9 sept 2015

Lo que la PGR “olvidó” incluir del caso Ayotzinapa/Jonathan Nácar

Lo que la PGR “olvidó” incluir del caso Ayotzinapa/Jonathan Nácar
24 Horas... Septiembre 9, 2015  12:40 am`
Aunque la principal discrepancia de la investigación que realizó la Procuraduría General de la República (PGR), con el informe que presentó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre el caso Ayotzinapa, es el que los estudiantes no pudieron haber sido incinerados en el basurero de Cocula, existen otros hechos que habrían sido omitidos por las autoridades federales.
 Uno de los más notables es la presencia de elementos federales (policías federales, y militares) así como policías estatales en los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014, y la presunta vinculación de estas autoridades con el ataque contra los jóvenes normalistas. Hecho que fue negado en reiteradas ocasiones por el entonces procurador Jesús Murillo Karam.
 De acuerdo con la indagatoria de los expertos de la CIDH, algunos testigos dijeron que quienes habrían detenido el autobús (donde iban los normalistas) correspondían a elementos de la policía federal: “el auto es el clásico que usan, el Mustang, al costado dice federal. Al bajarse, vi su vestimenta azul marino, eran policía federal”, señala un testimonio.
 Sobre dicha vinculación, refiere el informe, se indica la participación de un personaje, al cual hacen referencia al menos dos choferes sobrevivientes de los hechos violentos como un sujeto que coordinaba tanto a efectivos federales como locales.


“Uno de los choferes sobrevivientes señala que fue llevado a una casa de seguridad en el centro de Iguala, y presentado ante un hombre que dirigía el operativo o bien tomaba decisiones sobre las acciones a realizar con detenidos. Dicho modus operandi señala una estructura de mando, con coordinación operativa”, indica textualmente el informe.

Según el testimonio de uno de los choferes sobrevivientes de la agresión a los estudiantes, del cual no se abordó información en las conferencias de la PGR, el hombre de unos 40 años con “el cuerpo de una persona que hace ejercicio” se encontraba en una casa de dos pisos de color blanco con portón negro que se encontraba a 15 minutos de donde detuvieron los autobuses.

El GIEI determina que los soldados del 27 Batallón, agentes ministeriales y la Policía Estatal siguieron en tiempo real, a través del C4, los sucesos ocurridos entre el 26 y 27 de septiembre, sin intervenir a favor de las víctimas pues con base en las declaraciones que obran en el expediente, desde la tarde del 26 de septiembre las autoridades militares ya tenían información sobre la acción de boteo que se encontraban realizando los normalistas y su pretensión de tomar autobuses para sus actividades.

Otro de los indicios que no fue tomado en cuenta en las pesquisas de la PGR, y que en primera instancia sí se incluyó en las investigaciones preliminares de la Fiscalía General de Guerrero, es la existencia de un quinto autobús, el cual se presume podía haber significado el móvil del ataque, debido a la sospecha de que pudiera contener droga.

Según el informe de la GIEI, la declaración del chofer de ese quinto autobús resulta contradictoria con los testimonios de los normalistas y con la hoja de ruta del propio autobús. En la consignación de los hechos que realizó la PGR para el caso ante el juez, la versión sobre ese quinto autobús es que habría sido destruido por los normalistas justo después de salir de la estación.

Sin embargo, no hay ninguna evidencia en el expediente de ese hecho y es totalmente contradictoria con la declaración de los normalistas y las evidencias de que ese autobús no fue destruido, sino que salió de la ciudad con 14 normalistas a bordo”, apuntan los expertos.


Los cabos sueltos

Por Alejandro Suárez

Sin aclarar 9 interrogantes del caso Ayotzinapa

MENSAJE DE CELULAR

Jorge Aníbal Cruz Mendoza, normalista desaparecido, realizó una llamada a las 22:16 horas del 26 de septiembre que fue registrada desde una antena del Palacio de Justicia de Iguala. A la 1.:16 de la mañana del día siguiente, mandó un mensaje: “mamá me puede poner una carga me urge”; esta hora es la misma cuando aparentemente los 43 normalistas estaban siendo asesinados y cremados.

EL QUINTO AUTOBÚS

La versión de los estudiantes dice que un grupo salió en un camión Estrella Roja de la Central de Iguala y llegó hasta un puente en la carretera Iguala-Chilpancingo donde fue atacado por policías municipales; la versión de la PGR dice que este camión fue destrozado por los normalistas. No hay certeza si el autobús destrozado es el mismo que el usado por los jóvenes.

EL HOMBRE DE LA CASA BLANCA

La declaración de uno de los choferes de autobús comenta que tras separarse de los normalistas fue llevado por policías a una casa ubicada en el centro de Iguala. En ella lo presentaron a un “un hombre con complexión atlética” que ordenó soltarlo; fuera de esa información no se sabe nada del hombre ni de la casa.

VIDEO DESTRUIDO

Uno de los escenarios del ataque es  frente al Palacio de Justicia. El inmueble tiene cámaras de seguridad que debieron grabar los ataques a los normalistas. Sin embargo, según testigos el video fue destruido.

OLVIDAN LA ROPA

Desde el 27 de septiembre de 2014, personal de la Procuraduría General de Justicia del estado de Guerrero encontró ropa que presuntamente llevaban los normalistas el día del ataque. No fue hasta agosto de este año que se iniciaron los peritajes a las prendas .

SILENCIO EN EL C-4

De acuerdo a los registros de comunicación del C-4 de Iguala, cuando comenzó el ataque contra los normalistas hubo varias llamadas reportando el hecho, pero conforme pasaron los minutos el diálogo entre las corporaciones de seguridad pararon hasta media noche.

PARTICIPACIÓN DE AUTORIDADES

De lo que se pudo rescatar del C-4 hay evidencia de que los tres niveles de gobierno sabían que los normalistas estaban siendo atacados, e incluso hay testimonios de que policías federales y militares vieron a los normalistas después de que fueron baleados.

RESTOS EN EL RÍO SAN JUAN

La PGR concluyó que los normalistas fueron asesinados y cremados esa noche, siendo el destino de sus restos el río San Juan. Tras recuperar los restos, las autoridades los mandaron a la Universidad de Innsbruck para su identificación. La versión de la incineración fue refutada por los Expertos de la CIDH, dejando en duda la identidad de los restos.

ALEXANDER MORA


Hasta el momento el único resto identificado es un diente de Aexander Mora. La PGR asegura que el diente estaba entre los restos del río San Juan, pero el Grupo de Peritos Argentinos (que trabajó con la PGR) no certificó su origen.

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