18 ago 2009

Hacia una nueva regulación de Juicio de Amparo

Durante la inauguración del Coloquio de análisis y debate sobre las propuestas para una nueva regulación del Juicio de Amparo, el senador Gustavo Madero Muñoz, presidente de la Mesa Directiva, indicó que es necesario aduecuar esta herramienta jurídica a los tiempos que vive México.
Sin embargo, reconoció que aún hay camino por transitar: “estoy convencido que las instituciones de nuestro país no pueden permanecer estáticas, la obligación de nosotros como legisladores es y será la de velar por la protección del equilibrio de poder entre el Gobierno y los gobernados”
Durante la inauguración del “Coloquio de análisis y debate sobre las propuestas para una nueva regulación del Juicio de Amparo”, el senador Madero Muñoz también indicó que el Juicio de Amparo es posiblemente el recurso jurídico más ampliamente socorrido, por su impacto en las relaciones entre el Gobierno y los gobernados.
Enfatizó que es necesario avanzar en una reforma integral al Juicio de Amparo, fortaleciendo y perfeccionando la estructura del Poder Judicial de la Federación y consolidar así su órgano superior: la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Por su parte, la senadora Minerva Hernández Ramos, secretaria de la Comisión de Hacienda del Senado, señaló que la realización de este Coloquio tiene la finalidad de identificar, analizar y debatir las propuestas y soluciones legislativas eficaces para fortalecer el medio de defensa constitucional por excelencia: el Juicio de amparo, medio de control en la defensa y salvaguarda de las garantías constitucionales.
La senadora Hernández Ramos, organizadora del Coloquio dijo que la promoción masiva de amparos en materia fiscal ha ocasionado problemas como la tramitación individual de un gran número de juicios en los que la cuestión controvertida es sustancialmente la misma; dificultades en el procesamiento de múltiples procedimientos con un solo resultado final o definitivo; afectación del principio de exhaustividad y congruencia respecto del análisis de los argumentos planteados por los amparistas, dada su diversidad y número, entre otros.
Todo esto, puntualizó, enfatiza la importancia de que de manera conjunta se busquen las mejores soluciones para fortalecer el Juicio de Amparo como medio de defensa constitucional, para garantizar a los ciudadanos una justicia fiscal pronta y muy accesible.
Durante su participación, el senador Carlos Navarrete Ruiz, consideró que con este evento la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, contará con mayores elementos para iniciar las actividades en la LXI Legislatura, en septiembre.
El coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, señaló que el país atraviesa por una grave situación en las finanzas públicas, en el empleo, en el crecimiento económico y la viabilidad para mejorar los niveles de vida en el país, y aunado a esto, una disminución drástica de la inversión privada nacional y extranjera, comparada con las medidas contra cíclicas para incrementar el gasto público tal como el Congreso le pidió al Gobierno Federal desde enero y febrero cuando se realizó el Foro “México ante la Crisis, qué hacer para crecer”.
Hoy apremia una situación social grave, el desempleo golpea a miles de familias mexicanas, que se ha convertido en una presión extraordinaria que debe motivar al Congreso cuando se reciban las políticas en materia económica para 2010.
Destacó que se deben sumar fuerzas, “hacer un esfuerzo extraordinario para que las propuestas converjan, coincidan, se acerquen y logremos los acuerdos necesarios en todos los ámbitos de la sociedad mexicana”, esto para que lo que resta de 2009 y para 2010, sea menos dramático al ver las cifras económicas del país.
En su oportunidad, el Magistrado Osmar Cruz Quiroz, destacó que es importante que el Senado de la República sea receptor de opiniones y reflexiones sobre las materias diversas que comprende el trabajo legislativo.
Además indicó que el Juicio de Amparo tutela las garantías individuales de los titulados, por lo que es de especial relevancia este Coloquio y más aún que participen diferentes sectores de la sociedad mexicana, con ello, dijo, se generarán las mejores conclusiones que serán sometidas a discusión y que servirán como premisa para la mejor conducción para las reformas fundamentales.
El senador Tomás Torres Mercado, secretario de la Comisión de Justicia del Senado, explicó en términos cuantitativos, que en materia laboral puede haber cerca del billón de pesos, lo que significaría el Presupuesto otorgado en 2001 en gasto para México.
Torres Mercado, indicó que el Poder Judicial de la Federación ha propuesto replantear las instituciones procesales fundamentales del amparo, sin embargo, dijo, en eso no se ha avanzado.
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Palabras del senador Gustavo Madero Muñoz, presidente de la Mesa Directiva del Senado,
Hablar del amparo en nuestro país es reconocer el medio más importante que poseemos los mexicanos para hacer prevalecer el Estado de Derecho.
Se encuentra como el recurso jurídico posiblemente más ampliamente socorrido, el Juicio de Amparo es una de las instituciones que más impacto tienen en las relaciones del Gobierno y de los gobernados.
La justicia constitucional tiene la tarea de vigilar que las leyes, las acciones persecutorias y las sentencias se apeguen invariablemente a los principios consagrados de nuestra Constitución.
El desafío de todos los tiempos ha sido impulsar la adecuada evolución de las instituciones y de los instrumentos que garantizan el orden social ante una realidad dinámica.
Los retos son cada vez más complejos, es por ello que para realizar cada reforma y cada cambio a tan noble institución, debemos realizar un cuidadoso trabajo ordenado, profundo.
Por ello, los legisladores tenemos el enorme reto de trabajar para adecuar este instrumento tan importante a la cambiante situación que vive nuestro país sin desvirtuar su naturaleza.
Tenemos la obligación y el deber de legislar con sensibilidad, con inteligencia, con responsabilidad, para que este instrumento sea acorde con las necesidades y los enormes retos que el país hoy enfrenta.
Hoy en día al Congreso de la Unión corresponde realizar la reforma que fortalezca nuestro Estado de Derecho, debemos destinar el tiempo y los recursos materiales y humanos para velar por la protección a nuestro máximo ordenamiento.
Necesitamos avanzar en una reforma integral al Juicio de Amparo, fortalecer y perfeccionar la estructura del Poder Judicial de la Federación y consolidar a su órgano superior: la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Falta mucho por avanzar y quedan aún reformas estructurales fundamentales por realizar.
Es importante señalar que nuestra Ley de Amparo data de 1936, razón por la cual ha sufrido un sin fin de modificaciones que han alterado su texto inicial, y por ello debemos trabajar en la construcción de un nuevo ordenamiento que se adapte a la actual situación y realidad jurídica de nuestro país.
En la LX Legislatura hemos trabajado y nos hemos esforzado por hacer de México un país de leyes justas, donde nadie se encuentre por encima de las normas, donde no encuentren espacio la violencia, la inseguridad, ni la incertidumbre jurídica.
A lo largo de esta LX Legislatura hemos visto la transformación de distintos ordenamientos, son innumerables las reformas en las que trabajamos para garantizar el respeto a los derechos fundamentales, aún hay camino por transitar, por ello hoy más que nunca estoy convencido que las instituciones de nuestro país no pueden permanecer estáticas, la obligación de nosotros como legisladores es y será la de velar por la protección del equilibrio de poder entre el Gobierno y los gobernados.
Debemos trabajar para cumplir con las justas demandas que hoy nos hace la sociedad, pero también debemos procurar adecuarnos al momento histórico que estamos viviendo.
El senador Carlos Navarrete nos hablaba del difícil momento que hoy estamos viviendo, de la gran coincidencia que esto ha generado entre todos los mexicanos, y aquí se abre una ventana de oportunidad: construir a partir de esta coincidencia.
Tal vez todos reconozcamos la gravedad de la situación y en ese tema coincidimos, tal vez pueda haber diferencias sobre la interpretación de las causas, los orígenes y más aún, las formas de su solución.
Yo creo que más que la conjura de los astros, creo que la situación actual que padecemos es la consecuencia de nuestros propios actos. Es la consecuencia de nuestras acciones y tal vez más importante, es la consecuencia de nuestras omisiones.
A todo el mundo le pegó la crisis, pero habrá algunos países que podrán salir más rápido que otros y esto estará en función de las decisiones que hayan tomado de manera colectiva en su pasado mediato e inmediato.
Yo por eso quiero solamente terminar felicitando a la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República, a la senadora Minerva Hernández, por su activa, dinámica participación e inquietud en estos temas obviamente.
También al grupo destacado de Análisis Tributario Legislativo, mejor conocido como Atril, a la licenciada Diana Bernal Ladrón de Guevara, al licenciado Juan Carlos Izaza, a todos ustedes, porque estamos hoy reunidos para construir una reflexión conjunta, colectiva, colegiada, sobre un tema de la mayor trascendencia.
El Senado de la República está abierto a estas reflexiones que tomaremos muy en cuenta para poder legislar con la mayor atingencia.
Es por ello que el día de hoy celebro la inauguración de este Coloquio de análisis y debate sobre las propuestas para una nueva regulación del Juicio de Amparo.
Mucho se ha avanzado en la modernización de nuestro Derecho de Amparo, pero es preciso continuar trabajando en su evolución para lograr que nuestra máxima institución siga tutelando los derechos fundamentales de la persona humana.
Felicidades a todos. Muchas Gracias.
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Discurso de senador Carlos Navarrete Ruiz, presidente del Instituto Belisario Domínguez, en el marco de la inauguración del Coloquio de Análisis y Debate sobre las Propuestas para una Nueva Regulación del Juicio de Amparo.
Distinguidos invitados a este Coloquio de Análisis y Debate sobre las Propuestas para una Nueva Regulación del Juicio de Amparo.
Estimados invitados, señores legisladores, señoras legisladoras, muy buenos días, bienvenidos al Senado de la República, a este importante coloquio, que seguramente por la calidad de sus participantes, por la importancia del tema, por la necesidad de entrar a un debate exhaustivo sobre un conjunto de preguntas que están planteadas en las propias mesas de trabajo, estoy seguro que va a ser un éxito y va a ayudar a que la Comisión de Hacienda del Senado de la República pueda tener mayores elementos para iniciar sus actividades en la LXI Legislatura, que comienzan el primero de septiembre.
Se lleva a cabo este coloquio como parte de una intensa actividad en el Senado de la República en el periodo de receso, en medio de una preocupación general en el país por la situación económica.
Hoy hay una coincidencia y una unanimidad extraña en nuestro país, hoy la izquierda y la derecha, las fuerzas políticas más disímbolas, hoy los empresarios y los sindicalistas, hoy el sector público y el sector privado, hoy el gobierno y las Cámaras tenemos una coincidencia de que nuestro país atraviesa por una situación particularmente difícil, que en el PRD hemos dicho que se acerca, incluso, a una situación de emergencia económica.
Hay una situación grave en las finanzas públicas, pero no solamente eso, hay una situación grave en el terreno del empleo, en el terreno del crecimiento económico, en el terreno de la viabilidad de nuestro país para mejorar sus niveles de vida, hay una disminución drástica de la inversión privada nacional y extranjera, comparada, por cierto, con un esfuerzo que el gobierno de la República ha hecho desde enero a la fecha con las medidas contracíclicas para incrementar el gasto público tal como el Congreso se lo pidió desde enero y febrero cuando las Cámaras del Congreso realizaron el Foro México ante la crisis ¿Qué hacer para crecer?
Sí, vivimos momentos difíciles, los vive el gobierno por una disminución drástica de sus ingresos, producto de la situación económica, producto de la caída de la producción petrolera, producto de la disminución del precio del petróleo.
Pero hay que decirlo también y con toda claridad para que no se nos olvide a los legisladores que estamos aquí en Xicoténcatl y también en San Lázaro trabajando: hoy apremia una situación social grave, el desempleo golpea brutalmente a miles y miles de familias mexicanas y todos en alguna parte de nuestra vida hemos sabido lo que es estar en el desempleo, aunque sea temporal.
Todos sabemos lo que implica para una familia tener un ingreso, modesto, medio o alto, y de pronto dejar de tenerlo, así sea temporalmente, y el desempleo hoy se ha convertido en una presión extraordinaria que debe motivar la acción de las Cámaras del Congreso cuando el secretario de Hacienda el 8 de septiembre presente las políticas que el gobierno le propone al Congreso en materia económica para 2010.
Hoy ante la situación que pasa el país y que todo mundo compartimos, llegó el momento de buscar las salidas mediante un intenso diálogo y debate entre nosotros, no para intentar poner criterios propios, al contrario, no para poner de rodillas al gobierno, no para arrinconar a las Cámaras y a sus integrantes, no para recriminarle al sector privado, no, se trata de buscar salidas para el país, aunque esto parezca una frase hueca.
Hoy como nunca requerimos mirar hacia los mexicanos, mirar hacia el sector productivo, observar qué pasa con las empresas, observar qué pasa con el desempleo, ver qué vamos a hacer en 2010 para que cada peso que el gobierno federal gaste lo haga bien y adecuadamente y para que vayamos a tratar de recuperar lo que hemos perdido en materia económica en el 2010.
Por eso, estimados invitados, con mi congratulación por su presencia en el Senado de la República en este importante coloquio, quiero hacer una invitación colectiva, pública, para que quienes están en el gobierno, quienes están el Poder Ejecutivo, en el Judicial, en el Congreso, quienes están en responsabilidades públicas muy diversas, pero también quienes están en el sector privado, quienes están acompañando a las empresas en su esfuerzo por sobrevivir día a día, semana a semana, quienes estamos en las Cámaras hagamos nuestro mayor esfuerzo.
Si coincidimos en el diagnóstico, y creo que coincidimos, más allá de las interpretaciones que cada quien tenga de las causas que han motivado el que estemos en esta situación, creo que ha llegado el momento de sumar fuerzas, de hacer un esfuerzo extraordinario porque las propuestas converjan, coincidan, se acerquen y logremos los acuerdos necesarios en todos los ámbitos de la sociedad mexicana, para que finales de 2009 y el 2010 sean menos dramáticos de lo que pueden aparecer cuando uno ve las cifras económicas del país.
Les doy un afectuoso saludo a nombre de la bancada del Partido de la Revolución Democrática, felicito a mi compañera Minerva Hernández por la organización de este importante coloquio y les deseo el mayor de los éxitos en los trabajos de estas jornadas.
Muchas gracias, buenos días.
***
Discurso de la senadora Minerva Hernández Ramos,
Muy buenos días, es muy grato también para mí como secretaria de la Comisión de Hacienda del Senado de la República dar la bienvenida a todos ustedes a este primer coloquio de los dos que llevaremos a cabo en esta ciudad de México, en este mismo espacio.
Agradezco a mis compañeros senadores que hoy nos acompañan, a los funcionarios judiciales, a los representantes de las autoridades fiscales, a los abogados fiscalistas, a los académicos que con su presencia enriquecen siempre estos eventos que hemos venido realizando.
Agradezco también a todos los presentes, a la concurrencia de especialistas, expertos y estudiosos de la materia fiscal que dan relevancia a este evento.
El tema que hoy nos reúne es de gran trascendencia para la sociedad, ya que se refiere a las diversas propuestas para una nueva regulación de juicio de amparo. Este especio de encuentro busca identificar, analizar y debatir las propuestas y soluciones legislativas que resulten más eficaces para fortalecer el medio de defensa constitucional por excelencia, que ha sido el juicio de amparo, el cual constituye un medio de control individual o concreto en la defensa y salvaguarda en la defensa de las garantías constitucionales.
Es innegable que en México los principios materiales de justicia tributaria, los que se contienen principalmente en las garantías consagradas en el artículo 31, fracción IV de la Constitución, de proporcionalidad, equidad, legalidad y destino han sido fortalecidos y desarrollados por la exégesis constitucional de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual ha evolucionado desde admitir la procedencia y el pleno reconocimiento del juicio de amparo en contra de las leyes fiscales como un medio de control individual de las garantías correlativas, hasta la elaboración de toda una doctrina informada por principios y criterios que rigen o dan contenido a dichas garantías.
Así, a diferencia de otros países, nuestra Constitución federal reconoce como derechos fundamentales la capacidad contributiva, la igualdad tributaria, la reserva de ley, el destino del gasto público y, por tanto, el ciudadano, gracias a la interpretación jurisprudencial tiene hoy acceso a la justicia constitucional mediante este multicitado juicio de amparo.
Un número cada vez mayor de contribuyentes ha visto en este medio de defensa el remedio para tener una tributación más justa y más equitativa, sin embargo, la promoción masiva de amparos en materia fiscal ha ocasionado algunos problemas como los que voy a enunciar:
Tramitación individual de un buen número de juicios en los que la cuestión controvertida es sustancialmente la misma; dificultades crecientes en el procesamiento de múltiples procedimientos con un solo resultado final o definitivo; afectación del principio de exhaustividad y congruencia respecto del análisis de todos los argumentos planteados por los amparistas dada su diversidad y su cantidad.
Duración excesiva del procedimiento para que al final sea uno solo el órgano que resuelva en definitiva y es prácticamente la Suprema Corte de Justicia de la Nación; inequidad tributaria por falta de generalidad de las sentencias de amparo y, desde luego, los riesgos inherentes de tipo presupuestario, entre otros.
Esto, pone de relieve la importancia que de manera conjunta busquemos las mejores soluciones para fortalecer el juicio de amparo como un medio de defensa constitucional.
Por tanto, debemos esforzarnos para garantizar a los ciudadanos una justicia fiscal pronta y muy, muy accesible.
odos debemos, por tanto, empeñarnos en este esfuerzo, ya que será en beneficio de todo el país y de todas las generaciones venideras.
M
uchas gracias y enhorabuena a todos los aquí presentes.
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