Su cuerpo sería repatriado en tres a seis semanas a Colombia
El narcotraficante colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela, quien fuera líder del poderoso Cártel de Cali, falleció a los 83 años en una cárcel de EU donde pagaba una pena de 30 años, confirmó el miércoles su abogado defensor.
"Nos entristeció mucho enterarnos de su fallecimiento anoche. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia en este momento", dijo el abogado David Markus, sin especificar la causa de la muerte.
Rodríguez Orejuela nació en Mariquita, 105 kilómetros al noroeste de Bogotá, el 31 de enero de 1939. Fue el segundo de ocho hermanos y cuando era muy pequeño sus padres Carlos Rodríguez Prieto y Ana Rita Orejuela trasladaron a toda la familia hasta Cali, donde nacieron el resto de los hijos.
Conocido como "El Ajedrecista", tomó las riendas de la familia desde muy temprana edad, obligado por la irresponsabilidad y agresividad de su padre a quien jamás le volvió a dirigir la palabra desde que tenía unos 12 años, según dijo su hijo Fernando Rodríguez Mondragón, en una autobiografía publicada en septiembre de 2007.
Su alias fue producto de las ingeniosas estrategias que montaba en la realización de sus negocios, en los que no descuidaba detalle.
De su matrimonio con Mariela Mondragón, nacieron Fernando, Jaime, Humberto y Alexandra. De una relación extramatrimonial con Nelly Herrera, vino Jorge Alberto. Sostuvo otra relación con Miriam Ramírez Librero, quien tenía una hija llamada Claudia Pilar a quien luego adoptó. De esta unión surgió André Gilberto y José Alejandro.
Unos días antes de ser extraditado de Colombia a Estados Unidos, en diciembre de 2004, Rodríguez Orejuela se casó con Miriam a fin de que las autoridades estadounidenses le otorgarán una visa para poder visitarlo.
Rodríguez Orejuela y su hermano Miguel dominaron todo el mercado de la cocaína en Nueva York y Europa, y en Colombia tenían una fortaleza económica incomparable que les permitía filtrarse en los altos niveles de la vida política.
En 1970, Rodríguez Orejuela montó su primera botica de la que años después se formaría una amplia cadena de farmacias conocida como Drogas La Rebaja.
Esto ocurrió luego de incursionar en el mundo delincuencial liderando una banda conocida como "Los Chemas" a la que se atribuyó el secuestro de los extranjeros Hermann Buff, secretario de la Embajada de Suiza, y José Stresale, hijo del Cónsul de Suiza en Cali.
Fue dueño de Laboratorios Kressford -una empresa farmacéutica-, de la cadena de farmacias Drogas La Rebaja, integrante de las juntas directivas del Banco de los Trabajadores, la Corporación Financiera de Boyacá, socio mayoritario del Grupo Radial Colombiano y del equipo de fútbol América de Cali, entre otras empresas.
Ese poder económico le abrió puertas en la vida social, política y deportiva del país. Con su enorme poder económico se enfrascó en una guerra contra el jefe del Cártel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, quien fue abatido por la Policía en diciembre de 1993 con la colaboración del Cártel de Cali y de grupos paramilitares, según precisó Fernando Rodríguez Mondragón en su libro.
Rodríguez Orejuela, sin embargo, cuidó de la viuda de Escobar durante un tiempo pues estaba amenazada de muerte por los paramilitares y testaferros de su ex esposo.
Rodríguez Orejuela le ganó una batalla legal a E entre 1984 y 1986, cuando el Gobierno de Washington lo pidió en extradición a España, donde fue detenido por lavado de activos. Pero fue entregado a la justicia colombiana que lo procesó por delitos relacionados con el narcotráfico.
Finalmente Estados Unidos logró su principal objetivo, tener en la cárcel al jefes de uno de los mayores cárteles de la droga.
Agencia AP:
Exclusivo: cuerpo de Gilberto Rodríguez Orejuela sería repatriado en tres a seis semanas
SEMANA habló con familiares del capo de la droga sobre las razones de su muerte y lo que viene para traer sus restos mortales al país.
Semana, 1/6/2022
A Gilberto Rodríguez Orejuela los últimos años de vida le habían dado duro. Poco después de su extradición a Estados Unidos, en 2004, sufrió un infarto. Desde entonces le habían diagnosticado cáncer de colon, de próstata, hipertensión, gota y trastornos psiquiátricos. El capo permanecía hasta hace unos meses en la cárcel federal de Butner, en Carolina del Norte, donde decenas de reclusos contagiados de coronavirus le pegaron ese enemigo mortal.
Desde hacía tiempo su defensa se había jugado la carta de la pandemia para reforzar la petición de libertad, a fin de que pasara sus últimos años de vida junto con su familia en Colombia, cosa que definitivamente no sucedió.
No era una petición sin sustento. El otrora capo de las drogas casi muere en medio de esa emergencia mundial. Estuvo muy mal durante varias semanas. Su argumento era que había pasado nueve años de cárcel en Colombia y 16 en Estados Unidos, lo cual da un total de 25. No obstante, hasta ahora, Estados Unidos no ha reconocido los nueve años en ese país.
Sin embargo, los quebrantos de salud finalmente le ganaron la batalla este miércoles 1 de junio. SEMANA habló con la familia del capo, quien ha sido muy hermética hasta el momento con el deceso del patriarca de los Rodríguez. Aunque el diagnóstico médico relata una complicación cerebral como la causa del deceso, la realidad es que el cáncer, sumado al covid, le dejó secuelas irreversibles y lo fue apagando las últimas semanas. El Ajedrecista, como también era conocido, murió a sus 83 años.
Su familia está en conversaciones con el Bureau de los Estados Unidos para lograr la repatriación del cuerpo. Hasta ahora, les han dicho que esta podría darse en un lapso de tres a seis semanas.
Rodríguez Orejuela cayó el 9 de junio de 1995. El Bloque de Búsqueda lo encontró en una caleta de una lujosa casa en Cali. En ese momento era el narcotraficante más poderoso, tras sobrevivir a una guerra declarada del cartel de Cali contra Pablo Escobar, que incluyó la bomba contra el edificio Mónaco, en Medellín, donde vivía la familia del capo antioqueño. Su organización, incluso, patrocinó a Los Pepes, el escuadrón que lo persiguió. Después de la muerte de Escobar, El Ajedrecista y su hermano Miguel se convirtieron en los narcos más buscados, y se calcula que movieron hasta el 80 % de la producción mundial de cocaína.
La justicia colombiana condenó a El Ajedrecista a 12 años de cárcel, pero solo pagó siete. Quedó libre tras una polémica decisión de un juez, que le rebajó la pena por buena conducta. Pero meses después lo capturaron de nuevo y lo extraditaron a Estados Unidos, donde enfrentó un juicio por el envío de cientos de kilos de cocaína. Así se convirtió en un trofeo de las autoridades gringas. El capo colombiano más poderoso estaba recluido en una prisión federal.
Durante más de una década nadie lo volvió a ver, tampoco a su hermano Miguel, preso en otra prisión de Carolina del Norte. Ambos reaparecieron en Colombia en audiencias en las que procesaban a sus familiares por lavado de activos y, posteriormente, por cuenta de las cartas que enviaron a la Comisión de la Verdad, con las que levantaron el avispero del proceso 8.000 de nuevo.
En esas diligencias se veía a Gilberto Rodríguez como un anciano canoso y deteriorado. “Una condena de 25 años a mi edad es cadena perpetua”, le dijo a SEMANA en los tiempos de su extradición. Según su sentencia, El Ajedrecista quedaría libre en 2034, a sus 95 años. Pero no alcanzó a esa edad. Y se cumplió su vaticinio: morir en una cárcel gringa lejos de todos sus seres queridos.
La familia publicó un escueto comunicado confirmando su deceso: “Nosotros, los hijos y esposa de Gilberto Rodríguez Orejuela nos permitimos informar que lamentablemente ayer, martes 31 de mayo de 2022, a las 6:54 de la tarde falleció nuestro padre y esposo a causa de un linfoma que lo aquejaba. Agradecemos todas las voces de solidaridad recibidas y estamos haciendo las gestiones necesarias para su pronta repatriación y darle una cristiana sepultura en Colombia”.
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