforzado, la concentración del poder en manos del Presidente, y en las manos de las Fuerzas Armadas, impunes desde 1968, impunes hoy.
No me fui del Zócalo por cobarde; lo hice para evitar violencia a personas valientes que me acompañaron y me acuerparon: Amnistía Internacional y las madres buscadoras de "Hasta encontrarte", entre tantos y tantas más. No interpreten mis lágrimas como señal de debilidad, sino como muestra de dolor por mi país. Porque México no le pertenece ni a López Obrador, ni a la 4T, ni al PAN, ni al PRI, ni al Ejército, ni a los oligarcas empresariales, ni a quienes se adueñan del Zócalo. Es el país de uno, de los ciudadanos, ahora y siempre.
Y como parte del pueblo plural y como ciudadana que soy, reitero mi derecho a estar, a marchar, a participar. No permitiré que me corran ni del Zócalo, ni del país, ni de la lucha democrática, más importante que nunca. Aquí sigo, aquí seguiré, aquí seguiremos. Y el 2 de octubre no debería tratarse de mí, sino de la Patria incluyente que exigieron los estudiantes de 1968 y debemos seguir exigiendo hoy. Una Patria libre y democrática, no mezquina y militarizada.
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El click
TOLVANERA / Roberto Zamarripa
en REFORMA
El sexenio empezó con un hackeo. Una secta religiosa sudcoreana intentó tomar de las arcas de Bancomext unos 300 millones de pesos y estuvo a un click de hacerlo. Entre el martes 8 y el miércoles 9 de enero de 2019 los hackers asiáticos entraron al sistema informático del Banco y programaron el retiro pero gracias a la diferencia horaria los técnicos mexicanos apresuraron la búsqueda del mal y desactivaron la operación.
El sello se puso desde entonces. Las fragilidades están a la vista. Ahora el debate en la tormenta será si la vulnerabilidad es la debilidad. Si el hackeo es jaque o plataforma de impulso. Vulnerables somos pero en el gobierno seguimos.
"Están mal nuestros adversarios pensando que eso nos va a dañar. No, la gente hasta rechaza eso, lo ve como una intromisión, una invasión a la privacidad, una falta de respeto a las personas, una bajeza... Si ocultáramos cosas y estuviésemos metidos en negocios, si estuviésemos promoviendo la corrupción, entonces pues sí; o violando derechos humanos, reprimiendo al pueblo, entonces sí habría pues que esconder información", dijo el Presidente en su primera réplica a las revelaciones de la intromisión y sustracción de archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por parte de hackers y derivado de ello la información sobre una intervención de urgencia para atender una afección cardíaca en Año Nuevo.
La intensidad de los encontronazos internos rumbo a la sucesión presidencial estará acicateada por el constante nervio de cuál será la revelación del día siguiente. Y puede ser que las revelaciones exhiban a un Ejército burocrático, con fricción interna, acelerado, en choque constante con las instituciones civiles para la operación de gobierno. Documentos y memorándums de cómo crujen las instituciones en medio de los manotazos castrenses. Sería lo de menos.
El asunto de fondo tiene que ver con las acciones propias de la seguridad interna, del combate a la narcoviolencia, de los aciertos o errores en el campo de batalla. De las peticiones de Estados Unidos, de los reproches, de los desdenes o, acaso, las sumisiones.
Si la develación de esos reportes conlleva la evidencia de las batallas perdidas erosionará imagen y credibilidad del Ejército y debilitará la estrategia seguida por orden presidencial. Pegará en el centro de la gobernabilidad.
Pero el Presidente, como se ha visto, está decidido a que esa vulnerabilidad no profundice la debilidad. Antes que limitar o graduar al poder castrense a partir de esta vulneración todo indica que las tensiones se exacerbarán para provocar definiciones. En la sucesión política los suspirantes no tienen de otra más que sumar (sumarse) al Ejército y entenderse con los mismos códigos establecidos desde la Presidencia.
Lo sucedido con los nombramientos de los secretarios de Seguridad en los nuevos gobiernos de Tamaulipas y Quintana Roo confirman la regla. Los gobernadores no colocaron a los suyos sino se los impusieron desde la comandancia general. Manelich Castilla, un veterano operador de las estrategias civiles de seguridad pública fue destituido prácticamente minutos después de haber sido nombrado para que un contralmirante lo relevara en el puesto. Si no han entendido así lo entenderán. La ruta es una y ningún gobernador podrá salirse de ella. Menos la sucesora o el sucesor.
La vulnerabilidad no es debilidad, es el mensaje. La reconstitución del poder gubernamental de la mano del Ejército y la Marina no es un asunto oculto, no necesita de hackeo para su exhibición. Es el tema público y evidente, y después del robo de sus archivos no derivará en un paso atrás. Por el contrario, se hará más profundo, más intenso, más determinante.
El tramo final del gobierno, los dos años exactos que le restan al Presidente implicarán la tensión a tope, la cuerda estirada, el mando único fortalecido por encima de un susurro que crece y duda. Acelerador a tope, país en vértigo. La batalla en las calles no se gana y la pelea en el ciberespacio, está visto, no se domina pero un click, eso dicen, no los pondrá a temblar.
robertozamarripa2017@gmail.com
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La regla de oro
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
en REFORMA
"Si se actúa con transparencia
-que es la regla de oro de la
democracia-, si no se miente,
si se habla con la verdad,
¿qué problema puede uno tener?". Andrés Manuel López Obrador
COZUMEL.- El gobierno tiene obligación de hacer pública su información. Sus acciones se hacen siempre en representación de los gobernados. Las excepciones, como la seguridad nacional, deben ser muy pocas y aplicadas de manera estricta. Las personas, en cambio, tenemos derecho a la privacidad. Esta no debe ser violada por el Estado.
El subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, condenó el 24 de septiembre la divulgación de partes del informe de la Comisión para la Verdad del caso Iguala: "Es absolutamente irresponsable y una falta de respeto a los padres y madres de los estudiantes desaparecidos". Solicitó "a la Fiscalía General de la República que inicie una indagatoria para identificar y castigar a quien resulte responsable de esta grave filtración".
Es muy común que una autoridad quiera investigar al filtrador de una información, o a quien la divulga, en lugar de aceptar el derecho a la transparencia; pero en el informe de la Comisión para la Verdad las partes testadas incluían la información fundamental del nuevo relato sobre lo ocurrido en Iguala y municipios vecinos la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014. Sin esas secciones censuradas, no se entiende la versión, ni la afirmación de Encinas de que "fue el Estado". El pueblo tiene derecho a conocer la verdad.
Es falso que la divulgación de un informe que debió ser público sea "una falta de respeto a los padres y madres de los estudiantes desaparecidos". La mayor expresión de respeto es que se haga justicia. Pero difícilmente habrá justicia si la autoridad trabaja sobre hipótesis falsas y las oculta para evitar un escrutinio crítico.
El presidente López Obrador tiene un mayor ánimo de transparencia. Mientras Encinas pedía investigaciones, él declaraba que no estaba de acuerdo con que se ocultaran partes tan relevantes del informe. AMLO, de hecho, ha declarado a Julian Assange como el mejor periodista del mundo por haber obtenido y publicado filtraciones de documentos y videos oficiales de Estados Unidos, como sobre el maltrato y torturas a prisioneros en Guantánamo, Cuba, y Abu Ghraib, Afganistán. Ahora que un grupo de hackers autodenominado Guacamayas ha robado 6 terabytes de información de la Secretaría de la Defensa, él lo ha tomado con filosofía. En su conferencia de prensa de este 30 de septiembre, incluso bromeó sobre el tema.
Hay razones para cuestionar la divulgación de información sobre la salud del Presidente. Como persona, tiene derecho a la secrecía de su información de salud; pero, además, la información sobre la salud del gobernante puede ser considerada un tema de seguridad nacional. El Presidente, sin embargo, ha tomado el tema con sentido del humor: "Sí, yo estoy enfermo... Es del dominio público, todo lo que se dice ahí es cierto y se ha expresado". Es cierto que el Presidente mintió con anterioridad, al afirmar que estaba sano, pero aprecio su actitud y que haya puesto Que no me quiso el ejército de su favorito Chico Che en la mañanera para subrayarlo. Lo que sí es una violación a las leyes sobre transparencia es la divulgación que el Presidente ha hecho sobre los ingresos y las propiedades de un ciudadano privado, Carlos Loret de Mola.
Muchas más revelaciones importantes pueden esconderse detrás de una filtración de 6 terabytes. Habrá que juzgar cada caso en lo individual. Por lo pronto, el Presidente ha manejado bien la información sobre su salud. Como él mismo dice, la transparencia debería ser la regla de oro de la democracia.
· HELICÓPTEROS
Siete desplomes de helicópteros de la Marina desde 2020 con 18 muertes. La caída del Black Hawk el 15 de julio de 2022, tras la captura de Rafael Caro Quintero, fue por falta de combustible. Necesitamos transparencia.
www.sergiosarmiento.com
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Espías/Manuel J. Jáuregui
en REFORMA
Paradójico que los espías hayan sido espiados. El hackeo que el grupo "Guacamaya" realizó, infiltrando los centros de datos de la Sedena, puso de manifiesto que el Ejército mexicano ESPÍA a la sociedad civil. Intercepta correos electrónicos, mensajes vía DM o WhatsApp, o infiltra elementos en grupos y realiza investigaciones, incluso de diplomáticos, como el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
Estas labores de "inteligencia" corresponderían en todo caso a la versión actual del Cisen, es decir, del Gobierno civil. Y esto sólo cuando haya causa fundada, pues existe el derecho a la privacidad que ni el Ejército ni el Cisen (o como se llame ahora) pueden vulnerar legalmente. El Ejército, la Sedena, específicamente no posee facultades constitucionales para realizar labores de espionaje en la sociedad civil, siendo ésta una violación grave que no se puede ignorar o menospreciar con una canción de Chico Che.
Constituye este proceder una intromisión grave e inadmisible por parte de las Fuerzas Armadas en la vida nacional.
Las Fuerzas Armadas constitucionalmente tienen la responsabilidad de defender nuestro territorio de enemigos externos. El que se les hayan encomendado otras labores de seguridad interna debe tomarse como medida de emergencia dictada por Seguridad Nacional, de forma temporal, pero de ninguna manera puede servir esto de paraguas para extenderles facultades extralegales perennes y extensivas como las que efectúan de manera clandestina ahora.
Al destaparse esta cloaca que el "hackeo" ha puesto de manifiesto, se erige UN ARGUMENTO MÁS, adicional a otros, como la presunta participación de militares en la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, en contra de continuar dando a las Fuerzas Armadas MÁS PODER del que ya tienen.
Nuestro Ejército posee ya las armas, el derecho a usarlas, ¡y adicionalmente se le permite acceder al poder de la información! Comete un grave error el Presidente al apoyarse en los militares para incrementar su propio poder encargándoles labores que corresponderían al Gobierno civil, pues con ello no sólo vulnera las garantías individuales que nuestra Constitución extiende a todos los ciudadanos, sino que institucionalmente debilita al Gobierno electo por el pueblo al incrementar no sólo el PODER militar, sino su PRESENCIA y protagonismo en tareas que corresponden legalmente a la sociedad civil.
Es éste que juega el Presidente un juego muy peligroso, pues equivale a -y esto debe decirse- un golpe de Estado encubierto, a un "coup" disfrazado, en el que surge la amenaza real de una bota sobre el cuello de cada ciudadano en nuestro México.
El Gobierno debe gobernar a nombre de, y en beneficio de, todos los mexicanos. Mientras que nuestras Fuerzas Armadas tienen como labor única y esencial estar listas para protegernos de enemigos externos bajo, claro está, el mando del Gobierno legalmente establecido en las urnas. Hace mal, muy mal, el Gobierno que eligió el pueblo -el actual- en debilitarse a sí mismo, como institución, al tiempo que incrementa el poder y la influencia en la sociedad de las Fuerzas Armadas.
(Nótese, se debilita la institución, pero sólo con el fin de fortalecer -individualmente- a quien hoy temporalmente la representa).
A qué grado se está poniendo en manos de los militares el Presidente López lo demuestra el hecho de que TODOS los padecimientos médicos que lo aquejan -salvo el primer conato de infarto que padeció antes de ser Presidente- se los ha atenido en hospitales militares. Siendo el resultado que sean los médicos militares los únicos que poseen el cuadro completo de los padecimientos del Presidente, así como su tratamiento.
Esto, seguramente, como consecuencia, o impulsado por el ímpetu de mantener privados u ocultos tales padecimientos que, de tratarse en los excelentes hospitales y especialistas de la Capital, resultaría difícil -por no decir que imposible- mantener en la penumbra. El daño colateral de esta maniobra es que el Presidente coloca a su persona, su integridad física, su bienestar, en manos -también- de los militares. Ello en lugar de médicos especialistas privados, que en México poseen un grado de excelencia admirable.
Finalmente -gracias a los guacamayos- se regó todo el tepache en lo más trapeado del cuarto y se levantó el telón no sólo sobre la precaria salud del Presidente, sino sobre los secretos del espionaje realizado por el Ejército en lo que, repetimos, constituye una extralimitación ilegal de funciones.
En un sexenio plagado de violaciones a nuestras leyes primarias, ésta viene siendo una violación más, que seguramente, dada la conducta presidencial en estos casos, no acarreará consecuencias directas. Ahora que nadie podrá proteger a la Sedena, ni al Presidente que se apoya tanto en ella, de los golpes a la imagen que el contenido mismo de la información interceptada seguramente aportará conforme se disperse y analice su contenido. Golpe dado, ni Dios lo quita.
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