¿Qué buscan los políticos mexicanos placeándose con Baltasar Garzón?, pregunta Sergio.
Mmm.
Creo que el abogado español debe responder a los cuestionamientos….!
(Baltazar) Garzón en México/Sergio
Aguayo, con la ayuda de Maura Álvarez Roldán y Delia Sánchez del Ángel.
Reforma, 30 de marzo de 2016
¿Han
sido positivas las frecuentes visitas de Baltasar Garzón a México?, ¿servirá
que la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR) ya tenga sede en
nuestro país?
En
abril de 2013 Garzón entregó al gobernador Graco Ramírez una propuesta de
estructura de ley para víctimas. Según La Jornada "Garzón aclaró a los
familiares de víctimas de la violencia que su fundación no cobró por ayudar a
crear esta ley" (23 de abril de 2013). En caso de que lo hubiera dicho
falseó la realidad. De acuerdo con documentos oficiales obtenidos vía Infomex,
FIBGAR recibió, en marzo de 2013, cinco millones de pesos (más IVA) del
gobierno de Morelos (404 mil dólares a la tasa de ese mes) sin informar sobre
ello.
Fue
el pago adelantado por un proyecto de 14 meses (octubre de 2012-enero de 2014)
para que FIBGAR presentara la estructura de ley entre otras actividades. Como
su informe final es raquítico (siete cuartillas) envié preguntas a FIBGAR que
respondió con huecos y omisiones (véanse, detallados junto con los otros
materiales de este caso, en: www.sergioaguayo.org). En las Memorias de FIBGAR
es notable la opacidad de los reportes financieros sobre México frente a los
que describen su trabajo en Colombia y Argentina.
El
único resultado tangible de los 404 mil dólares es el proyecto de estructura de
ley que FIBGAR entregó al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad días
antes de difundirlo (abril de 2013). Javier Sicilia me comentó que entregó el
documento para revisión a los abogados Eliana García y Julio Hernández Barros
(actual comisionado de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas).
Para
Eliana, el principal problema de la propuesta de FIBGAR era que concedía al
gobernador el poder de nombrar a los integrantes de la Comisión Ejecutiva.
Julio Hernández añade que el proyecto fue "innecesario y desconocía la
realidad mexicana. Tuvimos que ajustarlo al contenido de la Ley General de
Víctimas" (promulgada tres meses antes por Enrique Peña Nieto). Sicilia es
más severo: la "Fundación Garzón me parece un puro negocio"; fue
"decepcionante lo que hicieron. Esa gente es parte del problema".
La
presencia de Garzón en México adquirió relevancia por la detención de Humberto
Moreira en España. El antiguo gobernador de Coahuila solicitó inicialmente que
lo defendiera Garzón. El exjuez sugirió a Manuel Ollé (jurista asociado con
Garzón en varias causas célebres) quien logró que el juez Santiago Pedraz
archivara provisionalmente la causa y liberara al político priista.
Alejandro
Gutiérrez de Proceso y Daniel Montero de El Español (diario digital) han
documentado que Garzón, Ollé y Pedraz participaron juntos en varios foros
organizados por FIBGAR para políticos y gobernadores: César Duarte en
Chihuahua, René Bejarano en Michoacán, Jaime Rodríguez, El Bronco, en Nuevo
León, etcétera. ¿Tráfico de influencias y conflicto de intereses de los tres
juristas españoles?
¿Qué
buscan los políticos mexicanos placeándose con Baltasar Garzón? Graco Ramírez
lo explicó en un discurso el día que se firmó el convenio (octubre de 2012) con
FIBGAR: "[el] aval que nos da, moral, ético, jurídico... queremos que se
escuche en el Zócalo de la Ciudad de México y [...] en todo el país".
Estaba tan contento el gobernador que ese día declaró a Garzón "morelense,
parte de nosotros".
Un
buen número de políticos mexicanos buscan en el exterior la legitimidad de la
cual carecen dentro. Por ejemplo, en 2011, Elba Esther Gordillo era muy
poderosa y se trajo al prestigiado Fernando Savater para que conversara sobre
ética con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Se desconoce
si hubo honorarios y, de ser el caso, el monto. Ahora bien, por lo general, son
visitas breves que sirven para lanzar un inocuo rocío de celebridad.
La
Fundación Garzón es diferente porque al tener sede en México debería informar
cómo se gastaron los 404 mil dólares que les dio Morelos y cuánto han recibido
de otros gobiernos y donantes privados. Sería también útil que Baltasar Garzón
explique el papel que jugó en la liberación del impresentable Humberto Moreira.
Es
saludable que organizaciones de derechos humanos extranjeras se instalen en
México; es tan inmensa nuestra tragedia humanitaria y es tan profunda su
corrupción y nuestra desigualdad, que requerimos de la solidaridad
internacional. Sobran los simuladores que vienen a legitimar gobernantes
insensibles e inservibles. Nos distraen de lo prioritario: taponar la sangría y
atender a las víctimas.
Colaboraron
Maura Álvarez Roldán y Delia Sánchez del Ángel.
www.sergioaguayo.org
No hay comentarios.:
Publicar un comentario