Asociación Cívica Nacional Revolucionaria
Montañas del Sur, México
Campamento Revolucionario «José María Morelos»
Noviembre 24 de 1971.
A TODO EL PUEBLO EN GENERAL:
El presente, segundo comunicado, con un segundo plazo concedido a nuestro detenido que terminará el 28 de los corrientes a las 12:00 P.M., ratifica el primer comunicado en todos sus términos en vista de haberse extraviado, y para conocimiento del pueblo y de las partes interesadas.
EL COMITÉ ARMADO DE LIBERACIÓN «GENERAL VICENTE GUERRERO». A todo el pueblo en general declara lo siguiente:
Está en nuestro poder detenido por el Cuerpo Armado que representamos el Dr. Jaime Castrejón Diez, rico propietario de las fábricas Coca Cola en Acapulco, Iguala y Taxco Gro.; Rector de la Universidad de la propia Entidad y miembro connotado de la oligarquía pro‑imperialista que nos gobierna.
Nuestro acto constituye la respuesta armada de las fuerzas del pueblo a la grave y criminal represión que por todo lo que va del presente año ha realizado el ejército y las policías al servicio del gobierno, contra los compañeros, sobre todo en esta Región Sur de nuestra Patria; así también contra las torturas incalificables que han venido sufriendo los Presos Políticos y de quien utilizando el puesto de rector que actualmente ejerce, sirve a la penetración cultural imperialista.
Por lo anterior hemos dispuesto pasar por las armas a dicho señor de referencia, salvo que en los términos del presente y en el último plazo concedido, que vence el próximo 28 de los corrientes a las 12:00 P.M., se satisfagan las condiciones para su libertamiento como son:
1.‑ Libertad a los Presos Políticos: Florentino Jaimes, Mario Menéndez, Demóstenes Onofre, Concepción Solís, Ceferino Contreras, Antonio Sotelo, Rafael Olea, Santos Méndez e Ismael Bracho; brindándoles opcionalmente por la Embajada Diplomática que escojan, el salvoconducto correspondiente para su salida del País; y poner en manos de tribunales legales de justicia a todos los campesinos que padecen detención indefinida e incomunicación en distintos cuarteles del ejército, bajo la falsa acusación y de declaraciones arrancadas con torturas de participar en nuestro Movimiento Revolucionario Armado, entre otras: José Garay, Francisco Garay, Sixto Flores, Cliserio de Jesús, Efrén Gutiérrez, Miguel García Martínez, José Ramírez, Crecencio Calderón, Mellado Martínez, Juan de Jesús, Hilda Flores, Eusebio Armenta, Marcos Saldaña, Angel Piza y Justino Piza.
2.‑ Por estricta vía familiar debe entregarse rescate de dinero en efectivo por la cantidad de dos millones y medio de pesos, a la persona designada por el detenido, con carta de identificación al respecto, Dinero que servirá para auxiliar a las víctima de la represión del gobierno.
Toda intervención del ejército y las policías, en este caso, causará graves consecuencias.
ATENTAMENTE
«LOGRAR LA LIBERACIÓN DE MÉXICO Y UNA PATRIA NUEVA O MORIR POR ELLA»
«HASTA LA VICTORIA SIEMPRE
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Tomado de la web Facebook
Memoria y resistencia: la historia de la guerrilla en México
6 de mayo de 2021 ·
El 19 de noviembre de 1971, Jaime Castrejón Diez, rector de la Universidad Autónoma de Guerrero y gerente regional de Coca-Cola, es secuestrado por un comando de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria en el kilómetro 240 de la carretera México-Acapulco, a la altura del poblado de Xochilapa.
Castrejón, quien iba acompañado por su esposa Ruby Nikel y su chofer, Ángel Traviesa Peláez, es rodeado por cuatro hombres armados con M-1, los cuales, extraen al rector y al chofer del Ford Galaxie en el que se trasladaban y subidos al Dodge Coronet donde se trasladaba el comando. Kilómetros más adelante, Ángel Traviesa es abandonado por el comando.
La noticia del secuestro rápidamente se extiende por todo el país, así como las sospechas de la participación de la guerrilla encabezada por Genaro Vázquez en el mismo. Luis Echeverría, el gobernador de Guerrero, Israel Nogueda Otero y el Secretario de la Defensa, Hermenegildo Cuenca Díaz, en un primer momento negarían que el secuestro fuera un acto realizado por la guerrilla, Sin embargo, dicha participación es confirmada horas después por Ruby Nikel y Ángel Traviesa al identificar a Genaro como una de las personas pertenecientes al comando que secuestró al rector.
A raíz del secuestro, militantes del Movimiento de Acción Revolucionaria y de la ACNR presos son torturados para tratar de extraer alguna información relacionada con el caso. Tratando de crear condiciones para establecer contacto con el rector, se ordena el retiro momentáneo de tropas militares en el estado de Guerrero, así mismo, Nogueda Otero llega a ofrecer un indulto total a Genaro Vázquez si en las próximas horas el rector era liberado y se ofrece como mediador.
Por su parte, la ACNR había tratado de entablar comunicación con la familia del rector y el gobierno estatal, sin embargo, el primer comunicado se extravió bajo circunstancias poco claras, peor es probable que el gobierno mexicano no haya querido darlo a conocer para evitar reconocer que el secuestro había sido un acto realizado por la guerrilla. De igual forma, el día 22 de noviembre la ACNR había entablado comunicación con la redacción de la revista Por Qué? En dicho mensaje, la ACNR reivindicaba el secuestro de Castrejón Diez, y que a cambio de su liberación, exigían el traslado de militantes de la ACNR presos hacia Cuba.
Sería hasta la noche del 26 de noviembre de 1971 cuando en el noticiario 24 horas conducido por Jacobo Zabludovsky se daría lectura a un comunicado del Comando Armado de Liberación, General Vicente Guerrero perteneciente a la ACNR, en el cual, la organización exigía:
1) La liberación de Florentino Jaimes, Mario Menéndez (Director de la revista Por Qué?), Demónstenes Onofre, María Concepción Solís Morales, Ceferino Contreras, Antonio Sotelo, Rafael Olea, Dantés Méndez e Ismael Bracho Campos, presos en centros penitenciarios de la ciudad de México y Chilpancingo. Así mismo, exigen la liberación de José y Francisco Garay, Sixto Flores, Cliserio de Jesús, Efrén Gutiérrez, Miguel García Martínez, José Ramírez, Crescencio Calderón, Mellado Martínez, Juan de Jesús, Hilda Flores, Eusebio Armenta, Marcos Saldaña, Ángel Pisa y Justino Pisa; Todos ellos, campesinos acusados de militar con la ACNR y recluidos ilegalmente en instalaciones militares.
2) El pago de dos millones y medio de pesos, los cuales serían utilizados para apoyar a las víctimas de la represión gubernamental
La ACNR establece como plazo las 12:00 pm del día 28 de noviembre. El Estado mexicano cumple las exigencias de la ACNR y de manera casi inmediata libera a todos los presos y los traslada en avión hacia Cuba. Sin embargo, los tratados diplomáticos que el Estado mexicano tenía con el gobierno cubano hacen que, una vez llegados a la isla, se les retenga por la fuerza dentro de ella, impidiendo a los liberados hacer actividades políticas y negándose a prestar apoyo militar a los combatientes de la ACNR.
El 1 de diciembre de 1971, Castrejón Diez es liberado sano y salvo. Figuras de la izquierda institucionalizada como Heberto Castillo y el periodista Victor Rico Galán se suman al coro condenatorio del Estado mexicano contra Genaro Vázquez, acusándolo de terrorista y aventurero. De igual forma, el senador priista Rubén Figueroa lanza un reto a la guerrilla guerrerense, particularmente contra Lucio Cabañas, al que califica de delincuente, maniaco y asesino, rematando su ataque con una irónica profecía de su propio secuestro, el cual tendrá lugar dos años más tarde a manos del Partido de los Pobres.
* Fuentes de Referencia:
México Armado 1943-1981: Laura Castellanos
Genaro Vázquez: Orlando Ortiz
Las Guerrillas en México y Jenaro Vázquez Rojas (Su personalidad, su vida y su muerte): Juan Miguel de Mora.
10 años de guerrillas en México 1964-1974: Jaime López.
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Sábado, 23 de abril de 2016
Tomado del blog http://atoyacmimatria.blogspot.com/2016/04/guerrilleros-iii.html
Guerrilleros III/Víctor Cardona Galindo
Sucedió que el 19 de noviembre de 1971, un comando de Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) secuestró a Jaime Castrejón Díez, rector de la Universidad Autónoma de Guerrero y gerente de la Coca Cola, a la altura de la desviación de Casa Verde, en plena cañada del Zopilote, cuando se trasladaba de su domicilio de Taxco de Alarcón a la ciudad de Chilpancingo.
Como rescate, los guerrilleros, exigieron la excarcelación de nueve presos políticos, dos millones y medios de pesos en efectivo y la presentación de 15 detenidos. Hacía poco, el 27 de septiembre de 1971, el Frente Urbano Zapatista (FUZ), había secuestrado con éxito al jefe de Administración de Aeropuertos, Julio Hirschfeld Almada consiguiendo como rescate tres millones de pesos.
Credencial del joven maestro Genaro Vázquez Rojas, quien después sería el guerrillero más buscado del país, hasta su muerte el 2 de febrero de 1972. Foto tomada del libro México Armado de Laura Castellanos.
De acuerdo a la versión de Arturo Miranda Ramírez y Carlos G. Villarino Ruíz en su libro El otro rostro de la guerrilla 40 años después, la guerrilla acusaba a Castrejón de servir de punta de lanza del imperialismo en su campaña de penetración cultural en el país. Estaba considerado como uno de los hombres más ricos de la entidad. Su capital se estimaba en más de 200 millones de pesos. Al ser propietario de las embotelladoras Yoli y Cocacola, en todo el estado, se le ubicó como capitalista pro imperialista. Tenía una estrecha relación con el presidente de la república y con el gobierno local.
Jaime Castrejón, de 39 años de edad, tenía estudios en Estados Unidos e Inglaterra. Ex presidente municipal de Taxco de 1966 a 1968, vicepresidente de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), rector de la UAG desde 1970. Dueño de las embotelladoras de refrescos en Acapulco, Iguala, Taxco y Ciudad Altamirano.
Castrejón nació en Taxco el 22 de mayo de 1931. “Cursó el plan piloto de Humanidades del doctor Robert Hutchis, en la Universidad de Chicago, de 1949 a 1950. Obtuvo el título del bacteriólogo en la Universidad de California en 1954, y luego obtuvo la maestría en bacteriología y microbiología en la Universidad de Bristol Inglaterra en 1955-1956. Además obtuvo el doctorado en microbiología en Tulane University en 1961 e hizo un curso de posdoctorado en la misma universidad, de 1961 a 1962”, informaba Excélsior el 20 de noviembre.
Por Arturo Miranda sabemos que el comando hizo un primer intento de secuestro pero fracasó por su inexperiencia. “Antes del amanecer aquel día 10 de noviembre de 1971 salió el comando y unas horas después volvía a la comunidad sin haber realizado la acción”.
Nueve días después, cuatro hombres armados con metralletas, vestidos de militares y con cascos secuestraron a las 9:30 horas al rector Jaime Castrejón Díez, a quien obligaron a detener su automóvil en el kilómetro 240 de la carretera México-Acapulco. El expresidente municipal de Taxco venía acompañado de su esposa Ruby Nickel y su chofer Ángel Traviesa a quien también se llevaron y soltaron después. El rector fue trasladado a un lugar cercano al poblado de Maxela y junto con el comando inició el ascenso a las montañas localizadas al sureste de dicho poblado.
“Durante el secuestro nadie llegó a sospechar que un ancianito sordo y casi ciego fuera quien puntualmente en un borrico más flaco que el caballo de don Quijote, llevara los alimentos y la información que requería Genaro y el comando. El viejecito pasaba desapercibido a policías y soldados que peinaban la región de Maxela”.
Ese 19, a las 8:00 horas salió Castrejón y acompañantes de Taxco rumbo a Chilpancingo, en su automóvil Galaxie 1971 blanco, cuando en el lugar conocido como Venta Vieja, les salió un coche Dodge Coronet, verde olivo, que los comenzó a perseguir, más adelante les cerró el paso atravesándose en la carretera, del automóvil descendieron cuatro sujetos que los rodearon y luego bajaron al doctor y el chofer para llevárselos. Como cerca de donde fue secuestrado Castrejón está el camino que lleva a Tlacotepec, los cuerpos policiacos pensaron que se lo llevaron rumbo a la sierra.
Ese día el comando esperó al rector a un lado de la carretera a la altura de Xalitla; para evitar que se hicieras sospechosos, “los compañeros calcularon con mucha precisión la hora en que el rector pasaría por el lugar; a las 9:30 apareció con rumbo a Chilpancingo en un Ford Galaxie último modelo, placas de circulación 99 HAS… fue perseguido por más de 20 kilómetros hasta que por fin, unos 300 metros después de la desviación de la carretera a Filo de Caballos fue interceptado”, dicen Miranda y Villarino. Los guerrilleros iban disfrazados de militares incluso Genaro llevaba insignias de oficial.
“Su esposa de origen norteamericano, les gritaba en un español casi inentendible, que se quejaría con Gral. Hermenegildo Cuenca Díaz, jefe de la Defensa Nacional por el atropello de que eran objeto; Bracho tuvo que introducir presurosamente el cañón del M-2 por la ventanilla para evitar que terminaran de cerrarla y ya no pudieran bajar al rector del vehículo; finalmente lo pasaron a él y a su chofer al Dodge Coronet y emprendieron el retorno hacia Iguala a la máxima velocidad que alcanzaba el vehículo”.
La señora pidió un aventón a Chilpancingo porque las llaves del coche en que viajaban, se la llevaron los plagiarios. “Como medida de precaución los miembros del comando guerrillero tiraron las llaves del carro al río del cañón del Zopilote”, se lee en El otro rostro de la guerrilla 40 años después.
Más tarde el chofer Ángel Traviesa fue liberado en un paraje, de la carretera, rumbo a Mayanalán y llegó a las 13: 28 a Chilpancingo, inmediatamente fue llevado ante el procurador Francisco Román Román, donde le mostraron fotografías entre las cuales identificó a Genaro Vázquez Rojas. El chofer dijo que al sentirse perseguido aceleró pero que el doctor le dijo “No hay problemas, son del Ejército, debes obedecer”. Casi al llegar a Casas Verdes el Coronet verde olivo los rebasó y se les cerró “rápidamente bajaron los cuatro individuos armados, abrieron violentamente las portezuelas del Galaxie del doctor y los sacaron a él y a mí a jalones y empujándonos con fuerza nos obligaron a subir al carro de ellos. Todo fue muy rápido en menos de un minuto”, dijo a Excélsior Ángel Traviesa.
El chofer agregó: “La señora Ruby se quedó dentro del automóvil. Lloraba y gritaba pidiendo a los secuestradores que no se llevaran a su esposo. Fue cuando uno de los secuestradores le gritó: ‘No grite. Quédese quieta. A su esposo no le pasará nada si se porta bien’ ”.
Los periódicos dijeron que el gobernador Israel Nogueda Otero andaba en Tepecoacuilco en una ceremonia oficial y al ser informado del secuestro de inmediato regresó a Chilpancingo. El general Manuel Enríquez comandante del 35 Zona Militar, con sede en Chilpancingo, de inmediato movilizó al 49 Batallón de Infantería destacamentado en Iguala, que estaba al mando del general Oscar Archila Moreno, para que peinara las zonas aledañas a la carretera entre Mezcala e Iguala. Fueron los soldados quienes localizaron el coche Dodge Coronet 1967, color verde olivo, con placas de circulación DUG-73 del Distrito Federal, de quien al principio se dijo fue robado en la capital a la compañía “Cherek Mark”, abandonado sobre la cortina de la presa de Tepecoacuilco, a diez kilómetros de Iguala, sobre la carretera nacional.
Castrejón había llegado a la rectoría en 1970, cuando la contienda se definió entre tres candidatos finalistas: doctor Amín Zarur Menez, el licenciado José Herrera Peña y el doctor Jaime Castejón Diez. El 14 de enero, con 75 delegados efectivos y la presencia de 300 estudiantes y en votación secreta el Consejo Universitario eligió como rector al doctor Jaime Castrejón Diez. Se dice que su elección en el Consejo no causó mayor inquietud porque los consejeros estaban perfectamente controlados por el PRI.
Luego el 17 de enero de 1970 a las 12:45 horas tomó protesta como rector con la asistencia de unas 700 personas en una transición sin división estudiantil. Desde el principio de su rectorado Castrejón reactivó la vida académica, promoviendo cursos de superación docente y ciclos de conferencias. Abrió las carreras de Técnico Constructor; licenciado en turismo y envió la escuela de agricultura a Iguala y la de Comercio al puerto de Acapulco.
Inició una reforma universitaria mediante un proyecto llamado “Autoestudio” que pretendía hacer una evaluación de la Universidad en la cual se programaba la participación de todos los universitarios.
Por su prestigio a principios de 1971 el rector Castrejón fue electo presidente de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior (ANUIES). Sin embargo los acontecimientos que se avecinaban cambiarían definitivamente la vida de la máxima casa de estudios.
Su secuestro causó mucha agitación en la Universidad, el 21 de noviembre, el Consejo Universitario se declaró en sesión permanente hasta que llegara sano y salvo el rector. Ese mismo día la directora del Instituto México, Concepción Ramírez Altamirano, le dijo a Excélsior “que su hijo desapareció desde el viernes y que presumía había sido detenido en relación con el plagio”. Los periódicos ubicaban a Humberto Espinobarros Ramírez, como izquierdista egresado de la escuela de economía de la Habana Cuba.
“El primer comunicado dirigido a la familia del secuestrado fue elaborado con una máquina de escribir propiedad del administrador de la terminal de autobuses Flecha Roja y se hizo llegar el 23 de noviembre, a través del campesino Marcelo Carreño, al sacerdote de la Iglesia de Santa Prisca, en Taxco, y, posteriormente, éste lo entregó a la familia. Sin embargo el texto oficialmente se extravió, por lo que el comando se vio obligado a emitir otro”, se comenta en El Otro Rostro de la Guerrilla 40 años después.
El segundo comunicado estaba firmado en el Campamento Revolucionario “José María Morelos”, en las montañas del Sur, el 24 de noviembre de 1971, los rubrican Juan José Montes y Nicolás Barrera por Comité Armado de Liberación General Vicente Guerrero. Amenazaban con pasarlo por las armas si el 28 de corrientes a los 12 del mediodía no se satisfacían las condiciones para su liberación.
El documento fue leído la noche del día 26, en el noticiero “24 Horas” por Jacobo Zabludowsky, en el cual se pedía a cambio de la vida de Castrejón, la liberación de nueve presos políticos, la presentación de 15 inocentes detenidos y la entrega de dos y medio millones de pesos.
El texto que fue publicado al día siguiente por la prensa nacional, consideraba a Castrejón como miembro connotado de la oligarquía pro imperialista que nos gobierna. “Nuestro acto constituye la respuesta armada de las fuerzas del pueblo a la grave y criminal represión que por todo lo que va del presente año han realizado el Ejército y las policías al servicio del gobierno contra los compañeros, sobre todo en esta región sur de nuestra patria; así también contra las torturas incalificables que han venido sufriendo los presos políticos y a quienes utilizando el puesto de rector, que actualmente ejerce, sirve a la penetración cultural imperialista”.
Exigía la libertad de los presos políticos: Florentino Jaimes, Mario Menéndez, Demóstenes Onofre, Concepción Solís, Ceferino Contreras, Antonio Sotelo, Rafael Olea, Santos Méndez e Ismael Bracho Campos, brindándoles opcionalmente por la embajada diplomática que escojan, el salvoconducto correspondiente para su salida del país; y poner en manos de tribunales legales de justicia a todos los campesinos que padecen detención indefinida e incomunicación en distintos cuarteles del Ejército, bajo falsas acusaciones y declaraciones arrancadas con torturas, de participación en nuestro movimiento revolucionario armado, entre otros: José Garay, Francisco Garay, Sixto Flores, Cliserio de Jesús, Efrén Gutiérrez, Miguel García Martínez, José Ramírez, Crescencio Calderón, Mellado Martínez, Juan de Jesús, Hilda Flores, Eusebio Arrieta, Marcos Saldaña, Ángel Piza y Justino Piza.
Por estricta vía familiar entregarse el rescate de dinero en efectivo por la cantidad de dos y medio millones de pesos a la persona designada por el detenido, con carta de identificación al respecto. “Dinero que servirá para auxiliar a las víctimas de la represión del gobierno”.
De los nueve presos para quienes se exigía su liberación, Mario Menéndez, Florentino Jaimes, Demóstenes Onofre y María Concepción Solís Morales, estaban detenidos en le ciudad de México, los otros se encontraban en la penitenciaría de Chilpancingo, muchos estaban en espera de juicios por supuestos delitos relacionados con las actividades de la ACNR.
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