3 jun 2011

Discurso Del Ministro Juan Silva Meza

Discurso   Del Ministro Juan Silva Meza,
Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Naciónm este viernes 3 de junio de 2011.
Señor Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, maestro Felipe Calderón Hinojosa; señor Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, licenciado Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Las ocasiones que presentan una oportunidad para hablar acerca de un acontecimiento que cambia la historia del Poder Judicial de la Federación han sido escasas. Ésta es una de ellas.
Debemos resaltarlo: el acto que da origen a esta Ceremonia representa el inicio de un cambio de gran envergadura; un acontecimiento que modificará trascendentemente la cara del Poder Judicial de la Federación.
Celebramos la Reforma Constitucional porque implica que el juicio de garantías, institución ligada también a los mejores momentos de nuestra historia, se actualiza para contribuir a la construcción de un mejor futuro para todos.
El alcance de la Reforma Constitucional en esta materia, no puede leerse separada de otra gran Reforma Constitucional que ha sido aprobada recientemente por el Constituyente Permanente.
En efecto, junto con la Reforma Constitucional en Materia de Derechos Humanos, la que contiene el nuevo marco jurídico del juicio de Amparo representa un cambio sin precedentes para el sistema jurídico mexicano en general y, en particular, para el sistema jurisdiccional Federal.
La aplicación de las dos reformas constitucionales iniciarán una transformación sin precedente para la Judicatura Federal. Los informes que ahora se rindan ya no serán iguales. Se deberá informar cómo se han protegido los derechos en las sentencias, no sólo cuántas, ni en qué sentido han sido nuestras resoluciones.
Es, precisamente, por esa afinidad que, desde un punto de vista temporal, la Reforma también encuentra resonancias afortunadas con recomendaciones que hemos recibido, con frecuencia, a veces, desde la comunidad de las naciones.
Recientemente, la Relatora Especial para la Independencia y Autonomía de los Jueces de la Organización de las Naciones Unidas realizó una serie de observaciones dirigidas a fortalecer a la Judicatura mexicana.
La Reforma Constitucional en Materia de Amparo, alineada con muchas de esas recomendaciones, redundará en una mayor legitimidad social del trabajo de Judicatura Federal y, con ello, en una mayor independencia y libertad  en su desempeño.
Se quiere que la institución de Amparo vuelva a su origen: la prestación de un servicio público de importancia capital para el buen funcionamiento de la República democrática, para evitar los abusos del poder, para garantizar nuestro régimen de libertades.
Desde el Poder Judicial de la Federación, nos hacemos cargo de que la Reforma  reconoce el trabajo honesto, profesional, objetivo, independiente e imparcial, que día con día se realiza por los jueces, magistrados y ministros.
La Reforma, sí, nos  otorga nuevas herramientas, nuevas armas para atender los reclamos de justicia de la sociedad, en el marco de la Constitución y las leyes.
El texto constitucional pone en las manos, probadas, de la Judicatura Federal, los nuevos procedimientos. A esa confianza del poder revisor de la Constitución, en el Poder  Judicial de la Federación responderemos.
Los titulares de nuestro Poder Judicial debemos estar preparados para estar a la altura de las nuevas reglas constitucionales que nos exigen una nueva forma de ser, una nueva forma de actuar. Y esa renovación sólo podrá sostenerse en un compromiso democrático, permanente, que exprese una sensibilidad, también, reforzada.
Habremos de privilegiar la actualización y la capacitación. La sociedad no espera menos de nosotros.
Precisamente, la legitimidad social de la función judicial es el objetivo fundamental de la Reforma, pues entre otras cosas busca, ampliar el espectro protector de los derechos humanos. De hecho, la múltiple lista de bondades contenidas en el texto reformado debe leerse como apuntando a esa meta.

El juicio de Amparo será más ágil y más accesible para los individuos. Por eso, reconoce el interés legítimo, como detonante de la actividad jurisdiccional. El nuevo texto constitucional ordena que el acceso a la justicia federal sea más amplio, más abierto, no restringido, no exclusivo, no excluyente.
Una de las críticas sociales más añejas a la institución tradicional del Amparo, es atendida. Ahora, la Suprema Corte de Justicia de la Nación podrá declarar la inconstitucionalidad de normas generales.
Con este mecanismo, los beneficios de la impartición de justicia y de la protección constitucional alcanzarán a toda la sociedad, y no sólo a aquellos que cuentan con más recursos para defenderse.
En resumen, la Reforma Constitucional en Materia de Amparo representa la construcción de un nuevo paradigma para la actividad jurisdiccional Federal. La Judicatura existe para defender, antes que otra cosa, los derechos humanos de las personas.
Los jueces Federales tendremos que hacer valer los derechos humanos contenidos en los tratados internacionales, que nos protegen a todos. Al hacerlo, confirmaremos nuestra pertenencia como miembros de la comunidad internacional, respetuosa de ese ideal.
Señoras y señores:

La reforma es un ejemplo del cambio nacional que los mexicanos debemos promover en forma incesante: un cambio para mejorar lo que hay que mejorar, atendiendo a las necesidades y exigencias de la sociedad. Un cambio que aumenta las cargas, las responsabilidades y deberes para las autoridades, no para los individuos. Para ellos, la mejor y efectiva protección a sus derechos.

Ésta es la base del Estado democrático y libre que estamos empeñados en consolidar. Nuestro nuevo régimen constitucional en Amparo, así lo recuerda. Su aplicación por parte de todos los titulares del Poder Judicial de la Federación, sólo tendrá ese objetivo.

De eso estamos seguros.

Muchas gracias.

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