25 jul 2015

El Chapo y los panistas

El Chapo y los panistas/Germán Martínez C.
Reforma,  22 de julio de 2015
En verdad la diputada local del PAN de Sinaloa, Lucero Sánchez López, nada tiene que ver con Joaquín Guzmán Loera? Los panistas sinaloenses que la conocen saben perfectamente cómo hizo campaña, describen privilegios y dan fe de su escasa actividad parlamentaria. ¡Todos se lavan las manos! ¡Nadie es capaz de meterlas al fuego, salvo un solitario compañero diputado!
 ¿Quién, cómo, dónde y cuándo se firmó en el PAN esa candidatura? Respetando su vida personal, y puesto que se trata de una persona sin credencial panista, el Comité Nacional debió autorizar la postulación. ¿El CEN tiene un compromiso secreto? ¿Qué virtudes tuvo? ¿Sólo es un ingenuo cumplimiento de la cuota de género? ¿Nada saben ni nada tienen que decir el gobierno de Sinaloa, ni el presidente del PAN en ese estado?
 Esa candidatura la facilitó la terrible mezcolanza de gobierno producida por las coaliciones PAN-PRD, donde sin el menor aprecio por una "idea de país" se patrocinan ambiciones personales, y se pisotea al partido que tiene en su historia y memoria al también sinaloense Manuel Clouthier del Rincón.


Por supuesto que la señora Sánchez López, representante de Cosalá en el Congreso de Sinaloa, es inocente hasta que la autoridad demuestre en un juicio su culpabilidad; pero lo que quiero subrayar es el vergonzoso "modelito" panista de ganar elecciones, literalmente "con quien sea", sólo porque se le envuelve y adorna cerca de la bandera perredista.

La contienda por la presidencia nacional del PAN entre Ricardo Anaya y Javier Corral debe poner una ¡basta definitivo! a esa perversa suma de burgos podridos. ¿Qué significa Malova para el PAN? ¿Unos cuantos sueldos a panistas y fuero para sus allegados? Javier Corral apostó mucho y fuerte a esas coaliciones, sobre todo en Oaxaca. ¿Qué cuentas le podría pedir ahora Corral a Gabino Cué, después del fracaso estrepitoso para administrar la educación en su estado, si antes él le abrió la puerta de Palacio de Gobierno? ¿Qué cosecha envenenada levantará el PAN sinaloense al postular pillos, sólo por sus ansias de ganar por ganar? Y si Rafael Moreno Valle quiere ser candidato presidencial, tiene que poner sus barbas a remojar.

Las ineptitudes, complicidades y corrupción que permitieron escapar a El Chapo germinan en la simulación de una clase política que no dice lo que cree, timorata de definirse y calculadora con sus decisiones. ¿Cómo le va a reclamar el PAN a Peña su lucha contra el narco, si antes nadie respaldó la lucha de Felipe Calderón contra el crimen? Si el PAN no defiende sus logros y causas, automáticamente se debilita frente a las causas ajenas y los errores del PRI.

Que Fox haya dejado ir a El Chapo la primera vez o Felipe Calderón no lo haya atrapado, ¿exculpa en algo al gobierno de Peña, por la nueva fuga del narcotraficante más buscado del mundo? La verdad lo agrava. Los priistas prometieron en la contienda electoral presidencial pasada, "experiencia", "capacidad" y "eficacia". La gente les creyó y ganaron; y ya en el gobierno machacaron la idea de que con "coordinación" entre las autoridades federales, estatales y municipales, y una adecuada labor de "inteligencia" avanzarían en su oferta de seguridad pública. El Chapo evidenció no sólo la nula "inteligencia" para detectar un túnel de ese tamaño, sino la descoordinación entre los tres priistas que gobiernan al país, al Estado de México, y al municipio donde está la penitenciaría de Almoloya.

Pero algo más. ¿El enredo del gobierno de Enrique Peña en su combate al delito acaso lo ocasionó esa "distancia" que siempre quiere poner el peñismo frente a Calderón? "Pintan su raya" aunque no sea necesaria, se deslindan aunque nadie se los pida, corrigen aun cuando algunas cosas funcionan. En
Michoacán su estrategia fue un borrón y una cuenta nueva, pero sólo para disfrazar de policías a algunos ladrones. ¿Desmantelaron Plataforma México como afirman algunos periodistas? La policía regresó a la Secretaría de Gobernación para perder capacidad
técnica y ganar relevancia política. Incluso la visita a Francia, con todo su oropel, llevaba implícita la repulsa al gobierno calderonista, por haber "fracturado" la relación entre galos y mexicanos con el asunto de Florence Cassez. Ya debieron aprender la lección: no es bueno gobernar para el pasado.

El PAN debe estar seguro de su apuesta por el Estado de Derecho. Debe ser celoso al revisar la biografía de sus candidatos y dirigentes. Sólo así se hará sentir cuando exija una renuncia.

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