15 ago 2005

Maras Vs Maras

Enfrentamiento entre pandillas en Guatemala: Mara Salvatrucha vs. Mara 18.

Al menos 31 presos han muerto y más de 60 han resultado heridos en los motines y enfrentamientos entre bandas que han protagonizado este lunes 15 de agosto grupos de presos de forma casi simultánea en cuatro prisiones de Guatemala.

En dos de estas prisiones los integrantes de las pandillas han hecho estallar granadas, según informan las autoridades.

El enfrentamiento más violento tuvo lugar en la cárcel conocida como El Hoyón, en la ciudad de Escuintla, 50 kilómetros al sur de la capital guatemalteca.

Miembros de la Mara Salvatrucha (MS) se apoderaron con varias armas de fuego y machetes, y han atacado a sus rivales de la Mara 18 (M-18) provocando el caos dentro de la prisión.

En El Hoyón murieron hasta este momento 18 presos y 68 han resultado heridos de bala y de arma blanca.

Parta el agente fiscal del Ministerio Público Ricardo León los heridos pueden superar los ochenta; en tanto, el procurador de los Derechos Humanos (PDH), Sergio Morales, ha afirmado que su institución investiga una denuncia de que un agente de la Policía Nacional Civil supuestamente fue cómplice en la introducción de las armas al penal.

Mientras, en la cárcel de Pavón, la más grande de Guatemala, en el municipio de Fraijan se registraron al menos ocho muertos y varios heridos. Los pandilleros, en este caso, también tenían armas de fuego.

En tanto, en la cárcel de Canadá, situada también en el departamento de Escuintla, han muerto tres pandilleros y varios resultaron heridos en otro enfrentamiento. La situación en estas tres prisiones se ha tornado caótica y ha estado fuera de control hasta que las fuerzas de seguridad han entrado y han sometido con gases lacrimógenos a los amotinados.

Otro alzamiento ha tenido lugar en la prisión de Mazatenango, según informa un oficial de la Policía de dicho lugar.

Carlos Vielman, ministro de Gobernación ha explicado que, al parecer, hubo una coordinación entre las diferentes bandas de pandilleros para comenzar los motines.

Ante la emergencia vivida por el sistema carcelario guatemalteco, el Ejército desplazó a varios contingentes militares para mantener el control en las afueras de las prisiones.

El asunto de las pandillas se ha convertido en un asunto de seguridad nacional.

En la reciente Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la asociación de Estados de El Caribe, que agrupa a 25 países conocida como Comunidad de El Caribe o CARICOM, el Grupo de los Tres que son México, Venezuela y Colombia, y los países de Centroamérica, además de Cuba y República Dominicana, uno de los temas abordados fue el que hacer en contra del combate al crimen organizada, concretamente a la Mara Salvatrucha.

Hace unas semanas, autoridades de EE UU desarticularon una red de la Mara Salvatrucha (MS-13) en una localidad de Nueva Jersey.

Bajo la Operación Escudo de la Comunidad, que se inició en febrero de este año, las autoridades han detenido a 300 pandilleros.

El pasado mes de mayo fue aprobado en la Cámara de Representantes de EE UU una Ley federal contra las pandillas, concretamente la iniciativa va dedicada a la Mara Salvatrucha (MS-13).

El proyecto de ley fue aprobado con 279 votos a favor y 144, es obra del legislador republicano Randy Forbes.

La medida, -HR1279- convertiría los ataques de pandillas en delitos federales y contempla la aplicación de largas condenas de prisión e incluso la pena de muerte; además se creará un sistema y base de datos que hará más fácil que la policía persiga a los jóvenes y por tanto más fácil su deportación.

Además de establecer condenas mínimas obligatorias de cárcel, autoriza el procesamiento y juicio de elementos de pandillas de 16 y 17 años de edad como mayores de edad en las cortes federales y amplía la norma de límites mínimos para todos los delitos violentos de 5 a 15 años de cárcel.

Su implementación costaría 370 millones de dólares, incluyendo 60 millones para encarcelar a pandilleros en prisiones federales; además se autoriza destinar 80 millones de dólares anuales hasta 2010, período en que el Departamento de Justicia investigará y procesará a las pandillas callejeras y protegerá a testigos y víctimas relacionadas a delitos cometidos por pandilleros.

Las estadísticas del Departamento de Justicia de EE UU señalan que existen unas 25 mil pandillas activas en ese país, en tres mil jurisdicciones con 750 mil individuos; lo cual supera el número de policías.

No me queda la menor duda con con la nueva ley antipandillas se trata de expulsar de los EE UU a miles y miles de jóvenes que viven irregularmente en ese país , y lo que ello implica.

En un reciente reportaje Francesc Relea para el madrileño EL País, 10 de mayo del 2005, señala: "un avión cargado de hondureños deportados aterriza cada semana en el aeropuerto de Tegucigalpa procedente de Estados Unidos. Entre los pasajeros abundan los pandilleros expulsados por conducta irregular, es decir, por violar las leyes norteamericanas...,Escenas similares se registran en el aeropuerto de San Salvador, adonde llegan con frecuencia jóvenes devueltos por las autoridades estadounidenses. Son fácilmente identificables, con el pelo casi rasurado, tatuajes en todo el cuerpo, pantalones anchos, camisetas de deporte y zapatillas Nike. El destino de muchos son las maras (pandillas, en Centroamérica), que libran una violenta guerra en los arrabales de las grandes ciudades de la región."

Y es que desde que acabo la guerra -principios de los 90 - el gobierno de EE UU ordenó la deportación de miles de jóvenes salvadoreños, debido a que no cabían ya como asilados políticos. "Habían llegado a EE UU con menos de 10 años y ahora eran deportados a su país con 20 años)."

Y con ello el foco de incubación.

Luis Mandoki, director de la película Voces inocentes, sobre la guerra salvadoreña, atribuye el fenómeno de las pandillas a las consecuencias de las últimas guerras que ensangrentaron Centroamérica: "Hay una tremenda violencia de padres a hijos. Los padres salvadoreños de hoy son los niños de los ochenta que traen esa violencia dentro..,Los niveles de miseria no han mejorado y las causas de la guerra no se resolvieron".

Por otro lado, Andrew Papachristos, Sociologo de la universidad de Chicago, y quien lleva investigando varios años bandas callejeras, publicó un texto Bandas Globales - no tiene desperdicio- en la última edición de Foreign Policy.

Nos comparte algunos datos, de entrada señála que las pandillas estan involucrados con terroristas; "En 1986, la banda de Chicago El Rukns conspiró para cometer actos terroristas en Estados Unidos en nombre del Gobierno libio, a cambio de 2,5 millones de dólares. En los años 90, los Latin Kings enviaban dinero al FALN, un grupo militante de Puerto Rico, a través de contactos que se gestaban en las prisiones estadounidenses. Y, hace poco, los líderes de la banda Salvatrucha (MS-13), que al menos actúa en 31 Estados de EE UU y en tres países, se reunieron en Honduras con Adnan el Shukrijumah, un importante dirigente de Al Qaeda, para hablar de la introducción ilegal de inmigrantes en Estados Unidos a través de México."

Menciona con tino que: "Uno de los retos más urgentes que deben afrontar los responsables políticos es el de distinguir entre la banda callejera corriente y los grupos que trabajan como redes criminales. Hasta hace poco, pertenecer a una pandilla era una cosa habitual entre los chicos de las ciudades, y no hacían mucho daño con ello. Los pandilleros se salían a medida que se casaban, conseguían empleo, se alistaban en el Ejército o se hacían demasiado mayores para la vida de las bandas. Sin embargo, con los cambios de las ciudades, también han cambiado estos grupos juveniles. La globalización de la economía y el éxodo de puestos de trabajo industriales desde los centros urbanos de los países desarrollados hacia los países en desarrollo ha aislado los barrios pobres de las ciudades de Estados Unidos geográfica y socialmente. No es extraño que las bandas callejeras y la violencia entre ellas hayan aumentado de forma espectacular con la globalización. Hoy día, las bandas hacen de protectores, familias y empresarios. Los pandilleros se quedan más tiempo en ellas, cada vez participan más chicas y se cree que hay bandas en los 50 Estados de EE UU y en numerosos países."

"La globalización y las bandas callejeras viven en una paradoja: las pandillas son un fenómeno mundial, no porque se hayan convertido en organizaciones multinacionales (aunque algunas lo son), sino por la enorme movilidad de sus miembros y su cultura en los últimos tiempos. Si bien la globalización aísla barrios plagados de pandillas, también ayuda a difundir su actividad y su cultura. En cierto sentido, las bandas se han globalizado. Las hay en 3.300 ciudades de EE UU -casi en cualquier población con más de 250.000 habitantes- y un número cada vez mayor de pueblos y zonas rurales. Esta cifra supone un incremento aproximado del 433% respecto a los cálculos de los 70, años en los que se conocían bandas en unas 200 ciudades. El Centro Nacional de Bandas Juveniles calcula que ya hay más de 731.500 pandilleros, repartidos en 21.500 bandas distintas de todo el país. Pero esta proliferación no es exclusiva de EE UU. Las bandas y otros "grupos juveniles" violentos han llegado a España, Francia, Grecia, Suráfrica, Brasil, Países Bajos, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Jamaica, México, Canadá, Japón, China y Australia, entre otros lugares."

"Un mito que suele emplearse para explicar esta proliferación es que las bandas emigran en busca de nuevos miembros, nuevos territorios o nuevas oportunidades delictivas. Aunque eso ocurre en algunos casos (como el de los Latin Kings y el de MS-13), en realidad no hay pruebas de que la proliferación de bandas esté relacionada con unas ambiciones deliberadas de los grupos. Parece más lógico pensar que cuando la gente se traslada se lleva su cultura consigo...."

"Una encuesta reciente realizada a más de 1,000 pandilleros por el Centro Nacional de Investigación sobre Delincuencia de Bandas Callejeras de EE UU reveló que alrededor del 50% de los jóvenes creían que su banda tenía contactos internacionales. El análisis realizado ... sugiere que la cifra es bastante más elevada en el caso de las bandas de hispanos (66%) y asiáticos (58%), que tienen más probabilidades de ser inmigrantes. El traslado de miembros de bandas a otros países no sólo difunde la cultura pandillera, sino que también ayuda a establecer vínculos entre miembros de distintos países. Cuando Lito, miembro de la misma banda que Héctor, los Latin Kings, tuvo problemas con la ley en Chicago, su familia le envió a vivir con una tía suya en México. Allí se convirtió enseguida en intermediario para miembros de la banda en Chicago que no querían ser descubiertos y para inmigrantes mexicanos que buscaban trabajo en EE UU. De hecho, los Latin Kings transformaron esos contactos en un lucrativo negocio, con la fabricación de documentos de identidad falsos. Una investigación realizada en 1999 sobre varios miembros de la banda permitió descubrir 31.000 documentos de identidad y de viaje falsos."

Y coincide con el reportaje de El País, cuando subraya que "las bandas no siempre viajan al extranjero por voluntad propia. Desde mediados de los 90, la política de inmigración estadounidense ha fomentado enormemente la aparición de maras en toda Latinoamérica y en Asia, al expulsar cada año a decenas de miles de inmigrantes con antecedentes penales -incluido un número cada vez mayor de miembros de bandas-, que vuelven a sus países de origen. En 1996, se expulsó a unos 38,000 que habían cometido algún delito; en 2003, la cifra había subido a casi 80.000. Con frecuencia, esos jóvenes han pasado casi toda su vida en EE UU. Pero, cuando tienen problemas con la ley, se convierten en candidatos a la deportación."

Y aqui la bronca es para el país receptor; es como el fenómeno del SIDA, muchos de nuestros paísanos contrajeron el virus alla, y vinieron a curarse aca, con los costos que ello implica. (sociales y económicos para nuestro preacario sistema de salud).

Dice Andrew: "Los países que reciben la afluencia de repatriados no suelen estar bien preparados para lidiar con todos los inmigrantes pandilleros que regresan. Aunque los cálculos varían, los expertos creen que existen en la actualidad casi 100.000 mareros repartidos por Centroamérica y México. En 2003, EE UU deportó a más de 2,100 inmigrantes con antecedentes penales a República Dominicana. Ese mismo año, llegaron a El Salvador casi 2.000 expulsados. El Gobierno estadounidense no sabe cuántos de esos deportados por motivos penales pertenecen a bandas, pero muchos países latinoamericanos están convencidos de la conexión y dicen que las maras son ya una de las principales amenazas contra la seguridad nacional. En 2003, Honduras, El Salvador, Guatemala, Panamá y México acordaron colaborar para encontrar nuevas formas de afrontar los retos que plantean las bandas."

En fin, la Ley recien aprobada por La Cámara de Representantes de EE UU tendrá enormes repecusiones en México, y claro nuestros legisladores querran actuar cuando el problema sea incontrolable.

No es casual que El Mando Sur de EE UU vigila desde hace tiempo la proliferación de bandas en Latinoamérica.

Lo que sucedio hoy en Guatemala es un foco rojo para Mexico.

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