¿Me acusan de encubridor? “soy inocente”
- Pueden seguir haciendo el ruido que quieran.
Entrevista a Norberto Rivera Carrera por ANDRÉS
BELTRAMO ÁLVAREZ, del Vatican Insider.
CIUDAD
DEL VATICANO, 10 de marzo de 2013
Los
cardenales carecen de un perfil unánime para el futuro Papa. Aún así el
Cónclave no durará mucho, los acuerdos se alcanzarán con rapidez. Así piensa el
arzobispo de la Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera. En diálogo con
periodistas, al término de una misa que celebró este domingo en una céntrica
iglesia de Roma, dijo sentirse tranquilo ante quienes lo acusan de encubrir a
pederastas y han pedido su exclusión del Cónclave.
-¿La
renuncia de Benedicto XVI tendrá impacto en la visión del papado?
-La
renuncia impactó no sólo a los cardenales sino a la Iglesia entera. Nos
conmovió y sabemos que eso plantea una nueva situación. El Papa emérito vivirá
en El Vaticano y aunque no intervenga todo el mundo sabrá de la presencia
física de Benedicto XVI. Necesariamente eso pone el acento sobre cuál será la
relación entre el pontífice retirado y entre quien tendrá la autoridad. Pero no
se ve necesaria una nueva legislación sobre el término de edad para el Papa. Ya
está establecido que la persona puede renunciar si en conciencia ve que no
puede, por su salud o por otro motivo.
-¿Cómo
se prepara un cardenal para el momento de elegir un Papa?
Cuando
se dio el anuncio de la renuncia yo me impacté y también comencé a sentir la
gran responsabilidad de participar en un nuevo Cónclave, para hacer presente a
una Iglesia pujante, con sus fortalezas y es un símbolo dentro de la
catolicidad. Los mexicanos somos la décima parte de los católicos del mundo y
esto quiere decir mucho. Los tres cardenales mexicanos que estamos aquí
sentimos esa responsabilidad de elegir a un pontífice que tenga cercanía con
toda la Iglesia.
-¿El
caso del “vatileaks” ha pesado en el pre-Cónclave?
-Decir
que ha pesado mucho sería una exageración, negar que haya estado presente sería
una torpeza. Se tocó como otros tantos temas, no creo que haya inquietado
mucho, se ha ofrecido un reporte general, nos han dicho que la información
completa la conocerá el futuro sumo pontífice y él sabrá si la comparte con los
cardenales o no. En general nos dijeron de que se trató, existe una
tranquilidad en ese sentido. No se advierten problemas de una grandeza capaz de
trastornar a la Iglesia o puedan convulsionarla.
-¿El
ambiente de los cardenales no fue de “luchas intestinas”?
-Personalmente
me sentí muy bien y no creo que nadie se haya sentido maltratado. Todos estamos
en paz.
-Su
presencia aquí se ha dado en medio de protestas de una organización de víctimas
de la pederastia clerical (Snap) que juntó firmas en contra de su asistencia al
Cónclave. ¿No le inquieta eso?
-Para
nada, yo no tengo ningún problema si ellos desean continuar realizando
propaganda para su organización. Hace muchos años realicé declaraciones, hace
mucho tiempo que los tribunales de Estados Unidos me absolvieron y confirmaron
que no tengo culpa alguna en este tema. Pueden seguir haciendo el ruido que
quieran.
-Se
especula mucho sobre el origen geográfico del próximo Papa, ¿están dadas las
condiciones para un pontífice extra-europeo, incluso latinoamericano?
-Se
especula entre los profesiones de los medios de comunicación, entre nosotros
nadie se ha puesto a pensar en esta cuestión. De dónde debe venir o de qué
nacionalidad debe ser. Lo importante es que sea la persona adecuada para el
momento presente, ni pensamos en el origen ni en el color.
-¿Y
el perfil?
-Cada
quien describe su perfil. Unos lo describen más científico, que sea capaz de
dialogar con la cultura, otros lo piden cercano con el pueblo, algunos esperan
una mayor autoridad para poner en orden ciertas cosas dentro de la Iglesia.
¿Entonces
no existe un perfil que convenza a la mayoría?
Hasta
ahora no se ha dado esa unanimidad, nosotros agradecemos a Dios que exista
tanta diversidad y que cada quien diga su propio perfil.
¿Y
usted qué piensa?
-Mi
perfil ya lo tenía muy claro, antes de llegar aquí a las sesiones. La persona
es única e irrepetible, los medios continuamente cometen el error de comparar
con Juan Pablo II, incluso con Juan XXIII, algunos añoran a Pío XII y otros ya
extrañan al Papa Benedicto XVI. El elegido debe ser completamente distinto a
todos ellos y debe contribuir con sus propios carismas. No puede ser repetición
de otro pontificado.
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