27 jun 2010

Elecciones y narco

El narcotráfico amordaza a candidatos en el Triángulo Dorado
Los candidatos a alcaldes en el Triángulo Dorado —una de las zonas más violentas del país, en la unión entre Chihuahua, Sinaloa y Durango— han decidido aplicar la máxima de no hablo, no veo y no escucho en torno del crimen organizado.
Carlos Coria, reportero
Excélsior, 27 de junio de 2009.
Ellos saben que quienes tienen el poder en algunas regiones de sus estados son los cárteles; incluso, en otros casos, los conocen. "No ver, no hablar y no escuchar nada" del tema, y encomendarse a algún santo, les ha ayudado a seguir como gobernantes o como aspirantes a alguna alcaldía para el próximo 4 de julio en las zonas donde convergen Chihuahua, Sinaloa y Durango
GUADALUPE Y CALVO, Chih.— Para los candidatos a la alcadía de este municipio chihuahuense, enclavado en el peligroso Triángulo Dorado del narcotráfico —también formado por los estados de Sinaloa y Durango—, es fundamental aplicar las tres máximas en torno a este delito para no morir en el intento: "No ver, no hablar y no escuchar nada" relativo al tema.
En esta localidad, en realidad, es común y de conocimiento popular las referencias a los sicarios, a los secuestros y a las extorsiones, así como a las de las personas que se dedican a la siembra, cosecha y tráfico de mariguana y amapola.
Sin embargo, nadie habla de ello en público. Así convive cada quien en sus respectivas actividades, sin meterse uno con otro, o como señala el alcalde suplente de extracción priista, Cesáreo Prieto: "El respeto al derecho ajeno es la paz", parafraseando irónicamente a Juárez.
En las campañas políticas las cosas no son muy distintas, aquí la agenda es marcada por los narcotraficantes, por sus sicarios, pero no lo hacen de manera directa, sólo con su presencia cuando algún candidato se atreve a mencionar algo sobre inseguridad.
Así lo explicó a Excélsior el candidato del PAN a la presidencia municipal de Guadalupe y Calvo, Ignacio Teodoro González Ramos, mejor conocido como Nacho González: "La cuestión de la delincuencia aquí, como en todas partes, es que es un tema que merece tratarse con mucha cautela y más en el ámbito electoral, porque si (uno) empieza a decir que los va a combatir, o que sabe quiénes son, prácticamente haga de cuenta que no amanece".
Acudimos a este municipio para entrevistar a los candidatos del PRI y del PAN para ser alcalde, Rubén Gutiérrez Loera y Nacho González, respectivamente, pero solamente se obtuvo el encuentro con el panista. El priista no "pudo" salir de la sierra cuando se visitó Guadalupe y Calvo, a pesar de la insistencia y los recados.
Lo piensan, mas no lo dicen
Luego de permanecer una semana en lo profundo de La Barranca, Nacho González dijo que no ha recibido amenazas de los narcotraficantes del lugar y ni siquiera ha tenido algún acercamiento con ellos. "Es más —se ufanó—, desde que empezamos la campaña no hemos escuchado un solo disparo". Pero aceptó que el tema está vedado en su campaña.
Guadalupe y Calvo está ubicado en el Triángulo Dorado del narcotráfico, ya que hace vértice en lo más profundo e inexpugnable de la Sierra Madre Occidental con los estados de Durango y Sinaloa. Se encuentra a 400 kilómetros al sur de la ciudad de Chihuahua, pero llegar hasta la cabecera municipal toma seis horas a buen paso, porque lo sinuoso del camino obliga a los conductores a promediar 60 kilómetros por hora. No es todo, de ahí a Tuayana, la comunidad más alejada en lo profundo de La Barranca, se hacen 12 horas y así es todo este territorio.
La orografía y lo alejado de las principales ciudades de Chihuahua han hecho de esta región el lugar ideal para la siembra, cosecha y trasiego de enervantes, los cárteles se han organizado de tal manera que controlan todo lo relacionado con la delincuencia e, incluso, con las actividades gubernamentales y del comercio.
Se habla sólo de la policía local
De regreso a las tres máximas para hacer política en esta región, se recuerda que si alguien se opone es asesinado, como ocurrió con el alcalde Ramón Mendívil Sotelo, acribillado en febrero pasado junto con su guardaespaldas, el director de la Penitenciaría local.
El panista Nacho González evadió hablar sobre el asesinato, pero explicó: "Realmente cuando me ofrecieron la candidatura sí batallé para tomar la decisión; en primer lugar, porque la familia es la primera que dice que no tengo necesidad de andar en eso y que qué ando buscando. Yo ya casi era candidato y luego, como se oye hablar mucho de eso (el asesinato), el temor de ser candidato es cierto, y luego de ver la posibilidad de que le vayamos a ganar al que siempre ha estado en el poder, podría conllevar un riesgo (extra)".
Hizo referencia a lo anterior porque en Guadalupe y Calvo siempre ha ganado el PRI, por el control que ha tenido sobre las etnias tarahumaras y tepehuanes a base de hambre, miseria y educación, porque "fuera de la cabecera municipal los recursos no llegan", acusó.
Y no se trata de una revelación, el panista, desde el comienzo de su campaña, habló con su dirigente estatal, Cruz Pérez Cuéllar, del peligro que corre por ser de oposición en esta región, pero éste le respondió: "Si comparas a Juárez con Guadalupe y Calvo, en Juárez matan en un día a los que en Guadalupe y Calvo ejecutan en un año... pero no deja de ser peligroso".
Y bueno, pues tuvo que entrarle, pero con acotaciones. González no trata el tema del narcotráfico ni sus derivaciones como el secuestro, las extorsiones y la corrupción. "En campaña, en cuestión de seguridad tratamos el tema de la policía municipal, nada más".
"Lo otro (narcotráfico) —continuó— es algo que ni siquiera por aquí hay que tratarlo. Y si por ahí le comentan a uno, pues no, generalmente uno responde que eso no lo manejamos porque se trata de delitos federales, ministeriales o de los militares. Nos limitamos a decir a la gente que vamos a tener una policía municipal que garantice la tranquilidad de los ciudadanos y que la vean como unos amigos."
En esta parte de la entrevista es donde advierte con mayores reservas: "(Respecto del narcotráfico) hay que aplicar la máxima de no hablo, no veo y no escucho. Es un tema que yo lo he escuchado poco, inclusive, en los gobernadores. Está difícil, a lo mejor ellos tienen sus estrategias pero no las dicen y menos aquí en estas regiones de la sierra".
2010-06-27 05:00:00
“No conozco los cuernos de chivo y ni quiero conocerlos”
La familia del alcalde suplente de Guadalupe y Calvo le pidió que no asumiera el cargo, debido a que temen que corra la misma suerte que su antecesor
Carlos Coria GUADALUPE Y CALVO, Chih.— Ser alcalde de uno de los municipios más pobres, atrasados y violentos de Chihuahua no es nada fácil, advirtió el presidente municipal suplente, Cesáreo Prieto.
Él habla sobre el suelo que le tocó gobernar: "El hecho de estar en una región serrana donde colindamos con Sinaloa y Durango, el famoso Triángulo Dorado, entonces, yo en lo personal no quiero, no me consta de que yo haya visto algo así —narcos— (sic) , pero (hay) varios rumores, se oyen de que debido a esa situación surge el problema del narcotráfico. Yo no, como le digo, no me consta a mí esa situación.
"Yo necesitaría ver, ser testigo de esas cuestiones para decir, si es a través de eso, pero son cuestiones de que a nada nos conduce decir o confirmar una situación que no me consta (sic)", dijo el alcalde.
Los hechos ponen en evidencia esta situación y aquí están sobre la mesa: el pasado 17 de febrero, el alcalde priista de Guadalupe y Calvo, Roberto Mendivil Sotelo, fue acribillado junto con su escolta cuando salía de la ciudad de
Chihuahua rumbo a este municipio.
El asesinato fue cometido mediante una emboscada y con armas de fuego AK–47, rifles de asalto conocidos como cuernos de chivo. Hasta el momento, las autoridades no han esclarecido el crimen. Tras el atentado, quien debía suplir a Mendivil Sotelo era la enfermera Martha Isela Peinado Castañeda, pero ella simplemente declinó asumir el encargo.
Entonces, el cabildo nombró al regidor de Hacienda, Cesáreo Prieto Vega, maestro indígena de origen tarahumara, como alcalde suplente, quien asumió a pesar de que su familia se opuso, debido al ataque contra su antecesor.
"Sí, mi esposa y mis hijos me dijeron "no aceptes, no te arriesgues", y yo, queriendo o no queriendo, les expliqué que ya cuando a uno le toca siendo alcalde o no, tarde o temprano vamos a donde vamos", relató.
Guadalupe y Calvo fue ubicado desde el año pasado por la Secretaría de Desarrollo Social como uno de los municipios más pobres del país y del mundo, donde aún mueren de hambre principalmente niños y mujeres indígenas tarhumaras y tepehuanes.
El alcalde suplente es también indígena tarahumara, de 54 años, y conoce esta situación, y esto fue lo que lo motivó a asumir el cargo, a pesar de que esto conlleva el riesgo de perder la vida frente a los narcotraficantes que son simple y sencillamente el poder en estas regiones de la sierra de Chihuahua.
A Excélsior, en la ciudad de Chihuahua, a donde acudió a gestionar recursos, los cuales le fueron negados porque "el presupuesto ya se acabó y estamos en elecciones", el profesor Cesáreo Prieto habló de su encomienda: "Yo nunca pensé estar en esta responsabilidad, pero las cuestiones que sucedieron son por situaciones del que está allá arriba —y señala hacia el cielo—, porque la suplente renunció y, por acuerdo de cabildo, me nombran a mí cuando era regidor de Hacienda. Yo no me esperaba este cargo tan importante, con tanta responsabilidad".
—¿Cómo trabajar frente al narco?
—A pesar de tanta situación que está prevaleciendo en los municipios y en el estado, que de una u otra manera interfiere o impide trabajar de forma más abierta, con más ánimo, sabemos que es una situación que no nomás el municipio tiene la responsabilidad de superar, es un tema a nivel nacional —tras hablar guardó silencio como para repasar que lo que dijo no lo haya comprometido—.
Pero confiesa: "Se han dado casos, pues sí, porque no vamos a decir que no es inseguro. Yo, en lo concreto, me he dedicado a sacar mi trabajo.
"No me gusta meterme en las vidas ajenas y me gusta respetar a las familias ajenas para tener la misma corresponsabilidad. Situación que de una u otra manera me ha servido", explicó al tratar de referirse a la manera de gobernar una zona en donde opera el crimen organizado.
—¿Pero cómo evitar los peligros de ser alcalde de este lugar —se le insistió—?
—Todo depende de cómo se conduzca uno, cómo se relacione uno con la sociedad.
Dijo contundente: "Como alcalde sé hasta dónde meterme y hasta dónde no".
—¿Pero si los narcotraficantes se meten con las autoridades o la gente del pueblo?
—Hasta donde ahorita sé, también parece ser que ellos se dedican a su trabajo. No se meten tanto de lleno hacia acá. En el tiempo que yo estoy (como alcalde), no me consta que alguien esté involucrado. Sí hay cierto respeto, ellos a lo suyo y nosotros a nuestro trabajo.
Y dijo una frase, máxima o regla, que es relevante para las autoridades en los municipios serranos de Chihuahua frente al narco: "(uno debe) meterse nada más en lo que es el trabajo, no tengo nada que hacer en otras cosas que no me competen".
Regreso a clases
Seguro de su gestión en el "proyecto del finado y salir con buenas cuentas el próximo 9 de octubre", el maestro indígena comentó:
"Hasta el momento no me han amenazado y ni quiero. Soy maestro, jefe de sector, terminaré el 9 de octubre y me reintegro a mi trabajo, que no es más tranquilo que este, porque la inseguridad está en todos lados, como maestros tenemos que visitar las escuelas y hay escuelas muy lejanas, es una cosa semejante (al ayuntamiento), pero en otro sentido".
Y con una timidez propia de la etnia tarahumara, reservado, discreto y seguro de sí sentenció: "No me gusta meterme en las vidas ajenas, en las actividades ajenas y, hasta ahorita, gracias a Dios, ni mi familia ni yo hemos tenido alguna observación que ponga en riesgo la vida.
"Fíjese que no conozco los cuerno de chivo... y ni quiero conocerlos", agregó.
2010-06-27 02:53:00
Para hacer campaña en Badiraguato 'hay que tener amigos'
En el municipio donde nació El Chapo, los aspirantes no usan guardaespaldas; admiten que sí se siembra droga, pero que se debe a la pobreza de la gente
Rafael González BADIRAGUATO.— En la cuna de los capos más famosos del país, los candidatos a cargos de elección popular no requieren de seguridad personal, pues su única "arma", como ellos dicen, es la simpatía, amistad y ganas de servir a su pueblo.
Admiten que suben a la sierra y pueden pasar hasta 15 días incomunicados, sin bajar a la cabecera municipal de Badiraguato, donde tienen su casa de campaña.
En medio de cientos de pequeños poblados, algunos con apenas cinco casas, dos candidatos a alcalde y dos a diputado hacen campaña para ganarse la voluntad de los votantes con miras a este de 4 julio.
Saben que ahí, en las comunidades, está el voto duro, más que en la cabecera, por lo que allá van casi todos los 36 días de campaña.
Hay pobreza y mucha de la gente se dedica a sembrar y cultivar enervantes como una forma de sobrevivir, reconocen quienes hoy luchan por representar a Badiraguato en el gobierno municipal o en el Congreso local.
En entrevista exclusiva con Excélsior, el ex priista Érik Enrique Lazcano Portillo, aspirante a esta presidencia municipal por la coalición Cambiemos Sinaloa, formada por PAN, PRD, PT y Convergencia, argumenta que mucha gente puede dedicarse a esta actividad ilícita como un mal necesario. Para acabar con la situación hay que generar más empleos, estima.
Justifica que "cuando no hay empleo, uno tiene que buscar la manera de hacerse de recursos, porque hay enfermedades y cuesta caro enfermarse en la sierra. Entonces tienen que dedicarse a algo, es un mal necesario".
Entrevistado en la sindicatura de San José del Llano, a más de dos horas de la cabecera municipal, consideró que no será fácil cambiar la imagen de la cuna de narcos famosos, pero cree que sí se puede, con trabajo y esfuerzo.
"Tenemos que trabajar con proyectos y alternativas diferentes para que vean que definitivamente la gente es trabajadora, que hubo quien nació y creció en Badiraguato... cada quien busca la manera de cómo sobresalir."
La clave, dice el ex director de Obras Públicas de la actual administración, está en impulsar la educación y los proyecto productivos, para que los jóvenes tengan oportunidades, lo que traerá más desarrollo a la región.
Seguridad no es tema primordial
El que Badiraguato forme con municipios de Chihuahua y Durango el llamado Triángulo Dorado no le preocupa. La gente "trabaja de lo que pueda trabajar y le hacen su luchita. Lo que tenemos que hacer los gobiernos es buscar e impulsar proyectos para que la gente ya no se dedique a hacer eso; (hay que) sacar proyectos alternativos".
Pese a la imagen del municipio, el tema de la seguridad no es primordial en la campaña, pues esta zona se ha mantenido con una de las tasas más bajas de ejecuciones en la entidad.
"Es un municipio que ha sobrellevado eso, pero al final lo que tenemos es mala fama, nada más. Si ustedes recorrieran las comunidades, se darían cuenta de la calidad y sencillez de la gente", afirmó Lazcano Portillo, quien para hacer proselitismo no lleva escoltas.
"En Badiraguato no ocupamos seguridad, porque nos conocen en la mayoría de los ranchos; si usted va a la sierra, puede ir solo y la gente lo atiende, independientemente de a donde vaya, pero si usted llega golpeando, echando lo que no debe echar, pues la gente va a responder", afirma.
El aspirante informó que en 31 días de campaña ha logrado visitar 150 localidades serranas. Afirma que el tiempo no alcanza para recorrer las más de 300 comunidades. "Tenemos que hacer las reuniones más cortas y a veces tenemos que dejar a mucha gente plantada (...) y si nos paramos a comer, llegamos tarde a otra localidad y luego a la otra".
El candidato por la coalición que también postula a Mario López Valdez, Malova, dice no temer de algún atentado, pues su pasado lo respalda. "Tú sabes que nadie te va a hacer nada si no hiciste nada malo. Entonces nosotros no tenemos ningún temor, vamos de arriba a abajo.
Teófilo Medina Araujo, candidato a diputado por el Distrito 11, señala que para hacer campaña aquí hay que tener amigos, porque sólo así se pueden recorrer los caminos a altas horas de la noche. "La limitante es que son muchas las comunidades, pero hemos tratado de recorrerlas todas".
Su tierra sí ha sido cuna de narcotraficantes, reconoce, pero hoy es un municipio tranquilo y su gente muy hospitalaria. "El problema es que hay mucha pobreza, pero gente buena sí hay".
El Cheto, como es conocido en los pueblos, afirma que la manera de acabar con la siembra de droga como modus vivendi es traer proyectos de oportunidad a comerciantes, ganaderos y campesinos.
"Sabemos que en la sierra no se vive de otra cosa (siembra y cultivo), la gente es ganadero, agricultor, vive muy apenas, por eso queremos traer programas para que vivan mejor."
El ex priista no trae seguridad personal. Dice que su chaleco antibalas es la confianza de la gente y el trabajo que ha hecho por su tierra.
Es difícil ir a la sierra... y más salir
BADIRAGUATO.— Enclavadas en lo inhóspito de la sierra, en cientos de pequeñas comunidades casi incomunicadas también se hace política.
Los candidatos circulan entre veredas, voladeros y caminos de terracería por horas para llegar a localidades de menos de cien habitantes.
Por estos senderos también circulan camionetas de lujo de modelo reciente. El Ejército estableció aquí una base especial con seis mil 500 soldados para cuidar a poco más de 40 mil habitantes en todo el municipio.
Es la tierra de los grandes capos de la droga en México y quizá en el mundo. Aquí nacieron Joaquín El Chapo Guzmán y los Beltrán Leyva.
Este municipio, que ocupa el tercer lugar estatal en extensión, tiene una población de más de 42 mil habitantes, según el Conteo de 2005. Tiene 530 comunidades, la mayoría en la sierra. Hasta ahí sólo los militares ingresan, ninguna otra corporación.
Pero los dos candidatos a alcalde y dos aspirantes a diputado sí van a la sierra y hacen campaña política.
"Yo digo que aquí 90% de las personas de la sierra se dedican a la siembra de droga como una manera de sobrevivir", dice un habitante, mientras guía el camino para llegar adonde sería mitin.
Afirma que, ante la pobreza, desde hace décadas muchos habitantes han tenido de buscar la manera de sobrevivir, y ésa ha sido la siembra de droga.
Nadie lo hace por gusto, acota, sino como una manera de sobrevivir, porque no hay trabajo en esas comunidades, hay mucha pobreza.
Pero apela sobre la mala fama: "Nosotros no tenemos la culpa de que algunos grandes capos hayan nacido en Badiraguato".
No es fácil llegar a San José del Llano, sindicatura de unos 500 habitantes, pero tampoco es fácil salir.
Lo saben los serranos. El mes pasado un niño fue picado por un animal. Lo difícil del camino impidió su trasladado rápido a un hospital de Culiacán y murió. Aquí tampoco hay hospital; apenas una clínica de salud.
Por aire tampoco se puede hace mucho, pues la pista cercana al pueblo la destruyeron los soldados.
Van pueblo por pueblo
Se requiere de más de dos horas para llegar. Por la Sierra Madre Occidental, llena de caminos angostos, ríos y zonas boscosas se llega o se sale de San José del Llano.
Los militares patrullan constantemente por los pueblos y veredas e instalan retenes en los caminos de terracería. Se trata de inhibir el trasiego ilegal de armas y drogas.
Hay más de 500 comunidades y los candidatos tratan de recorrer pueblo por pueblo. Duermen donde se acaba el día y empieza la noche. Con los vecinos desayunan, comen y cenan y, en ocasiones, en los vehículos. El tiempo no alcanza para más.
Aquí los recursos se eficientan. El dinero alcanza para imprimir pendones, calcas y abanicos y distribuirlos en pueblos y en la cabecera.
En los ranchos pequeños los amigos consiguen un lugar para reunirse, un equipo de sonido y convocan a todos los habitantes, pues no hay medios de comunicación ni llegan los periódicos.
2010-06-27 05:00:00

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