16 sept 2008

Duro discurso del Presidente

El Presidente Calderón en la Ceremonia del CXCVIII Aniversario del Inicio de la Gesta de Independencia
"¡Se equivocan quienes pretenden que el miedo haga presa de nuestra sociedad y nos inmovilice...!, dijoMartes, 16 de Septiembre de 2008 Discurso
Ciudad de México, Monumento a la Independencia.
Señor Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Señor diputado César Horacio Duarte Jáquez, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Señor senador Gustavo Enrique Madero Muñoz, Presidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Senadores.
Señor doctor Leonardo Valdés Zurita, Presidente del Instituto Federal Electoral.
Señor doctor José Luis Soberanes Férnandez, Presidente de la CNDH.
Señoras y señores legisladores.
Señoras y señores Secretarios.
Señoras y señores.


Jóvenes alumnos:
Ante la Columna de la Independencia hoy rendimos con orgullo los más altos honores a los héroes que nos dieron Patria.
El 16 de septiembre es una fecha que nos une y nos hermana, porque en ese día glorioso inició el movimiento armado que nos llevaría a ser un país soberano entre las naciones.
En todos los rincones del país hoy se recuerda a Miguel Hidalgo y Costilla, quien desafió con resolución a los que, hasta entonces, se hacían considerar imperio indestructible.
Al llamado de nuestro prócer acudió el pueblo de México dispuesto a luchar y ofrendar su vida en aras de la libertad y la justicia para las generaciones futuras.
Este día que es de Fiesta Nacional hay, sin embargo, cobardes que escondidos en la multitud de los festejos patrios, muestra de su cobardía, han convertido el gozo en tristeza y la alegría de familias mexicanas en luto.
La noche de ayer, en plena celebración del Grito de Independencia en la Ciudad de Morelia, asesinos sin escrúpulos atentaron contra inocentes.Se trata de actos execrables que atentan claramente contra la seguridad interior del país, cometidos por verdaderos traidores que no tienen el menor respeto por el prójimo ni por la Patria.
Son actos cobardes que muestran su verdadero rostro, el rostro de enemigos de México, que de la manera más miserable siegan la vida de personas indefensas, actúan contra familias inocentes que al igual que millones de mexicanos celebran en paz y con orgullo nuestra Fiesta Nacional.Todos los mexicanos, sin importar creencias, sin importar posiciones ideológicas, tenemos que unirnos en el repudio completo a estos cobardes atentados.
Todos los mexicanos, sin excepción ni cortapisa, tenemos que condenar estos ataques contra México.
Desde ayer, instruí a las Fuerzas Federales, particularmente al Ejército Mexicano, para brindar todo el apoyo necesario al Gobierno de Michoacán, garantizar el orden en el estado y redoblar la acción de las Fuerzas Federales en contra de esos criminales.
También instruí a la Policía Federal y a la Procuraduría General de la República, así como a la Secretaría de Marina para que colaboren plenamente con las autoridades locales con el objetivo de encontrar a los culpables de los hechos y llevarlos a la justicia.
El Gobierno de la República expresa su más sentido pesar a los familiares de las víctimas y su deseo de pronta recuperación a los heridos.
Al mismo tiempo, invita a la población a hacer llegar, por cualquier medio, toda la información que permita a las autoridades dar con los culpables.
El pueblo de México, particularmente en esta fecha tan significativa, habrá de mantenerse unido ante quienes quieren vernos divididos. Se equivocan quienes pretenden que el miedo haga presa de nuestra sociedad y nos inmovilice.Con unidad y con entereza habremos de hacer saber a estos criminales que sin, importar cuáles sean los intereses que persiguen, están condenados al fracaso y tendrán a todo México en su contra.
Que no haya duda alguna: contra los enemigos de México se aplicará todo el rigor de la ley y se actuará con todo el poder y la fuerza del Estado.
Desde la Independencia, México ha pasado por numerosas tribulaciones para mantenerse libre e incólume.
Hemos recibido numerosas agresiones, hemos recibido ataques e invasiones del extranjero; nuestra Patria también ha sido víctima de traiciones y deslealtades que han ensombrecido nuestra historia.
De todas ellas hemos salido adelante porque es más grande el espíritu de la Nación.
En este mes de septiembre recordamos, también con dolor, la agresión artera que sufrió nuestro país en 1847.
En la guerra contra Estados Unidos, la desunión entre los mexicanos provocó que perdiéramos más de la mitad de nuestro territorio. Esa fue una de las más duras lecciones de nuestra historia.
En aquella ocasión Melchor Ocampo, entonces Gobernador de Michoacán, decía con razón: Si no se unen los mexicanos, si no tienen cordura, si no se desentienden de pequeñas y mezquinas pasiones ya no tendrán posteridad, nuestros hijos no llevarán ya nuestro nombre, nuestro país perderá, igualmente, el suyo y la historia maldecirá indignada nuestra insensatez.
Hoy, México lleva el nombre de México, nosotros seguimos llevando el nombre de nuestros ancestros, nuestro país no perdió el suyo y, sin embargo, hoy la historia sigue reclamando esa unidad, particularmente, en los momentos en que la Nación sufre de cualquier amenaza.
La lección que nos dejó la historia a partir de aquella guerra dolorosa fue muy clara, cuando en vez de avanzar unidos se divide a los mexicanos, cuando en lugar de contribuir a la lucha en favor de la Patria se pretende sembrar el miedo o el desaliento para satisfacer ambiciones o intereses personales o de grupo, quien pierde no es una persona o un grupo, quien pierde es México y quienes sufren las consecuencias somos todos los mexicanos.
La Patria, la Patria exige la unidad nacional, unidad que supone un repudio unánime y sin matices a tan repudiables hechos, unidad que implica dejar ya, a un lado acciones o intereses que buscan dividir a los mexicanos, unidad que supone apoyar la tarea del Estado para hacer frente a los criminales.
Unidad que asume el hecho de que toda la fuerza de los mexicanos concentrada en las instituciones que lo representan y en el Estado que organiza a la Nación se aboque, precisamente, a esta prioridad nacional.
La Patria exige unidad en los mexicanos. Se puede discrepar pero no deliberadamente dividir y enconar. Se puede opinar distinto en la libertad que nos han heredado nuestros próceres, en el marco de libertad que el propio Estado garantiza pero no se puede atentar contra el Estado mismo.
Por eso, en nombre de la República demando a todos los mexicanos, sin excepción, en esta hora crítica, la unidad que México necesita.
Hoy, aún hoy hay quienes quisieran ver debilitada a la Nación y a las instituciones republicanas que los mexicanos nos hemos dado. Hoy los mexicanos les decimos que nuestra Patria es más grande y es más fuerte, y por eso nunca nos verán divididos.
Nuestra resolución para enfrentar los desafíos es firme e inquebrantable. Nuestras instituciones son sólidas porque han sido construidas con el sacrificio de grandes héroes y por eso no podrán ser vulneradas.
En los momentos más difíciles, aún más delicados que éste, México ha enfrentado situaciones que nos han marcado como Nación y nos han hecho salir adelante.
Quienes creen que con actos cobardes en los que se lastima la vida y la integridad de personas inocentes verán un Estado debilitado, en su acción criminal encontrarán un motivo sobrado para el fortalecimiento del Estado y la unidad de los mexicanos.
Se equivocan, hoy más que nunca verán la acción de un Estado más decidido a enfrentarlos y a vencerlos.
Los mexicanos saldremos adelante, unidos, inspirados, fortalecidos por el ejemplo de héroes como Hidalgo y Morelos, quienes nos heredaron un México libre e independiente; porque serán casi 200 años en que los mexicanos aprendimos a pelear por la libertad y a preservarla.
Héroes como los insignes cadetes defensores de Chapultepec, quienes resistieron con honor al embate enemigo para preservar la soberanía de la Nación.
Héroes como Benito Juárez, quien nunca vaciló y logró defender a la República contra el ejército más poderoso de su tiempo, hasta alcanzar la victoria.
Héroes como Francisco I. Madero, quien inició con determinación una lucha histórica para que en México hubiese justicia y democracia.
Gracias a ellos somos un gran país, gracias a ellos México puede construir su destino.
Nuestro deber es defender ahora su valioso legado. En esa lucha, la unidad, la unidad de los mexicanos es nuestra arma más poderosa y las instituciones nuestro más firme baluarte.
México prevalecerá, México sabrá salir adelante.
Señoras y señores:
Hoy como ayer la Patria nos convoca a amarla y defenderla; a defenderla de quienes la amenazan.
Hoy debemos proteger a nuestras familias de quienes atentan contra su paz y su tranquilidad; de quienes buscan dañar la vida de la Nación.
Frente a quienes amenazan la seguridad de los nuestros, México reclama la unidad de sus hijos de manera clara y contundente; unidad que se expresa en repudio a los hechos y también en colaboración y apoyo a la acción del Estado para castigarlos.
Frente a esos enemigos no daremos ni un paso atrás, ni nos arrebatarán la Patria de nuestros hijos ni prevalecerá la perversidad de quienes siembran el miedo con tal de proteger sus miserables intereses.
Los mexicanos hemos dado muestras claras de que no estamos dispuestos a evadir los problemas, sino a encararlos. Que no cederemos el paso a los enemigos de México y habremos de seguir combatiéndolos sin tregua y frontalmente hasta vencerlos.
La fuerza de la Nación está en su historia, la fuerza de la Nación está en su gente. México es grande, mucho más grande que aquellos que hoy pretenden vulnerarlo.
Este 16 de septiembre es hora de valorar la grandeza de nuestro pueblo que es la grandeza de nuestra historia y que esa grandeza va de la mano de la unidad de todos los mexicanos para enfrentar cualquier desafío.
Por eso, apoyados en los más altos valores de nuestros héroes, debemos seguir luchando día con día por el México que queremos: un México más seguro, más equitativo, más justo; un México que sea verdaderamente un país de leyes.
Hidalgo nos enseñó que no hay imposibles, que lo que se requiere es la voluntad, la valentía, la perseverancia y la unión de todos los hijos de esta tierra para derribar mitos y hacer realidad nuestros anhelos.
Era imposible la Independencia Nacional sin el sueño, el valor y la determinación de quienes en un día como hoy, en 1810, la iniciaran. Inspirados por su glorioso recuerdo, los mexicanos, como entonces, como siempre, habremos de enfrentar y superar los desafíos, habremos de derrotar a enemigos de la Nación y superaremos cualquier adversidad.
Unidos pondremos un alto a quienes pretenden tomar por el temor a nuestro país.
Unidos haremos frente a la violencia y construiremos un México que progrese por la vía de las leyes y de la paz.
Ese México vendrá, ese México que es construcción perpetua de libertad, de independencia.
Ese México que será Patria justa, Patria libre, Patria independiente vendrá con la unidad de los mexicanos.
En esta Patria nuestra, que es tierra de nuestros padres y tierra de nuestros hijos, en esta Patria florecerá el México libre, independiente, soberano que queremos y que hoy festejamos unidos los mexicanos.
Muchas gracias.
***
Mas tarde, escucho el parte "sin novedad del desfile" de parte del comandante de la Columna del Desfile y Subsecretario de la Sedena, Francisco Armando Meza Castro; dijo que participaron 14 mil 507 elementos: "por parte del Ejército y Fuerza Aérea participaron 44 banderas, 10 mil 958 elementos, 180 vehículos, 63 aeronaves y 139 caballos.
Por la Armada de México, participaron 8 banderas, tres mil 399 elementos, 54 vehículos, 12 embarcaciones y 18 aeronaves. Además, en este Desfile Militar también participaron 150 charros.".
¡Sin novedad!

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