Los ayudaremos, y “ellos (México) nos reembolsarán en una fecha futura. Cuando estén preparados para hacerlo....", Donald Trump.
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Autoridades del Reino Unido informaron que el Primer Ministro, Boris Johnson, continúa recuperándose y ha mostrado un avances positivos en las últimas horas,...Enhorabuena!
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Cuatro gobernadores de distintos partidos coincidieron ayer en demandar un cambio en el Pacto Fiscal.
Tras acusar maltrato y abuso por parte de la Federación, los Gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro (MC); de Coahuila, Miguel Riquelme (PRI); de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca (PAN); y el independiente, Jaime Rodríguez, de Nuevo León, advirtieron que las entidades que más producen reciben menos aportaciones.
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España ve una luz al final del camino....
Registró este SÁBADO 11 de abril, 510 nuevas muertes por Covid-10 en un día, la cifra más baja desde el 24 de marzo, un día después de que el Congreso de los Diputados aprobó la segunda prórroga del estado de alarma: al 26 de abril.
La cifra refleja la aceleración de una tendencia: en los últimos días se han reducido casi a la mitad las 950 muertes registradas el 2 de abril, la jornada más aciaga de la epidemia.
Son datos esperanzadores, que sin embargo hay que tomar cautela...
Los españoles llevan confinados en sus casas desde el pasado 14 de marzo y toda actividad económica no esencial está suspendida desde el pasado 30 de marzo.
En todo el mundo la cifra de afectados por la pandemia asciende a más de 1,7 millones de personas -exactamente 1,721,353 a la mañana del sábado-, de las que 104, 800 han muerto, según la monitorización que lleva a cabo la Universidad Johns Hopkins; EU el país que más casos ha diagnosticado, ya ha superado el medio millón - pero tiene 18, 781 decesos-; Italia conserva el primer lugar con 18, 849, seguido de España...16, 356..
¿Y México?
Las cifra de anoche..
La autoridad sanitaria confirmó 39 nuevas muertes suman 233; hay 3,844 contagiados, 403 más que anteayer.
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El volcán 'Krakatoa', de Indonesia entró en erupción ayer viernes,...La primera erupción comenzó en torno a las 21.58 horas y duró un minuto y 12 segundos, seguido de una nueva detonación, la más potente, a las 22.35, que se prolongó durante 38 minutos y 4 segundos, que arrojó una columna de cenizas de 500 metros de altura.
Tras las dos grandes explosiones, el volcán siguió arrojando ceniza y humo hasta bien entrada la madrugada.
La última gran erupción del 'Krakatoa' ocurrió en 1883 y es considerada como uno de los mayores desastres naturales de los últimos 200 años. Murieron más de 36. mil personas y las explosiones pudieron escucharse a más de 3.000 kilómetros a la redonda.
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Las columnas políticas hoy sábado 11 de abril de 2020
TEMPLO MAYOR/Reforma
AL FINAL, Andrés Manuel López Obrador aceptó reducir en 100 mil barriles diarios la producción de petróleo mexicano y presumió que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le ofreció cubrir los otros 250 mil barriles que la OPEP le pedía a México para estabilizar el mercado.
LA PREGUNTA es... ¿y qué le pidió o qué le va a pedir Mr. Trump a nuestro Presidente a cambio de ese "favorcito"?.
PORQUE es bien sabido que el inquilino de la Casa Blanca no da paso sin huarache y no regala ni el saludo. A ver si no nos sale más caro el barril que el crudo.
AHORA QUE México está a punto de entrar en la Fase 3 de la epidemia de Covid-19 pareciera que el gobierno no está tomando en cuenta que las pruebas no sólo son importantes para combatir la enfermedad, sino que también lo serán para poder regresar a la normalidad.
EL DOCUMENTO "Un mapa para la reapertura", elaborado por el American Enterprise Institute de EU, establece como uno de los indicadores básicos para poder relanzar la economía que cada Estado tenga la capacidad de hacer la prueba a toda persona que tenga síntomas.
SI A ESO se suma la advertencia de la OMS de que puede haber un "rebrote mortal" si las medidas actuales son levantadas de manera rápida, como que habría que ir calculando cuántos millones de pruebas deben estar disponibles. ¿O eso también se soluciona con un "detente"? Es pregunta... tan-tán.
Y AHORA, nuestras recomendaciones de contenidos en streaming para que, cuando alguien le pregunte qué serie está viendo en la cuarentena, no le responda que nada más la serie de desatinos del gobierno de la 4T.
¿QUÉ LE PARECE la nueva temporada de "Stranger Things"? En ella se cuenta la historia del único país petrolero que, en vez de querer reducir la producción para que se recuperen los precios, insiste en subirla y toma de rehén una reunión de la OPEP durante cinco horas.
SI LO SUYO son los temas religiosos ahí esta "Los dos Papas", en la que Andrés Manuel I pontifica todas las mañanas y Hugo IV lo hace todas las tardes acompañados de cortesanos que les aplauden todo lo que dicen mientras están infiltrados entre periodistas de verdad.
Y ESTÁ el gran éxito de la temporada: "El Hoyo", un documental sobre el lugar al que México se está yendo como consecuencia de la recesión, el alza del dólar, el Covid-19 y las decisiones del Presidente. Disfrútelos... mientras se pueda, pues.
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BAJO RESERVA/El Universal
¿Ahora sí detiene AMLO sus giras?
Nos comentan que el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que por ser días santos este fin de semana descansaría, se quedaría en la Ciudad de México y no realizaría su gira de trabajo por los estados.
Nos detallan que a pesar de que no se ha informado si estas giras seguirán, será complicado que éstas puedan llevarse a cabo en los próximos fines de semana, debido a que por la contingencia del Covid-19, en diversos estados los servicios de hotel y de alimentación han sido suspendidos, lo que supondría un aspecto complicado para su equipo de logística.
Además nos hacen ver que en pocos días México entrará a la Fase 3 de la contingencia, es decir, el riesgo de contagio será mayor, y por lo tanto las medidas sanitarias serán más restrictivas. ¿Será que las giras del Ejecutivo federal estarán en pausa hasta que pase la pandemia?.
Los aliados de Morena no quieren mocharse
La disciplina al líder máximo ya no es lo que era antes. Si bien el presidente López Obrador ha recibido un apoyo casi incondicional de su partido y los aliados de éste, algunos temas no transitan tan apaciblemente.
De ejemplo está el reto a que cada partido aporte la mitad de su financiamiento a las actividades contra el Covid-19. Primero argumentaron que se viola la ley si esos recursos se utilizan en tarea diferente a la autorizada originalmente; luego, dijeron los aliados de Morena que se desangrarían en fuerza si se desprenden igual, lo cual disminuiría sus posibilidades de éxito en las urnas en las elecciones intermedias de 2021.
Por eso, nos dicen, ¿dónde quedó aquella máxima a modo de “lo que usted diga, señor Presidente”, del PT y PVEM? Esta es una muestra de que el apoyo incondicional termina cuando se meten con sus bolsillos.
Susto en el poder judicial
Por un momento el Octavo Tribunal Unitario del Estado de México, con residencia en Ciudad Nezahualcóyotl, prendió las alertas del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) luego de informar que su titular, el magistrado Jorge Arturo Sánchez Jiménez, fue hospitalizado de emergencia con diagnóstico reservado.
El pasado 6 de abril, día en que se informó la hospitalización del magistrado, la secretaria de Acuerdos del Tribunal complementó la información que hasta el momento había sobre el estado de salud de su titular.
En otras condiciones el informe pudo pasar desapercibido pero debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19, el Tribunal Unitario debió informar a la Comisión designada por el CJF para atender los asuntos urgentes que ocurran al interior del Poder Judicial. Al final, se trató de otra complicación no ligada al temible virus.
Médicos residentes no dejarán de exigir
Nos cuentan que quienes están listos para dar batalla y exigir que se respeten sus derechos, son los integrantes de la Asamblea Nacional de Médicos Residentes, la cual surgió exactamente hace un año tras denunciar irregularidades en los pagos de sus becas, jornadas excesivas y abusos laborales.
Ahora, en plena contingencia por Covid-19, piden al titular del IMSS, don Zoé Robledo, que se sancione a los funcionarios que resulten culpables por el contagio de esta enfermedad en 19 de los 26 médicos residentes del servicio de Medicina Interna en la clínica 72, ubicada en Tlalnepantla. ¿Serán escuchados por el instituto?.
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TRASCENDIÓ/Milenio Diario
QUE la industria cervecera y su apreciable clientela estaban más que complacidas con la “autorización” liberada por la Secretaría de Agricultura, a cargo de Víctor Villalobos, para reanudar operaciones pese a la prohibición derivada de la emergencia sanitaria, pero ni ocho horas habían pasado cuando el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, les arruinó el festejo: que siempre no, que fue un error y que se va a enmendar.
Aun si la primera dependencia reculó anoche, no faltaron las voces que interpretan como “una mala decisión” la marcha atrás y creen que el aumento de poder le cayó mal al funcionario de la Ssa.
QUE a pesar de las temperaturas de más de 40 grados centígrados registradas en Yucatán, la Comisión Federal de Electricidad, que encabeza Manuel Bartlett, no atiende el llamado a evitar los cortes de luz. Ya el senador Jorge Carlos Ramírez Marín ha dicho que no se buscan condonaciones, sino que se mantenga el suministro los días en que hay que permanecer en resguardo por la emergencia sanitaria, porque no hay modo de resistir en esas condiciones sin ventiladores o aire acondicionado.
QUE detrás de la liberación de los trabajadores del STC, acusados por el accidente en la estación Tacubaya en que murió una persona y 40 más resultaron heridas, estuvo la presión de sus compañeros de gremio, que ya urdían “un día sin Metro” con el argumento de que “no fue un error humano, sino administrativo”, por la falta de mantenimiento y modernización de instalaciones y trenes. Al final ambos llevarán su proceso en libertad.
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FRENTES POLÍTICOS/Excélsior
1. Tarea titánica. La Comisión Nacional del Agua hizo un llamado a la sociedad a denunciar actos vandálicos en la infraestructura hidráulica nacional, “que dañan obras vitales que pertenecen a todos los mexicanos y que, en estos momentos de contingencia sanitaria, afectan el esfuerzo por llevar agua a quienes más la necesitan”, pues en fechas recientes se ha documentado y denunciado una serie de acciones vandálicas y robo, incluso con violencia, en instalaciones federales y locales.
Además, alertó a la población de hacer caso omiso a noticias falsas que circulan en redes sociales, donde se convoca a la ciudadanía a la aplicación masiva de cloro en los baños. Blanca Jiménez, la titular de Conagua, tiene una lucha épica contra la viralización en redes sociales. No crean todo lo que les envían.
2. Una cosa es una cosa…. A pesar de la exigencia de ciertos políticos opositores, el director de la CFE, Manuel Bartlett, indicó que no habrá condonación en el pago de energía eléctrica durante la actual contingencia sanitaria, pues la Comisión también tiene gastos y pagos que no pueden atrasarse ni detenerse. Instó a los usuarios de la CFE a hacer un esfuerzo para “entender” que la empresa que garantiza el servicio de luz eléctrica en hospitales, casas y lugares vitales debe cumplir con sus responsabilidades.
“Hay quienes piensan que la CFE puede dejar de cobrar, pero no se dan cuenta que tiene 90 mil trabajadores, que debe pagar salarios a todos y comprar combustible permanentemente para generar electricidad”, dijo. Sólo la oposición no lo entiende. La casa pierde.
3. Peligro. En Baja California Sur, el gobernador Carlos Mendoza Davis se enfrenta a un escenario de alto riesgo y opiniones encontradas. La gran mayoría a favor ha generado la medida preventiva que tomó el alcalde de Mulegé, Felipe Prado Bautista, de cerrar las fronteras de ese municipio de Baja California Sur, sobre todo a estadunidenses y a no nativos de Mulegé.
“¡Que se regresen a su tierra! ¡A qué vienen, las playas están cerradas!”, fueron algunas de las expresiones que se escuchaban en el principal noticiero de cobertura estatal. “No tenemos ningún caso de coronavirus en el municipio y estamos informados de que en EU ha aumentado de manera desproporcional”, dijo el edil. ¿Les es más fácil llamar a la discriminación que emprender efectivas medidas de seguridad? Reprobado.
4. Compromiso con la nación. Lentamente, como suele ser la justicia en México, se dan los pasos para llevar a prisión a Juan Vera Carrizal, presunto autor intelectual del ataque con ácido a la saxofonista María Elena Ríos. Rubén Vasconcelos Méndez, fiscal General de Oaxaca, informó que tras una larga audiencia y luego de presentar datos de pruebas suficientes, la institución a su cargo logró obtener auto de vinculación a proceso contra el agresor, como probable responsable del delito de feminicidio en grado de tentativa, cometido el 9 de septiembre del año pasado.
“La vinculación contra el imputado, refleja el compromiso de la institución de no permitir que los delitos contra las mujeres queden impunes”, sostuvo el fiscal. Que nada falle, por favor, si algo urge es un poquito de justicia.
5. Altas expectativas. El COVID-19 ha puesto al sector turismo de México en un grave escenario. Se vienen tiempos difíciles, pero no definitivos ni catastróficos. Por el contrario, son momentos de oportunidad para resurgir y que todos los que participan en él realicen grandes alianzas, sumen esfuerzos y pugnen por levantarlo y llevarlo a los niveles de eficiencia y aceptación que ha tenido siempre.
Así opina Carlos Fresán, CEO de la agencia de viajes #GoatTravel, quien pidió, por ello, a agentes de viajes, hoteleros, restauranteros, líneas aéreas, de autobuses, de renta de autos y a todos los involucrados en el sector, no olvidar los grandes atributos turísticos que tiene México.
Este panorama es temporal, Ya vendrá el tiempo de exigir a Miguel Torruco, el secretario de Turismo, la estrategia de rescate. ¿Ya debe estar pensando en ella, o no?.
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RAZONES/La Razón
Silvano y la reciprocidad de la Federación
Ahora fue el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien hizo una petición, con carácter de urgente, a la Federación: “que envíe los insumos y medicamentos necesarios para atender la contingencia por el Covid-19. Pero además, nos hacen ver que lo planteó apelando a un sentido de reciprocidad, ya que Michoacán fue de las primeras entidades que, a pesar de contar con servicios médicos con altos estándares de calidad, se sumó al Insabi con lo cual contribuyó a la articulación de esa política que era prioritaria para la 4T. Merecería ser atendido, nos dicen, sobre todo ante la cada vez más próxima etapa 3 de emergencia.
• CFE, argumento de empresa
Nos dicen que un argumento de empresa fue el que esgrimió el director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, al anunciar que no habrá condonación alguna ni aplazamiento de pagos del servicio de energía eléctrica en la actual contingencia sanitaria. Dijo lo siguiente: “Hay quienes piensan que CFE puede dejar de cobrar, pero no se dan cuenta que es una empresa como cualquier tra que tiene 90 mil trabajadores, que debe de pagar salarios a todos y tiene que comprar combustible permanentemente para generar electricidad”. Nos comentan que empresarios que en estos días se andan tronando los dedos, pensando en qué van a hacer para sobrevivir sólo le podrían decir a don Manuel: “Exactamente”.
• Que las cervezas no
Poco duró la sonrisa ayer a los productores de cerveza luego de que se difundiera una información en el sentido de que la Sader, a cargo de Víctor Villalobos, les habría autorizado reactivar su producción en plena contingencia sanitaria, porque resulta que ayer mismo el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, aclaró que esa actividad no se considera esencial en el Decreto emitido por la emergencia sanitaria. Es “un error que se va a enmendar”, señaló anoche y Sader también salió a aclarar por su parte que no hubo ningún permiso. Nos hacen ver que quizá alguien se quiso pasar de listo y al final no pudo.
• Cifras de la irracionalidad en México
Contrario a las escenas que ocurrían en Italia o España en las que cada noche se aplaudía desde las casas, en cientos de calles, al personal médico que se estaba batiendo contra el coronavirus en los hospitales, lo que tenemos en México al cierre de esta semana es un aumento de más de 100 por ciento de denuncias presentadas ante el Conapred, a cargo de Mónica Maccise, por personal de salud y personas diagnosticadas con Covid-19, a quienes se les prohíbe el uso del transporte público o han sido objeto de agresiones físicas y verbales. Nos comentan que sería tiempo de redoblar las estrategias para disuadir de ese tipo de comportamientos a los agresores, quienes actúan basándose en su miedo y su ignorancia.
• Barbosa corrige, pero…
En Puebla, la cuarta entidad con más contagios en el país, con 214 casos y 15 fallecimientos reportados hasta ayer, la dura realidad está haciendo que el gobernador dé un vuelco a su mensaje sobre el coronavirus. Miguel Barbosa, quien hace apenas dos semanas aseguraba que el Covid-19 sólo le daba a los ricos y luego recomendaba tomar caldo de pollo para curar los síntomas, ayer, ante el inminente repunte de casos en su entidad, ya empezó a llamar a los poblanos a dejar atrás “esa cultura de a mí no me pasa nada”. El problema, nos dicen, no es tanto el cambio de discurso sino el efecto que puede tener luego de que él mismo dañó antes su credibilidad.
• Ahora Sonora, un paso adelante
Y en la sección de los estados que van un paso adelante en el combate al Covid, nuevamente Sonora anuncia medidas que superan a las de la Sana Distancia y el freno de actividades no esenciales decretadas desde el centro. Ahora, las autoridades de la entidad que gobierna Claudia Pavlovich anunciaron la aplicación del Quédate en casa obligatorio, Fase 2, con el cual las autoridades municipales podrán vigilar que las personas salgan a la calle sólo para realizar actividades esenciales. Además sólo se permitirá que viaje una persona por vehículo y se prohíbe tránsito peatonal en grupos, entre otras medidas. Su propósito es reducir la movilidad en 85 por ciento, pues sólo han logrado un 45 por ciento.
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SACAPUNTAS/El Heraldo de México
Pide respaldo presidencial
Interesante conversación sostuvieron el canciller Marcelo Ebrard y el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla. El secretario le pidió reabrir la planta de ventiladores de Smiths Medical, pero el mandatario, defendió a sus paisanos y reiteró que mantendrá la suspensión hasta que la empresa venda equipos a su estado y no sólo a EU. Y pidió apoyo al Presidente.
Corte reinicia… vía remota
Nos adelantan que este lunes la Suprema Corte reiniciará sus operaciones. Eso sí, será vía remota por aquello del #QuédateEnCasa. El ministro presidente, Arturo Zaldívar, explicó que será a través de una aplicación de videoconferencias para que los ministros sesionen. Se prevé que dicha medida se aplique también en tribunales y juzgados.
Misión para Luisa María
Despedidos quedaron cinco mil trabajadores de Grupo Vidanta, consorcio hotelero de Daniel Chávez. Nos cuentan que los ceses fueron en Nayarit y los empleados ya buscan cómo demandar. El caso es que el asunto lo debería revisar la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, quien se anotaría varios puntos si mete en cintura a dicha empresa.
Esteban, el aplicado
Nos cuentan que el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, fue el único que permaneció en todo momento con cubrebocas, ayer, durante la ceremonia del 101 aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, que encabezó el presidente López Obrador. Todos los secretarios llegaron con su mascarilla, pero se la quitaron al entrar al patio central de Palacio Nacional.
Poco solidarios
Nos hacen ver que en sólo una semana se dispararon las denuncias por discriminación a profesionales de la salud y personas con coronavirus. El Conapred, que encabeza Mónica Maccise, recibió del 6 al 9 de abril pasados 44 quejas, es decir, más del doble de las 32 que se tenían registradas desde que inició la contingencia. ¿Dónde quedó la solidaridad?.
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SERPIENTES Y ESCALERAS/Salvador García Soto /
El Universal
Nuestro ‘salvador Trump’, ¿a cambio de qué?
En toda la historia de la muy compleja relación México-Estados Unidos, la experiencia nos enseña que siempre que Washington ofrece un favor a los mexicanos, es porque espera a cambio un beneficio. La frase que el secretario de Estado del presidente Eisenhower, John Foster Dulles, acuñó en los años 50 de que “Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses”, bien valdría recordarla ahora que el presidente López Obrador dice que “muy generosamente” el presidente Donald Trump le ofreció “que nos iba a apoyar con los 250 mil (barriles de petróleo) adicional a lo que ellos aportaron”.
La primera prueba de que la “generosidad” de la Casa Blanca no fue desinteresada, la dio al mismo Trump cuando salió a erigirse ante el mundo como el “salvador de México” frente a la OPEP, para luego aclarar que la ayuda ofrecida de 250 mil barriles de petróleo no fue gratuita ni un gesto del altruismo energético, como lo presentó el Presidente mexicano, sino más bien un préstamo que “ellos nos reembolsarán en una fecha futura, cuando estén preparados para hacerlo”.
De cualquier manera, el mismo Trump aclaró que aún la OPEP tendría que aceptar primero el inédito acuerdo entre México y EU para un préstamo de producción petrolera que nunca se había visto en la historia.
Incluso, en Washington ayer se preguntaban cómo es que el Presidente estadunidense piensa garantizar esa reducción de 250 mil barriles en su producción sin afectar los intereses de las grandes compañías petroleras de su país que, tras la caída de los precios, no están precisamente en su mejor momento.
En todo caso, la pregunta que en México debemos hacernos es ¿a cambio de qué Trump aceptó ofrecerse como el héroe salvador de México y de su alicaída industria petrolera?.
¿Qué nueva condición o apoyo le habrá pedido o le irá a pedir en un futuro al presidente López Obrador si es que la OPEP llegara a aceptar el salvamento para nuestro país? ¿Será que el negociante astuto y ventajoso que siempre ha sido el magnate estadunidense solo pensó en el “pago futuro” de los 250 mil barriles de petróleo que le prestó al Gobierno mexicano o acaso pensará cobrar algún interés o crédito por el préstamo?
Desplante de México a la OPEP
Por lo pronto, México y su secretaria de Energía, Rocío Nahle, se convirtieron ayer en la “comidilla” del poderoso mundo petrolero no solo por las largas “consultas” que realizaba la responsable energética mexicana con su jefe el Presidente, frenando por más de 7 horas el avance de la reunión de la OPEP.
México se negó desde el principio a disminuir su producción petrolera en 23% y proponía que la baja fuera “proporcional” a la producción de cada país, sugiriendo que, a partir de su producción estimada en 1.9 de millones de barriles diarios (según la proyección la OPEP fijada desde el sexenio pasado), Pemex solo podía reducir 100 mil barriles diarios.
Al final, tras un tenso estira y afloja y de que México no aceptó ceder, la secretaria mexicana se paró de la mesa y dejó colgados a los ministros de energía de 26 países.
Es claro –aunque no lo entiendan en otros países– que quien llevó esa negociación a distancia fue el propio presidente López Obrador, para quien la posición inédita de México en una reunión petrolera internacional fue un tema de “resistencia” con el que buscó proteger a la deteriorada Pemex y su mermada producción.
Rocío Nahle fue, en la negociación petrolera, como una pieza de ajedrez, y no precisamente la reina, sino un peón. Lo que el Gobierno mexicano defendía ante la OPEP era que mientras bajar su producción en 400 mil barriles menos para Arabia Saudita o Rusia era, sí un esfuerzo importante, para México era el suicidio.
Por eso López Obrador no quiso ceder en bajar más la producción de 100 mil barriles, sobre todo en un tema como la producción petrolera que para él no es solo un tema económico, sino un asunto ideológico en el que está empeñado en demostrarles a los mexicanos que va a lograr “rescatar a Pemex” y devolverla a su estatus antiguo de la gran empresa paraestatal, algo que se ve cada vez más complicado con los graves problemas financieros de la petrolera mexicana.
En realidad lo que está cediendo, México es el equivalente a lo que se había logrado incrementar con la leve recuperación lograda por el Gobierno con la inyección de miles de millones de dólares a Pemex; incluso hay quien dice que el cálculo del Presidente no era ni siquiera obligar a Pemex a disminuir su producción sino que lo hicieran los productores privados que hoy producen más o menos esos 100 mil barriles.
Ya veremos en qué termina todo el enredo petrolero, si Trump nos salva o no, si es que lo aceptan Rusia y Arabia Saudita y cuáles terminarán siendo las “letras chiquitas” del préstamo de los 250 mil barriles que seguro México y López Obrador terminarán pagando con creces.
Por lo pronto en el mercado petrolero internacional, donde México llegó a ser un actor importante en alguna época –aunque hoy seamos un actor marginal con 1.7 millones de una producción mundial de 80 millones de barriles diarios– ahora seremos un peón de los Estados Unidos, al que Donald Trump tiene que salir a “salvar”. El papel que nuestro país llegó a jugar en el pasado en los acuerdos de la diplomacia petrolera, es cosa del pasado.
A rebeldía fiscal llaman empresarios
La fractura que sufrió esta semana la relación entre el Presidente de la República y una parte del empresariado mexicano se expresó esta semana en dos frases: la primera, de Carlos Salazar, dirigente del CCE, diciendo que “nos cerraron las puertas” del Palacio Nacional; y la segunda de López Obrador reiterando su negación de apoyos fiscales y pidiéndole al mismo Salazar que “nos ayude a cobrarle a empresas deudoras del fisco”.
Después de eso, en varios estados, los empresarios locales han comenzado a llamar a la “rebeldía fiscal” y a dejar de pagar las contribuciones federales, estatales y municipales, ante la falta de apoyos del Gobierno para enfrentar la crisis económica por el Covid-19.
Ayer viernes, el primer estado en donde se anunció una huelga de impuestos fue Tamaulipas, donde el dirigente estatal de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Fecanaco-Servytur) anunció que en una videoconferencia donde se enlazaron los representantes de las Cámaras de Comercio del Estado, que representan a cerca de 20 mil empresas pequeñas, medianas y grandes, acordaron decretar “una suspensión al pago de impuestos y servicios a los tres niveles de Gobierno”.
La suspensión, dijo, se decidió por la “actitud retadora” de las autoridades federales de exigir el pago de impuestos obligatorio, cuando las empresas y negocios están teniendo que cerrar y parar por la contingencia sanitaria y porque “México está actuando en sentido inverso a otros países” donde sí se apoya a las empresas ante la crisis económica.
El llamado de los comerciantes y empresarios tamaulipecos –cuyo dirigente Julio César Almanza es muy cercano al gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca– es a que las empresas decreten una suspensión en pago de impuestos federales y estatales, así como servicios que incluyen a nivel federal el IVA, ISR, la CFE, el IMSS, Infonavit y a nivel estatal el ISN y los prediales municipales.
Este tipo de movimientos se están gestando también en otros estados, en donde los dirigentes de los organismos empresariales analizan desde la vía del amparo, hasta la huelga o la suspensión de pagos, para no pagar impuestos y contribuciones, si no hay ningún programa de apoyo fiscal del Gobierno federal.
Por cierto, que en algunos grupos de empresarios planean hacer campañas publicitarias con un llamado para dejar de pagar impuestos y servicios utilizando videos o discursos en los que el actual presidente, López Obrador, cuando era líder social, llamaba a la “resistencia de pagos” contra instituciones como la CFE. “Si otros lo hicieron, por qué nosotros no podemos”, dijo un empresario que promueve esas suspensiones.
Los dados mandan Escalera doble. Seguimos con la cuarentena. Ánimo y fortaleza para todos los lectores.
NOTAS INDISCRETAS…
El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, se negó a otorgar el permiso para que una planta maquiladora, de la empresa Smiths Medical o Smiths Healthcare Manufacturing, que produce ventiladores y respiradores artificiales, pudiera reanudar sus operaciones, luego de que el gobierno estatal decidiera obligarla a cerrar en la pandemia de Covid-19 por no realizar una actividad esencial.
La empresa, de origen estadounidense, se fue a quejar con el canciller Marcelo Ebrard y con el embajador de EU en México, Christopher Landau, de que el gobernador los chantajeó al amenazarlos con que si no le vendían a México parte de su producción no los dejaría producir en la emergencia.
“Y no les voy a dar el permiso ni aunque me lo pida el canciller ni mi amigo el Presidente”, dijo Jaime Bonilla en entrevistas.
Veremos en qué para el asunto que ya está en manos del embajador Landau…
Los dados mandan Escalera doble.
Seguimos con la cuarentena.
Ánimo y fortaleza para todos los lectores.
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SOBREAVISO/René Delgado /
Reforma
El desacuerdo nacional
Hace años -treinta, por lo menos- el país vive en el desacuerdo, inserto en una lucha por el poder y el proyecto de nación. Un litigio con arreglos y desarreglos por arriba y por debajo de la mesa, donde el fraude, el magnicidio, la frivolidad, la violencia, la corrupción y el abuso han compuesto el mazo de cartas de los jugadores y, así, más de una vez se ha estado al borde del colapso. El nombre del juego ha sido el del engaño y la sospecha.
Por eso, hablar de un acuerdo respetable y respetado para encarar la tercera fase de la crisis sanitaria y el inicio de la económica produce el efecto contrario al esperado. En vez de acercar, aleja las posiciones, amagando derivar en una crisis política que, no es improbable, podría llevar al estallido de la crisis social preexistente. Se proponen acuerdos para vulnerar su posibilidad.
Un virus con enorme velocidad de contagio y capacidad letal, una recesión superior a la peor conocida, un desentendimiento político con ribetes de fractura... en suma, una crisis de crisis llama a la puerta y los actores y factores de poder, como si no supieran, preguntan quién toca.
El poder de la naturaleza más que la naturaleza del poder ha unido al país. Sin embargo y por cuanto se ve, esta vez será la excepción. Quizá, cuando la sombra del dolor y la muerte coloque su crespón en la conciencia y la memoria y los parques sirvan de fosa, los actores y factores de poder reaccionen de un modo distinto frente al problema, con un tardío dejo de humanidad.
Cosas de la vida -y ésta no es una muletilla-, cada que tiembla, la subcultura de la sospecha y la desconfianza ha sido sacudida, borrada por la solidaridad.
La tragedia, pero sobre todo el afán de sacar de los escombros a quienes aún respiran o no, ha hecho a un lado la suspicacia ante el desconocido y, con él, mano a mano se han movido piedras, lozas y varillas con tal de salvar a otro desconocido y unidos rescatarse a sí mismos en un gesto de grandeza.
Esta vez no. La naturaleza del poder ha prevalecido sobre el poder de la naturaleza que amenaza no sólo con contagiarnos, sino también con arrebatarnos la vida, el empleo y la sonrisa.
El pavor a que la ocasión -y la ocasión es una desgracia- sirva a la tentación de llevar el mandato presidencial más allá de un límite aceptable o, lo contrario, al despropósito de maniatar ese mandato cuanto antes, ha atrincherado a los actores y factores de poder en un juego infame, dejando en medio a la gente por la que unos y otros juran aferrarse a su postura. Se proponen acuerdos para ahondar el desacuerdo, no para remontarlo. Ni quién ceda.
La epidemia nos ha regresado al rejuego de reconocer un cambio de gobierno, pero no un gobierno de cambio. Otra vez, estamos en la vieja pugna por el poder y el proyecto, anteponiendo esa lucha al sincero afán de rescatar vida y trabajo, salud y empleo.
Al paso de los días, las mortajas serán el tapabocas de quienes, aprovechando el viaje, han arrancado su precampaña presidencial o de quienes de la circunstancia han hecho oportunidad para jugar fuera del área o de quienes toman ventaja de la tragedia para avanzar en su proyecto.
Si en más de un país el virus ha tambaleado a los gobiernos y puesto en duda el liderazgo de los jefes de Estado, aquí, el desacuerdo y la desconfianza entre los actores y factores de poder agregan un granito: el vicio de la sospecha.
Los adoradores del mercado dicen "ya lo perdimos", refiriéndose a Andrés Manuel López Obrador, como si alguna vez hubiera sido suyo y hasta hoy cobraran conciencia de que la opción presidencial corría por un sector social distinto al de ellos, el vasto universo de los pobres.
Y otros, en este caso el mandatario, advierten en la crítica o la recomendación no el consejo, sino la gana de echar abajo su proyecto, si no es que a él mismo.
Y, desde luego, están los consejeros espontáneos que, sin reconocer el inevitable ajuste del modelo neoliberal ante la ausencia de uno distinto, insisten en hacer lo de siempre y mirar hacia adelante para regresar a lo de antes. Nada de ensayar algo diferente, así sea este un gobierno de cambio.
Es de pena el nivel de la clase política, sobre todo, de aquellos integrantes que desahuciados hoy ven la oportunidad de resurgir no de las cenizas, sino del basurero, o de quienes sin liderazgo ni visión descalifican porque sólo eso saben hacer.
De pena, la tozudez de esa porción del empresariado que, a fuerza de hacer sentir que hay votos de a peso y de peso, hasta a sus propios líderes desconocen, exigiendo endurecer la pierna mientras cínicamente despiden empleados o ahorran a costa de ellos, jurando preservar la fuente de trabajo.
De pena, la necedad de autoconcebirse como héroe, prócer, víctima o mártir, cuando el puesto es de jefe de gobierno y Estado, sí, con margen de servir a los pobres, pero sin ignorar al resto. De pena, los intelectuales que, con toga de ilustradores, recuerdan con nostalgia cuando fueron con Carlos Salinas a encender la luz en Chalco y, luego, exigieron en voz baja cobrar el servicio a los beneficiarios y hoy los asquea ayudar a fondo perdido a los pobres.
Sí, en un país hundido por años en el desacuerdo, instar a un acuerdo es incomprensible, pero urge construir un lenguaje común, tender puentes, salir de la subcultura de la desconfianza, la sospecha y el doble juego a fin de cuidar la vida y el trabajo.
Romper, en verdad, el molde de la confrontación y el desacuerdo, escapar de la prisión de los engaños, mirar hacia adelante y privilegiar hazañas, no traiciones y cobardías.
Estos no son días santos, son de muertos. La nación agradecería que actores y factores de poder pensaran en ella y no sólo en ellos mismos.
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TRES EN RAYA/Verónica Malo Guzmán /
El Heraldo de México
Hablemos de gastos de la 4T
De no haberse incurrido en ellos ,tendríamos un colchón nada despreciable para afrontar la pandemia.
Las contradicciones y las medias verdades no son atribuibles al Coronavirus. Me refiero a las compras directas sin licitación o concurso de por medio, a las adquisiciones a sobreprecio y al endeudamiento disfrazado de negociaciones en lo oscurito, igual a como se hacía en los viejos tiempos. Todo ello se han vuelto constante en el gobierno —ya no tan joven— de la Cuarta Transformación. Sí, ya transcurrió el 22% del sexenio y los “errores” en lugar de disminuir se agudizan.
Al estilo de la lista de los “periodistas chayoteros” —que resultó ser una relación incompleta de los directivos de empresas de medios que vendieron publicidad oficial al gobierno peñista de manera completamente legal—, Andrés Manuel ahora clama que si grandes deudores pagaran lo que deben en impuestos se podrían multiplicar los créditos a las PYMES.
Primero que nada: ¿estamos hablando de evasores fiscales, de deudores, de procesos en disputa, o ni siquiera eso? En todo caso, es labor del SAT cobrarles conforme a normatividad, sin omitir anunciar que ni siquiera eso cuando de trata de casos que están siendo disputados en tribunales; es competencia del Poder Judicial aplicar lo que se resuelva.
Por lo pronto, repito, igual a como sucedió con la exhibición de un puñado de dueños de medios informativos, esta nueva lista ni aparece ni hasta ayer temprano —según se informó— le había sido entregada al dirigente del CCE, Carlos Salazar.
Lo que sí es verdad, y nos consta, son los gastos superfluos e innecesarios que ha realizado este gobierno federal. De no haberse incurrido en ellos, tendríamos un colchón nada despreciable para afrontar la pandemia.
Vale la pena hacer un rápido recuento —que no lista exhaustiva— de algunos gastos realizados por la 4T que hoy nos hubiera caído de maravilla no haber comprometido.
La cancelación del NAIM. Ya chale, dirán ustedes. Si insisto en mencionarlo es porque aún no se ha terminado de pagar; uno de los fideicomisos “orgánicos” —es decir, que no podrá expropiar este régimen— se sigue utilizando para pagar los bonos cancelados (vía ingresos del TUA). Lo pagado supera los 105 mil millones de pesos (julio 2019), y haberlo terminado (con creación de empleos) ascendía a 100 mil millones.
La compra de las 571 pipas para Pemex en 85 millones de dólares. Por demás decir que fue una operación directa y realizada en el extranjero. A los industriales mexicanos que las fabrican ni siquiera les pidieron cotizaciones. Por cierto, es fecha que todavía no se rinden cuentas sobre las mismas.
El costo de mantener el avión presidencial en California (sí, allá sigue) ha superado los 10 millones de pesos. Ya se podría tener guardado en el hangar de la SEDENA.
Cambiar los nombres a Banco de Bienestar, Secretaría de Bienestar y Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural costó 49 millones de pesos. Y eso que en el caso del banco faltan aún remodelar y publicitar el 35% de las “sedes”. Por supuesto, de los 12 contratos para realizar los cambios de imagen solo uno fue mediante licitación, los otros 11 se designaron por adjudicación directa.
Regalar dinero a países centroamericanos (tan solo en el 2019 se entregaron 90 millones de dólares) o gastar la mitad del fondo para contingencias económicas en un año en que no las hubo. Y podríamos seguir…
Así, la realidad es que hoy podemos decir que ese dinero, que aparentemente los grandes deudores no han pagado al SAT, al menos no se ha esfumado en gastos, que nadie entiende, realizados por la 4T.
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SE HACE BOLAS EL GABINETE PRESIDENCIAL/Karen Quiroga
El Heraldo de México
Así, Hugo López-Gatell es quien, para bien o para mal, da la cara y nos informa de las acciones del gobierno en materia sanitaria.
La epidemia del coronavirus ha puesto a prueba a la sociedad mexicana, que tiene el reto y la responsabilidad de resguardarse en casa, pero también al gobierno federal, y nos ha demostrado el tamaño, capacidad y vocación de servicio de quienes forman parte del gabinete de Andrés Manuel López Obrador.
Hemos visto que, frente a una crisis sanitaria y económica como la que hoy vivimos, no basta ser un excelente jurista, un exitoso empresario, un dirigente social destacado o un joven con un futuro prometedor; se requiere mucho más que eso. Porque la tarea de gobernar implica una responsabilidad, una vocación y una disposición de servicio que no todas las personas tienen o entienden, y eso es justo lo que le pasa al gabinete del Presidente. Lo que vemos es un gobierno que está “hecho bolas”, donde no hay orden, ni control.
Uso la frase “hechos bolas”, porque, lamentablemente, hemos visto que si bien hay un gabinete donde participan personas que pueden tener reconocimiento profesional y autoridad moral en sus trayectorias, como servidores públicos están quedando mucho a deber; más aún, están demostrando que el puesto les quedó grande,
Vemos a un secretario de Salud completamente desaparecido, que ha cedido su lugar a un subsecretario, que es quien informa respecto al tema del coronavirus. Así, Hugo López-Gatell es quien, para bien o para mal, da la cara y nos informa de las acciones del gobierno en materia sanitaria. Por eso muchos ya hablan de la salida de Jorge Alcocer.
Por otro lado, el presidente entregó al canciller Marcelo Ebrard la actuación y conducción de la política interna. Es él quien se reúne con los gobernadores, quien anunció la declaratoria de alerta sanitaria y otra serie de actividades que corresponderían a la titular de la Secretaría de Gobernación, quien también ha quedado rebasada.
Muchos otros han desaparecido de la escena pública. Me refiero a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, quien ha estado ausente a pesar de que hace más de una semana se multiplicaron el desempleo, los despidos injustificados y descansos sin goce de sueldo.
La lista de funcionarios que no están funcionando es más larga. ¿Alguien sabe dónde está Víctor Manuel Villalobos, titular de la Secretaría de Agricultura? Hoy, que proteger a los trabajadores del campo es tarea primordial para garantizar el abasto y alimentos, nadie nos ha dicho qué acciones se emprenderán para proteger a ese sector.
Tampoco hemos sabido de la titular de la Secretaría de Economía, Graciela Márquez, ni de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, quien ni siquiera ha dicho que cuidará que los procesos de adjudicación directa sean apegados a la ley.
Por el bien de todos espero que en los próximos días veamos un gabinete comprometido con la gente. De lo contrario, estarán mandando el mensaje de que el país se les fue de las manos, lo que lamentaremos todos.
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PARALAJE/Liébano Sáenz /
Milenio Diario
Encuentros y desencuentros
Uno de los temas que más debe preocupar en esta etapa temprana de las crisis de salud pública y económica es el desencuentro de los sectores productivos con el Presidente de la República. Las posturas históricas del Presidente han conspirado contra el sentido común.
os empresarios, incluso los más moderados, se exasperan por el rechazo presidencial. Afortunadamente en el sector sindical ha prevalecido la mesura, al igual que en los grandes empresarios mexicanos, la prudencia.
Las diferencias llegan a todos lados, incluso al interior de la misma representación empresarial. Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, ha sido objeto de una severa crítica.
A su favor hay que decir que difícilmente una actitud más combativa de su parte hubiera sido eficaz con el estilo del presidente Andrés Manuel López Obrador, propenso a la descalificación a priori.
Carlos Salazar ha apostado por el diálogo y ha tenido logros notables como fue el acuerdo para revertir la postura de la Comisión Federal de Electricidad respecto a las empresas constructoras de gasoductos y muchas otras intervenciones en las que se obtuvo alguna rectificación.
Sin embargo, la retórica presidencial para muchos, no solo empresarios, es percibida como una provocación en la que no se debe caer.
Para bien de todos, el CCE tiene en claro que quien manda es el Presidente. Así es porque es la autoridad legal, y también por la legitimidad que le concede el voto a su favor.
Además, cuenta con una mayoría legislativa y presencia de sus correligionarios en muchos gobiernos locales. Esto es importante porque no puede ni debe haber la menor duda sobre la autoridad, a pesar de las diferencias que pudiere haber con ella.
La crítica es un derecho y disentir es consustancial a una sociedad libre y abierta. Así como preocupa la postura del Presidente, debe generar tranquilidad la sensatez de quienes hablan por los empresarios, más en estos momentos tan complicados y especialmente porque lo que viene adelante nos pondrá a todos a prueba.
El empresariado y las organizaciones civiles deben optar por el diálogo. Será la realidad la que convalide las posturas propias y, en su caso, obligue al ajuste a las del gobierno.
La información que recibe el Presidente está procesada por los intereses de la burocracia y de la política. Se han tomado decisiones preventivas en materia de salud a partir de información incompleta, imprecisa e inexacta.
La resistencia a ampliar el espectro de pruebas confiables para identificar contagios puede ser un costoso descuido. La indeseable realidad que se perfila es que pronto se tendrá un panorama semejante a España, Italia y Estados Unidos y eso seguramente generará una crisis que obligará al gobierno y al Consejo General de Salubridad a medidas correctivas.
En cambio, si lo que nos suceda hacia adelante con la pandemia, corresponde con lo previsto por el Presidente, todos los mexicanos estaríamos muy satisfechos y hasta orgullosos de las autoridades. Lo mismo ocurre en materia económica.
El Presidente parte de un escenario muy optimista y los empresarios de otro, totalmente distinto. No requerirá mucho tiempo para que la realidad ponga a cada quien en su lugar.
Las cifras de recaudación, empleo y, eventualmente, las expresiones públicas de inconformidad como secuela a la parálisis de le economía, serán referentes de lo que tendrá que hacer el gobierno si es el caso que prevalezca el escenario que plantea el sector privado.
De cualquier manera, el gobierno requiere del sector privado, incluso para que sea viable lo elemental de la política social. El empleo será el objetivo de los próximos años y el gobierno podrá impulsar acciones compensatorias para los sectores más desfavorecidos o vulnerables, pero, aunque quisiera, no podrá ser el generador de riqueza y oportunidades laborales. Apostar al tiempo en esta singular circunstancia no es fácil, sobre todo cuando se trata de que la realidad misma obligue al Presidente a recapacitar.
Lo que sí es fundamental es que se actúe independientemente de la postura de las autoridades. El sector privado puede hacer mucho para la salud pública y también, desde luego, para proteger a la parte más vulnerable de las empresas y negocios. Las iniciativas que se han presentado son dignas de estudio, tal como apoyar al sector informal de la economía y con ello propiciar su tránsito a la formalidad. Un acuerdo del sector bancario, grandes empresas y organismos empresariales puede dar un curso virtuoso en la atención de la emergencia económica.
La crisis de salud es transitoria, seguramente más prolongada de lo que se había pensado hace meses. Sin embargo, la crisis económica tendrá un efecto mucho más profundo, generalizado y prolongado para el que México debería estarse preparando.
Es una afectación a la economía mundial y como tal muchas de las empresas nacionales habrán de padecer las consecuencias. Nada será igual. Precisamente por esta razón, el sentido común llama por el reencuentro del Presidente con los empresarios y sus representantes.
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UN plan local/Ana Laura Magaloni Kerpel
REFORMA, 11 Abr. 2020
Una crisis económica necesariamente está inserta en una crisis de incumplimiento de contratos. Para las empresas, las políticas de confinamiento del calibre de las que estamos viviendo generan casi inmediatamente una gran ola de incertidumbre contractual. Muchas transacciones quedan suspendidas, pendientes, inciertas. ¿Podrá o no pagar mi arrendador? ¿Llegará o no la materia prima? ¿Cuánto tiempo puedo pagar el sueldo de mis trabajadores sin que existan ventas? ¿Qué pasa con mis obligaciones contractuales cuando otros no cumplieron lo que les toca y, por lo tanto, yo no puedo cumplir? ¿Cómo hacer frente a mis obligaciones sin quebrar la empresa? Hoy, en el mundo, al mismo tiempo, nadie sabe con certeza si podrá cumplir con sus obligaciones contractuales ni tampoco si su contraparte lo hará. Ello le sucede desde a la dueña de una estética en la Ciudad de México, hasta cualquier empresa global que haya tenido que frenar total o parcialmente sus operaciones. Esta incertidumbre jurídica impone un freno severo a la productividad de las empresas y afecta de manera mucho más grave a las pequeñas y las medianas. Si no se atiende rápidamente, el incumplimiento de contratos termina quebrando a miles de empresas, y con ello se pierden abruptamente millones de empleos.
Por ello, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, hace algunas semanas señaló que "las empresas pueden declarar fuerza mayor por causa del coronavirus cuando se trate de contratos que involucren a las pequeñas y medianas empresas" (Reuters, 28 de febrero). Ello significa que el acreedor y el deudor pueden decidir: 1) rescindir el contrato sin penas económicas por incumplimiento; 2) suspender el contrato por un periodo determinado o, 3) redefinir las obligaciones contractuales de tal manera que el contrato se pueda cumplir en un contexto de recesión económica. En Francia se discute si la fuerza mayor requiere de la intervención de un juez, o bien, si es posible que la decrete de forma general el Ejecutivo. Más allá de esta discusión jurídica, lo interesante es evaluar la utilidad que tendría para México establecer una política pública que genere contextos idóneos para que las partes renegocien sus contratos y los hagan viables a futuro. El Covid-19 ha generado un estado de excepción contractual. Cuanto más rápido se elimine, menos honda y prolongada será la recesión económica.
La semana pasada nos quedó claro que el Ejecutivo federal no tiene pensado involucrarse en proteger a las pequeñas y medianas empresas. Los recursos del gobierno federal se van a centrar en los más desventajados a través de los programas sociales existentes. Aunado a ello, no habrá más deuda pública, ni tampoco habrá suspensión de pagos de obligaciones fiscales. Esta posición del Ejecutivo federal nos obliga a pensar y proponer soluciones viables en el ámbito local. Se trata de propuestas que pueda instrumentar el gobernador de cualquier entidad sin necesidad de que se involucre el gobierno federal. Tal es el caso del derecho en materia de contratos y la fuerza mayor.
En efecto, el marco normativo y la ejecución de contratos entre privados es competencia centralmente de las entidades federativas. En este sentido, los gobernadores y legisladores locales pueden determinar un conjunto de directrices generales que permitan agilizar de forma generalizada la renegociación de contratos, tratando de privilegiar que dichos contratos continúen en el tiempo. Ello generaría una dosis importante de certidumbre jurídica, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas. Muy rápidamente podrían llegar a acuerdos con acreedores, deudores, trabajadores, para redefinir sus obligaciones y continuar trabajando. Para que esta política fuese un éxito, se requiere que se logren acuerdos entre bancos, empresas y gobierno local que aseguren el flujo de efectivo y con ello la continuidad de las actividades productivas. Estoy convencida que la era post-coronavirus va a ser la era de los gobiernos locales. ¡Pensemos en soluciones locales ya!
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Los errores de Trump/Jorge Ramos Ávalos
REFORMA, 11 Abr. 2020
Solo a alguien como Donald Trump se le puede ocurrir algo así. A pesar de las abrumadoras y espantosas cifras de contagiados y muertos por el coronavirus en Estados Unidos, él quiere convencernos de que su gobierno ha sido muy exitoso al enfrentar la pandemia. Y no ha sido así.
En la misma conferencia de prensa en que dos de sus asesores de salud proyectaron que podría haber entre 100 mil y 240 mil muertos, el Presidente dijo: "Creo que hemos hecho un gran trabajo". Pero esas cifras son muy superiores a la de todos los soldados estadounidenses muertos durante las guerras de Vietnam, Irak, Afganistán. "¿En qué círculo del infierno es ese un buen resultado?", se preguntó la ex asesora de seguridad nacional Susan Rice sobre el pronóstico de casi un cuarto de millón de muertos en una entrevista publicada por The Washington Post.
¿Cuáles son sus errores? Trump actuó lentamente, ha desinformado, no ha sido un buen ejemplo para otros y ha tomado varias decisiones equivocadas. En lugar de una respuesta efectiva y a nivel nacional ante la pandemia, Trump ha ido improvisando. Esto ha tenido gravísimas consecuencias.
Lo más desesperante es su falta de sentido de urgencia.
La primera muerte por coronavirus se reportó en China el 11 de enero y el primer caso confirmado de contagio en Estados Unidos (en el estado de Washington) se registró el 21 de enero. Se trataba de una persona que había visitado China. Pero al día siguiente, el 22 de enero, en una entrevista con la cadena CNBC, Trump dijo: "Lo tenemos totalmente bajo control (...). Todo va a estar bien".
No fue así.
Trump esperó hasta el 2 de febrero para prohibir la entrada a todas las personas que habían estado en China 14 días antes. Pero fue muy tarde. Durante el mes de enero entraron a Estados Unidos 381 mil personas provenientes de China en más de 1,300 vuelos, según una investigación de The New York Times. Así se coló el virus en Estados Unidos.
La lentitud del Presidente en su toma de decisiones permitió que el coronavirus se esparciera por todo el país. El principal asesor económico de Trump, Peter Navarro, distribuyó un reporte en la Casa Blanca el 29 de enero advirtiendo de una crisis por el virus que "podría costar trillones de dólares en daños económicos y tomar millones de vidas". Pero el Presidente, increíblemente, dice que no vio el reporte. Tuvo que pasar un mes y medio desde esa advertencia para que Trump declarara una emergencia nacional el 13 de marzo.
Además de su lentitud, Trump ha desinformado a los estadounidenses. "Parece que en abril, esa es la teoría, cuando empiece a hacer más calor, (el virus) va a desaparecer milagrosamente", declaró Trump el 10 de febrero. Y unas semanas después dijo que "el riesgo para los estadounidenses era muy bajo". Todo fue falso.
El Presidente, también, ha sido un pésimo ejemplo para otros. Trump seguía saludando de mano cuando ya no era prudente ni seguro hacerlo, promovió una medicina para el tratamiento del virus -hidroxicloroquina- a pesar de las dudas de sus asesores médicos, y no siguió la recomendación de su propio Centro para el Control de las Enfermedades sobre el uso de la mascarilla en público. "He decidido no usarla", dijo. La lección para que los niños no se contagien es sencilla: no hagas lo que hace el Presidente.
Todo esto retrata a un Presidente poco preparado y mal informado. Trump no pudo con el reto.
Aunque él está tratando de vendernos otra historia. Su narrativa es la de un "Presidente en tiempos de guerra" que ha tomado grandes decisiones para salvar vidas. Siguiendo el ejemplo de López Obrador, Trump está realizando una larga conferencia casi todos los días para controlar el mensaje en los medios. Pero hay una terrible desconexión entre la realidad que estamos viviendo en Estados Unidos -esta ha sido la peor semana de toda la crisis en términos de contagiados y muertes- y las declaraciones triunfalistas que está haciendo el Presidente.
Durante la campaña presidencial del 2016 los adversarios de Trump decían que el peor escenario, si él era elegido, sería una crisis a nivel mundial con un mandatario incapaz, que no corrige errores y obsesionado por los ratings y su imagen personal. Y eso es exactamente lo que ocurrió.
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Arresto domiciliario/Jorge Volpi
REFORMA, 11 Abr. 2020
Frente a la enfermedad, el encierro. Desde la antigüedad sabemos que el mayor peligro durante una epidemia somos nosotros mismos. Mucho antes de que descubriésemos el avieso poder de los virus, ya habíamos aprendido a aislarnos unos de otros. De la plaga de Atenas reportada por Tucídides a la influenza española, pasando por la peste negra, el remedio ha sido el mismo: el enclaustramiento en la propia casa y, de ser posible, en la propia habitación. Para romper la cadena de contagio se impone quebrar justo esa compleja red de vínculos que nos convierte en humanos.
No existe medida más extrema: al encerrarnos solo con nuestras personas cercanas -y desconfiar de los extraños-, erosionamos los vínculos comunitarios, derruimos nuestras instituciones económicas y políticas y nos introducimos en un limbo cercano a la animación suspendida. Nos volvemos un paréntesis. La ansiedad se exacerba con una incertidumbre que no soportan ni los presos: ¿cuándo terminará esto? O: ¿saldremos vivos y nuestros familiares saldrán vivos? Sin duda, la cuarentena puede inspirar el Decamerón, el Rey Lear o las leyes de la gravedad, pero por lo general provoca que la vida se parezca a un remedo de vida.
Nuestra insólita capacidad de adaptación nos permite que, en el interior de nuestras celdas, organicemos una agenda diaria, repartamos las horas como señores feudales, anhelemos el futuro y nos convenzamos de que el agónico contacto virtual con el mundo es mundo, pero nada de ello nos arrancará del arresto domiciliario. Foucault, cuyas ideas sobre la vigilancia, el control y el biopoder tanto han renacido en estos días, de seguro se habría rebelado, a riesgo de su propia vida, contra el aislamiento decretado por el poder médico y sus inconsecuentes aliados políticos. En México, cada noche a las 7 escuchamos la orden médica, quédate en casa, cuya contravención se convierte en falta administrativa o delito en otras latitudes.
Desde que se inició la pandemia de Covid-19, hemos regresado al Medievo. Ante un patógeno frente al cual no tenemos defensas naturales no queda, otra vez, sino el encierro, solo que ahora no lo aliviamos contándonos un cuento cada día, sino con los mil cuentos de la red, la radio o la tele. Parecería que, tras milenios de enfrentarnos a las enfermedades contagiosas, no hemos avanzado nada. Si pudiésemos vernos desde el futuro, como ahora miramos a los supervivientes de la peste, el juicio sobre nuestra respuesta a la pandemia de Covid-19 de 2020 debería ser mucho más severo.
Aunque se nos diga que esto era inimaginable, en realidad las sociedades más desarrolladas de la historia son responsables del desastre que hoy experimentamos. En primer lugar, porque también somos las sociedades más desiguales de la historia, lo cual provoca que el encierro no sea equivalente para todos. Cada año mueren 9 millones de personas por hambre o enfermedades asociadas con el hambre, aunque se trata de 9 millones que a nadie le importan. Si cerramos el planeta entero por el Covid-19 es porque afecta, en cambio, a las élites. Élites dispuestas a encerrarse a cal y canto en sus hogares mientras -igual que en la Edad Media- millones de desafortunados mantienen la producción y el abasto de bienes y servicios indispensables para sobrevivir cómodamente al arresto. Para colmo, no nos encerramos para controlar la pandemia, sino para evitar que nuestros destartalados sistemas de salud colapsen. Sistemas de salud que hemos derruido o abandonado desde hace décadas y cuyas fallas dañarán sobre todo a los más pobres.
Por arduo que nos sea, nosotros podemos inventarnos mundos alternos en nuestros departamentos, casas o palacios, dedicándonos incluso a redactar apasionantes diarios del encierro, mientras los más desfavorecidos siguen allá afuera, cosechando o trabajando en fábricas de ventiladores o mascarillas o llevándonos viandas gourmet o paquetes a domicilio. Si el encierro es el infierno, en sociedades tan inequitativas como México o el resto de América Latina, también es un privilegio.
@jvolpi
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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