19 jul 2022

La reunión de AMLO con Kamala Harris y la detención de Caro Quintero..

La reunión entre AMLO y Kamala Harris ocurrió el pasado martes 12 de julio, y concluyó antes de las 09:30 horas.

Se dijeron elogios publicamente, (pero...)


“Es un enorme placer dar la bienvenida a mi amigo; el Presidente de México él y yo hemos pasado unos ratos maravillosos juntos tanto en la Ciudad de México como aquí en Washington DC y es un placer recibirlo aquí en mi hogar”, manifestó Harris al recibir a AMLO en las escalinatas de la residencia presidencial de EU.

En tanto, López Obrador destacó que Kamala Harris es una vicepresidenta “de primer orden” y felicitó al pueblo estadounidense por contar con una funcionaria como ella.

“Yo estoy muy contento de este encuentro con la vicepresidenta Kamala Harris, es nuestra amiga, pero además es una mujer con principios, inteligente, honesta, partidaria de la igualdad, de modo que felicito al pueblo estadounidense, porque cuentan con una vicepresidenta de primer orden.


Inmediatamente después de los mensajes ambos ingresaron a la residencia oficial para sostener una reunión de trabaj, ahi se dio otro ambiente.

Pero Kamala según el escritor y columnista de El Universal Héctor de Mauléon en su columna de ayer, y reiterada por otro columnista de mucho peso Raymundo Riva Palacio habrían abordado el tema Caro Quintero; comentan los detalles.:

Quizá hubiera salido perfecto sin el deceso de los 14 efectivos de la Marina..

Columnas 

Estrictamente Personal

Lo que costó el boicot a la cumbre/Raymundo Riva Palacio

El Financiero, julio 19, 2022 |

El presidente Andrés Manuel López Obrador parecía molesto ayer en la mañanera con el tema de la captura de Rafael Caro Quintero, sobre quien pidió Estados Unidos su detención y extradición. También se mostró desarticulado y con afirmaciones confusas para desmentir la participación de la DEA en el operativo, y negar que había sido una petición de la vicepresidenta Kamala Harris. La participación de la DEA fue informada por su directora y el procurador general de Estados Unidos el viernes. La versión sobre la petición de Harris fue publicada ayer por Héctor de Mauleón en El Universal.

Información recabada de la visita de López Obrador a Washington la semana pasada valida estas tres últimas afirmaciones. Harris habló con López Obrador poco antes de que conversara con el presidente Joe Biden, y las versiones iniciales de que había sido un desayuno difícil y tenso hoy pueden ser confirmadas. López Obrador, se puede decir, cayó en una trampa.

El Presidente había mostrado resistencia a aceptar la invitación que le formuló Biden para ir a Washington, pero, como le dijo a Harris, lo que buscaba era limar los desacuerdos por su inasistencia a la Cumbre de las Américas, un mes antes en Los Ángeles, y explicar los porqués de su posición de que había que invitar a todos los gobiernos del continente. Harris no dejó pasar mucho tiempo y, tras decirle que entendían lo que había hecho, le aclaró que tenía que haber otros hechos concretos para reafirmar la relación. Entonces, le dejó caer la bomba. El quid pro quo (dar algo a cambio de algo) sería Caro Quintero.

Efectivamente, como reveló De Mauleón, Harris le dijo al presidente López Obrador durante el desayuno que tuvieron en la residencia oficial de la Vicepresidencia, que la DEA había localizado a Caro Quintero en San Simón, en el municipio de Choix, en la punta de Sinaloa, colindante con Sonora y Chihuahua, producto de un trabajo realizado por un equipo especial de la agencia, operando desde San Diego. Caro Quintero, uno de los 10 fugitivos más buscados por Estados Unidos, es acusado del secuestro y asesinato del exagente Enrique Camarena Salazar en 1985, crimen organizado y narcotráfico.

El asesinato de Camarena Salazar ha sido, para la DEA, una obsesión, y planeó la Operación Leyenda para encontrar a los responsables del crimen. En el gobierno de López Obrador, el tema de Camarena Salazar ha sido motivo de preocupación desde hace más de ocho meses por otras razones, tras ser alertado de que Estados Unidos pensaba declarar persona non grata a Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad, e imputado como cómplice en el asesinato. El Presidente instruyó a la Cancillería bloquear esa declaración, lo que sucedió, y el fiscal general le sugirió a López Obrador que en su reunión con el presidente Joe Biden abordara este asunto.

López Obrador no tuvo tiempo para plantearlo, porque Harris lo sorprendió con la petición de detener a Caro Quintero con fines de extradición. La información de las personas que estuvieron en Washington es que el Presidente se sorprendió, ante lo cual la vicepresidenta actuó rápidamente para evitar un choque. Primero le aseguró que la información de la DEA se había hecho sin vulnerar la soberanía territorial de México, algo que López Obrador, en sus respuestas confusas ayer en la mañanera, mencionó, como algo del pasado, que la DEA había apoyado en otros momentos con información recopilada por drones.

Luego, para acorralar al Presidente, le dijo Harris que le preocupaban las resistencias públicas de su gobierno a capturar y extraditar a narcotraficantes buscados por Estados Unidos, que es una queja recurrente de Washington, acentuada por la liberación de uno de ellos, Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín el Chapo Guzmán, en Culiacán en 2019.

Durante el encuentro con Harris el Presidente reaccionó y alegó contra la extradición, argumentando que Caro Quintero había sido juzgado, sentenciado y purgaba su condena en México, lo cual era impreciso porque era prófugo de la justicia. Estados Unidos se ha quejado, desde que Caro Quintero salió en libertad en 2013, por un tecnicismo legal, de que nunca debió haber dejado la cárcel. López Obrador tuvo que pagar por una falla de la Procuraduría General de la República del gobierno de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, la recaptura de Caro Quintero no había estado en los planes ni en las intenciones de López Obrador, de acuerdo con su propia política de no perseguir jefes del narcotráfico para evitar, es su creencia, que haya más violencia.

López Obrador se quedó sin margen de maniobra ante Harris y aceptó la petición, pero estableciendo que el operativo lo realizaría la Guardia Nacional. La respuesta fue tajante. Ni la Guardia Nacional ni nada vinculado con el Ejército podía participar en la acción de captura. Estados Unidos lleva años desconfiando del Ejército, por la vinculación de altos miembros de la Secretaría de la Defensa con capos de la droga, incluido el Cártel de Guadalajara, del que Caro Quintero era uno de los líderes; su rancho El Búfalo, en Chihuahua, cuyo descubrimiento por Camarena Salazar es a lo que se atribuye su asesinato, era protegido por soldados. Como escribió De Mauleón, Harris impuso que fuera la Marina la responsable del operativo.

Una vez que admitió las condiciones de Harris, la DEA entregó la información a la Marina. Para respaldar jurídicamente lo que iba a suceder, el procurador general estadounidense, Merrick Garland, reactivó desde el jueves la petición al gobierno de México de búsqueda con fines de extradición. Fue la misma solicitud que se había hecho sobre el hijo del Chapo Guzmán, pero ahora cambiando la institución que llevaría a cabo el operativo.

La captura de Caro Quintero estaba en los planes del gobierno de Estados Unidos previo a la Cumbre de las Américas. Pero la forma como lo solicitaron, sin conversarlo antes con la Cancillería, como procedía, es una prueba más de lo que le costó a López Obrador el boicot a la cumbre.

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Kamala Harris entregó las pistas para capturar a Caro/Héctor De Mauleón

El Universal, 18 de julio de 2022

Existe la versión, surgida del círculo cercano al presidente López Obrador, de que durante la visita realizada a Washington la semana pasada, la vicepresidenta Kamala Harris informó al mandatario mexicano que un equipo de la DEA había localizado en Choix, Sinaloa, al narcotraficante Rafael Caro Quintero.

Después de una tensa reunión, en la que se puso sobre la mesa la preocupación de Estados Unidos ante la actitud que el gobierno de AMLO ha adoptado con respecto a la persecución de narcotraficantes que han introducido cantidades importantes de droga a Estados unidos, Harris ofreció entregar a la Marina la información que un equipo de la DEA —al que la titular de esa agencia, Anne Milgram, tiene operando en San Diego, California— había logrado recabar desde hacía tres meses.

La condición impuesta por Harris, de acuerdo con fuentes de Palacio Nacional, fue que la Marina, el único cuerpo de seguridad mexicano en el que Estados Unidos confía, operara la detención.

La DEA asegura que la violencia que sacude la costa del Pacífico mexicano proviene de la pugna que la organización de Caro Quintero —el Cártel de Caborca— sostiene con Los Chapitos, El Mayo Zambada y grupo de los Beltrán.

Hasta el 8 agosto de 2013, Rafael Caro Quintero, que había pasado los últimos 28 años en prisión como responsable de la tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena, parecía una figura del pasado.

Esa madrugada, sin embargo, Caro Quintero salió caminando de una prisión en la que había logrado controlar desde la visita íntima hasta la venta de droga: lo hizo gracias a una argucia legal, y a un amparo concedido por tres jueces del tribunal colegiado en materia penal del tercer circuito del estado de Jalisco: Rosalía Moreno, Lucio Lira y José Félix Dávalos.

Comenzó así el segundo aire en la vida de Rafael Caro Quintero. Según el historial que guarda el Estado mexicano, socios y familiares del narcotraficante, cobijados incluso por los hermanos Beltrán Leyva, conservaron y acrecentaron la fortuna de un hombre que en los años 80 ofreció pagar la deuda externa de México.

Desde prisión, Caro Quintero siguió operando su parcela. Su emporio abarcaba hoteles, restaurantes, gimnasios, agencias automotrices, empresas inmobiliarias.

Al dejar la cárcel fue protegido por El Mayo Zambada y Los Chapitos. Él se lanzó a reconquistar Sonora, un territorio que, según él, le pertenecía por “derecho de antigüedad”. Ahí formó el Cártel de Caborca y no tardó en romper con sus antiguos aliados. Sonora y Baja California comenzaron a llenarse de sangre.

Según fuentes de inteligencia, Caro Quintero, a través de un brazo armado conocido como La Barredora 24/7 (el cual hizo su debut quemando vivo a un narcomenudista rival), y gracias a la alianza que estableció con su sobrino, Rodrigo Páez Quintero, se adueñó a sangre y fuego de una importante porción de la franja fronteriza.

Caro garantizaba a los grupos criminales el libre tránsito hacia la línea divisoria, así como la protección, en el camino, de autoridades de los tres niveles de gobierno. A diferencia del Cártel Jalisco, los Zetas y la Familia Michoacana, que atacan y ejecutan a policías y funcionarios, él, según reportes oficiales, prefería comprarlos “e incluso hacerse amigo de ellos”.

En 2020 ya había presencia de su organización en territorios tan alejados como Oaxaca y Guerrero. En noviembre de ese año, la DEA, que había ofrecido por él la recompensa más alta que se recuerde (20 millones de dólares), bajó a Nemesio Oseguera, El Mencho, del primer sitio en la lista de los diez fugitivos más buscados y colocó a Caro Quintero en su lugar.

Significaba que para la DEA Caro Quintero representaba una amenaza mayor que la del propio Mencho (golpeado del otro lado de la frontera por la operación Agave Azul que dejó más de 600 detenidos y cientos de cuentas congeladas).

Masacres y enfrentamientos ocurridos en Caborca en los últimos años forman parte de la disputa entre Caro y Los Chapos. El baño de sangre que hoy recorre Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco tiene como figura visible a otro de sus sobrinos: José Gil Caro Quintero, conocido como El Pelo Chino.

Tras su salida por la puerta grande en 2013, el gobierno mexicano lo dejó ir: no armó operativo alguno para capturarlo. Pero la DEA no lo había olvidado. No lo olvidó. 37 años más tarde, Caro Quintero será extraditado a Estados Unidos. Según la DEA, financió varias campañas políticas, no solo locales, sino también de las grandes.

En México, desde luego, el nerviosismo es mayúsculo.

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"Tiemblan en México y EU si habla Caro Quintero", dice ex oficial de la DEA

En 1984, 9 meses antes de ser asesinado por narcotraficantes de México en febrero de 1985 en Guadalajara, Jalisco, el mexicano-estadounidense Enrique "Kiki" Camarena (izquierda), agente de la DEA, se fotografió en esa ciudad con el estadounidense Phil J.

El Universal, 17/07/2022  

José Meléndez, corresponsal /

San José. – La recaptura y eventual extradición a Estados Unidos del narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero “pone a temblar” a mexicanos y estadounidenses que ejercieron altos puestos de mando en los gobiernos de los presidentes de México, Miguel de la Madrid (1982—1988), y de Estados Unidos, Ronald Reagan (1981—1989), y supieron y encubrieron “la verdad” del asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, en 1985.

La advertencia fue lanzada, en una entrevista telefónica desde EU con EL UNIVERSAL, por el estadounidense Phil Jordan, exoficial de la DEA, agencia antidroga de EU, que conoció los entretelones de uno de los casos más graves y turbulentos en los nexos de Washington con los gobiernos de México de los últimos 37 años: el asesinato de Camarena, mexicano—estadounidense, en febrero de 1985 en una residencia en Guadalajara, Jalisco.

“Los corruptos tiemblan en México y en EU por la detención de Caro Quintero y por si se le extradita para que enfrente a la justicia estadounidense. Esto los pone a temblar”, recalcó Jordan, ex jefe del Centro de Inteligencia de la DEA en El Paso, Texas.

“Son personas en EU y en México que conocen toda la verdad. Caro Quintero es una bala de oro que tiene el gobierno” del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, “para negociar con EU”, añadió.

“Para mí, México y EU tienen mucho que perder si lo mandan a EU y si Caro Quintero quiere hablar de quienes estaban involucrados (en el asesinato)”, alertó.

“Si Caro Quintero—prosiguió—habla toda la verdad, tiembla mucha gente de los dos lados (México y EU) que estuvieron involucrados. A los dos países, en mi opinión, no les conviene. Pero para hacer justicia con ‘Kiki’ Camarena, a ese perro que es Caro Quintero lo tienen que mandar para acá. Él era ‘El Padrino’ del narcotráfico”.

Reclutado en 1965 por el aparato policial de EU de combate al narcotráfico que en 1973 se convirtió en la DEA, Jordan laboró en ese cuerpo hasta 1995, en una carrera de 30 años en la que ocupó puestos claves.

En diálogo telefónico con este diario desde EU, Jordan puso en duda que Caro Quintero, recapturado el viernes anterior en México tras 9 años, 11 meses y cinco días en fuga, sea extraditado a EU y sometido a la justicia de ese país por el asesinato con despliegue de torturas de Camarena.

Acusado del homicidio de Camarena, Caro Quintero purgó cárcel en México hasta agosto de 2013, cuando quedó libre en una controversial resolución, y el pasado viernes fue recapturado y podría ser extraditado a EU. En diferentes apariciones posteriores a 2013, Caro Quintero negó tener culpa por la muerte de Camarena.

Jordan reafirmó que el testimonio de Caro Quintero perjudicaría a “muchos personajes todavía vivos y que fueron funcionarios en las administraciones Reagan y De la Madrid. No les va a convenir. Camarena murió por órdenes de Caro Quintero. Todavía hay personas vivas en EU (del gobierno de Reagan) que tiemblan y rezan para que no lo extraditen a EU. No lo quieren acá”.

Reagan (1911—2004) y De la Madrid (1934—2012) gobernaron en una época que aceleró la penetración política del narcotráfico internacional.

Tras el asesinato en febrero de 1985 de Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala, al servicio de la DEA, Caro Quintero huyó a Costa Rica, a donde ingresó el 17 de marzo de ese año. El 4 de abril de 1985 fue capturado en una mansión al noroeste de esta capital y al día siguiente, con su séquito, deportado a México.

¿Caro Quintero fue cabecilla del entonces Cártel de Guadalajara y el crimen de Camarena salpicó a sus socios, los narcotraficantes mexicanos Miguel Ángel Félix Gallardo (preso desde 1989 en México) y Ernesto Fonseca Carrillo (preso de 1985 a 2016 y ahora en casa por cárcel).

Jordan reconoció que arrestar a Caro Quintero “es una cosa buena, pero lo tienen que mandar a EU para enjuiciarlo por la muerte de ‘Kiki’, porque él tuvo mucho que ver en la tortura de ‘Kiki’ y en matarlo con las personas que le ayudaron”.

En el secuestro de Camarena en Guadalajara y en las torturas participó el cubano—estadounidense Félix Ismael Rodríguez Mendigutia, oficial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que en 1967 dirigió en Bolivia la captura y la ejecución del guerrillero argentino—cubano Ernesto “Che” Guevara, recalcó Jordan. EL UNIVERSAL intentó sin éxito obtener una reacción de Rodríguez.

El Cártel de Guadalajara—y en particular Caro Quintero—se involucró con la CIA en un negocio de llevar armas de México a Honduras y Nicaragua a la “contra” nicaragüense, fuerza armada irregular anticomunista que la Casa Blanca y la CIA crearon entre 1981 y 1982 y que combatió a la revolución izquierdista que gobernó en Nicaragua de 1979 a 1990.

Rodríguez habría intentado saber si Camarena conocía detalles del negocio de México a Honduras y Nicaragua con armas y de Colombia a México y EU con drogas.

“Todo esto está documentado. Participó el agente de la CIA que le ayudó a Caro Quintero, a Fonseca y a todos esos a torturar y matar a ‘Kiki’. Pero el principal cobarde sigue siendo Caro Quintero”, subrayó Jordan.

“Eso está muy bien documentado por cuatro informantes, que eran policías antes, y que le ayudaban a los cárteles de México. Son testigos de primera línea. Ellos vieron cuando estaban pasando las torturas y el asesinato”, insistió.

Al advertir que “hay un problema”, explicó que un agente de la DEA que está a cargo del caso Camarena “quiso quitarles crédito a los informantes diciendo que los testigos no eran de confianza. Eso puede presentar problemas si mandan a Caro Quintero a EU”.

“Tiene que haber un juicio en EU con un tribunal que reciba toda la verdad de los testigos que estaban allí presentes cuando Caro Quintero estaba torturando a ‘Kiki’ para matarlo. El principal fue Caro Quintero”, sentenció.

Por el crimen de Camarena, una corte de EU condenó a prisión en la década de 1990 al narcotraficante hondureño Juan Ramón Matta Ballestero, enlace entre los cárteles de Guadalajara y de Medellín, Colombia, y capturado en Honduras en 1988, y a los mexicanos Juan José Bernabé Ramírez, ex policía detenido en 1989 en California y liberado en 2020, Javier Vásquez Velásquez y Rubén Zuno Arce.

¿Dueño de la mansión donde se torturó a Camarena, Zuno Arce fue cuñado del fallecido ex presidente de México, Luis Echeverría Álvarez (1822—2022), cayó preso en 1989 en Texas por la muerte de Camarena y murió en prisión en 2012.


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