¿Un “lobby gay”
forzó la renuncia del Papa? Probablemente no/ John L. Allen Jr. es el
analista de temas vaticanos de CNN y corresponsal del National Catholic
Reporter.
CNN
| 23 de febrero de 2013
Sobra
decir que de todas las tramas posibles que podrían surgir antes de la elección
del nuevo Papa, la posibilidad de un “lobby gay”, cuya influencia oculta podría
haber motivado la renuncia de Benedicto XVI, sería la que menos desearía el
Vaticano.
La
prueba de la irritación del Vaticano llegó este sábado con un duro comunicado
en el que se queja de “informes de prensa no verificados, no verificables o
completamente falsos”, insinuando incluso que los medios están tratando de
influir en la elección del Pontífice.
Hay
dos preguntas básicas al respecto. La primera es si existe realmente un dossier
secreto sobre una red de personas dentro del Vaticano vinculadas por su
orientación sexual como denuncian algunos periódicos italianos. La segunda es
si Benedicto XVI renunció realmente por esto.
Las
mejores respuestas son “quizás” y “probablemente no”, respectivamente.
A
raíz de la filtración de documentos del Vaticano el año pasado, Benedicto XVI
creo una comisión de tres cardenales para investigar. Esta comisión entregó un
informe al Papa a mediados de diciembre que no se ha publicado.
Es
imposible confirmar si el informe investigó la posibilidad de que las
filtraciones estuvieran vinculadas con personas que querían proteger secretos
sobre sus vidas sexuales, pero francamente, sería sorprendente que no fuera
así.
Hay
motivos contundentes para considerar la hipótesis. En 2007, un funcionario
Vaticano fue sorprendido en cámara oculta por una cadena de televisión italiana
concertando una cita en un chat para personas homosexuales y luego llevando al
joven a su apartamento en la Santa Sede. En 2010, un funcionario vinculado con
las ceremonias papales fue captado en una grabación concertando citas a través
de un nigeriano miembro del coro del Vaticano. Ambos episodios saltaron a la
luz pública y golpearon la imagen de la Santa Sede.
En
ese contexto, sería raro que los cardenales no se plantearan la posibilidad de
que funcionarios vaticanos que llevaban una doble vida no se vieran presionados
para traicionar la confianza del Papa. Esto no solo en temas relacionados con
el sexo, sino también con otros conflictos vinculados, por ejemplo, con dinero.
Fuentes
del Vaticano han dicho que Benedicto XVI podría autorizar la entrega del
informe a los 116 cardenales que elegirán a su sucesor para que lo tengan en
cuenta en sus deliberaciones. La consecuencia más inmediata es que este tema
reforzará la convicción entre muchos cardenales de que el próximo Papa tendrá
que encabezar una seria limpieza dentro de la burocracia vaticana.
No
obstante, parece exagerado insinuar que esta sea la verdadera razón por la que
renuncio Benedicto XVI. Uno probablemente debería creer la palabra del Papa y
que la edad y la fatiga son los motivos esta decisión.
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