El pasado seis de junio, la dirigencia del PAN en Sinaloa, realizó un homenaje póstumo a don Esteban Zamora Camacho..periodista y político panista...., originario de Angostura, Sinaloa..
El homenaje se realizó en el patio de la sede del Comité Directivo Estatal del PAN, ahí se congregaron familiares, amigos e integrantes del instituto político..
Esteban Zamora fue un demócrata clave en la historia del panismo, formó parte junto con otros sinaloenses como el brecheño Alejandro Avilés de la generación pionera formadora de cuadros opositores en Sinaloa.
Falleció el miércoles 22 de mayo a los 84 años de edad en la Ciudad de México.
Hablaron de don Esteban, Silvino Zavala, quién resaltó el papel de periodistas, Rafael Yan Rubio quien dijo que el angosturense “fue presidente del comité directivo municipal en varias ocasiones, consejero nacional del partido de sus amores y actualmente era consejero vitalicio”
Agregó que fue legislador varias veces, la primera en 1979, 1991 y 1986..
Por parte Esteban Zamora Castro, hijo de quien también fuera conocido como el periodista católico, indicó que su padre supo hacer política a contracorriente y jamás se doblegó ante el poder.
“Fue un caballero que entendió la justicia en sus dos aspectos: la justicia distributiva y la justicia conmutativa. Algo que en el PAN se enseña como solidaridad y subsidariedad. Eso lo hizo perito en justicia… Era sabio para saber lo que era suyo de cada quien por su propio derecho y su propia conveniencia”.
Aquí su texto completo...:
Culiacán, Sinaloa a 6 de Junio del 2019
Don Esteban, lo humano desde el paisaje.
Veo con agrado, con gusto, con cariño, muchas caras mas que conocidas, no alcanza la gratitud mía y la de toda nuestra familia para alcanzar a retribuir en su justa medida el valor que para nosotros tiene su presencia en este evento, por que sabemos que en el corazón llevamos una parte de la historia de quien el día de hoy celebramos de su vida, que fue vida conjunta con todos los que aquí estamos.
Hombre de fotografías, decía que el oficio le había obligado aprender a tomar fotos, yo siempre pensé que aderezó su oficio con la pasión por la imagen, por la imagen que el tenía de lo que quería, de lo que quería querer, -a nosotros, todos nosotros-por la perfección que buscaba en el lente de la cámara, pero también del lente con que en su muy particular forma de ver, siempre de arriba hacia abajo, buscaba ser imagen, buscaba ser semejante, escudriñaba en esa imagen que indagaba en las condiciones para la búsqueda del Bien Común resumido en evitar al hombre el dolor evitable.
De su imaginación lograba plasmar en la fotografía, y en la fotografía de sus textos aquellas imágenes que veía pudieran ser encuadradas, y cada artículo, cada editorial, cada entrevista, cada reportaje, podía ser enmarcado y representar la descripción, el enfoque, la luz, las sombras, los matices y el encuadre.
Como fue en su oficio fue en la vida, analítico, agudo, a veces sarcástico, puntual, sabía que poner entre las comas, pero era avieso también en saber que era lo que había que poner entre comillas, no le ganó nunca la ambición, supo de la dignidad de bajar la cabeza ante el Creador, pero no puso rodilla en el suelo, ni se dobló ante el poder, sabía que el Poder Sumo e Infinito sólo venia de Dios, de convicciones ineludiblemente demócratas en la Política, y tradiciones profundamente Cristianas que buscó en el amor a La Reina de México y Emperatriz de las Américas, Nuestra Santa Madre la Virgen de Guadalupe. En sus últimos cantos, porque siempre cantaba con alegría, recordaba su origen de Cristero y defensor de la Religión que le fue impresa a escondidas en épocas de persecución y caos, épocas que derramaron más sangre que en la Revolución, pero que la historia oficial oculto primero por su jacobinismo, pero luego por medrosos y deshijados.
Fue a su manera como Valente Quintero que fue fusilado y matado en la sierra, de esos hombres que inventaron la Revolución.
Y fue una revolución que como la de 1910, se traiciono en sus principios, y vemos ahora la involución a situaciones que nuestro México creyó superadas, eso le toco vivirlo, y advirtió que había cosas que se estaban pudriendo, que esto apestaba, que había que taparse las narices y limpiar el cochinero, señalo puntualmente a quienes en su momento clamaron por un supuesto rescate del Partido, y dijo puntual en aquella ocasión, “…que no podían erigirse como refundadores del Partido, aquellos que instrumental y materialmente se habían encargado de refundirlo en el lugar que se encontraba”, no se cuarteó, ni fue artífice, ni mucho menos seguidor de las estampidas generadas por aquello que Castillo Peraza, su gran amigo de vida, definía como actitudes derivadas de la falta del poder, es decir la Prepotencia, la Suficiencia de sí mismos, pero sobre todo, la valoración de superioridad moral autoimplicada. Sin ahondar en detalles, y consignando hechos que están a la vista de todos, algunos de ellos siguen medrando del poder, otros reniegan de su pasado, pero siguen prendidos de la ubre, y otros más viven de sus amarguras.
Y así como Castillo Peraza repetía los versos de Antonio Plaza Llamas -que en algunas ocasiones compartieron- supo distinguir y optar por ser cadáver, pero no gusano, y entre bromas, pero muy en serio cuando definía su oficio como el de “difamar cabrones”, clasificó aquellos que eran gusanos por arrastrados, aquellos que lo eran por carroñeros, y aquellos que aparte de las dos características anteriores, es decir, eran arrastrados, carroñeros, pero además babosos.
Nunca al poder ni al oro mi arrodillo
Y aunque me agobie el padecer tirano
Me muero de hambre; pero no me humillo
Seré cadáver, pero no gusano
El prefirió ser un caballero andante, un hombre de la calle decía, y para ser caballero se requería tal y como el propio Quijote lo definió de manera puntual ser recipiente de saberes y operador de bienes.
Puesto que ser caballero -decía el Quijote- “…encerraba en sí todas o las más ciencias del mundo”
En tanto que entendió la Justicia en sus dos aspectos, distributiva y conmutativa, solidaridad y subsidiariedad, eso le hizo perito en justicia, que es mas complicado que ser leyista, rábula, coyote, o tinterillo. En tanto que era sabio para conocer y saber lo que era suyo de cada quien, por su propio derecho y por su conveniencia.
Fue Teólogo que supo dar razón de la Cristiana Fe que profesó, se definió como Cristiano, como Evangélico, como Testigo de Jehová, como Judío, como Pentecostés, y como cualquiera que en el ecumenismo buscará en sus practicas el respeto a la Dignidad de la Persona que deviene de ser Hijos Todos de Dios. Del Dios del Perdón y de la Misericordia.
Fue el médico que supo en los momentos de fractura, restañar las heridas, y conocer de las yerbas que curaban el egoísmo y la soberbia, para no andar buscando a mitad de los despoblados y desiertos aquellas que tuvieran la virtud de sanar las heridas, sobre todo aquellas que más tardan en sanar, las que se infringen entre los propios hermanos, además que supo ver como hermanos a aquellos que estaban enfrente, haciendo y manteniendo entrañable amistad con casi todos.
Supo entender los signos de los tiempos y en las estrellas reconocer su brillo y posición, lo cual le hizo saber en que parte del mundo se hallaba y cuales eran los climas que se venían, preveía escenarios,
Aparte de lo anterior, estuvo adornado de las virtudes teologales y cardinales, y como el propio quijote señalaba, descendió a otras menudencias como saber herrar un caballo, enderezar la silla y ponerle el freno ante las posibles escaramuzas que bien definió Don Efraín, nadar como en la política se tiene que hacer, a contra corriente la mayor parte de las veces, supo herrar a los caballos y enderezar la silla, reconoció y señaló incluso a quienes siendo caballos fueron por los Calígulas del momento nombrados cónsules.
Guardo la Fe en Dios y en su Dama, mi madre, quien tuvo la dicha de ayudarle a cerrar sus ojos en el momento en el que como el decía, iba en camino a la casa del Padre.
Fue Casto en los Pensamientos, Honesto en las Palabras, Liberal en las obras, Valiente en los Hechos, Sufrido en los trabajos, Caritativo con los menesterosos, y sobre todo, Mantenedor de la verdad, aunque la vida le fuera en ello.
Solía recordar aquella máxima quizá de Don Alfonso Junco, o Vasconcelos, que determinaba que la forma de amansar y domar a un Toro era obligándolo a hacer fila, acaso les suene o resuene en los tiempos actuales, como a jóvenes, madres, pobres, se les está enlistando y obligándolos a hacer fila para recibir migajas que se identifican mas con el Frijol con Gorgojo del que hace solo unos meses se quejaban, y supo como toro de lidia embestir y crecerse al castigo, dio faena, y fue al final indultado por su gallardía y su honor en la redonda.
Recordaba en sus últimos tiempos el soliloquio del Toro Viejo y con orgullo repetía:
Varias reatas reventé
De las trancas me burlé
Los lienzos no respeté
Y a donde quiera que fui
Muy buena fama senté.
Aunque vaya al matadero
Yo prefiero en mis mogotes
Ser pasto de zopilotes
Pero sí, morir entero.
Murió entero, conservando una memoria de larga data impecable, todavía días antes de irse, de forma corrida y sin detenerse, repitiendo a Béquer decía:
Ojos que nunca me veis,
Por recelo o por decoro,
Ojos de Esmeralda y Oro,
Fuerza es que me contempléis;
Quiero que me Consoléis
Hermosos ojos que adoro;
¡Estoy triste y os imploro
¡Puesta en tierra la rodilla!
¡Piedad para el que se humilla,
¡Ojos de Esmeralda y Oro!
Les decía anteriormente que siempre cantaba, muchas y distintas canciones, pero una que se convirtió en canto y Oración fue aquella canción que después se hizo marcha, y que acompaña en Málaga todos los años en Jueves Santo la salida del Santísimo Cristo de la Buena Muerte del Convento de Santo Domingo y hasta la Plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, su devoción al paso a la casa con el Padre de una manera pacífica y tranquila le fue cumplida, y quiero adivinar que mientras daba el paso que nos entristece en lo terrenal pero nos da fe en la esperanza de la vida eterna, se despedía cantando:
Soy un hombre a quien la suerte
Hirió con zarpa de fiera;
Soy un Novio de la Muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera
Muchas gracias a todos, muy buenas noches.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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