Conferencia
Magistral: “Mexico’s moment: structural reforms, democratic governance and
global
Presidente Enrique Peña Nieto
19 de junio de 2013
Muchísimas
gracias.
Muy
buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Es
un privilegio y un gran honor para mí el poder estar aquí, en Chatham House,
con una gran tradición y espacio para poder compartir con esta muy distinguida
audiencia, lo que está ocurriendo en México, después de que esta Administración
iniciara hace seis meses.
Poder
compartir con ustedes el clima político que hay en nuestro país, donde hemos
venido consolidando nuestra democracia y cómo desde la democracia estamos dando
pasos importantes para realmente impulsar el desarrollo y el progreso de
nuestro país.
Le
quiero agradecer al doctor Robin Niblett su hospitalidad y sus palabras de
bienvenida.
Y,
sin mayor preámbulo, permítanme dar paso, precisamente a la presentación que he
elaborado para poder compartirla con ustedes.
Y,
posterior a ello poder estar, también, en condición de poder responder algunas
de las preguntas que tuvieran.
Agradezco
la presencia de muy distinguidas personalidades del ámbito académico, del
ámbito diplomático que hoy están aquí presentes.
Aprecio
mucho su presencia y oportunidad de compartir con ustedes estos temas.
Este
espacio, sin duda, refleja un especial interés por conocer la transformación
que hemos iniciado en nuestro país.
Lo
entiendo, esta invitación, también, como un reconocimiento al compromiso que
todos los mexicanos tenemos por construir un país más moderno, productivo y
desarrollado.
Por
largo tiempo, el amplio y el diverso potencial mexicano se ha quedado sólo en
eso, en una posibilidad.
Y,
por eso es que hoy estamos dando pasos muy importantes para impulsar la transformación
de nuestro país.
A
pesar de los importantes avances en el ámbito de nuestra macroeconomía, de la
estabilidad de nuestras instituciones y del vigor de nuestra democracia, México
no ha logrado que esto se traduzca en mayores niveles de vida para su población.
Hay
grandes desafíos que superar: la inseguridad, la violencia que ha minado la paz
y la libertad en algunas comunidades del territorio nacional.
Somos
irónicamente un país que crece a dos velocidades: Un México de progreso y
desarrollo, pero, también, hay otro México que va más rezagado y que vive en
mayor atraso.
Hoy,
todavía, somos una Nación donde parte importante de la población carece de las
condiciones necesarias para el goce efectivo de sus derechos, que es el
objetivo central en el que mi Gobierno está trabajando y se está ocupando: el
asegurar que los derechos que consagra nuestra Constitución tengan vigencia
plena, se materialicen y sean una realidad en todos los mexicanos.
Hay
un gran número de mexicanos que viven al día preocupados por la falta de empleo
y oportunidades, porque el país no ha crecido lo suficiente en las últimas tres
décadas.
Y
precisamente, a partir de este panorama y del deseo de todos los mexicanos por
cambiar esta condición, es que hoy tenemos la oportunidad histórica para
transformarnos internamente y consolidarnos como una potencia económica
emergente.
Estoy
seguro de que las circunstancias están dadas para conseguirlo. Y, por ello, es
que sentimos, es el momento de México.
Si
bien aún tenemos condiciones de Gobierno sin mayoría en el Congreso, hoy a
diferencia de otros momentos en nuestra historia reciente, existe una amplia
coincidencia sobre qué tenemos que hacer para superar los momentos de
adversidad y, realmente, poder detonar el enorme potencial que tiene nuestro
país.
Tenemos
un gran consenso de que no hay tiempo que perder, y que México no puede seguir
posponiendo reformas fundamentales. Hay, también, un importante respaldo social
de especialistas, de organizaciones de la sociedad civil para concretar las reformas
que el país necesita.
Los
mexicanos estamos listos y decididos a perfeccionar una democracia, que si bien
es sólida en sus instituciones y en sus procesos electorales, aún no logra
traducirse en una democracia de resultados mayores, de resultados que,
realmente beneficien e impacten la calidad de vida de todos los mexicanos.
También,
advertimos que éste no es, quizá, un problema único y exclusivo de los
mexicanos. Es un problema donde hoy advertimos en distintos escenarios
mundiales o globales, cómo el clima de diversidad y de pluralidad política que
se vive, ha propiciado polarización.
Y
por eso en México, reconociendo nuestra pluralidad, nuestra diversidad, las
naturales diferencias políticas que se tienen entre las distintas fuerzas
políticas y, sobre todo, entre distintos sectores sociales, reconociendo esta
condición propia de toda democracia, hoy estamos resueltos a dar pasos en favor
de la transformación y del cambio que permita acelerar nuestro crecimiento
económico y nuestro desarrollo social.
Al
inicio de mi Administración claramente señalamos cuáles son las grandes metas
nacionales en las que mi Gobierno estaría concentrando su esfuerzo.
En
primer lugar, claramente señalé que queríamos recuperar o queremos recuperar la
seguridad y la tranquilidad, que queremos trabajar por un México de paz. Y para
eso hemos instrumentado una nueva política en materia de seguridad,
precisamente para recuperar la tranquilidad de todos los mexicanos.
Un
segundo objetivo es el de un México incluyente. Un México que nos permita
revertir los escenarios de pobreza y de desigualdad que hay en nuestro país, y
que debo decir no es característica propia de México, sino especialmente de la
región de América Latina, el de tener escenarios de enorme desigualdad social y
que tenemos que contrarrestar.
Un
tercer gran objetivo nacional que se ha trazado mi Gobierno es el de asegurar
una educación de mayor calidad para todos los mexicanos, que permita,
especialmente a las nuevas generaciones, contar con las herramientas necesarias
para realmente ser parte de un mundo de mayor competencia, un mundo de mayores
exigencias y que se les dote de las capacidades y de las habilidades necesarias
para realmente insertarse en ese mundo de alta competencia.
Un
cuarto objetivo, el de un México próspero, que esto significa lograr, a partir
de cambios estructurales, el que México pueda lograr un mayor crecimiento
económico y de forma sostenida.
Y
en alcance a este objetivo es que hemos señalado que un énfasis en el que
habremos de prestar una mayor atención y dedicar políticas públicas para
asegurar este crecimiento económico de forma sostenida es en elevar la
productividad.
Ya
lo señalaba hace un momento, si bien es cierto que México tiene una condición
macroeconómica muy favorable, de estabilidad económica, también es cierto que
no hemos logrado crecer lo suficiente, ni para generar los empleos que el país
demanda y, sobre todo, el realmente ampliar las oportunidades individuales para
más mexicanos.
Y
cuál ha sido razón de esto.
La
productividad de nuestro país en las últimas tres décadas ha venido
disminuyendo.
Y,
por eso, hoy hemos apuntado dentro de las políticas o acciones para acelerar el
crecimiento económico, el elevar y no sólo elevar la productividad, sino
democratizar la productividad.
Y
eso significa que la productividad realmente se refleje en todas las regiones
del país, no sólo en algunas, para que el crecimiento de nuestro país sea
homogéneo, sea uniforme en todo el país y, también, que no sea privilegio de
unas cuantas empresas, sino que realmente se extienda, de manera particular a
las pequeñas y medianas empresas a donde estamos dedicando políticas
específicas para elevar la productividad de las mismas.
Quinto
objetivo. México no puede sustraerse del mundo en el que vivimos y asume su
responsabilidad global en favor de las grandes causas de la humanidad.
Quiere
trabajar en favor del desarrollo, en favor de la paz, en favor de la
prosperidad mundial.
Y,
por eso, México tiene clara conciencia de este papel que deberá jugar dentro
del orden global.
Queremos
ser un país promotor del libre comercio, garante de las inversiones que recibe;
una Nación solidaria, responsable que abandere la paz y el apoyo fraterno a la
comunidad internacional.
Éstas
son las cinco metas, las cinco metas del nuevo Gobierno mexicano. Integran una
visión realista, responsable, que está a nuestro alcance.
Son,
en conjunto, un propósito común que nos une por encima de cualquier diferencia
política o partidista.
Para
hacer realidad esta visión del país, al segundo día de haber iniciado la
Administración, el día 2 de diciembre.
Gracias,
y aquí tengo que hacer un público reconocimiento, a la responsabilidad y
voluntad de las principales fuerzas políticas de mi país, se concretó un gran
acuerdo nacional que hemos denominado: Pacto por México.
Se
trata de un consenso político que dio comienzo a una nueva etapa en la vida
democrática de nuestro país.
Una
etapa caracterizada por el diálogo, el entendimiento y el compromiso de darle
curso a los grandes cambios, a las grandes transformaciones que el país
demanda.
La
importancia de este Pacto radica en que los tres principales partidos políticos
de México: Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y
el Partido de la Revolución Democrática, junto con el Gobierno de la República,
decidimos privilegiar las coincidencias y ponerlas por escrito.
Acordamos
una agenda de trabajo de 95 puntos donde hoy tenemos un avance cercano al 50
por ciento, a partir de las reformas que hemos podido impulsar en estos
primeros seis meses.
Me
he de referir a una reforma, al apoyo dado para que se concretara una reforma
laboral, que flexibiliza el mercado laboral, da mayores facilidades para la
contratación, especialmente de jóvenes, que sin mayor experiencia se incorporan
al mercado laboral.
Una
reforma educativa que pone énfasis en alcance del tercer objetivo que compartí
con ustedes, en la calidad de la educación.
Una
reforma a la ley de competencia económica para favorecer una mayor competencia
en el sector de las telecomunicaciones y en otros ámbitos del desarrollo
económico de nuestro país.
Una
reforma a la ley de telecomunicaciones para favorecer la competencia dentro de
este sector, y poder garantizar a los mexicanos servicios en telefonía, en
televisión, en los servicios de banda ancha digital que realmente nos permitan
ser más competitivos y que estén al alcance de todos los mexicanos. Y que entre
los servicios ofrecidos haya competencia y mejores precios en la oferta que
tengan los distintos prestadores de estos servicios.
En
este Pacto por México debo decir que se acredita madurez de nuestra democracia,
se acredita civilidad política de sus integrantes, quienes han decidido que el
Pacto y su agenda acordada estén por encima de cualquier coyuntura.
Este
ánimo de unidad, el tener claridad en el rumbo y voluntad política para
anteponer los intereses de la Nación, nos han permitido avanzar decididamente
en diversas reformas transformadoras, a las que ya he hecho referencia.
Y
que, además, debo decir, todavía tenemos por delante una ambiciosa agenda de
trabajo que concretar y en la que estamos trabajando.
Además
de las reformas que ya he compartido con ustedes, la reforma en materia de
educación, la reforma en telecomunicaciones, la reforma en competencia
económica, está, también, trazada la ruta para lograr otras importantes
reformas.
Cuáles
son éstas.
Una
reforma financiera que permita incentivar un mayor nivel de crédito,
especialmente para la pequeña y mediana empresa, y para todos los mexicanos.
Ya
lo decía yo hace un momento, las instituciones financieras de nuestro país
tienen una condición de solidez financiera, pero que lamentablemente el nivel
de crédito con respecto al Producto Interno Bruto es bajo en contraste con el
que se tiene en otras naciones de mayor desarrollo y en otras con desarrollo
similar al de México.
Por
eso tenemos que incentivar el crédito y asegurar que el crédito como palanca
para el desarrollo económico esté a un mayor nivel de acceso entre los
mexicanos, que puedan accesar al crédito y que el crédito sea más barato.
Éste
es el alcance de la Reforma Financiera que debo diferenciarla de lo que será
también una Reforma Fiscal, que está inscrita en los acuerdos del Pacto por
México y que buscará el que tengamos y que éste será tema de las próximas
semanas, de los siguientes meses, una vez iniciado el próximo periodo
legislativo ordinario en nuestro país, en el mes de septiembre, una Reforma
Hacendaria que permita asegurar un régimen fiscal de impuestos justo,
simplificado, que revise las atribuciones fiscales entre los distintos niveles
de Gobierno, que permita cumplir con un principio de progresividad en el
impuesto; es decir, que paguen más quienes más ganan y que realmente esto
permita fortalecer la capacidad del Estado mexicano para atender las demandas
sociales.
También
está inscrita una Reforma Energética, donde partimos de importantes
coincidencias, fuerzas políticas y el Gobierno de la República.
Primero.
Que los hidrocarburos deben seguir siendo propiedad del Estado mexicano, que la
rectoría de la empresa nacional PEMEX debe ser del Estado mexicano, pero que
hay necesidad de elevar la productividad y de ampliar la infraestructura
instalada para explotar otras fuentes generadoras de energía.
Con
qué alcance.
Para
que los insumos energéticos, especialmente el gas natural sea más barato; que
realmente la electricidad, la energía eléctrica que consumen los mexicanos y
por la que pagan los mexicanos, también sea más barata.
Y
para lograr este objetivo será importante impulsar una Reforma Energética que
permita la participación del sector privado para ampliar esta capacidad
productiva de nuestro país.
Adicionalmente
está también inscrita una Reforma Política en la que estamos trabajando ya
dentro del Pacto. Esta Reforma Política busca hacer más eficiente el quehacer
gubernamental y fortalecer la influencia de los ciudadanos dentro de nuestro
sistema político.
Dada
la magnitud e importancia de esta reforma, ésta estará comprendida en tres
bloques de iniciativas que estamos trabajando ya en la mesa del Pacto por
México.
Primero.
Legislar las nuevas modalidades de participación ciudadana ya previstas en la
Constitución, como son: candidaturas ciudadanas, la iniciativa popular y la
consulta ciudadana.
Segunda.
Una reforma a las instituciones y procedimientos electorales, incluyendo una
ley de partidos.
Y
tercero. Una reforma al propio régimen de Gobierno que incluirá el debate sobre
temas como la reelección legislativa, gobiernos de coalición y la Reforma
Política al Distrito Federal.
Como
se puede observar, los alcances de esta Reforma Política ilustran la
disposición y apertura de los partidos políticos y del propio Gobierno de la
República para llevar a cabo cambios estructurales y reformas de fondo.
Señoras
y señores:
Cuando
decimos que éste es el momento de México, es porque hoy tenemos y estamos
aprovechando al máximo la oportunidad histórica de emprender una profunda
transformación nacional que detone el desarrollo integral de nuestro país en
las próximas décadas.
Contamos
con plena estabilidad macroeconómica, solidez institucional y un amplio
consenso político-social en favor de las transformaciones del país.
La
pluralidad y las legítimas diferencias ideológicas, lejos de ser un obstáculo,
han servido para impulsar los cambios que demanda nuestro país.
Las
circunstancias están dadas para mover y transformar a México.
Hoy,
México está optimista y esperanzado con los cambios que se están llevando a
cabo para impulsar el crecimiento, fomentar el desarrollo social y abrir
mayores oportunidades para todos los mexicanos.
Tengo
confianza en que el trabajo realizado en estos primeros seis meses acreditan la
voluntad de cambio que hay entre las distintas fuerzas políticas, compartida
con el Gobierno de la República.
La
disposición para que más allá de la coyuntura, realmente demos espacio a los
cambios y a los consensos que debemos lograr para la transformación de nuestro
país.
Los
cambios alcanzados hasta ahora nos permiten realmente o, más bien, resultan muy
alentadores y nos permiten realmente proyectar que en los próximos meses,
México seguirá impulsando importantes cambios estructurales que permitan,
realmente que en los próximos años México tenga un mayor desarrollo social y un
mayor crecimiento económico.
Creo
que el paso que México ha dado con el Pacto por México deja ver con toda
claridad que en democracia sí es posible obtener resultados y beneficios para
la población.
Que
la democracia no debe agotarse solamente en el ejercicio de una justa o
competencia electoral, sino que en democracia debemos abrir espacios para el
diálogo, para la construcción de acuerdos y, sobre todo, para la definición de
grandes objetivos en los que todos tenemos coincidencia.
El
Pacto por México es un elemento importante y de relevancia mayor dentro de
nuestra democracia. Más que tratarse de una mesa de negociación es, sin duda,
una visión compartida, insisto, con madurez y visión de las distintas fuerzas
políticas y del Gobierno de la República para realmente hacer los cambios,
impulsar los cambios estructurales y transformadores del México que queremos.
Por
eso, decimos: éste es el momento de México, porque lo estamos viviendo. No lo
estamos haciendo en el discurso. La proyección que hoy México tiene en
distintos órdenes y en distintos escenarios, es a partir de la concreción de
reformas que ya han tenido lugar y de las que nos proponemos llevar a cabo.
Yo
creo y espero que realmente éstas se materialicen por el bien de México y por
el beneficio de todos los mexicanos.
Yo
agradezco esta oportunidad de compartir con ustedes estas ideas, lo que está
ocurriendo hoy en nuestro país.
Muchísimas
gracias.
RESPUESTA
DEL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO A PREGUNTA ESPECÍFICA SOBRE LA REFORMA
ENERGÉTICA:
Creo
que lo he señalado. Lo que buscamos es ampliar la capacidad de PEMEX bajo la
base y sobre un consenso que tenemos con las fuerzas políticas y que tiene el
propio Gobierno de la República.
El
Estado debe mantener la propiedad de los hidrocarburos, el Estado debe seguir
siendo, mantener la rectoría sobre PEMEX, pero necesitamos ampliarla.
Y
creo que es claro que en la modernización y transformación de PEMEX está el
posibilitar la participación del sector privado. Ésta es, sin duda, una de las
metas y los alcances.
No
es, y aquí quiero dejarlo claramente señalado y subrayado: no se trata de
privatizar. Algunos han creído que la participación del sector privado es
privatizar. Al contrario. Una y otra vez he insistido y he declarado: el Estado
seguirá siendo propietario, dueño de los hidrocarburos del país, dueño del
petróleo, pero necesitamos ampliar su capacidad.
PEMEX
por sí mismo no tiene los recursos económicos suficientes para detonar y
desarrollar infraestructura para generar más energía.
Y
ya dije cuál es el objetivo. Si queremos tener gas más barato, si queremos
asegurar que la energía eléctrica sea más barata, que el gas natural para la
producción de nuestro país sea más barata, tenemos que ampliar nuestra
generación de energía y, por eso, tenemos que asegurar la participación del
sector privado, en mecanismos que además están probados ya en otras partes del
mundo, que sin perder la propiedad del Estado, el Estado sobre los
hidrocarburos, den esta facilidad y esta oportunidad
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