El Presidente Calderón en la Entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos 2007
Residencia Oficial de Los Pinos, 12/12/2007;
Muy buenas tardes.
Doctor José Luis Soberanes Fernández, Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Contador Ismael Alfredo Hernández Deras, Gobernador del Estado de Durango.
Licenciado Jaime Pérez Calzada, Premio Nacional de Derechos Humanos 2007.
Señoras y señores integrantes del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Distinguidos integrantes del presídium, señoras y señores:
Es un gran honor para mí el estar en este momento tan emotivo, desde luego el haber entregado el Premio Nacional de Derechos Humanos 2007 al licenciado Jaime Pérez Calzada, cuyo testimonio de vida y cuya labor en beneficio y en protección de los derechos humanos, particularmente de quienes lo viven con mayor vulnerabilidad, y desde luego, reconocer esta labor de 27 años, en favor de las garantías fundamentales de las personas con discapacidad.
Creo que el doctor Soberanes ha mencionado ya con suficiencia y además el video, el testimonio que hemos presenciado, no deja lugar a dudas acerca de los enormes méritos que hacen a Jaime Pérez Calzada un clarísimo acreedor de este singular galardón.
A mí me gustaría enfatizar, quizá, la dimensión humana que percibo en nuestro premiado el día de hoy.
Usted don Jaime, la verdad me deja impresionado por su testimonio de vida, su testimonio personal, su pensamiento, también por la manera en que usted ha enfrentado la vida.
Y creo que una enorme lección para todos es que la voluntad es más fuerte que la adversidad, de que el espíritu de superación supera y vence las condiciones más desfavorables, que incluso puede llevar a un ser humano más allá de las limitaciones que otros tenemos.
Me llamó poderosamente la atención la frase que venía contenida en el video de que: usted con los oídos puede ver lo que otros no ven.
Y, efectivamente, me parece que el que haya usted y muchos millones de personas en México superado la discapacidad deja en claro y de manifiesto las muchas limitaciones que la propia voluntad nos impone a los demás.
Me queda claro que detrás de sus logros, detrás de su enorme y encomiable labor en favor de los derechos humanos de quienes viven con discapacidad está un hombre que no se resignó a que la discapacidad cancelara su futuro, sino que al contrario ha encumbrado su propia vida con un sello personalísimo y con un logro y un alcance superior al resto de las demás personas.
Que incluso asumió esta circunstancia como un elemento que le ha permitido, no sólo superarse, sino servir a los demás y cambiar la dura realidad en la que viven miles y miles de mexicanos, particularmente ahí en su natal Estado de Durango.
Y, por supuesto y con mucho gusto, don Jaime, en la primera oportunidad, que ya debo, ciertamente, esa visita al estado, espero poder tener el privilegio de estar ahí en el CECAPI con usted.
Como Presidente, como ciudadano, lo felicito de veras por su lucha permanente para que en nuestro país sean plenamente reconocidos los derechos sociales, las libertades, las garantías, la dignidad de las mexicanas y los mexicanos con discapacidad.
Usted ha puesto el ejemplo, además con hechos, al crear el Centro de Capacitación para Invidentes e impulsar la construcción de la Plaza de la Discapacidad en Durango.
Bueno, me queda muy claro, tiene usted toda la razón cuando señala que queda un trecho muy grande por andar, un largo camino por recorrer para que las personas con discapacidad alcancen una vida plena y de realizaciones.
Sin dejar de señalar algunos logros de últimos años es muy claro que todavía debemos derribar barreras, vencer obstáculos como la discriminación, los prejuicios que marginan de las oportunidades laborales, educativas, culturales, políticas a quienes viven con discapacidad.
Y tomo, desde luego, la enseñanza que usted me deja explícitamente y me parece que es una tarea no sólo del Presidente, sino de todos aquellos que tenemos en mayor o menor medida una responsabilidad con la sociedad, desde la tarea que cotidianamente realizamos.
El ponernos, y trataré desde luego de hacerlo, ponernos en los zapatos de ustedes, ponernos en los zapatos no tanto de quienes, como usted señala, ya han podido llegar a una escuela y tener alguna capacitación, sino sobre todo de los miles, cientos de miles, millones quizá, que no han tenido ni una mínima puerta abierta a la posibilidad de progresar y de salir adelante.
Eso implicará, como usted lo señala, el ponernos en los zapatos de los demás, la imperiosa necesidad de revisar las políticas públicas nacionales en las materias, que usted señalaba de educación, de salud y de otras.
Tenga la seguridad don Jaime, amigas y amigos, de que mi Gobierno está comprometido con esa revisión de políticas públicas y, desde luego, con la construcción de una política activa en favor de las personas con discapacidad.
Una política que promueva el respeto a su dignidad, a sus derechos humanos, sociales y políticos; una política que garantice el acceso equitativo a la vida productiva y a mejores oportunidades de desarrollo.
Se están dando algunos pasos, por ejemplo, les comparto que en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año se incluye por primera vez una partida de 150 millones de pesos para reforzar acciones en educación básica y bachillerato en beneficio de personas con discapacidad.
También a través del Programa Empresa Incluyente, que es un programa que reconoce a las empresas que ofrezcan oportunidades de empleo a personas con discapacidad.
Tenemos proyectado que para el año que entra se duplique el número de personas con discapacidad que se integren al sector productivo a través de un trabajo.
Serán y esperamos como mínimo cuatro mil personas que a través de este programa específico reciban una oportunidad de empleo y, desde luego, que esta política sea transversal a través de todos los programas de empleo que tenemos.
También la acción se va a complementar con un estímulo fiscal que lo decretamos el 8 de marzo pasado, a las personas físicas o morales que empleen a personas con discapacidad o a adultos de 65 años o más.
Sé que son acciones apenas iniciales, pequeñas, modestas para la dimensión del reto, pero seguiremos trabajando para incrementar año con año este tipo de medidas y construir una sólida política pública en favor de las personas con discapacidad.
Avanzar en la lucha por los derechos de las personas con discapacidad es fundamental para consolidarnos como una democracia respetuosa y promotora de los derechos humanos.
Por ello, debemos seguir luchando para erradicar todo tipo de discriminación contra las personas vulnerables. Estamos trabajando especialmente para prevenir y sancionar la violencia o la discriminación hacia las mujeres, para proteger los derechos de los mexicanos en el extranjero, para garantizar el acceso efectivo a la justicia de todos los ciudadanos.
Hemos colocado en el centro de la agenda gubernamental un respeto inquebrantable a las libertades, la igualdad, la integridad y la dignidad de las personas.
En el Plan Nacional de Desarrollo, nos planteamos como objetivo asegurar el respeto irrestricto a los derechos humanos y pugnar por su promoción y defensa.
En torno a este objetivo hemos articulado o queremos articular una política de Estado en torno a cuatro líneas de acción:
Uno. Actualizar el marco normativo, es decir, impedir que las lagunas o las deficiencias de la ley preserven o permitan cualquier tipo de violación a los derechos humanos.
Dos. Establecer que el Programa Nacional de Derechos Humanos, permita que la Administración Pública sea un actor decidido en el fortalecimiento y su defensa.
Tercero. Priorizar la atención de grupos vulnerables para impedir todo tipo de discriminación o violación de sus derechos.
Y, cuarto. Promover campañas para impulsar una cultura arraigada de respeto a los derechos humanos en la ciudadanía.
En el Gobierno estamos comprometidos con la construcción de un país en el que todo ciudadano tenga acceso a la justicia, en el que toda violación de los derechos sea castigada y que todo atropello sea sancionado.
En todo Estado de Derecho la procuración de justicia es inseparable del respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas, de manera tal que no toleraremos que se combata la delincuencia violando la ley o que ese sea su pretexto.
No admitiremos que se pretenda hacer justicia atropellando precisamente la justicia, ni que se considere que sancionar o reparar un delito se logra cometiendo otro delito.
Mi Gobierno actuará contra los servidores públicos que violen las garantías individuales cuando éstas se cometan.
Ese es un imperativo moral, ético el hacer valer los derechos humanos, y son parte precisamente de una premisa fundamental de nuestra democracia.
Amigas y amigos:
Me congratulo que este premio se otorgue a una persona como don Jaime, un ejemplo verdadero para todas las mexicanas y para todos los mexicanos.
Sé que su testimonio nos permitirá no sólo avanzar en la toma de conciencia y compromiso de todos con las personas con discapacidad, sino en la defensa y promoción de los derechos humanos, a cuyo propósito se constituyó el premio que hoy se otorga.
El testimonio de Jaime nos permitirá a todos seguir en la lucha por erigir un pleno respeto a los derechos fundamentales, como uno de los principales cimientos de nuestra democracia.
Unamos fuerzas, redoblemos este trabajo y luchemos juntos por un México de derechos, un México de igualdad y respeto pleno a cada una y a cada uno de los mexicanos.
Enhorabuena, muchísimas gracias a todos
-¿Quién es Jaime Pérez Calzada?
-Nace el 8 de enero de 1955 en Durango, Durango.
- Es Licenciado en Derecho
-Es reconocido – en marzo de 1999- con la Medalla al Merito Luis Donaldo Colosio por Servicio a la Comunidad.
-Es integrante del Consejo para la entrega del reconocimiento Medalla Luis Donaldo Colosio desde febrero de 2001 a la fecha.
-Recibe en diciembre del 2003, de manos del Presidente Fox el Premio Nacional al Voluntario 2003.
-En noviembre del 2006, recibe de manos de Víctor González (Dr. Simi), la medalla de plata como distinción en el programa Por un País Mejor.
-Toma protesta como Diputado el 2 de abril de 2007, suple al Dip. Con licencia Arturo Yáñez del PRI, desempeñando el cargo por el Segundo Distrito electoral local del 1 de abril al 31 de agosto del 2007.
Perdió la vista a los nueve años, es el tercero de seis hermanos, sus padres son Jaime Pérez Enríquez y Hermila Calzada Morales.
-¿Qué le implica recibir el Premio Nacional de Derechos Humanos? (le preguntan)
Responde: -Siento que es una distinción que le hacen a la lucha de todas las personas con alguna discapacidad. A mí me toca encabezar un inmenso grupo de organizaciones no gubernamentales. Es el esfuerzo de todos. Quiero aprovechar ese momento para hablar por los nuestros (discapacitados), decirle al Presidente que sí agradezco la distinción pero eso me compromete más. Me obliga a pedirle su intervención de manera inmediata en la atención a políticas públicas que mucho tienen que ver con la educación, con la salud, con la capacitación y el empleo, hasta con el transporte público.Tengo que decirle que somos el 10 por ciento de los habitantes de este país, quienes demandamos oportunidades de empleo y no las vamos a tener hasta que estemos capacitados y esto empieza con la educación. Ése es ahora el nuevo reto. Siento que es un reto mayor y tengo esperanza de que haya respuesta por parte del Presidente.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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