Hoy es jueves Santo...
Y aunque la semana Santa comienza el domingo de Ramos, el jueves es sagrado, grande, puro; es el día clave, que marca el fin de la Cuaresma, y el comienzo del llamado Triduo Pascual .
Tempo en el que se conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús; además es el día de la Misa Crismal, día que se bendice los aceites usados en determinadas ceremonias., y además el día que renuevan las promesas sacerdotales pronunciadas el día de su ordenación.
El Triduo Pascual comienza con la Misa "i Coena Domini” -la ultima cena - ; se conmemora a Jesús bendiciendo y partiendo el pan y repartiéndolo a los apóstoles ...
Y además es el día de la humildad, el rito del lavatorio de los pies, para Francisco es una cita obligada con los pobres y la gente que compurga penas en una cárcel...
Y este jueves al igual que en todo su pontificado celebró la ultima cena fuera de la Basílica San Juan de Letrán de Roma fue a la cárcel de Rebibbia a reunirse con mujeres que compurgan penas.
En la sección femenina de la cárcel de Rebibbia, bajo una gran carpa en el patio de la prisión, Francisco presidió la misa de la Cena del Señor en presencia de unas 200 personas, entre las que se encontraban internas, ex internas, personal penitenciario y algunas familias; a cárcel de mujeres de Rebibia cuenta con 370 internas y es uno de los dos centros más importantes del este de la capital italiana.
Luego de la homilía, procedió a lavar los pies a doce mujeres de distintas nacionalidades, habia italianas, Bulgaras, Nigerinas, ucranias, rusas peruanas, y venezolanas...sus edades de entre los 40 y 50 años.
El líder religioso fue llevado en silla de ruedas, desde la cual se acercaba para lavar y besar los pies de las mujeres, varias derramaron lágrimas..
La celebración terminó con unas palabras de agradecimiento de Nadia Fontane, directora del centro. Al final se hizo entrega al Papa de una cesta con alimentos elaborados por las mujeres de la cárcel, un rosario con los colores del arco iris y dos estolas confeccionadas por las internas; Francisco regaló también un cuadro de la Virgen María a la cárcel de Rebibbia.
Culminada el acto fue trasladado de regreso a casa Santa Martha...
Mañana el Coliseo Romano será el lugar donde se lleve a cabo Vía Crucis, cuyas meditaciones fueron escritas este año por él mismo, bajo el título: “En oración con Jesús en el Via Crucis”.
No sabemos aun si este presente, depende del clima.
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Francisco volvió a ir a una cárcel, para lavar y besar los pies a doce mujeres internas de distintas nacionalidades....
En su homilía en la Misa de Cena del Señor en la cárcel femenina de Rebibbia, en Roma, el papa Francisco...recordó que con el gesto del lavatorio de los pies, Jesús nos hace comprender la vocación de servicio y ante la traición de Judas nos recuerda que Dios perdona todo, siempre.
En la sección femenina de la cárcel de Rebibbia, bajo una gran carpa en el patio de la prisión, Francisco presidió la misa de la Cena del Señor en presencia de unas 200 personas, entre las que se encontraban internas, ex internas, personal penitenciario y algunas familias y familiares...
.La cárcel de mujeres de Rebibia cuenta con 370 personas recluidas..
..El Papa llegó a la cárcel por la tarde y saludó a las mujeres antes de colocarse junto al altar dispuesto para la ocasión. Tras leer el Evangelio de la Última Cena de Cristo, tomado del relato de San Juan, Francisco quiso llamar la atención sobre dos momentos particulares. En primer lugar, el lavatorio de los pies que Jesús hace a los discípulos antes de la última cena:
“Jesús se humilla, Jesús con este gesto nos hace comprender lo que había dicho: "No he venido a ser servido, sino a servir". Nos enseña el camino del servicio”.
Luego, Francisco menciona como segundo “triste” episodio, la traición de Judas.
“Judas que no es capaz de amar, y luego el dinero, el egoísmo le llevan a esta cosa fea. Pero Jesús perdona todo. Jesús perdona siempre. Sólo pide que le pidamos perdón”.
Fue un gesto que permitió a Cristo mostrar su amor absoluto. "Jesús perdona todo, perdona siempre", insistió el Papa, "a nosotros nos toca pedir perdón". En las palabras improvisadas de su homilía, Francisco recordó la anécdota de una mujer anciana que le había dicho: "Jesús no se cansa nunca de perdonar, pero somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón". El Papa reiteró, entonces, su invitación:
“Pidamos hoy al Señor la gracia de no cansarnos. Siempre, todos tenemos pequeños fracasos, grandes fracasos - cada uno tiene su propia historia. Pero el Señor siempre nos espera, con los brazos abiertos, y nunca se cansa de perdonar”.
Al concluir el Papa retomó el tema de la vocación de servicio, justo antes, como anunció él mismo, del rito del lavatorio de los pies que hizo Jesús a sus discípulos:
“Es un gesto que llama la atención sobre la vocación de servicio. Pidamos al Señor que nos haga crecer, a todos, en la vocación de servicio”.
Monseñor Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, ofició la misa. Inmediatamente después de la homilía, el Papa procedió a lavar los pies de doce rmujeres interna, de entre 40 y 50 años, de varias nacionalidades. La emoción era evidente en los rostros de las mujeres. A continuación, monseñor Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, ofició la misa.
La celebración terminó con unas palabras de agradecimiento de Nadia Fontane, directora del centro. A continuación, se hizo entrega al Papa de una cesta con alimentos elaborados por las mujeres de la cárcel, un rosario con los colores del arco iris y dos estolas confeccionadas por las internas. El Santo Padre regaló también un cuadro de la Virgen María a la cárcel de Rebibbia.
Fuente Vatican News...
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