- 3 claves para que el próximo Google nazca en América Latina/Adriana Noreña, es directora para Google Hispanoamérica. Es licenciada en Administración de Empresas de la Universidad Icesi de Colombia, y posee un MBA en el Babson College (USA) y un Master en Tecnología en el MIT.
Publicado en CNN
| 26 de abril de 2013;
La
historia de la humanidad, y sobre todo la de América Latina, es una historia de
limitaciones y de superación. Como individuos y como sociedad luchamos y
trabajamos permanentemente para franquear obstáculos, transformando la realidad
para crear mejores condiciones de desarrollo.
Esta
dialéctica constante entre limitación y superación atraviesa hoy una realidad
única en la historia. Entrando al siglo XXI y gracias a las tecnologías de la
información (TICs), cada uno de nosotros tiene al alcance de su mano una
cantidad de conocimientos y de herramientas que nos brindan un poder y un
potencial sin precedentes.
Sin
embargo, este poder muchas veces se ve frustrado porque las condiciones no
permiten darle una dimensión transformadora. Aquí es donde las TICs tienen un
importante rol y por eso debemos ubicarlas en el centro de una estrategia de
desarrollo como sociedad.
El
Global Information Technology Report (GITR) presentado esta semana en el Foro
Económico Mundial de América Latina confirma, una vez más, que la adopción
masiva de servicios digitales y de las tecnologías de la información es un
motor clave que acelera el crecimiento y contribuye a la creación de empleo.
Según
datos de Booz Allen y Hamilton, citados en el informe, a pesar de las
condiciones económicas mundiales desfavorables, la digitalización habría
aportado USD 193.000 millones de dólares al Producto Interno Bruto mundial y 6
millones de empleos en el año 2011.
En
países tan diferentes como el Reino Unido y Corea del Sur, Internet ya
contribuye a más del 7% del PIB, pero en América Latina esa contribución es
solamente de alrededor del 2%, según un informe de McKinsey de 2011.
Esto
debe interpretarse como una gran oportunidad para hacer crecer la contribución
de Internet a las economías de los países de la región. Un ejemplo de esto es
el impacto de Internet sobre el empleo: según el GITR, en el año 2011, las
regiones que más se beneficiaron de la generación de empleo a partir de la
digitalización fueron Asia oriental, Asia del Sur y América Latina, con más de
4 millones puestos nuevos creados.
¿Cómo
podemos recorrer este camino de crecimiento en América latina? A través de la
innovación, que forma parte del ADN de Internet. Un pequeño grupo de empresas
disruptivas y de emprendedores en la región ya están liderando este movimiento.
No obstante, es hora de pasar a la siguiente etapa y atar esta innovación a las
raíces de nuestras economías, como parte de nuestra estrategia de desarrollo.
Buenas bases nos permitirán hacer realidad todas las ideas de negocios que
Internet ha hecho posibles y crear grandes empresas nacidas de la nueva
economía, al mismo tiempo que las PyMEs de nuestros países acceden a la
oportunidad de crecer y de transformarse en empresas globales rápidamente.
Una
agenda común
Los
pilares del crecimiento en la era digital
Hay
algunos pilares sobre los cuales debemos trabajar para crear las condiciones
que facilitarán el crecimiento en esta era digital: la mejora de la
infraestructura, la educación y la promoción de las políticas de Internet
abiertas. Esto sólo es posible con un esfuerzo conjunto de los sectores
público, privado y la sociedad civil.
1.
Mejor infraestructura: Con mejoras en la infraestructura, se podrán crear
nuevos servicios y aplicaciones que beneficiarán a los consumidores, los
emprendedores, las empresas y los gobiernos. Esto contribuirá a que nuestras
sociedades sean más equitativas.
La
infraestructura no se refiere solamente a la disponibilidad de equipamiento,
sino también a garantizar un acceso genuino, reduciendo los costos de banda
ancha -fija y móvil-, facilitando los pagos en línea y permitiendo capitalizar
el potencial de los dispositivos móviles que hoy permiten desde hacer negocios
en movimiento hasta superar limitaciones físicas a través de desarrollos con
tecnologías abiertas.
2.
Desarrollo de la educación: En el área de educación, una de las prioridades es
el fomento de nuevos talentos mediante alianzas entre el sector público y el
privado, entre el empresariado y el sector académico.
Abundan
ejemplos donde este tipo de cooperación es fructífera: el éxito de Silicon
Valley se debe en gran parte a su proximidad entre universidades de prestigio
como Stanford y las empresas allí instaladas, una cercanía no solo física sino
también de alineación estratégica que potencia los esfuerzos de las
universidades y del mundo de los negocios.
Modelos
similares surgen en América latina con el Instituto de Altos Estudios
Empresariales en Argentina, el Instituto Tecnológico de Monterrey en México y
la Universidad Adolfo Ibáñez en Chile, que trabajan en colaboración con el
sector empresario para estimular la investigación y el desarrollo.
Debemos
además ser capaces de catalizar la investigación básica porque apenas estamos
conociendo los desafíos que nos impone el siglo XXI; sabemos que será un
período fascinante pero que tendremos que enfrentar nuevos modelos de
pensamiento y de investigación.
Parte
de la educación entendida en sentido amplio es también participar en
iniciativas público-privadas que pueden fomentar el crecimiento de la economía
Web, educando al pequeño empresariado y a los emprendedores. “Conecta tu
Negocio” por ejemplo, es una iniciativa público-privada, impulsada por Google y
los gobiernos de diferentes países, que ya se ha puesto en marcha en 20 países,
incluyendo Brasil y México. En este último, 59.000 empresas locales ya lograron
ponerse online a través de este proyecto en poco más de un año.
3.
Políticas públicas: El principal reto en cuanto a políticas públicas es el de
garantizar una Internet inalámbrica de alta velocidad, a costos asequibles y
abierta. A esto se suma la necesidad de contar con marcos regulatorios de
Internet más claros y actualizados, que permitan generar más contenido local y
potencien los negocios online. Internet no es la solución mágica a los
problemas del mundo, pero ha demostrado ser una parte clave del desarrollo
económico, social y político.
Como
latinoamericana, estaría muy orgullosa de que el próximo Google naciera en
América Latina o de que las próximas compañías que se integren al Nasdaq surjan
de nuestra región. Pero sobre todo, de que veamos cómo nuestra innovación se
traduce en mejores condiciones para nuestros habitantes. Internet es una
tecnología disruptiva y horizontal, en su naturaleza está el acceso y la
colaboración, por eso confiamos en que su integración nos lleve a todos a un
próximo nivel de desarrollo. Es hora de trabajar juntos en hacer realidad este
potencial.
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