Revista Semana, | 2016/05/07
El
exsenador de 90 y su marido de 40
Después
de 48 años de un feliz matrimonio con tres hijos, un importante exsenador de
Estados Unidos se casa a los 90 años con un hombre de 40.
El
exsenador Harris Wofford y su mujer Clare Lindgren se complementaban
perfectamente, pero un cáncer interrumpió la feliz unión.
La
vida de Harris Wofford no ha carecido de momentos históricamente relevantes,
pero en esta ocasión la noticia es su vida íntima, que por los sorpresivos
giros que ha tomado tiene hablando a Estados Unidos y al mundo. Luego de
convertirse en el primer hombre blanco en graduarse de la Universidad de
Howard, exclusiva para negros, en los años cincuenta Wofford caminó junto a
Martin Luther King en las históricas marchas de Selma a Montgomery, Alabama.
Influenció al célebre activista de derechos civiles en la ideología de Gandhi
de la no violencia. Por su vocación y recorrido, en los años sesenta el
presidente Kennedy lo nombró su ‘zar’ de los derechos civiles. Pasó tiempo en
los cuerpos de paz y años después fue senador por Pensilvania.
Pues
bien, el domingo pasado el exsenador publicó una nota en el diario The New York
Times en la que relató, en primera persona, que a sus 90 años contraería
matrimonio con un hombre 50 años menor que él. Explicó que después de vivir y
llorar la muerte de su esposa Clare Lindgren, abrió un nuevo capítulo: “La
mayor parte de mi vida ha transcurrido junto a una gran mujer, un gran amor y
una familia increíble”, aseguró, y añadió: “Ahora, tarde en mi vida, tengo un
gran amor”.
Se
trata de Matthew Charlton, a quien conoció hace 15 años en una playa de Fort
Lauderdale, Florida. Cuenta Wofford que mientras nadaba en el océano dos
hombres se acercaron a hablarle. Uno de ellos, Charlton, diseñador de
interiores de 25 años, lo cautivó desde el saludo. Su espíritu aventurero
atrajo a Wofford y Charlton reconocía en él una persona de ‘corazón joven’. El
primer diálogo los marcó y la chispa fue inmediata. Sin proponerse nada
distinto a pasar tiempo juntos, viajaron por Estados Unidos, luego por Europa.
Fueron sumando experiencias que probaron que eran más que amigos y que lo que
experimentaban era un romance verdadero. “Aparte de lo que sentí con Clare,
nunca vi un amor florecer de esta manera”, aseguró en su escrito.
En
los 48 años de matrimonio con Clare Lindgren, su primer amor, el exsenador
demócrata vivió feliz. Como lo contó al mundo, cuando este le decía “eres mi
mejor amiga”, ella le ripostaba con “y tu mejor crítica”. Y cuando le decía
“eres mi mejor crítica”, ella respondía “y tu mejor amiga”. Sus conocidos
aplaudían la manera en que se complementaban, pues al idealismo de Wofford le
sentaba perfectamente el realismo de su mujer. Pero cuando el reloj marcó 70
años, la salud dio un campanazo cuando a ella le diagnosticaron leucemia. El
presidente Bill Clinton la llamó personalmente a darle su voz de apoyo y,
débil, no pudo contestar. Wofford sufrió la pérdida y pensó que el capítulo del
amor estaba cerrado en su vida.
Según
relata, “Clare y yo nos enamoramos tratando de salvar al mundo en la Segunda
Guerra Mundial. Nuestra aventura se extendió por cinco décadas. Cuando me lancé
al Senado ella dejó su empleo para dirigir la campaña y ayudarnos a ganar. En
la campaña reeleccionista el resultado fue distinto, pero algunos observaron
que si ella hubiera sido la candidata, habría sido elegida”.
Contarles
a sus tres hijos no fue sencillo y tomó su tiempo. Hace tres años Wofford se
ayudó de un álbum de fotos que retrataba los viajes que había hecho con su
nueva pareja y así les reveló la historia de su amor. Estos recibieron las
nuevas con un recelo natural, pero han abierto las puertas de la familia al
nuevo integrante. De igual manera, los padres de Charlton han recibido al
exsenador con beneplácito. Harris y Matthew se casaron el sábado pasado y
organizaron una cena privada a la que asistieron familiares y amigos.
Ante
la nota que Wofford preparó durante semanas, los comentarios despectivos no se
hicieron esperar. Dada la brecha tan pronunciada de edad, las comparaciones con
Anna Nicole Smith, exconejijta de Playboy que se casó con un texano millonario
al borde de la muerte, pretendían burlarse de la relación. Pero eso no puede
importarle menos a la pareja. El amor llegó así, de esa manera, y ellos no
tienen la culpa.
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