6 sept 2015

Canelas, Durango: un “narcoalcalde” impone la ley del terror

Revista Proceso # 2027, 6 de septiembre de 2015
Canelas, Durango: un “narcoalcalde” impone la ley del terror/PATRICIA DÁVILA
Tanto autoridades del estado de Durango como la PGR, la Sedena y la Marina han recibido reportes o denuncias de que Santiago Cháidez Jiménez, alcalde de Canelas –localidad situada en el Triángulo Dorado del Narcotráfico–, mantiene a esa región en un ambiente de terror en procura de sus intereses y los de El Mayo Zambada. Incluso le atribuyen la autoría intelectual de al menos una veintena de asesinatos y desapariciones en los dos años que lleva de gestión, y lamentan que ninguna de las instituciones a las que han recurrido haya hecho nada al respecto.
Canelas, un municipio de Durango situado en las cumbres de la Sierra Madre Occidental y adscrito al llamado Triángulo Dorado del Narcotráfico, lleva dos años sacudido por hechos de violencia que no cesan y que permanecen en la impunidad.
Su alcalde, Santiago Cháidez Jiménez, quien tomó posesión de su cargo el 31 de agosto de 2013, es acusado de dirigir a un grupo de sicarios que levanta, desaparece y asesina a los lugareños que se niegan a pagar “cuota” o no son afines a sus intereses políticos. Dos días después de ocupar su puesto, la Fiscalía Estatal recibió la primera de las denuncias que tiene en su contra, las cuales le atribuyen la autoría intelectual de la desaparición y asesinato de una veintena de personas.

Santiago Cháidez es señalado como líder de una célula del Cártel del Pacífico que opera en Durango, y se le atribuye haber estado bajo las órdenes de los hermanos Felipe, El Señor de la Sierra; José Luis El Arqui y Alejandro Cabrera Sarabia. Al primero, quien fue identificado como jefe de plaza en la entidad y como operador de Ismael El Mayo Zambada, se le detuvo en diciembre de 2011, y entonces José Luis asumió el mando hasta ser abatido en enero de 2012. Desde su muerte, Alejandro tomó el control.
 La relevancia de los hermanos Cabrera Sarabia dentro del Cártel del Pacífico es de tal magnitud que en marzo de este año el gobierno de Estados Unidos congeló sus bienes. En sus presuntas funciones de lugarteniente de El Mayo Zambada en la entidad, Felipe fue acusado de controlar el cultivo de amapola y mariguana, además de dirigir el transporte de esta droga y de heroína al país del norte.

Desde 2007, el municipio de Canelas atrae la atención mediática por haber sido el escenario del romance entre Joaquín El Chapo Guzmán Loera y Emma Coronel Aispuro, quien en ese tiempo apenas tenía 18 años (Proceso 1609). Ella era sobrina de Ignacio Coronel Villarreal, quien hasta su muerte, en julio de 2010, controló Canelas para el Cártel de Sinaloa. (El 15 de agosto de 2011, en la ciudad estadunidense de Lancaster, condado de Los Ángeles, la joven, actualmente de 26 años, dio a luz a dos mellizas hijas de El Chapo Guzmán.)

En tiempos de Ignacio Coronel, Canelas nunca tuvo el nivel de violencia que se ha producido durante los dos años de administración del alcalde Santiago Cháidez.

Todo empezó en junio de 2013, con el secuestro de Alonso Ramos, minero y exalcalde del municipio de Topia, colindante con Canelas. A la sazón, el presidente municipal de Canelas era el panista Gandhi Monárrez Recio.

El 23 de agosto, Mariano Recio Balboa, regidor del PRI, le dijo a Rodrigo Monárrez –hermano del alcalde Gandhi Monárrez– que el presidente municipal electo Santiago Cháidez fue quien orquestó el secuestro con el fin de obtener recursos para financiar su campaña.

“Posteriormente, Rodrigo Monárrez trasladó al regidor a Culiacán para que confesara ante un Ministerio Público. En el camino, Rodrigo fue interceptado y ejecutado por orden del alcalde electo, para evitar que llegara ante el MP”, señala un documento entregado a la milicia en Badiraguato.

Más tarde, el entonces regidor priista, en una declaración que hizo dentro del expediente 060/2012, abierto por secuestro y delincuencia organizada en contra de Estrella Ramos Rodríguez –esposa de Rodrigo Monárrez que fue encarcelada en el Cereso de Durango–, manifestó que, efectivamente, Rodrigo lo llevaba hacia Culiacán, pero en el camino decidió liberarlo y lo bajó del vehículo. Posteriormente, el alcalde Santiago Cháidez envió por él. Ese día, Rodrigo Monárrez fue asesinado.

El 3 de septiembre, cuando Santiago Cháidez había tomado posesión como alcalde de Canelas, Víctor Hugo Castañeda Soto, entonces presidente del Comité Directivo Estatal del PAN en Durango, entregó a la Fiscalía estatal dos videos –que llegaron al CDE de manera anónima– en los que los protagonistas revelan nexos de Cháidez con secuestros y asesinatos.

En uno de ellos aparece el exregidor del PRI Mariano Recio Balboa, quien acusa a Cháidez Jiménez de orquestar el plagio de Alonso Ramos con la intención de culpar a Rodrigo Monárrez –hermano de Gandhi Monárrez, exalcalde de Canelas–: “El secuestro era para acarrearle problemas Al Chilo, sobrenombre de Rodrigo Monárrez, para que el Ejército lo trajera en friega y no interfiriera en las campañas, y así nosotros obtener el triunfo del 7 de julio”.

En otro, el joven identificado como Victoriano, originario de Topia, explica que lo citaron El Sargento, El Mochomo, Alvarillo, El Daniel, Filo y Rolis, de La Tembladora, para proponerle secuestrar a Alonso Ramos.

En los dos videos señalan al alcalde como autor intelectual.

La lista de crímenes

Dos semanas antes de concluir su periodo gubernamental, Gandhi Monárrez salió de Canelas. Se trasladó a la Ciudad de México para solicitar protección en la CNDH, la PGR, la Sedena y la Marina. Ninguna instancia intervino y el hoy exalcalde no regresó al municipio.

Un año después, el 12 de agosto de 2014, apareció muerta en el Cereso local Estrella Ramos, esposa de Rodrigo Monárrez. La primera versión oficial fue que se trató de un suicidio, y luego se afirmó que fue un infarto al miocardio.

Para el dirigente estatal del PAN, existía la sospecha de que se había cometido un asesinato. Advirtió: “Estamos frente a un probable ajuste de cuentas que puede extenderse”, declaró públicamente.

Y así fue. El 18 de mayo de 2015 resultó asesinado Rodrigo Manjarrez Gamboa, padre de Gandhi Manjarrez. Según el certificado médico, recibió cinco disparos. Al presentar la denuncia, su esposa Josefina Recio entregó los casquillos a la Fiscalía Estatal. Ante el Ministerio Público, Marcos Ibarra Juárez declaró: “La única persona de la cual desconfiamos es el alcalde Santiago Caídes. Pienso que por cuestiones políticas, porque mi hijo Gandhi fue alcalde por un partido diferente”.

Aunque la mayoría de las familias omitieron denunciar al alcalde penalmente o ante la CNDH, Proceso tiene copia de los expedientes en que Caídes Jiménez es denunciado por golpes, desaparición o asesinato.

En una denuncia dirigida a la CNDH el 19 de mayo de 2015, la señora Blanca Lidia Ayala Samaniego manifestó: “Soy esposa de Jaime Hernández León y madre de Rubén Hernández Ayala, de 12 años de edad. El miércoles 6 de mayo, juntos salieron del poblado los Chirimoyos rumbo a Canelas. Regresaban de dar de comer a unas vacas pero no llegaron a casa. Preguntando, vecinos me dijeron que la última vez que los vieron fue a bordo de una cuatrimotor a la altura del poblado Agua Blanca. Sospecho que los tienen el alcalde Santiago Caídes y Hernán Beltrán Avicia; él siempre anda armado y se dedica a hacer males”.

El último caso presentado ante la CNDH y la Procuraduría General de la República (PGR) está fechado el 12 de agosto de 2015. Narra dos años de horror: “Soy habitante del municipio de Canelas, lugar en el que hay múltiples dificultades y agravios que afectan la vida y la integridad física de los pobladores. Se hizo del conocimiento de la PGR, la Sedeña y la Sumar, pero nada se ha hecho”.

Prosigue: “Estamos cansados de vivir con temor a manos de un sicópata asesino, enfermo de poder, como lo es el narco presidente que tenemos… No hemos encontrado autoridades con la voluntad de intervenir. Estamos hartos de que el Ejército se dedique a levantar los cuerpos y a decir a los deudos que no pueden intervenir. Desde el inicio de su gestión –el 31 de agosto de 2013– Santiago Caídes se ha dado a la tarea de acabar con todo aquel que pudiera ser su enemigo. Desaparece o ejecuta a las personas”.

La queja ante la CNDH y la denuncia dirigida a la PGR hace un recuento de los crímenes que le atribuyen al alcalde Santiago Caídes Jiménez:

Inicia con el secuestro del minero Alonso Ramos, en junio de 2013; sigue con una emboscada a la policía municipal el 6 de julio, en represalia por indagar el plagio.

Luego, el 22 de agosto levantan y ejecutan a Rodrigo Manjarrez, hermano del ex alcalde; el 2 de noviembre, mientras los miembros de la policía estatal –comisionados a este municipio– festejaban con su jefe, realizaron disparos al aire y “una bala perdida” cayó en la vivienda del señor Rafael Ayala. Lo mató.

El día 22 del mismo mes levantaron al joven Héctor Díaz Ramírez. Lo entregaron a la policía estatal y no regresó. Por rumores, la familia cree que “a los policías se les pasó la mano y no aguantó”.

El siguiente año no fue diferente. El 9 de mayo del 2014, Rodrigo Manjarrez, sobrino de Gandhi Manjarrez, se encontraba con un amigo en Culiacán, Sinaloa, a donde acudían a la escuela. Los dos fueron levantados por presuntas órdenes del alcalde Santiago Caídes.

El 11 de mayo policías municipales y estatales ejecutaron en su casa a Antonio Beltrán Gambiano. Días más tarde, el 19 de mayo, se presentaron agentes de la Policía Estatal e irrumpieron con disparos en dos domicilios de la localidad Arroyo Grande, y se llevaron a cuatro personas a las que encarcelaron injustamente. Dos lograron su libertad. En la primera quincena del mes de julio, dos jóvenes que se trasladaban a la cabecera municipal transportando un camión cargado de animales fueron ejecutados sólo para “afinar puntería”.

La larga lista en poder de la CNDH y la PGR continúa:

El 9 de agosto, en las calles de la cabecera municipal, por desobedecer un alto, los policías asesinaron por la espalda al joven Everardo Jiménez Coronel. El 10 de agosto, en el Cerezo, murió Estrella Ramos, cuyo cuerpo “presentaba múltiples golpes”.

Posteriormente, en ese año –no se precisa fecha–, ejecutaron al señor Ramón Leal en la localidad La Soledad. También incendiaron viviendas y vehículos en la comunidad de Los Lobos, en donde levantaron a Rodrigo Coronel y a otro individuo, quienes eran los únicos hombres que en ese momento se encontraban en el lugar. Al tercer día, fueron localizados muertos dentro de bolsas negras en un camino de terracería.

La lista da detalles sobre la desaparición de Jaime Hernández y de su hijo de 12 años: “Su familia pidió clemencia y trató de negociar su rescate. La gente del alcalde le dijo que lo buscara en un barranco de la carretera”. Transcurridos 10 días de la desaparición de padre e hijo, ejecutaron a Rodrigo Manjarrez, de 66 años de edad y papá del ex alcalde Gan­dhi Manjarrez.

Luego acribillaron a Manuel de J. Cárdenas, de 60 años –exlíder ganadero en el municipio de Canelas y hermano del ex presidente municipal Liborio Cárdenas–. Junto con él mataron a Dian, su nieto de apenas dos años de edad. Les destrozaron la cabeza a balazos. Erubiel Cárdenas, papá del menor, quedó herido de bala. El ataque ocurrió en plena calle del pueblo, mientras se trasladaban en su cuatrimotor del trabajo a su casa.

Narcolaboratorio y dos pistas

En una población de unos 4 mil habitantes, todos se conocen: “Sabemos quién es quién, y que el hijo del actual alcalde encabeza al grupo de sicarios, a la policía municipal y a la estatal”, señala el reporte.

En una nota, agrega: “En el rancho de Las Trojas, Canelas, propiedad del presidente municipal –Caídes Jiménez–, se encuentran dos pistas clandestinas, y muy cerca del caserío, como a unos 500 metros, dentro de una mina, tiene un narco laboratorio de procesamiento de heroína”.

Enseguida ofrece los nombres de los principales “pistoleros” y “jefes de plaza” que operan tanto en el municipio de Canelas como en Topia y Santiago Papasquiaro: En el primero, Santiago Cháidez controla Las Trojas; Julio César Herrera Vizcarra, Llanitos; Hernán Beltrán Avitia, Agua Blanca de Avitia y Charco Verde; Francisco Arrieta Jáquez o Nevárez, Vascogil, mientras que Mariano Recio Gamboa y los hermanos Armando e Ignacio Recio Vizcarra dominan en la cabecera municipal.

En el municipio de Topia, únicamente aparece en la denuncia Gerardo Herrera Vizcarra, mientras que en la población de Ciénega de Nuestra Señora, perteneciente a Santiago Papasquiaro, Édgar Guillermo Ramos.

Todos, finaliza el documento, al mando de José Luis Cabrera Sarabia, jefe de plaza en Durango, brazo armado de Ismael Zambada García, líder del Cártel de Sinaloa, quien a la muerte de Ignacio Coronel Villarreal se quedó al mando del grupo que opera en el municipio de Canelas.

Entrevistada al respecto, la fiscal de Durango, Sonia Yadira Casas, explica: “Canelas es un área compleja, es el Triángulo Dorado del Narcotráfico, y los intereses que hay son importantes. Muchas veces, por rivalidad delincuencial, se han registrado levantones y ejecuciones. En otras, se mezcla con rencillas familiares”.

–Se acusa al alcalde Santiago Cháidez de asesinatos y desaparición de personas. ¿Qué ha investigado la Fiscalía?

–En las denuncias y en el seno del grupo la gente lo comenta como presunción. Creemos que el responsable intelectual es el alcalde. Sin embargo, no tenemos elementos suficientes para determinar si en efecto él ordenó los homicidios. Estamos atentos a cualquier indicio de prueba que tengamos.

De acuerdo con la fiscal, se han recibido tres denuncias en contra del alcalde: de la familia Monárrez, de los Cárdenas y de los Hernández. En el caso de Rodrigo, hermano de Gandhi Monárrez, expresa que tiene indicios de que “andaba en otro tipo de actividades”, aunque no aclara cuáles.

Asegura que la Fiscalía investiga al grupo de sicarios que labora para el alcalde: “Se han hecho operativos por parte de la Sedena. Incluso, la Marina llegó hace tres semanas y estableció dos bases operativas, una en Canelas y la otra en Tamazula”.

–¿Qué tanto es por bajar el nivel de delincuencia en esa región y qué tanto por la búsqueda de Guzmán Loera?

–Son las dos situaciones.

Para conocer su opinión sobre las acusaciones que hay en su contra, durante dos semanas, vía telefónica, Proceso solicitó una entrevista con el alcalde Santiago Cháidez Jiménez. No la concedió. l


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