La
batalla del Zócalo
Nota
de Benito Jiménez
Reforma, 14 septiembre 2013.-
Desocupar al Zócalo de manifestantes generó una batalla de más de dos horas en
el primer cuadro de la Ciudad.
Las
tropas de la Policía Federal fueron blanco de una lluvia de cohetones, piedras,
palos, botellas, tubos y varillas lanzados por jóvenes anarquistas y
estudiantes.
De
la contención, los federales pasaron a la respuesta. "Órale cabrones,
sobre de ellos, todos juntos, salgan", gritó un federal a sus subalternos,
que bufaban del coraje, ante el ataque con rocas.
Los
uniformados tomaron las piedras y las regresaron a rajatabla.
De
los tubos aventados, los federales tomaron sus propias armas, a falta de
tolete.
La
Avenida 20 de Noviembre se convirtió en el primer campo de batalla.
Por
esta vía, a las 16:10, los maestros comenzaron a organizarse para abandonar el
Zócalo. "Vámonos, vámonos, sin provocaciones, sin agredir", gritaban
los maestros de la Sección 22 de Oaxaca.
Pero
entre ese grupo, se colaron los anarquistas, que declararon la guerra a los
federales a punta de petardos.
A
partir de ese momento, los estallidos de los cohetones, que detonaron en los
pies de los federales; el constante golpeteo de las pedradas contra los
escudos; y los tubazos a diestra y siniestra, fueron los sonidos más
constantes.
Los
enfrentamientos continuaron en las calles de El Salvador y Uruguay, donde las
Fuerzas Federales emplearon gas lacrimógeno contra maestros de la CNTE y
anarquistas. Parejo.
Los
profesores corrieron hasta Eje Central y su paso reclamaron a los encapuchados
manchar su movimiento.
"Si
te vas a partir la madre con los policías ve ahí, al cerco, no avientes piedras
y te escondas con nosotros; ve y hazlo solo", le dijo un maestro de
Tuxtepec a un esbozado, que lo aventó al suelo tras un empellón.
En
Izazaga, ya sin profesores en el bando inconforme, se presentó el intercambio
de piedras más intenso.
Aunque
la Policía Federal echó mano, primero, de dos tanquetas antidisturbios para
disparar chorros de agua para disuadir a quienes calificaron de rijosos, éstos
celebraron el baño de agua con gritos de júbilo.
"Échale
más adelante el camión, güey, los estás bañando, dispara el agua directo, para
abajo, directo", ordenó un mando a los operadores de las tanquetas, que no
conseguían disipar a la turba.
Para
colmo, a una tanqueta se le acabó el agua por lo que fue llamada una tercera y
de paso, un pipa para abastecer a las dos primeras.
No
obstante, entre el aguacero de piedras, los federales tenían un as bajo la
manga. Bolas de caucho.
"Son
unas bolitas muy pequeñas, pero si te ponen un buen madrazo", presumió un
federal, que siempre esperó la orden para su empleo.
Frente
al Claustro de Sor Juana, en Izazaga, los federales lograron su primera
detención. Un joven de short, tenis y playera, que fue pateado en las
espinillas y en el rostro.
"¿Te
diviertes aventando piedras verdad? Ahora acá también te vas a divertir",
le advirtió el policía que le aplicó un candado en el cuello, mientras lo
conducía a una ambulancia de la Policía Federal. Otros dos uniformados, dentro
de la ambulancia, le propinaron dos golpes al detenido que lo hicieron sangrar
de la nariz.
"Si
ya lo detuvieron no le peguen, ya no le peguen", gritaban ciudadanos que
presenciaron este hecho. Eran las 17:10 horas.
Las
escaramuzas se extendieron hasta Arcos de Belén y el Eje Central, donde los
policías persiguieron a los agresores, que se lograban escabullir en cada
embestida federal.
Aquí
el jefe "Ardilla" estaba a cargo. "Agarren a ese güey de rojo,
el de rojo, hay que partirle la madre a ese cabrón", ordenaba a sus
elementos.
Enfrente,
los jóvenes anarquistas mantuvieron el reto hasta después de las 17:30 horas.
"Órale,
arránquense cabrones, los estamos esperando", gritaron los encapuchados en
Arcos de Belén, frente al Registro Civil.
Los
federales regresaron a sus bases ante el abucheo de los varios ciudadanos.
"¿Para
eso les pagamos? ¿Para que huyan como cobardes? Órale, a trabajar",
reclamó un hombre desde una panadería.
'En
Guerrero eran más'
El
Comandante "Espartaco" de la Policía Federal, José Luis Solís, arribó
al Centro Histórico, por la calle de Izazaga antes del mediodía. La consigna ya
la tenía: desalojar el Zócalo a las 16:00 horas. Era la hora límite.
De
semblante duro, el recién condecorado por el Presidente Enrique Peña Nieto en
el Día del Policía Federal, se convirtió en el mariscal de campo de la Policía
Federal para limpiar el Centro Histórico de manifestantes.
Sus
elementos, de la Unidad de Restablecimiento del Orden Público de las Fuerzas
Federales de la Policía Federal, le pusieron al tanto. "Entre mil y mil 200
manifestantes, de ellos unos 600 portan palos y tubos, también cohetones",
le indicó un subalterno.
El
jefe "Espartaco", sonrió. "En Guerrero eran más, y los
quitamos", expresó en referencia a la manifestación de maestros de la CNTE
que bloqueó en abril la Autopista del Sol.
El
veterano para disuadir manifestaciones formó a sus tropas a las 14:00 en
Izazaga. Para entonces una comisión de interlocución puso un ultimátum a los
maestros para desalojar el Zócalo.
"En
dos horas", sentenció Enrique Galindo Ceballos, comisionado de la Policía
Federal, a su salida del Zócalo.
Desde
las 12:04 los maestros, principalmente de Oaxaca, llamaron a resistir su lucha
magisterial hasta el último momento.
Se
armaron con palos, tubos y hasta un trascabo.
Instalaron
barricadas en Venustiano Carranza, en sus cruces con 5 de Febrero, 20 de
Noviembre y Pino Suárez. "Si pudimos aguantar en 2006 el desalojo en
Oaxaca, que no podamos ahora", recordó un profesor.
Entre
los maestros se encontraban integrantes del Movimiento de Unificación y Lucha
Triqui Independiente (MULTI) así como normalistas, ceceacheros, estudiantes del
Poli y los autollamados anarquistas, encapuchados.
Uno
de ellos, de capucha roja y chamarra beige, contaba con seis cohetones a la
espalda. Estaba en Pino Suárez y Venustiano Carranza. A las 15:50, diez minutos
antes de la hora cero, este joven lanzó tres de sus explosivos al cerco de la
Policía Federal, que se encontraba en Uruguay.
Los
proyectiles de los cohetes cimbraron los escudos. La detonación mermó los oídos
de los federales que contraían la cara en cada estallido.
"Ahí
la va cabrones, los estamos esperando", gritaron en tono de festejo uno
los encapuchados.
Los
maestros llamaron a sus bases para la retirada. "Ni madres, pinches
maestros, nadie se va", reclamaron los estudiantes.
Con
Rubén Núñez, líder de la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca, al frente los
maestros determinaron abandonar el Zócalo.
A
empujones, y ante las primeras pedradas, los maestros encontraron en las calles
de El Salvador y Uruguay sus válvulas de escape para dejar atrás el gas
lacrimógeno.
'No
se me doblen'
"A
mi orden nos aventamos, a mi orden, nadie hace nada", gritaba
"Espartaco" al frente de sus elementos.
En
20 de Noviembre e Izazaga el comandante federal brincó entre jardineras para
llegar hasta la punta de su equipo.
Cuatro
federales lo encapsularon bajo sus escudos.
"Esto
se hace sin mucho ruido, esto es rápido, sin tanto rollo", dijo, irritado
por la intervención de la policía local, que le rompía el esquema en los
momentos más álgidos.
Los
cohetones lograban dispersar por momentos a sus elementos.
"Hey,
no se me doblen, no se me doblen, esas chingaderas sólo truenan", exigía
el jefe federal a cada arremetida de los jóvenes esbozados, principalmente con
piedras.
Los
encapuchados nutrieron su parque gracias a de sus compañeros. Uno partía tubos
y varillas con una segueta, mientras que otro, con un pico, sacaba las piedras
de las banquetas.
Para
el ataque también usaron botellas de vidrio, pedazos de teléfonos públicos,
anuncios viales, macetas, cables y trozos de coladeras.
"No
dejen de hacer la línea, no se dispersen, arriba el pinche escudo, no se
abran", ordenó otro mando federal ante el aguacero de objetos que se
estrellaban en cascos, escudos y hombreras de los federales.
Algunos
uniformados fueron atendidos por los tubazos en los brazos. Pero para entonces
el Zócalo ya había sido recuperado.
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Operativo
fue profesional.- Osorio
REFORMA
/ Redacción
Ciudad
de México (13 septiembre 2013).- Tras
señalar que los maestros se negaron a retirarse a otro espacio de la Ciudad, el
Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que el operativo de
desalojo fue profesional y apegado a derechos humanos.
En
conferencia de prensa en la Segob, el funcionario federal indicó que hubo
opciones y diálogo con los maestros, pero éstos no aceptaron retirarse.
"En
una operación que quiero destacar como profesional y apegada a los protocolos
de los derechos humanos, la Policía Federal intervino para liberar el Zócalo
capitalino", dijo Osorio.
Agregó
que en el Zócalo había grupos ajenos a los maestros que llevaban armas y
objetos para violentar la situación y que sabían que los policías federales no
estaban armados.
Osorio
afirmó que en las reuniones con los líderes de la CNTE se les hizo una
propuesta para fortalecer la infraestructura y preparación de los maestros,
pero casi 8 días después, no han obtenido respuesta del magisterio.
En
su oportunidad, el Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, dijo
que en el operativo hubo 31 detenidos, de los cuales ninguno es profesor,
quienes fueron llevados al cuartel de la Policía Federal en Iztapalapa ya que
ahí hay un Ministerio Público permanente.
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El
éxodo magisterial
Itxaro
Arteta
Reforma, Ciudad
de México (14 septiembre 2013).- Tras
conocer el emplazamiento de la Policía Federal Preventiva, a las 12:00 horas de
ayer salió del Zócalo un primer contingente de la CNTE para replegarse en el
Monumento a la Revolución.
A
las 14:00 horas, en la esquina de 20 de Noviembre y Venustiano Carranza, el
dirigente de profesores de Huajuapan de León, Oaxaca, hizo pase de lista e
informó sobre las acciones a seguir.
Las
alternativas, dijo, eran esperar a que los líderes determinaran si todos los
contingentes avanzarían hacia el Monumento a la Revolución o si algunos
permanecían en el Zócalo.
Uno
de los docentes levantó la mano y le exigió aclarar la ruta a seguir.
"Pido
que nos digan algo claro para dónde jalamos.
Muchos
de nuestros compañeros se están yendo. Díganos si nos quedamos o nos
vamos", exigió el mentor.
Después
de las 16:00 horas, plazo que el Gobierno federal había fijado para retirarse,
otro contingente salió corriendo por la Calle República de Brasil ante el
avance de los uniformados.
En
Donceles, jóvenes con el rostro cubierto se acercaban y replegaban lanzando
palos y petardos contra la valla formada por la PF.
Más
tarde, concentrados en la Plaza de Santo Domingo, los dirigentes indicaron que
todos se encaminaban al Monumento a la Revolución.
"¡Aquí
y ahora, con la Coordinadora!", gritaban, acompañados de goyas que
lanzaban estudiantes de la UNAM.
Cuando
avanzaban sobre Belisario Domínguez, desde los balcones vecinos les arrojaron
botellas. Los jóvenes respondieron lanzando piedras.
El
contingente siguió hasta el Eje Central, donde agentes de tránsito indicaban a
los conductores de trolebuses detenerse, mientras pasaban los grupos de la
Coordinadora.
"¿Tú
crees que estos son maestros? Si todos vienen con palos", comentó un
transeúnte que miraba pasar a los docentes.
Al
doblar en Avenida Hidalgo, un grupo de jóvenes lanzó insultos y objetos contra
la línea de granaderos que resguardaba el cruce de Eje Central y Tacuba.
Desde
la vanguardia, los maestros pidieron a los jóvenes no agredir a nadie y seguir
adelante.
"Esos
no son maestros. Nosotros no estamos agrediendo", expresaban algunas
profesoras, para deslindarse de los jóvenes.
Cuando
tres camionetas de la PF irrumpieron y partieron en dos al éxodo de los
maestros, arreció la lluvia de insultos y objetos contra los elementos de
seguridad.
Por
Paseo de la Reforma y Avenida Juárez fueron llegando los contingentes del
magisterio a la Plaza de la República.
Ahí
los recibió el grupo que arribó desde el medio día, cuando los líderes de la
CNTE ya habían negociado dejar voluntariamente el Zócalo.
"Pues,
o nos íbamos todos o nos quedábamos todos. Ahora ya no podemos regresar a
apoyar y nosotros estamos aquí", comentó la maestra Demetria.
Mientras
dos helicópteros de la Policía Federal sobrevolaban la zona, a través de
megáfonos algunos profesores daban instrucciones para acomodarse en el lugar.
Informaron
que la Delegación Cuauhtémoc instalaría carpas para proporcionarles servicios
médicos y de sanitarios.
Estudiantes
de la UNAM les propusieron instalarse en Ciudad Universitaria, pero los
maestros rechazaron movilizarse hacia el sur del DF.
"No
tenemos más armas que nuestros planteamientos y lo hemos demostrado cuando, de
manera inteligente y organizada, nos replegamos para resguardar nuestro
contingente.
"Ellos
traían la consigna de golpear y ahí está el resultado: compañeros y compañeras
con algunas lesiones. Unos más, otros menos, pero con la dignidad por encima de
cualquier golpe físico", arengó uno de los profesores.
Cuando
comenzó a llover, los maestros colocaron algunas lonas en la parte baja del
Monumento a la Revolución.
***
Protestan
por desalojo
REFORMA
/ Reforma
Ciudad
de México (14 septiembre 2013).- El
desalojo del Zócalo de la Ciudad de México generó ayer airadas protestas y
bloqueos de maestros disidentes en diferentes estados del país.
En
Oaxaca, profesores de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores
de Educación (CNTE), y militantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de
Oaxaca (APPO), establecieron al menos 10 bloqueos en varios puntos del estado,
en solidaridad con sus compañeros del campamento instalado en la capital del
país.
Hasta
el cierre de esta edición, un grupo mantenía un plantón en el Zócalo de Oaxaca.
Sólo
en dos de los bloqueos, los manifestantes utilizaron una veintena de camiones del
transporte público, que fueron retenidos de manera ilegal.
En
el centro, militantes de la APPO cerraron con 11 camiones las calles de
Bustamante, Guerrero, Trujano, Flores Magón, Independencia, García Vigil y
Morelos, que dan acceso al primer cuadro. De manera simultánea, estudiantes
normalistas cerraron con otros 10 vehículos el crucero del aeropuerto, así como
el crucero del Monumento a la Madre.
Además,
militantes del Frente Popular Revolucionario (FPR) bloquearon la Avenida
Símbolos Patrios, en su cruce con el Periférico.
Durante
5 horas, simpatizantes de la APPO tomaron además la señal de Radio Universidad,
estación permisionaria de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
En
el Istmo, maestros y activistas cerraron cinco puntos carreteros, y en la
Sierra Sur, los simpatizantes de la CNTE protestaron en el Palacio Municipal de
Miahuatlán y en Huajuapan.
Fernando
Méndez, representante de los maestros, dijo que van a esperar las decisiones
que tome la dirigencia de la CNTE en la Ciudad de México.
"Según
las acciones que se hagan en el DF, aquí las vamos a subir al mismo
nivel", advirtió.
Entre
conatos de bronca con transeúntes y conductores, docentes tlaxcaltecas
bloquearon tres de las principales carreteras del estado: la Tlaxcala-San
Martín Texmelucan, a la altura del tramo conocido como El Trébol; la
Chiautempan-Puebla y la Puebla-Tlaxcala.
Cerca
del medio día, aproximadamente 2 mil maestros iniciaron una marcha que se
dividió en tres contingentes para cerrar las vías federales y los accesos a la
capital.
Ante
ello, centenares de vehículos quedaron varados, mientras que otros buscaron
vías alternas, incluso calles no aptas para vehículos pesados.
Maestros
de Tehuacán, Puebla, tomaron una caseta de la autopista Cuacnopalan-Oaxaca.
En
Morelia, integrantes de la coordinadora se plantaron al mediodía en los cuatro
carriles de la Avenida Madero, frente al Palacio de Gobierno, donde pegaron
cartulinas con consignas como: "Este 15 de Septiembre es un Grito sin
Independencia".
Otro
grupo se manifestó de manera simbólica en la Plaza Niños Héroes.
En
el municipio de Lázaro Cárdenas, maestros encabezaron una marcha y bloquearon
por unas horas el acceso carretero al recinto portuario.
Maestros
de Veracruz bloquearon por la tarde las instalaciones del Aeropuerto de
Canticas, en Minatitlán, así como el acceso a la Base Aérea Naval colindante.
En
Xalapa mantuvieron el plantón en la Plaza Lerdo, con cerca de 300 maestros y
alumnos de distintas facultades de la Universidad Veracruzana.
En
el Estado de México, un grupo de alrededor de 200 personas, entre padres de
familia y profesores, se manifestaron a la altura del kilómetro 29 de la
carretera México-Texcoco, para mostrar su rechazo al desalojo de maestros del
Zócalo en la Ciudad de México.
"Es
una manifestación pacífica para apoyar a nuestros compañeros y para rechazar el
desalojo violento", dijo uno de los profesores.
En
solidaridad con la CNTE, maestros de Querétaro salieron también a las calles de
la capital del estado.
Luego
de seis horas de negociación en las instalaciones de la Unidad de Servicios
para la Educación Básica, los docentes informaron que acordaron con las
autoridades locales que no les descontarán el salario a los profesores que han
participado en las movilizaciones.
Mientras,
profesores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de
la CNTE, e integrantes del movimiento #YOSOY132, marcharon por las calles de
Pachuca, Hidalgo.
Los
inconformes reprocharon a la dirigencia de la Sección 15 no reconocer que, con
la reforma educativa, el gremio dejará de existir.
Los
maestros suspendieron clases después de la hora del recreo para poder llegar a
la protesta.
En
Quintana Roo, los profesores mantuvieron el plantón en las oficinas de la
Secretaría de Educación en Cancún, así como en el Palacio de Gobierno, en
Chetumal.
Virgilio
Sánchez, Adán García, Lev García, Ana Laura Vázquez, Verónica Jiménez y
Fernando Paniagua
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