Indigna
a padres de normalistas “narcovínculo” no investigado
LA
REDACCIÓN
Revista Proceso #2090, 16 de junio de 2016..
La revelación de que el nombre y teléfono de Omar Hamid García Harfuch, relevo de Tomás Zerón de Lucio al frente de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), estaba entre los contactos del presunto líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias Salgado, provocó la movilización de padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa para exigir a la Procuraduría General de la República una investigación a profundidad.
La revelación de que el nombre y teléfono de Omar Hamid García Harfuch, relevo de Tomás Zerón de Lucio al frente de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), estaba entre los contactos del presunto líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias Salgado, provocó la movilización de padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa para exigir a la Procuraduría General de la República una investigación a profundidad.
El
miércoles 16, por conducto de sus abogados, los familiares de los jóvenes
desaparecidos entregaron un escrito a la Oficina Especial para el Caso Iguala
de la Subprocuraduría de Derechos Humanos, en el que citan el reportaje
“Inquietante liga del nuevo titular de la AIC con el caso Ayotzinapa”,
publicado en la edición 2089 de Proceso.
El
texto revela que en la resolución judicial del juez segundo de Distrito de
Procesos Penales del Estado de México –que exculpa a Casarrubias Salgado del
delito de delincuencia organizada por falta de pruebas– se enlistan las
probanzas presentadas por la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia
Organizada (SEIDO) en su solicitud de orden de formal prisión por delincuencia
organizada y portación de armas, entre las que destaca una libreta negra
asegurada en octubre de 2014 al supuesto jefe de Guerreros Unidos –organización
que, según la versión oficial, mató a los estudiantes.
En
dicha libreta se encontraban anotados los nombres y teléfonos de García
Harfuch, entonces coordinador estatal de Seguridad Regional de la Policía
Federal, y el de Leonardo Vázquez, exsecretario de Seguridad Pública.
De
acuerdo con información obtenida por la reportera, ni la libreta ni su
contenido fueron hechos del conocimiento del Grupo Interdisciplinario de
Expertos Independientes (GIEI), creado por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) para el esclarecimiento del caso.
Ante
las evidencias, los padres y madres de los estudiantes desaparecidos expresaron
su repudio por el ocultamiento, “lo que podría mostrar que no ha habido buena
fe de la PGR en el proceso de asistencia técnica internacional”.
En
el escrito, del que tiene copia este semanario, los quejosos advierten que “la
información periodística da cuenta de que no sólo hubo fragmentación sino que
es un indicio claro de que información relevante fue deliberadamente ocultada
al GIEI, aspecto en extremo preocupante en el marco de la asistencia técnica
que en el caso brinda la CIDH”.
Dieciocho
padres y madres que firman en representación de las otras víctimas indirectas
solicitan a la Oficina Especial para el Caso Iguala la realización de 13 diligencias,
entre ellas dar fe del artículo publicado en Proceso; solicitar al Juzgado
Segundo de Distrito copias certificadas de las resoluciones a favor de Sidronio
Casarrubias, “incluyendo aquélla a que se refiere la nota de prensa
mencionada”; y que solicite a la SEIDO que “le ponga a la vista el cuaderno que
de acuerdo con la nota referida” le fue asegurado a Casarrubias, “a efecto de
que sea personal de esta oficina la que dé fe de dicho cuaderno, junto con su
respectiva cadena de custodia y cualquier otra prueba pericial que haya sido
ordenada y desahogada respecto de dicha libreta”.
Asimismo,
los padres de los 43 desaparecidos piden a la oficina especial que se le pida
al titular de la Unidad Especializada en Delitos en Materia de Secuestros de la
SEIDO “que remita copias certificadas de la averiguación previa iniciada por la
detención en flagrancia de Casarrubias, incluyendo la puesta a disposición, su
inicial declaración ministerial y ampliaciones si las hubiere, fe ministerial
de los objetos que le hayan sido asegurados, las certificaciones médicas
correspondientes, entre otros”, así como una relación de todas las
averiguaciones previas iniciadas en esa dependencia contra el supuesto
dirigente de Guerreros Unidos y otros así identificados, así como al resto de
las personas vinculadas a esos hechos y “un listado de los objetos que les
hayan sido asegurados”, además de incluir las averiguaciones previas en las que
se menciona la colusión con autoridades.
Para
evitar el ocultamiento de datos, los padres y madres pidieron “índices
analíticos detallados de la indagatoria para que sean puestos a la vista de la
coadyuvancia y de la CIDH por medio del Mecanismo de Seguimiento”.
Solicitan
la ampliación de declaraciones de Omar García Harfuch, Leonardo Octavio Vázquez
y Sidronio Casarrubias, en presencia de la CIDH y de la coadyuvancia, para que
abunden sobre la relación entre ellos; así como información de telefonía sobre
los números de la libreta correspondientes a los funcionarios, cuyo patrimonio
piden indagar.
Los
padres consideran indispensable que se tomen declaraciones de los funcionarios
que formaron parte del Grupo de Coordinación Guerrero durante 2014, cuando
participaron en él García Harfuch y Vázquez Pérez, así como la documentación,
minutas y comunicaciones entre sí, “a efecto de que se deslinden las
responsabilidades respectivas”.
Piden
que la oficina para el caso Iguala dé vista a la Visitaduría General por “las
irregularidades en que pudo incurrir personal de esta institución al haber
ocultado tanto al GIEI, designado por la CIDH para brindar asistencia técnica,
como incluso a esta Oficina de Investigación, la existencia de la libreta
asegurada en el momento de la detención de Casarrubias Salgado”.
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